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Señor, haz de mí un instrumento de Tu paz …. ♫ Enciende los parlantes. Las imágenes cambiarán automáticamente con la canción. No hagas clic para pasar a la siguiente. Solo deja que siga sola.
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Señor, haz de mí un instrumento de Tu paz … ♫Enciende los parlantes. Las imágenes cambiarán automáticamente con la canción. No hagas clic para pasar a la siguiente. Solo deja que siga sola.
El plan de Dios al principio de la Creación fue que los seres humanos vivieran en armonía los unos con los otros, con el reino animal, con la naturaleza y con Su Creador. (Génesis 2:18-25). Plan original de Dios.
Donde hay desespero, que yo lleve la esperanza. Donde hay error, que yo lleve la verdad. Donde hay tinieblas, que yo lleve la luz. Donde hay tristeza, que yo lleve alegría. Donde hay duda, que yo lleve la fe. Donde hay odio, que yo lleve el amor. Donde hay ofensa, que yo lleve el perdón. Donde hay discordia, que yo lleve la unión.
Cuando el plan de Dios fue alterado por las fuerzas del mal, El envió a su Hijo Jesucristo a traernos Su amor, paz, y a restaurar la armonía y «…a congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.» (Juan 11:52). «hemos sido llamados para sanar las heridas, para unir a los que se han separado, y para rescatar a los que han perdido el camino.»
Porque es dando que se recibe; olvidándose que se encuentra; perdonando que se alcanza el perdón; y muriendo… Oh, Maestro, que yo no busque tanto ser consolado como consolar, ser comprendido como comprender, ser amado como amar. …que se resucita para vida eterna.
«Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios.» ¿Que si nosotros también tomáramos este mensaje seriamente? ¿Que si se convirtiera en una parte integral de nuestras vidas? ¿Porqué no luchar por la paz y la reconciliación? Cada uno de nosotros tiene la capacidad de mostrar el amor de Dios en formas sencillas, e impartir una actitud de humildad, de unidad, de paz y reconciliación para con nuestros semejantes.
«Hemos sido llamados para sanar las heridas, para unir a los que se han separado, y para rescatar a los que han perdido el camino.» Es una tentación el querer echar la responsabilidad a los expertos o a aquellos en posiciones de autoridad y dejar de hacer nuestra parte. Talvez nos parezca complicado o difícil de lograr, pero eso no es excusa para no esforzarnos individualmente y dar de nosotros mismos para ayudar a otros. Trata de ver a cada persona interiormente, mas allá de los defectos externos que a veces nos dividen. Echa una mirada profunda a su corazón y muéstrale amistad incondicional.