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L 50 de 92. CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 1. Bautismo, Confirmación y Eucaristía son los sacramentos de la iniciación cristiana . NT : numerosas alusiones a los ritos de iniciación sacramental de la Iglesia. Del siglo II hasta los siglos V-VI más noticias
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L 50 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 1 Bautismo, Confirmación y Eucaristía son los sacramentos de la iniciación cristiana. NT: numerosas alusiones a los ritos de iniciación sacramental de la Iglesia. Del siglo II hasta los siglos V-VI más noticias y desarrollo del catecumenado. A partir de entonces el catecumenado se debilitó por la generalización del Bautismo de niños. El ritual romano de 1614 separó definiti- vamente Bautismo, Confirmación y Euca- ristía. Después de Vaticano II la costum- bre de retrasar la confirmación se genera- liza.
L 51 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 2 Iniciación cristiana de los adultos Proceso dividido en cuatro tiempos de forma- ción: precatecumenado (tiempo de la evange- lización, del anuncio de Jesucristo y su miste- rio redentor; culmina con la admisión como catecúmeno: rito de admisión); catecumena- do (formación doctrinal y moral y práctica de las virtudes; después admitido a la preparación inmediata a la celebración sacramental: rito de elección); tiempo de la elección (generalmente Cuaresma, jalonado por ritos: escrutinios o in- terrogaciones, entregas del símbolo de la fe y de la oración dominical); recepción de los tres sacramentos de iniciación.
L 52 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 3 Ritual del bautismo de niños Cuatro momentos: Ritos de acogida: señal de la cruz que hacen sobre el niño el ministro y los padres y padrinos, símbolo de su recepción en el seno de la Iglesia y anticipo de su condición de cristiano. Liturgia de la palabra: lecturas, homilía, oración de los fieles, exorcismo y unción con el óleo de los catecúmenos. Liturgia sacramental: bendición del agua, triple renuncia al mal y profesión de la fe trinitaria; triple ablución en el nombre tri- nitario (esencia sacramento); unción crisma; vestidura blanca; entrega del cirio; effeta. Ritos conclusivos: oración dominical y bendición de los padres.
L 53 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 4 El sacramento de la Confirmación se confiere mediante la unción del crisma en la frente, que se hace con la imposición de la mano y mediante las palabras: “recibe por esta señal el don del Espíritu Santo”. Estructura de la liturgia sacramental: renovación de las promesas bautisma- les, imposición de las manos; crisma- ción (rito esencial), saludo de la paz. Crisma: aceite vegetal, preferentemente de oliva, al que se añade el bálsamo (aromas o sustancias perfumadas) y previamente con- sagrado por el Obispo.
L 54 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 5 La celebración sacramental de la penitencia comunica al fiel la participación en el aconte- cimiento pascual que se había debilitado o perdido por el pecado: “los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen de la misericordia de Dios el perdón de los pecados cometidos contra Él y al mismo tiempo, se reconcilian con la Iglesia, a la que ofendieron” (Lumen gentium 11). “El sacramento de la penitencia es, según la concepción tradicio- nal más antigua, una especie de acto judicial; pero dicho acto se desarrolla ante un tribunal de misericordia” (Juan Pablo II, Reconciliatio et paenitentia, 1984, 31). Poder de atar y desatar.
L 55 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 6 Desarrollo histórico de la penitencia sacramental, 1 Los textos del NT atestiguan, para quien pecare gravemente, una exclusión de la comunión ecle- sial, de carácter medicinal, mediante una senten- cia pronunciada por quien es cabeza de la comu- nidad, seguida de una readmisión también oficial en el seno de la Iglesia, tras el arrepentimiento y el cambio de vida. Siglos II y III: se confiere la penitencia una sola vez en la vida. Concernía a pecados capitales (apostasía, asesinato y adulterio). Estructura: acusación, secreta, ante el obispo; admisión al estado de los penitentes (exclusión de la Eucaristía) y, una vez transcurri- do el periodo de excomunión establecida, reconciliación oficial con la Iglesia previa a las fiestas pascuales = penitencia canónica.
L 56 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 7 Desarrollo histórico de la penitencia sacramental, 2 Penitencia canónica mostró sus límites: carácter socialmente discriminatorio de la condición de penitente, la dificultad para asumir el rigor de la satisfacción impuesta y el temor a una re- caída contribuyeron a que se extendiera la costumbre de aplazar hasta el final de la vida la petición de la disciplina penitencial. En este contexto de crisis, aparece una nueva praxis (s. VII) pro- veniente de los monasterios de las islas británicas: la penitencia tarifada. Ministro (sacerdote) impone la satisfacción (secreta) según una “lista de tarifas” o penas. Cuando el penitente la había cumplido, volvía a recibir la absolución. Se podía reiterar el sacramento cuantas veces fuera necesario. Alrededor s. IX-X, se introduce la costumbre de conferir la absolución inmediatamente después de la aceptación de la satisfacción impuesta.
L 57 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 8 Desarrollo histórico de la penitencia sacramental, 3 Siglo XVIII: aparece el confesona- rio como lugar más apropiado para la celebración del sacramento, en sustitución de la sede presidencial del ministro. Ordo paenitentiae de 1973: tres ritos: a) para la reconciliación de un solo penitente, b) para reconciliar a varios penitentes con con- fesión y absolución individuales, c) en casos muy excepcionales para reconciliar a muchos penitentes con absolución general (CIC 961).
L 58 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 9 Elementos de la celebración de la penitencia: “saludo y bendición del sacerdote, lectura de la palabra de Dios para iluminar la con- ciencia y suscitar la contrición, y exhortación al arrepentimiento; la confesión que reconoce los pecados y los manifiesta al sacerdo- te; la imposición y la aceptación de la penitencia; la absolución del sacerdote; alabanza de acción de gracias y despedida con la bendición del sacerdote” (CCE 1480). Sede: hay que asegurar “en todo caso que existan siempre en lugar patente confesonarios provistos de rejillas entre el penitente y el confesor que puedan utilizar libremente los fieles que así lo deseen” (CIC 964). A su vez el sacerdote puede decidir confesar en el con- fesonario con rejillas, “también cuando el penitente solicite diver- samente” (Consejo pontificio para la interpretación de los textos legislativos, 07.07.1998).
L 59 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 10 Liturgia de las ordenaciones, 1 El sacramento del Orden comprende tres grados: episcopado, presbiterado y diaconado. “El sacerdote, por el sacramento que ha recibido, hace presente de una manera totalmente particular a nuestro Señor Jesucristo, Cabeza de la Iglesia. En la administración de los sacramentos actúa in persona Christi Capitis y también in persona Ecclesiae” (Congregación para la doctrina de la fe, 2005). CCE 1538: la ordinatio es “acto sacramental que incorpora al orden de los obispos, de los presbíteros y de los diáconos y que va más allá de una simple elección, designación, delegación o institución por la comunidad, pues confiere un don del Espíritu Santo que permite ejercer un ‘poder sagrado’ que sólo puede venir de Cristo a través de su Iglesia”.
L 60 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 11 Liturgia de las ordenaciones, 2 CCE 1573: “El rito esencial del sacramento del Orden está constituido, para los tres grados, por la imposición de manos del obispo sobre la cabeza del ordenando, así como por una oración consecratoria especial que pide a Dios la efusión del Espíritu Santo y de sus dones apropiados al ministerio para el cual el candidato es ordenado”. Ritos iniciales: presentación y elección del ordenando, alocución del obispo, interrogatorio del ordenando, letanías de los santos. Preparan el acto solemne de la consagración.
L 61 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 12 Liturgia de las ordenaciones, 3 Ritos que expresan de manera simbólica el misterio que se ha realizado: Obispo y presbítero: unción con el santo crisma, signo de la unción especial del Espíritu Santo que hace fecundo su ministerio. Entrega de los instrumentos: Obispo: evangelios, anillo, mitra y báculo, en señal de su misión apostólica de anuncio de la Palabra, de su fidelidad a la Iglesia, de su cargo de pastor. Presbítero: patena y cáliz. Diácono: evangelios por su misión de anunciar el Evangelio de Cristo.
L 62 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 13 Celebración litúrgica del matrimonio, 1 El matrimonio uno e indisoluble es una realidad que existe ya en la economía de la creación. Asume en la Iglesia un nuevo significado: el ser sacramento de la alianza definitiva e irrevocable entre Cristo y su Igle- sia, sellada con el sacrificio de la cruz. “En virtud de la sacramentalidad de su matrimonio, los esposos que- dan vinculados uno a otro de la manera más profundamente indiso- luble. Su recíproca pertenencia es representación real, mediante el signo sacramental, de la misma relación de Cristo con su Iglesia. Los esposos son por tanto el recuerdo permanente, para la Iglesia, de lo que acaeció en la cruz (...). De este acontecimiento de salvación el matrimonio, como todo sacramento, es memorial, actualización y profecía” (Juan Pablo II, Familiaris consortio, 1981, 13).
L 63 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 14 Celebración litúrgica del matrimonio, 2 No testimonios explícitos de un rito de culto para el matrimonio cristiano en los primeros siglos de la Iglesia. Trazas de una con- firmación ritual eclesial del sacramento. A partir del s. IV, ritos matrimoniales cristianos más explícitos. Intercambio del consen- timiento en la casa. A partir del s. IX, a las puertas de la iglesia. El concilio de Trento exigió que el con- sentimiento mutuo de los contrayentes se proclamara en presencia del párroco u otro sacerdote con licencia y de, al menos, dos testigos. Consentimiento ya en el interior de la iglesia.
L 64 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 15 Celebración litúrgica del matrimonio, 3 Celebración: en la misa nupcial, tras la proclamación del evangelio y homilía; sino se celebra la eucaristía, después de la liturgia de lapalabra. Estructura: escrutinio sobre la disposición para contraer ma- trimonio cristiano, bendición de los anillos, fórmula de expre- sión del consentimiento, ratificación del sacerdote (mediante una plegaria de bendición), bendición de los novios (en algunas iglesias, después del Padrenuestro).
L 65 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 16 Unción de los enfermos, 1 La teología católica ha visto en la carta de Santiago (5, 14-15) el fundamento bíblico para el sacramento de la unción de los en- fermos. Primer documento llegado hasta nosotros: la Traditio Apostolica (a comienzos del s. III). Pablo VI, Sacram unctionem, 1972: “se adminis- tra a los gravemente enfermos ungiéndolos en la frente y en las manos con aceite de oliva debida- mente bendecido o (...) con otro aceite vegetal, y pronunciando una sola vez estas palabras (...): ‘por esta santa unción y por su bondadosa miseri- cordia te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo, para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad’”.
L 66 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 17 Unción de los enfermos, 2 CCE 1517: “como en todos los sacramentos, la unción de los en- fermos se celebra de forma litúrgica y comunitaria, que tiene lu- gar en familia, en el hospital o en la iglesia, para un solo enfermo o para un grupo de enfermos. Es muy conveniente que se celebre dentro de la Eucaristía, memorial de la Pascua del Señor. Si las circunstancias lo permiten, la celebración del sacramento puede ir precedida del sacramento de la Penitencia y seguida del sacra- mento de la Eucaristía”. Idem: “En cuanto sacramento de la Pascua de Cristo, la Eucaristía debería ser siempre el último sacramento de la peregrinación terrenal, el ‘viático’ para el ‘paso’ a la vida eterna”.
L 67 de 92 CELEBRACIÓN SACRAMENTOS, 18 Unción de los enfermos, 3 Rito ordinario fuera de la misa: Ritos iniciales: saludo, aspersión con agua bendita, alocución para confiar al enfermo a la misericordia de Cristo, acto penitencial cuando no ha sido prece- dido por la confesión sacramental. Lectura de la palabra de Dios. Ritos de la unción: plegaria litánica, imposición de las manos en si- lencio, acción de gracias sobre el óleo ya bendecido o, en su caso, bendición, unción sacramental, oración que especifica los efectos del sacramento. Ritos de conclusión: Padrenuestro y bendición sacerdotal.