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LA PESADILLA HUMANA EN RAFAEL ALBERTI. Alberti parte del cuerpo sin alma, como un traje vacío y los elementos del cuerpo humano , junto con los atributos que hacen al hombre estar vivo (voz, manos venas,
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LA PESADILLA HUMANA EN RAFAEL ALBERTI Alberti parte del cuerpo sin alma, como un traje vacío y los elementos del cuerpo humano, junto con los atributos que hacen al hombre estar vivo (voz, manos venas, etc.), son los utensilios, carentes de humanidad, que convierten el sueño en pesadilla, puesto que las partes del cuerpo pierden su identidad humana y son elementos de tortura para el alma. Los sentidos son ventanas al mundo irreal del sueño, al contrario que en la poesía tradicional donde creaban un mundo irreal perfecto ( “locus amoens”), o un mundo real perfecto emborrachándose con el abuso del colorismo y la musicalidad como en el Modernismo. Alberti nos adentra en otro mundo irreal, contrario al Renacimiento, el mundo del temor humano, donde sus dos pesadillas principales con el temor al dolor y a la muerte, reflejadas en el “hombre vacío”, el “hombre sin sombra”.
En su primera obra “Marinero en Tierra” (1.925) , utiliza el cuerpo humano de forma clásica, un ejemplo lo tenemos en el poema “Malva-luna-de-yelo”,donde utiliza la metáfora “cabellos de marfil al viento”, el epíteto metafórico “senos fríos” y la comparación “piernas como dos celestes ríos”. Los elementos humanos sirven al poeta como puntos de comparación entre el mar y el hombre, sin adentrarse en su “yo” interior. En “Sobre los ángeles” (1.927-1.928), se produce una transformación en la poesía del poeta, ni siquiera el mar, centro de su anterior poesía, puede ayudarle en su nueva etapa, muestra de ellos es este verso de “El ángel de las bodegas”: “(Alguien había jurado que el mar te salvaría del sueño.)” Su primer poema “Paraíso perdido”, nos introduce en el estado del insomnio perenne: “A través de los siglos, por la nada del mundo, yo, sin sueño, buscándote.”
La intranquilidad del espíritu es el primer paso al sueño irreal que transformará la realidad en pesadilla; Alberti unifica en estos tres versos los temas clásicos de la literatura, como son la ausencia de tiempo, el vacío, el “yo interior”, el sueño y la desesperación de la búsqueda, para encontrar su “paraíso”. Sin embargo, en su búsqueda del paraíso tropieza con el hombre roto y vacío , y es aquí donde comienza su pesadilla, descrita a través de imágenes surrealistas o visionarias, y donde los elementos del cuerpo humano cobran singular importancia para la creación de estas imágenes: “ … (1) De mi corazón, muerta, perforando tus ojos largas púas de encono y olvido.” “El cuerpo deshabilitado”
“... mi corazón, sin voz, ni batallones viene solo al asalto de esas luces , espejos de ceniza, llevadoras a un muerto sur de muertes. Ve su pecho ascendido en dos arroyos de agua y sangre, hacia el tuyo quemado ya por huecos tizos fáciles, falsos, flor, pena mía, y sin remedio.” “Madrigal sin remedio”
“... Voz que por sonido, el fleco de la lluvia, cortado por un hacha. Alma que por un cuerpo, la funda de aire de un doble espada. Venas que por sangre, yelde mirra y de retama. Cuerpo que por alma, el vacío, nada.” “Los ángeles mohosos”
“... Temblores subterráneos le sacude la frente. Tumbos de tierra desprendida, ecos desvariados, sones confusos de piquetes y azadas, los oídos. Los ojos luces de acetileno, húmedas, áureas galerías. El corazón, explosiones de piedra, júbilos, dinamita.” “El ángel avaro”
“...(1) Ojos invisibles, grandes, atacan. Púas incandescentes se hunden en los tabiques, Ruedan pupilas muertas, sábanas. Un rey es un erizo de pestañas.” “...(2) Ya sabéis que mi boca es un pozo de nombres, de números y letras difuntos. …. Pero oídos se agrandan contra mi pecho. De escayola, fríos, bajan a la garganta, a los sótanos lentos de la sangre, a los tubos de los huesos.” “Los ángeles sonámbulos”
“... Dentro del pecho se abren corredores anchos, largos que sorben todas las mares.” “El ángel bueno” “Cinco manos de ceniza quemando la bruma, abriendo cinco vías para el agua turbia, para el turbio viento.” “Huésped de las nieblas” “... Detrás de ti, sin cuerpo, sin alma. Ahumada voz de sueño cortado. Ahumada voz cortada.” “Engaño”
“... Pie invisible. (Entre las ortigas, nada.) Pie invisible de la ira. Lenguas de légamo, hundidas, sordas, recordaron algo.” “El ángel de ira”
‘’… • Y las bocas nocturnas a hueso, vidrio y alambre. • … • y las almas podían ruborizarse de sus cuerpos, • … • y las albas tropiezan con rostros desfigurados • … • un relámpago baraja las lenguas y trastorna las palabras. • … • en las órbitas secas de los hombres deshabitados, • … • Cielos enmohecidos nos oxidan las frentes desiertas, • donde cada minuto sepulta su cadáver sin nombre. • … • al advenimiento del frío en los sueños que se descuidan, a los derrumbos de la muerte sobre el esqueleto de la nana.’’ • ‘’Castigos ‘’
Bocas, ojos, pestañas, frentes, gargantas, vientres, esqueletos, venas, alma, cuerpo, son los elementos con los que el poeta bucea en el cuerpo físico, para llegar a expresar sus sueños, sus pesadillas; sin embargo, Alberti sólo encuentra la imagen que caracteriza su surrealismo onírico, con respecto al tema del hombre: el hombre como un traje vacío. Estos versos lo explican. ‘’… Por las calles, ¿quién se acuerda? Zapatos son mis sandalias. Mi túnica, pantalones y chaqueta inglesa. Dime quién soy.’’ ‘’El ángel desconocido’’
‘’… (4) Recuerdo. No recuerdo. ¡Ah, sí! Pasaba un traje deshabitado, hueco , cal muerta, entre los árboles.’’ ‘’…(5) Sin ojos, sin voz, sin sombra. Ya, sin sombra, Invisible para el mundo, para nadie.’’ ‘’El cuerpo deshabitado’’
En otras obras se encuentran también este tipo de imágenes donde se utilizan los elementos de cuerpo humano como base de las imágenes surrealistas, al tiempo que reitera su idea del hombre como un traje vacío, concretamente en el periodo poético de 1.935. En el poema ‘’Espantapájaros’’ de ‘’Sermones y moradas’’ (1.935) se encuentra el siguiente verso: ‘’¿Qué gritan y defienden esos trajes retorcidos por la exhalación ?’’. En el poema ‘’Hace falta estar ciego’’ , de ‘’De un momento a otro’’ (1.935) continua este tipo de imágenes: ‘’…tener como metidas en los ojos raspaduras de vidrio, cal viva, arena hirviendo,…’’ Alberti, en su poesía posterior, abandona la imagen surrealista, abriéndose a nuevas formas poéticas. Su postura la expresan estos versos de ‘’Retornos de lo vivo lejano’’: ‘’… Algo quisiera tú decirte al verte, pero sabes bien que el arroyo que corre por tu voz nunca ha de repetirse, que a tu imagen pasada no altera la presente.’’