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19 de marzo San José. "La madre de Jesús estaba desposada con José, y antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo, por obra del Espíritu Santo”.
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19 de marzo San José
"La madre de Jesús estaba desposada con José, y antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo, por obra del Espíritu Santo”.
“José, su esposo, que era bueno y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: "José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados”.
“Cuando José se despertó, hizo lo que había mandado el ángel del Señor, y se llevó a casa a su mujer y sin que hubiera tenido relación con ella, dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Jesús". (Mt 1,18-25).
José… el de sueños de ángeles que fueron promesas cumplidas.
José, el gran ausente de las páginas del Evangelio… pero que está fuertemente vinculado a la encarnación del Hijo de Dios en Nazaret.
José, el hombre que agarró con delicadeza, y sin ruido ni estridencias la cuerda del telón para que, después de descorrerlo, apareciera Aquel a quien él acogió y sirvió en Nazaret: JESÚS
José, el hombre con apellidos de fidelidad, obediencia, fe y deseo de agradar a Dios en todo.
José, el hombre que hacía más que decía. El hombre que, desde el silencio, hizo más que muchos, que se pierden y adornan el vacío de sus vidas con miles de palabras, sin que éstas se proyecten en su vida.
José, el hombre de quien Dios se fió y le confió el cuidado de las dos personas más queridas en la tierra.
José, el hombre que se fió de Dios,el hombre del sí “sostenido” a Dios porque comprendió que no haría cosa mejor en toda su vida que dar cumplimiento a la voluntad de Dios.
José, el hombre de las dudas e interrogantes que estuvo siempre atento a la voz de Dios para acogerla y realizarla, consciente de que todas las grandes empresas que Dios presenta delante de nosotros, exigen riesgos y entrañan dificultades, pero convencido de que Dios siempre da la gracia suficiente para afrontarlas.
José, el hombre creyente, que en medio de la noche oscura, supo levantar el candil de la fe.
José, el hombre que intuía que, Dios, andaba en medio de todo y, para que su plan de salvación siguiera adelante, se convirtió en un siervo fiel, solícito, entrañable, bueno, al servicio de Jesús y de María.
José, el hombre humilde, el que sirve como si no sirviera, el que pasa desapercibido, como uno de tantos en Nazaret, es “José, el carpintero”.
José, el hombre que cuando ha terminado de realizar su misión desaparece silenciosamente sin dejar escritas memorias, sin dejar videos de su peregrinaje, sin hacer mención de la elección de Dios como esposo de María y padre de Jesús.
Enséñanos, José, cómo se es "no protagonista", cómo se avanza sin pisotear, cómo se colabora sin imponerse, cómo se ama sin reclamar.
Dinos, José, cómo se vive siendo "número dos", cómo se hacen cosas fenomenales desde un segundo puesto.cómo se sirve con amor y alegría.
Explícanos José cómo se es grande sin exhibirse, cómo se trabaja con ilusión sin esperar aplausos.
Dínos cómo se avanza sin publicidad, cómo se alcanza la gloria desde el silencio,cómo se es feliz sin aspirar a los mejores puestos.
San José, llevanos de tu mano a Jesús Realización: Rosario Hernández ssj