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304 “Lo peor...” 133 seg. (Emilio el Moro) Miguel-A.
Eva se ha puesto muy nerviosa tras recibir una llamada telefónica en la cual una voz desconocida le comunica que su madre, que acababa de salir de casa a efectuar unas compras, ha sufrido un infarto, y está internada en la unidad de vigilancia intensiva del hospital. - Diego, por favor -le dice a su marido, entre lágrimas-, vete a visitar a mami al hospital, y yo iré allá en cuanto dé de comer a los niños.
El marido se levanta del asiento, desganadamente, y va hasta el hospital. A la media hora regresa, se sienta otra vez en la butaca del cuarto de estar, y se dispone, tranquilamente, a ver la televisión. Eva se irrita porque ni siquiera ha entrado en la cocina a hablar con ella. Y le grita: - ¡Pero si es que tú no pierdes la calma por nada! Ni siquiera tienes sentido de las prioridades. ¿Cómo está mami?.
- Mira, Eva, ¡a tu madre no le pasa nada! -contesta el marido, muy serio y con voz grave-. ¡En cualquier momento tu madre vuelve a vivir con nosotros!. - ¡Ay, qué bien!. ¿Mamá está mejor?. ¿Has hablado con ella?. - ¡No!.
- ¿Te dejaron verla en la unidad de cuidados intensivos?. - ¡No! Tampoco. Tiene prohibidas las visitas. - ¿Viste el parte médico?. - ¡No! Tampoco. - ¿Te lo explicaron las enfermeras?. - ¡No! Tampoco.
- ¡Entonces! ¿Cómo lo sabes? -grita ella, ya salida de quicio. - La enfermera se acercó al Dr. -explicó Diego- y le dijo: "Mire Doctor, éste es el yerno de la paciente de la cama 304". Y el doctor me dio atentamente la mano diciendo: "¡Lo siento! ¡Prepárese para lo peor!".