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ALFA Y OMEGA Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un Nombre que es sobre todo nombre, para que en el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. fil.2,9 a 11
Cuando en todo lugar Tan solo existía la nada…
Cuando las potencias de los cielos fueron creadas,Jesucristo,junto al Padre, fue quien las creaba.
La inmensidad del espacio Con sus luminares;
Toda vida que existe en la tierra, En el aire y en los mares;
¡Todo por El y para El Fue hecho!
Y a lo largo de los siglos Con su poder los sustenta,
y por siempre todo estará, Bajo su dominio y majestad.
¡Eterno! Y dueño de la eternidad. Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
Uno con El Padre y su Santo Espíritu. El que era, El que Es y El que será.
El que por propia voluntad Y de acuerdo con El Padre dejando su Trono Un día encarnó.
Mas su Divinidad jamás la perdió. Totalmente hombre y totalmente Dios.
Y hasta nosotros descendió Para hacerse cargo de nuestro pecado.
Nuestra deuda tan grande e imposible de saldar Con su Preciosa Sangre Santa El vino a pagar.
Y tomando nuestro lugar, El castigo que merecemos en sí mismo recibió.
Y el dolor del beso mentiroso Que mal ocultaba la abominable traición.
Vendido por monedas.¡Tu! ¡Dios Poderoso! Y ese pueblo furioso gritando improperios.
Los brutales latigazos en tu espalda Abriéndola en jirones y de las atroces heridas Tu Sangre Preciosa saliendo a borbotones.
En tu rostro Santo, escupitajos; Blasfemas burlas, bofetadas, puñetazos. ¡A ti! ¡Digno de adoración!
Antes de que cantase el gallo negado tres veces fuiste. Ante viles autoridades compareciste ¡Tú! ¡Dueño de la creación!
Y como Isaías dice: Angustiado El, y afligido, no abrió su boca. Como cordero fue llevado al matadero, Y como oveja delante de sus trasquiladores enmudeció.
El pueblo, a Barrabas eligió. Y de ti vociferaban; ¡Crucifíquenlo, crucifiquenlo !
Con su corazón estrujado Por el abandono de los que amaba.
Perseguido y humillado, todo lo soportó por amor. Maltratado, torturado, transido de dolor Su camino al Calvario recorrió.
Su cabeza y su frente, Por las punzantes espinas laceradas.
Sus pies y sus manos sanadoras Por enormes clavos horadados. Y pudiendo salvarse a sí mismo: Allí se quedó.
Varón de dolores. Sintiéndose solo y abandonado. Aplastándole atrozmente la carga horrenda de nuestro pecado.
Y el llanto de Dios Sobre toda la tierra derramado, Al ver sobre su Hijo Santo el cúmulo de tanto pecado.
Vergüenza de verguenzas; Nuestro pecado sobre El cargó.
Y mientras nosotros te crucificábamos, A pesar de que en nuestras manos morías, Perdón para nosotros pedías; Misterio de tu incomparable amor.
En lugar de consuelo: palabras hirientes. Satanás gritó: ¡vencido! El pecado se gozó: ¡ te alcancé! La muerte vociferó:¡es mío!