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Datos Estadísticos Según datos del 2008, en los Estados Unidos, 1 de cada 31 adultos está recluido en una institución carcelaria, en libertad bajo fianza o sujeto a la supervisión de autoridades correccionales. Mas de 2, 3 millones de reclusos están confinados en cárceles y prisiones estatales, federales y municipales. Los condenados que están sujetos a la supervisión correccional, incluidos los exreclusos Sobre pasan lo siete millones.
El departamento correccional de los Estados Unidos han construido mas de mil cárceles durante los últimos veinte años. Se emplean mas dinero para mantener a los presos confinados que lo que se invierte en la educación de los niños norteamericanos
Las cárceles pueden ser descritas como un pavoroso agujero donde existen señales que indiquen como va a salir de ellos, a menos que algún voluntario que participe en un ministerio carcelario este dispuesto a llevar a su interior a Jesús, la luz del mundo. Cristo es el único que puede cambiar los patrones de conducta de los reclusos, logrando o que las leyes no pueden hacer.
Los presos que aceptan una religión y que son sinceros, tienen menos posibilidades de reincidir. Jesús es el único remedio a toda prueba que impiden que los reclusos regresen a la cárcel Su poder redentor vuelve a orientar la personalidad de reclusos y cambia sus motivaciones personales, dando lugar al surgimiento de una nueva criatura en Cristo.
La relevancia y la necesidad de un ministerio carcelario Aunque el individuo haya sido aislado de la sociedad por un tiempo (el 8,6% de los delincuentes condenados se reintegran a la sociedad), la labor generadora tiene que ser iniciada en sus corazones mientras aun esta en prisión de no ser así volverán a la sociedad en una situación peor que cuando entraron a la cárcel.
Cristo dice, <<Yo fui quien tuvo hambre y sed, Yo fui el enfermo, Yo estuve en la cárcel.Mientras estabais banqueteando en vuestras mesas abundantemente provistas, yo sufría hambre en el tugurio o la calle vacía. Mientras estabais cómodos en vuestro lujoso hogar, yo no tenia donde reclinar la cabeza.
Mientras pendía de la crus entre los ladrones, Jesús reafirmo la importancia del ministerio carcelario y su actual relevancia para la iglesia. De hecho, Cristo fue el capellán a cargo del pabellón de la muerte cuando cambio la sentencia de muerte de un ladrón por una vida eterna.
Nosotros somos los mejores mensajeros de la gracia de Dios para quienes están detrás de las rejas de las cárceles. Somos los conductos por os que fluye su amor hacia quienes han sido rechazados por la sociedad.Jesús nos aconseja que lancemos nuestra redes y procedamos a pescar.
La red mostrara una amplia variedad de peces. No nos corresponde a nosotros, o a cualquier otro de los obreros de Cristo, desechar a algunos de los peces que han sido atrapados en la red. Eso es algo que le corresponde al espíritu santo
<<El espíritu de Jehová esta sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar a los pobre, y vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertar a los cautivos y a los prisioneros apertura de la cárcel>>
Las cárceles <<La mano de Jehová vino sobre mi , y me llevo en el espíritu de Jehová y me llevo en el espíritu de Jehová y me puso en un valle que estaba lleno huesos. Me hizo pasar cerca de ellos, a su alrededor, y vi que eran muchísimos sobre la fas del campo y, por cierto, cerca de gran manera.
Y me dijo “hijo de hombre, ¿Vivirán estos huesos?” Yo le respondí, “Señor Jehová, tu lo sabes”. Me dijo entonces, “profetisa sobre estos huesos, y diles , !huesos secos, oíd palabra de Jehová¡” (Eze. 37, 1,4)
Una cárcel es un valle huesos secos. Algunos de esos huesos (reclusos) están secos y otros se han desconectado de Dios. Se han aislado de la sociedad, han sido enjaulados como animales, tratados como leprosos Catalogados como incorregible, marcados como una X por el resto de sus vidas. <<Son considerados lo peor de lo peor>>
La subcultura carcelaria Cualquier subcultura carcelaria podría compararse con una ciudad que existe dentro de otra. Los vicios y las costumbres de los reclusos, como rasgos de esa subcultura, no se ven amortiguados o disminuidos cuando son encarcelados.
Los vicios que se observan fuera de una cárcel se filtran al interior de esta. La población carcelaria esta compuesta de hombre y mujeres con intensiones y conductas de todo tipo. Algo que abunda en el interior de una prisión son las mentiras, los métodos coercitivos, la falta de honradez, así como las violaciones de los derechos humanos.
Las falsas apariencias y posturas, con el propósito de aparentar agresividad extrema, se hacen presentes como una forma de protección y método de supervivencia, en una subcultura que a menudo se inclina hacia la violencia.
Una vez que alguien es encarcelado, la persona desaparece y pasa a transformarse en un numero. Juan Pérez deja de ser quien es para convertirse en el recluso N°113348. De allí en adelante tiene que responder a esa designación. El recluso se dará cuenta rápidamente que se disipa la oportunidad de cambiar y convertirse en una persona mejor.
Las destrezas, habilidades, educación y logros personales van cayendo en el olvido. A menos de que haya una chispa interna que estimule el deseo de alcanzar ideales nobles, el recluso s dejara llevar por la marea. La única oportunidad para que un recluso desarrolle una vida positiva es por medio de un encuentro y una relación con Jesucristo.
Los reclusos que aceptan a Jesús y se integran a las enseñanzas d sus palabra, muestran un porcentaje de reincidencia prácticamente nulo….
Las estadísticas muestran que los reclusos que participen en actividades religiosas se ven involucrados en menos acciones disciplinarias. Asimismo, una vez que son liberados tiene menos posibilidades de reincidir y ser enviados nuevamente a prisión. Seria un agrave error llegar a la conclusión de que todos los reclusos son individuos desprovistos de esperanza.
Hay muchos hombres y mujeres tras las rejas que tienen conocimiento sorprendente de las escrituras. Dios necesita embajadores que estimulen a quienes ya conocen a Jesús, para que hagan llegar las buenas nuevas del evangelio a quienes están atrapados en las redes del Diablo.
El ministerio a favor de los reclusos Ministrar a los reclusos implica mantener un buen contacto visual. Esto permitirá a usted conocer muchos sobre la persona con quien esta conversando, y le permitirá evaluar sus necesidades. El ojo es el espejo del alma. Un buen contacto visual desempeñara un papel importante para convencer a los reclusos de la sinceridad de sus motivos.
Asimismo le será de ayuda, porque le ayudara a determinar la influencia que usted podría ejercer para llevarlos a Jesús. Al comunicarse con un recluso, no muestre una disposición o deseos extremos de corregir alguna idea que carezca de lógica. Eso es el resultado de escuchar en forma defensiva.
Muy a menudo las ideas de los reclusos no estarán de acuerdo con sus creencias y convicciones teológicas. Sin embargo, resista la tentación de interrumpirlos, ya que usted tendrá muchas oportunidades para compartir sus puntos de vista. Cuando compartimos lo que creemos con bondad, no necesitamos entrar en discusiones dogmaticas o en confrontaciones desagradable.
Si trabaja en el ministerio carcelario, no permita que la apariencia de los reclusos sea un obstáculo que le impida ser objetivo en su labor. Algunos reclusos se presentaran con una apariencia desaliñada. • Es apropiado ser sincero. Justo y franco cuando usted ministra a los reclusos.
Este al tanto en todo momento de las teatralidades manipuladoras de los reclusos • En una institución carcelaria es posible hacer mucho bien. Quienes trabajan en el ministerio de las prisiones podra animar espiritualmente a otros, estimularlos y educarlos mientras comparten el amor de Dios con aquellos que están atrapados en las redes del diablo.
Los obreros tienen que ser amables, aunque tampoco deben excederse.
Es obvio que el ministerio por los presos es un mandato que proviene de Dios. es también un privilegio que el Departamento correccional le ha concedido al ministerio de las prisiones. • No divulgue información confidencial. No traicione la confianza que otro recluso haya puesto en usted, amenos que este involucrada su seguridad o que este en riesgo la seguridad de la institución.
Confidencial no significa guardar secretos. • Deambular de un lado a otro lado en una institución carcelaria es un extremo peligroso. Al caminar por algún de la institución no se sorprenda o sobresalte por lo que ve o escucha..
Los reclusos y su actitud ante la religión Hay diversos factores que influyen en el desarrollo de las actitudes de los reclusos respecto de la religión. En muchos casos, Dios ha permitido su reclusión con el fin de que allí reciban una revelación de parte de el. Dios salvo a Jonás y lo coloco en el vientre de un gran pez.
Muchos reclusos han dicho que lo mejor que pudo sucederles fue que Dios permitiera que los encerraran. Hay algunos reclusos que son lo suficientemente fuertes como para soportar las burlas de los demás mientras testifican por Cristo.
A muchos reclusos la cárcel les ha concebido la oportunidad para hacer un alto y meditar respecto del derrotero negativo de sus vidas, y para luego pedir auxilio de Dios. algunos reclusos pueden aparentar ser <<súper machos>>, pero debajo de esa fachada hay una alma que clama por ayuda.
Solamente Cristo puede llenar ese vacio. Jesús tiene poder para transformar la vida de los mas empedernidos pecadores. Algunos criminales recluidos en el pabellón de la muerte han entregado sus vidas a Cristo y han sido bautizados en el nombre de la Trinidad.
El poder de Cristo puede romper todo yugo y atadura, liberando de esa forma el alma de los reclusos de l poder de Satanás.
Como iniciar un ministerio carcelario El ministerio carcelario es una programa auspiciado por el Departamento de Ministerios Personales de la Iglesia Adventista en sus diferentes niveles administrativos (congregación local, Asociación, Unión y Asociación General). El coordinador del ministerio carcelario realiza sus labores bajo la dirección del Departamento de Ministerios Personales.
El coordinador de ese departamento tiene que ser una persona consagrada, fiel y de animo decidido, que deje de lado el yo. Asimismo, se espera que manifiesta amor a Cristo, su confianza en las promesas de Dios, y que exprese el mismo celo que el Señor mostro mientras trabaja en favor de los que están en la cárcel…
El coordinador de Ministerios de las Prisiones hará un llamado a la iglesia con el fin de formar un equipo de trabajo, solicitando la ayuda de los miembros que estén interesados en compartir el amor de Cristo con los que están encarcelados.
El coordinador organiza el equipo de trabajo, capacitando y enseñando a sus miembros la manera de trabajar con los reclusos.
Después de que el equipo haya recibido la capacitación adecuada, se podrá presentar una propuesta al capellán de la prisión, al coordinador de voluntarios o al alcaide. En esa propuesta se descubrirán los servicios que se piensan ofrecer a la institución carcelaria.
Aunque los miembros del equipo de trabajo conozcan las normas vigentes en la instrucción, es posible que el personal de esta les brinden instrucciones y capacitaciones adicional.
Si no se cumple con el horario asignado, se corre el riesgo de que el permiso sea rescindido. En este ultimo caso, se puede llegar incluso a perder la oportunidad de celebrar cultos religiosos en la institución. La organización es algo vital para que el ministerio de las prisiones lleve a cabo una labor efectiva. Se debe nombrar un coordinador que se encargue de asignar tareas, comunicarse con el Departamento correccional y con el personal de la prisión.
Al tratar con los reclusos durante un culto de adoración, no se dirija a ellos como a personas inferiores; por el contrario, hábleles de igual a igual. Permita que le grupo interactué entre si y que presente testimonios. El Instructor bíblico o predicador siempre tiene que estar en control de la reunión.
La diversificación de los ministerios a las prisiones Cualquier miembro de la iglesia puede participar en un ministerio carcelario. No es un requisito que quienes están involucrados en este ministerio visiten la cárcel. El ministerio carcelario presenta diferentes oportunidades para que los miembros de una congregación participen de diversas actividades.
El ministerio carcelario presenta diferentes oportunidades para que los miembros de una congregación participen en diversas actividades • el ministerio de higiene personal • el ministerio de las prendas de vestir • el ministerio de traslados • el ministerio de publicaciones
los grupos de oración • los grupos de apoyo • el ministerio en favor de los hijos de os reclusos • el ministerio de las correspondencia
esta lista no es exhaustiva, pero da una idea de los ministerios que pueden implementarse aun sin visitar la cárcel. Jesús necesita miembros de iglesia que estén dispuestos a colaborar con el en este importante ministerio.
