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1773 – 1814: LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN LA TORMENTA. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta. LA MONARQUÍA ESPAÑOLA Y LA EXPULSIÓN DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS. La Compañía destacó en defender y aplicar la doctrina “optimista” de la gracia.
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1773 – 1814: LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN LA TORMENTA 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
LA MONARQUÍA ESPAÑOLA Y LA EXPULSIÓN DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS • La Compañía destacó en defender y aplicar la doctrina “optimista” de la gracia. • Apoyó la supremacía de jurisdicción del Papa sobre toda la Iglesia → influyó notablemente en siglo XVIII. La Compañía se ganó enemigos poderosos. • Los jesuitas tuvieron gran influjo en la política europea como confesores de los monarcas católicos. • Se destacaron en la educación y su influjo fue notable en el mundo intelectual católico. • Desde fuera la Compañía solía percibirse como un Cuerpo compacto, disciplinado, con un considerable nivel de observancia religiosa y gozando de gran prestigio y poder. • Esta imagen victoriosa hizo que los jesuitas tuviesen enconados enemigos: → Órdenes monásticas antiguas y otras más recientes: los agustinos de talante más regalista; además del jansenismo y sus aliados. Trento situó en primera línea a los jesuitas, protagonismo histórico y eclesial se mantuvo durante la Contrarreforma. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
Se le reprochaba a la Compañía: buscar conversiones en masa →formas nuevas de devoción católica: las congregaciones marianas. • El culto afectivo a los santos → chocaba con la opinión de fuertes detractores. • Se decía: la acción de los jesuitas desvirtuaba la vida religiosa, sobre todo por su prodigalidad en la distribución de la gracia y por la moral laxa. • Enemigos: jansenistas, filósofos ilustrados, regalistas, galicanos. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
Hubo en la actitud misma de la Compañía un ¿enemigo interno? • Una causa del desprestigio fue el irrestricto apoyo a la tradición absolutista de los siglos XVI y XVII →convivencia con el sistema del patronato regio. • Confesores de reyes, educadores de príncipes y de elites políticas, sociales e intelectuales; los jesuitas ocupaban un puesto destacado en la estructura de un régimen caracterizado por el poder personal. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
“Enemigo interno” de la Compañía: • Estilo triunfalista que exaltaba a la Compañía hasta extremos peligrosos o la convicción de que todos los jesuitas integraban la minoría selecta de la Iglesia. • Es cierto que habíamos destacado rápidamente en casi todos los terrenos: la ciencia, la polémica teológica, la enseñanza, la espiritualidad, las misiones. • Esto ayudó a vernos como autosuficientes y alimentó la envidia y la difamación. • Salir victoriosos en lucha contra los jansenistas, a la larga trajo graves daños. La destrucción de la abadía de monjas cistercienses de Port Royal (1711) contribuyó a la gloria de este monasterio y al rencor del jansenismo contra los jesuitas. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
Siglo XVIII la Compañía envuelta en la polémica de los ritos chinos y malabares, que dañó su reputación. • En China: el P. Mateo Ricci logra entrar a fines del siglo XVI. Muy estimado en la Corte Imperial. • Los jesuitas aceptan la veneración a los antepasados del confucionismo. Se forma una Iglesia de varios centenares de miles de católicos, especialmente entre los mandarines. • El Papa Urbano VIII (1623-1644) → fin al monopolio misionero de los jesuitas en China → originó división: dominicos y franciscanos españoles, acogidos con escaso entusiasmo por jesuitas portugueses. Los frailes se opusieron al método misionero jesuítico. • Las autoridades chinas persiguieron a los frailes y las quejas llegaron a Roma. Inocencio X (1644-1655) condenó los ritos chinos. El conflicto se prolongó y reavivó con la llegada de sacerdotes del Oratorio de Bérulle, de inclinación jansenista: negaron cualquier adaptación del evangelio. La opinión cambiante de los Papas enturbió las cosas. Finalmente, Clemente XI (1700-1721) desestimó la acomodación. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
En la misión del Malabar, en la India, se planteaba un problema parecido. • El mismo Clemente XI condenará en 1715 los ritos malabares. • Finalmente el Papa Benedicto XIV, en 1742 condenó definitivamente los ritos chinos y malabares. • Así terminó una querella que dividió a la Iglesia, a costa de hundir las misiones en China e India. • Pasaron casi dos siglos antes que la Iglesia (bajo Pío XI, Papa 1922-1939) revisara el decreto de 1742. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
Otro conflicto → las reducciones del Paraguay, en los siglos XVII y XVIII abarcaban extensos territorios. • Los jesuitas en las reducciones, pusieron fin a la explotación de los indígenas por los colonos y a la caza de esclavos por parte de bandeirantes portugueses. • Felipe III confió hacia 1610 extenso territorio a los jesuitas a lo largo del río Paraná. Surgieron cuarenta reducciones, enclaves de vida cristiana en la selva. • Totalmente administradas por los jesuitas; en las reducciones no podían entrar soldados ni funcionarios españoles; la población indígena estaba sujeta únicamente a un ligero tributo para la Corona. • El jesuita se reservaba el gobierno y la justicia, concediendo a los consejos formados por las autoridades indígenas participación y autoridad. • La vida estaba reglamentada como en un colegio jesuita. Pero la defensa de los jesuitas de las reducciones hizo que rechazaran cualquier injerencia de las autoridades de la Corona. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
En 1750 acuerdo fronterizo entre España y Portugal: trece reducciones en territorio portugués. • La sublevación de los indios contra funcionarios y militares portugueses fue atribuida a los jesuitas; fueron expulsados y reemplazados por dominicos y franciscanos. • En pocos años los indios huyeron a la selva y las misiones fueron abandonadas. • La expulsión de los jesuitas significó la muerte de las reducciones. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
Personaje clave: el Rey de España Carlos III (1716-1788), Rey de las Dos Sicilias (1734-1759) y Rey de España (1759-1788). • Representante más genuino del despotismo ilustrado español. • Católico tradicional, de misa diaria, afable, laborioso, puntillosamente fiel a su palabra y compromisos, actuó más por persuasión que por imposición. • Convencido de dos cosas: que su poder de Rey carecía de cualquier contrapeso, excepto Dios. • Y que debía defender a todo trance el “regalismo” y “absolutismo” y modificar profundamente la sociedad hispana e indiana con la luz del gobierno centralizado y racional. • Estas convicciones lo describen como un cabal “déspota ilustrado”. • Carlos III: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. La única institución inmutable y fundamental en esta ideología, era la Monarquía absoluta y omnipresente, cuyos súbitos debían “callar y obedecer”. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
La penetración reformista en España se aceleró bajo Carlos III, o mejor dicho, bajo sus ministros: el Conde de Floridablanca, secretario de Estado desde 1776; Gaspar Melchor de Jovellanos, influyente funcionario real. • Pedro de Campomanes, cerebro económico del régimen. • Todos ellos, a pesar de sus mutuas rivalidades, además del Conde de Aranda, fueron los brazos ejecutivos de Carlos III y su gobierno ilustrado. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
El pueblo español no fue protagonista de este proceso → poco entusiasmado con las reformas ilustradas y al despotismo ilustrado. • A la luz de esta animadversión debe mirarse el episodio cuyo protagonista fue el Príncipe de Esquilache, napolitano ministro de Carlos III: prohibió por decreto el uso de la capa larga y el sombrero de ala ancha, vestimenta característica del madrileño pobre. Aducía Esquilache: el uso de estas prendas facilitaba el disfraz y la impunidad de los delincuentes. • El Domingo de Ramos (23 de marzo) de 1766 estalló el motín en Madrid y en varias provincias. Los amotinados proferían vivas al Rey y pedían la destitución del marqués de Esquilache y su camarilla de extranjeros. • El Rey huye de Madrid junto a su familia y se refugia en Aranjuez. Esquilache fue destituido. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
Después de los motines contra Esquilache, asume en el Consejo de Castilla, el conde de Aranda, y como Fiscal, Pedro Rodríguez de Campomanes, se empeñaron en destruir a los jesuitas. • El confesor del rey era el P. Joaquín de Eleta, franciscano y obispo de Osma. Todos enemigos acérrimos de la Compañía. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
Llegan al Consejo de Castilla acusaciones contra los jesuitas: fomentar opiniones contrarias al Rey, y contra la casa de Borbón, haber animado motines, de murmurar amancebamientos de Carlos III con la mujer de Esquilache, de sembrar doctrinas regicidas, de que “ahora gobiernan a España un fraile y dos jansenistas” y hasta de intentar envenenar al Rey. • Todas estas acusaciones fueron recogidas por Campomanes hasta diciembre de 1766; se elaboró un documento acusatorio que fue leído sólo a los enemigos de la Compañía. • El Dictamen del Fiscal y la Consulta del Consejo Extraordinario de Castilla, presentaron al Rey un documento que describía a la Compañía como una Sociedad monstruosa, un cuerpo poderosísimo, incompatible con el reino. Carlos III se asustó, pues siendo así, su persona y su Corona sólo estarían seguras librándose de un peligro tan formidable. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
Las razones para extirpar a la Compañía, Campomanes las sintetiza así: • 1. Es incompatible la Compañía en el reino, en primer lugar, “por su unión y confederación bajo de un gobierno extranjero contraria al espíritu de su fundación”. • 2. “Su ambición de riquezas temporales” que les permite aspirar a “la soberanía efectiva” como la del reino de Paraguay: “¿Quién podrá oponerse, dentro de un poco, a un cuerpo que disfruta tantas riquezas provincias enteras si se les deja radicarse en dominios a que aspira de las naciones que las producen?”. • 3. Más pernicioso aún: “la doctrina del probabilismo, atentatoria contra la seguridad de los Estados y por el que fidelidad de los reinos peligra donde residan estos padres”. • 4. El cuarto vicio radica en “el continuo espíritu de sedición contra el gobierno, contra el Estado y contra la mismísima religión: todo peligra con la permanencia del cuerpo de la Compañía dentro del reino”. • 5. El quinto vicio “consiste en la animosidad de la Compañía de hacer frente a los reyes mismos y tribunales más supremos, como lo están ejecutando las Cortes de Francia y Portugal, calumniando a los gobiernos y tribunales y a los reyes mismos con las injurias más sacrílegas, según consta plenamente probados”. • 6. “El sexto vicio de la Compañía consiste en el espíritu de venganza, no perdonando medio para llevarla adelante, sin tropezar en el debido respeto a ninguna clase ni dignidad, por alta y respetable que sea”, incluida la soberanía del rey, contra el que se han dirigido los motines. • 7. “El séptimo vicio por donde se hace intolerable en España la Compañía resulta de sus alianzas externas”, avivando competencias de soberanía entre las regalías y el pontificado. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
El 27 de marzo de 1767 Carlos III firmó la Pragmática Sanción, que expulsaba de sus reinos a la Compañía, en la que aparecía una enigmática declaración según la cual el Rey guardaba dentro de su real pecho las razones de esta decisión. • Así, con el mayor secreto, aprobó las acusaciones contra los jesuitas 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
Las causas “objetivas” de la expulsión de Carlos III se ignoran. • La Corona las enunció diciendo que eran Gravísimas y que Su Majestad se las reservaba en su real ánimo y de allí no saldrían nunca. • La resolución real nació de un voluminoso y secreto proceso o pesquisas que efectuaron por orden real algunos altos funcionarios de Carlos III, entre ellos Aranda y Campomanes. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
El Papa al momento de la expulsión, Clemente XIII, la desaprobó. • Al responderle, Carlos III le adjuntó un sumario de los crímenes jesuitas, pero sin ninguna prueba; este documento obra del Consejo Mayor de Castilla, sí nos ha llegado y contiene un gran número de cargos espantosos, pero desprovisto de acreditaciones o pruebas. • Por ejemplo, el caso en que se cita a Chile: “Resultó en Chile, por sus mismas relaciones (las Cartas Anuas de la Orden) la convivencia (jesuita) con los ritos gentílicos llamados muchitún”(citado por Vial). 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
La Jerarquía eclesiástica española apoyó la expulsión y luego la disolución de la Compañía. • Los agustinos, regalistas la mayoría y algunos pro jansenistas, se movieron activamente en Roma para lograr disolver la Orden jesuita. • En todo esto, los apoyaron y aplaudieron los regalistas, filósofos y francmasones de toda Europa. • Los reformistas hispanos, comenzando por Aranda, también instigaron la animadversión contra la Compañía. Pero nada de esto hubiera sucedido sin la voluntad personal, resuelta e implacable de Carlos III. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
La expulsión de la Compañía fue arbitraria, no hay causas justificadas (que sepamos hasta hoy); ni proceso, ni defensa posible. • La enorme mayoría de los jesuitas fueron víctimas inocentes de un juego de prejuicios, errores, malentendidos y odios. • Todo esto muestra la cara más implacable del despotismo ilustrado y su razón de Estado. Curiosamente, esta muestra de poder, será el comienzo del fin del absolutismo. • Antes de acabar el siglo, la razón de Estado será el cuervo que comerá los ojos del régimen absolutista, cuando éste se desmorone sin remedio. • La Revolución francesa aniquilará el Antiguo Régimen y será el final trágico de toda esta trama histórica. 1773 – 1814: La Compañía de Jesús en la Tormenta
LA IGLESIA Y LA EXPULSIÓN DE LOS JESUITAS • En el siglo XVIII las Órdenes religiosas contaban con unos 1.000 sacerdotes, más de 1.400 novicios, estudiantes y hermanos. Las religiosas profesas eran unas 350 y 300 el total de clérigos. • Los jesuitas representaban el 18% del total de clérigos y el 23% de religiosos regulares de la Colonia. • En 1767 la Compañía era la Órden de mayor influencia por su número, disciplina religiosa y gran actividad apostólica en particular las misiones y la educación. Este éxito apostólico, causóen el siglo XVII y XVIII conflictos con otras Órdenes, con algunos obispos y con el poder civil. • Los agustinos fueron los rivales más enconados: querellas teológicas y rivalidades en las misiones acarrearon malentendidos eclesiales. • Algunos obispos cuestionaron la autonomía y poder de los jesuitas. Lo mismo algunos gobernadores. • A nivel del clero secular, siguieron existiendo dos obispados: Santiago y Concepción. • En Santiago sobresale el Obispo Manuel de Alday y Aspée. Obispo de Santiago entre 1753 y 1788. De gran cultura. • De sus tiempos de estudiante destacado en Lima, se identificó con la Compañía que regentaba el Seminario limense. La Iglesia y la Expulsión de los Jesuitasc
El 31 de julio de 1767 cruzó la cordillera un correo real proveniente de Buenos Aires; portaba un sobre sellado dirigido al Gobernador de Chile, Antonio de Guill y Gonzaga, era la orden de expulsión contra los jesuitas. • El Gobernador hizo detener los barcos en los puertos y vigilar los pasos cordilleranos. Nombró comisionados que aprendiesen a los jesuitas y destinó lugares para concentrarlos y puertos para embarcarlos. • Fijó fecha y hora del operativo, simultáneo en todo el Reino: la madrugada del 26 de agosto. El día y hora previstos se verificaron las detenciones sin dificultades ni resistencias. • La sociedad chilena quedó impactada. Los detenidos no pudieron verse sino con ciertos parientes por breves minutos, en público y vigilados. Los novicios fueron presionados para abandonar la Orden, casi ninguno desertó. • De Santiago a Valparaíso y de allí al Callao y luego a los Estados Pontificios. Imola será su destino final, luego de un dificultoso peregrinar. Comenzaba el largo exilio europeo de los jesuitas chilenos. La Iglesia y la Expulsión de los Jesuitas
LA EXTINCIÓN DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS • En 1769 moría Clemente XIII que había resistido las presiones de las Cortes borbónicas por extinguir la Compañía. • La situación se había vuelto insostenible: los jesuitas exiliados afluían por millares a los Estados Pontificios. • El nuevo Papa Clemente XIV, hombre de carácter apocado, fue elegido en tales circunstancias y por presión de las Coronas de España y Francia; acabó por rendirse y a través del breve Dominus ac Redemptor, del 16 de agosto de 1773 la Compañía de Jesús fue extinguida del mundo católico. • El breve enumeraba los “abusos” de los jesuitas y ordenaba que la Compañía se disolviera: “Los despojamos de sus casas, escuelas, colegios, hospitales y granjas y cualquier otra propiedad de cualquier provincia o dominio donde puedan existir”. La Extinción de la Compañía de Jesús
La policía papal detuvo al anciano Padre General Lorenzo Ricci (1703-1775) y a los principales consejeros y los encarceló sin juicio en Castel Sant’Angelo. • Durante dos años se instruyó contra ellos un proceso canónico, apoyado por gran número de acusaciones que resultaron sin fundamento. La sentencia fue absolutoria, mientras tanto el P. General había muerto afirmando hasta el final que tanto él como la Compañía eran inocentes y fieles al Papa y a la Iglesia. • La supresión de la Compañía de Jesús fue una tragedia para el catolicismo. Eliminó una vasta red educativa formada por unas ochocientas instituciones en Europa, América y Asia. • Dejó en evidencia los grandes conflictos del mundo católico y fue un fatal pre anuncio de la tragedia del Antiguo Régimen, que pronto colapsará y arrastrará en su caída a toda la Iglesia. • Este hecho demostró la debilidad del Papado ante las monarquías absolutas, incluso en cuestiones propiamente eclesiásticas. La Extinción de la Compañía de Jesús
Clemente XIV falleció un año después de haber extinguido la Compañía. • Cuando fue elegido su sucesor, los monarcas Ilustrados católicos, convencidos de su poder ante un Papado sometido, pretendieron reducir al Papa a una figura decorativa, con alguna autoridad limitada en el campo exclusivamente eclesial doctrinal. • Mientras tanto en Francia se incubaba una violenta revolución. A Luis XVI y María Antonieta les esperaba la guillotina revolucionaria. La Extinción de la Compañía de Jesús
La Compañía sobrevivió en dos Reinos no católicos, sus Reyes no dieron el exequátur para que se leyera la Bula de supresión: Federico II de Prusia y Catalina II de Rusia. • Ordenaron a los jesuitas de sus reinos que prosiguieran su tarea. Federico el Grande en carta a Voltaire, explica el motivo de su decisión: “Mis hermanos los reyes católicos, cristianísimos, fidelísimos y apostólicos, han expulsado a los jesuitas. Yo, heretiquísimo, acojo a todos los que puedo. De esta manera mantendré esta raza. Muy pronto vendrán esos reyes católicos a preguntarme si me queda algún jesuita para ellos. Pero entonces yo los venderé muy caros: un padre rector por no menos de trescientas coronas; por un padre provincial pediré por lo menos seiscientas”. La Extinción de la Compañía de Jesús
Ambos Soberanos no católicos e ilustrados toman esta decisión por varias razones: • En ambos países la Compañía se había establecido hacía poco tiempo, a lo más a fines del siglo XVII. • Ambos Monarcas tenían dentro de sus reinos zonas de súbditos católicos; allí los jesuitas habían desarrollado una fecunda labor misionera y educativa. • Ejemplo: elevando el nivel educacional de la nobleza polaca gracias a los colegios. • Prusia y Rusia se habían anexionado recientemente zonas de Polonia. • Pío VII en 1801 legalizó la pervivencia de la Compañía en esas regiones → pasarán a ser el punto de partida para la restauración de 1814. La Extinción de la Compañía de Jesús
El aniquilamiento de la Compañía en el Imperio español es uno de los hechos de la historia de la Iglesia más lamentable del siglo XVIII. • Originó una tremenda desorganización y retraso en la evangelización de amplias regiones americanas, incluido el lejano Chile. • Significó la destrucción de más de seiscientas casas, la expulsión de más de cinco mil religiosos, la mitad de los cuales eran sacerdotes, el cierre de varios centenares de colegios, el abandono de amplios territorios de misión, como Chiloé y Arauco en nuestra colonia. • Pero algo explica la crisis previa que había sufrido la Compañía y que hemos someramente explicado. • A nivel general de la Iglesia, lo más desastroso de estos hechos fue el servilismo con que el Papa ejecutaba cuanto le imponían los monarcas ilustrados. Pronto pagarían ellos también el duro precio de la historia: la Revolución francesa. La Extinción de la Compañía de Jesús
En septiembre de 1759, 1.700 jesuitas fueron expulsados de los dominios de la Corona portuguesa. • En noviembre de 1764, Luis XV de Francia expulsó a más de 3.000 jesuitas de su Reino. • En abril de 1767, Carlos III de España decretó el extrañamiento de unos 5.000 jesuitas de su Imperio. • En octubre de 1767 los jesuitas son expulsados del Reino de las Dos Sicilias y en 1768 del ducado de Parma. • Antes de la supresión de 1773 muchos de los NN llevaban años viviendo en el exilio, hacinados en los Estados Pontificios. Los chilenos estábamos en la ciudad de Imola. Del Diario del P. Manuel Luengo, de la Provincia de Castilla: “Día verdaderamente tristísimo y funestísimo, de increíble confusión, turbación y desasosiego, de inexplicable dolor, pena y amargura, día el más lúgubre, más pavoroso y más opaco para nosotros”. La Extinción de la Compañía de Jesús
LA VIDA EN LOS ESTADOS PONTIFICIOS • Los sacerdotes quedaron bajo la jurisdicción del Obispo de lugar. Debían vestir como diocesanos y les estaba prohibido salir de sus ciudades de residencia sin autorización. Se dedican a ministerios varios. • Los que no eran sacerdotes → se les disculpó de sus votos religiosos para que escogieran la vida que mejor les pareciera. • Se les prohibió vivir en comunidad → allegados con alguna familia. • Muchas mantuvieron la vida religiosa y espiritual. Aquí resalta el valor de la amistad entre ellos → de corazón siguen sintiéndose verdaderamente jesuitas. • Lo más increíble: siguen fieles a la Iglesia y al Papa. • Varios son consejeros de autoridades eclesiásticas. Otros se dedican a escribir (nuestro “Abate” Molina, Alonso de Ovalle, Lacunza). Los hay historiadores, científicos, filólogos, literatos, filósofos y teólogos. • Con el tiempo, los que mantuvieron vivo su sacerdocio y espíritu jesuita, son testigos de posibles intentos de restauración. • ¿Supresión providencial? • En Italia se sabía de la sobrevivencia de la Compañía en Rusia y Prusia. • El restablecimiento de la Órden será decretado por Pío VII el 7 de agosto de 1814. • En esa fecha, sobrevivían alrededor de 600 antiguos jesuitas. La Vida en los Estados Pontificios
PRIMEROS PASOS PARA LA RESTAURACIÓN • Pío VII, el 7 de agosto de 1814, mediante la Bula Sollicitudo ecclesiarum, restauró plenamente la Compañía. • Ya había unos 600 jesuitas en Rusia, Prusia, Dos Sicilias, Estados Unidos, Inglaterra, Suiza y Francia. • La supresión del 21 de julio de 1773 fue producto de la presión de las Cortes borbónicas a Clemente XIV → mundo ¿en vías de secularización? → regalismo. • Única posibilidad de sobrevivir de la Compañía → Catalina II de Rusia no había dado el Exequator → prohibió que se leyera en sus dominios de Bula de supresión de Clemente XIV. • Autócrata “Ilustrada”, Catalina quería renovar su Reino y la educación era un objetivo fundamental para su gobierno Ilustrado y absolutista. • Le interesa que en regiones de su Imperio católicas (“Rusia Blanca” → Polonia oriental), sus súbditos tuviesen la mayor independencia posible de Roma. • En 1772 Polonia oriental, con 800.000 católicos y 201 jesuitas pasa a soberanía rusa. • Después de 1773 los jesuitas allí residentes continúan con su vida y obras. • La Zarina los considera buenos y leales súbditos. Primeros pasos para la Restauración
Hombre clave: STANISLAW SIESTRZENCEWICZ • Procura el reconocimiento papal de diócesis de Mohylew, que Catalina planeaba., previa promulgación del Breve de supresión. • Clemente XIV como Pío VI nunca obligaron a los jesuitas que se sometieran al Breve. Tampoco reconocieron oficialmente la sobrevivencia de la Compañía en la Rusia Blanca. • Los jesuitas de allí informaron varias veces al Papa de su existencia y actividades. Año 1775: silencio oficial del Papa ¿reconocimiento oral? • SJ y Santa Sede → doble estrategia: no infringir las órdenes del Breve de supresión, y al mismo tiempo, buscar “nichos” para dejar subsistir a la SJ en condiciones legales. • En 1779: Monseñor Siestrzencewicz autoriza abrir el Noviciado. • 1782: los jesuitas convocan Congregación General extraordinaria. Stanislaw Czerniewicz elegido Vicario General. 172 jesuitas. • Meta clara: la restauración plena. Antiguos jesuitas de Europa se van a Rusia. Otros renuevan sus votos en sus patrias y quedan “a la espera”. Primeros pasos para la Restauración
SITUACIÓN EN PARMA • En 1792: el duque de Parma autorizó a ex jesuitas a vivir en comunidad. • 1794: llegan tres compañeros de Rusia. Fundan el Noviciado. • El Papa no condena, no dice nada. • En 1797: primera vez en trece años un Nuncio va a Rusia. Se aloja en colegio de jesuitas y se confiesa. • Pío VII aprobó el 7 de marzo de 1801 a la Compañía dentro de Rusia. • Varios jóvenes van a Rusia a entrar en la Compañía. • La aprobación papal definitiva será en agosto de 1814. Primeros pasos para la Restauración
PÍO VII (1742-1823), PAPA (1800-1823) • 1801: negoció con el gobierno de Napoleón el concordato por el que se restableció la Iglesia francesa. • 1804: ungió a Napoleón quien se auto proclamó Emperador. • Las relaciones entre ambos se deterioraron, a causa de las intenciones del Emperador de aumentar su control sobre la Iglesia francesa. • En 1809 Napoleón decretó que los Estados Pontificios se convirtieron en parte del Imperio francés e hizo prisionero al Papa en Savona y después en Fontainebleau. • El Pontífice resistió con gran coraje. Su resistencia ayudó a restaurar el prestigio y la talla moral del papado. Volvió a Roma en 1814. • Revocó gran parte de la legislación promulgada bajo la ocupación francesa, restauró a los jesuitas, reactivó la Inquisición y suprimió a los carbonarios. Primeros pasos para la Restauración
FERNANDO VII (1784-1833), REY DE ESPAÑA (1808-1833) • Durante el reinado de su padre, dirigió un partido cortesano de oposición al primer ministro Manuel Godoy. Aprovechó el descontento popular provocado por la entrada de las tropas francesas en España, y desencadenó el motín de Aranjuez (marzo de 1808). • Carlos IV abdicó en su hijo. • Fernando VII, junto a toda la familia real, fue traído a Bayona por Napoleón, quien lo forzó a renunciar a la corona. Napoleón nombró rey de España a su hermano José, que reinaría hasta 1813. • Durante la guerra de la Independencia, la Junta Central, constituida en septiembre de 1808, convocó las Cortes en Cádiz en 1810 → declararon “único y legítimo rey de la nación española a don Fernando VII de Borbón”. Primeros pasos para la Restauración
En 1814, acabada la guerra, Fernando VII regresó a España. • La primera etapa de su gobierno, de carácter absolutista (1814-1820), estuvo marcada por una depuración de afrancesados y liberales. Coincide con nuestra “Reconquista”. • Del Ejército surgieron golpes liberales, como el liderado por Rafael del Riego (1820), iniciado en Sevilla por las tropas preparadas para embarcar a América para luchar contra los independentistas. • El Rey es se ve obligado a jurar la Constitución. Primeros pasos para la Restauración
CONGRESO DE VIENA • Conferencia internacional convocada con el objeto de restablecer las fronteras territoriales de Europa una vez concluidas las Guerras Napoleónicas con la abdicación de Napoleón. • Se celebró desde el 1 de noviembre de 1814 hasta el 8 de junio de 1815. • Los pactos a los que se llegó tuvieron una vigencia casi inamovible en los territorios orientales y centrales europeos hasta el final de la I Guerra Mundial, en 1918. Primeros pasos para la Restauración
LA COMPAÑÍA RESTAURADA • Renace en ambiente restauracionista: a los filósofos e ilustrados del siglo XVIII, ahora sobrevienen los liberales. • La Iglesia ha perdido presencia social. • De limosnera pasará a ser pordiosera. • Saca fuerzas de “donde no tiene”: misiones, fundaciones para atender a los ancianos, los pobres, las mujeres. • Renovación de los estudios: la nea escolástica. • La rueda de la historia no gira en vano: los intentos restauracionistas no prosperarán. • Ahora el protagonismo lo tiene la burguesía. • No han sucedido en vano: la Revolución francesa, la Declaración de los Derechos de los Ciudadanos, la Independencia de Usa. • A partir de 1830: revoluciones liberales. • Segunda mitad del siglo XIX: pontificado de Pío IX 1846-1878. • 1870: Concilio Vaticano I. Dejan de existir los Estados Pontificios. • 1891: León XIII y la Rerum Novarum. La Compañía restaurada
Los 200 años de Restauración ¿Qué estamos celebrando? ¿Qué debemos mantener a toda costa y qué cambiar? ¿Cuán dispuestos estamos a “restaurar” la Compañía?