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Nuestras manos…. Se acercan poco a poco, se tocan, se acarician suavemente y poco a poco también se convierten en extensión del alma que grita: ¡te quiero!.
E N D
Nuestras manos… Se acercan poco a poco, se tocan, se acarician suavemente y poco a poco también se convierten en extensión del alma que grita: ¡te quiero!
Tus dedos fríos buscan mi calor y mis palmas las protegen… mis manos aman tus manos y no quieren soltarte nunca… amo tus manos de princesa, de niña traviesa.
Nuestras horas se acercan poco a poco, se diluyen en la dimensión de las palabras y de la caricia tierna y respetuosa, de la mirada que busca respuestas en cualquier detalle, de la exquisitez del sabor fino y del agua que refresca los labios y el espíritu… mis horas aman tus horas impregnadas de ternura que no termina nunca… amo tus horas de mujer enamorada.
Nuestras palabras se acercan poco a poco… se transforman lentamente en el sueño soñado, en la verdad escondida… poco a poco se transforman en la extensión del corazón que grita: ¡te amo!
Tus palabras buscan mi esencia y mis palabras te confiesan que amo tus manos, que amo tus horas, que amo tus palabras… ¡que te amo a ti!
Nos acercan poco a poco logrando conectar las frecuencias más íntimas de nuestro ser… en el pensar y en el sentir…
Dios nos observa… somos sus consentidos. • El universo nos agradece ser como somos… estar como estamos… sentir como sentimos. • El universo se recrea en el amor.
Texto y diseño: Maestro Víctor León. • MMXI • Música: Frank Pourcel.