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1 er DOMINGO DE ADVIENTO Ciclo C. ADVIENTO,TIEMPO DE ESPERANZA. “(…)Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir, y manteneos en pie ante el Hijo del Hombre”. Lc 21, 25.27-28.36. El evangelio no anuncia un mundo alterado y siniestro.
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1er DOMINGO DE ADVIENTO Ciclo C ADVIENTO,TIEMPO DE ESPERANZA “(…)Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir, y manteneos en pie ante el Hijo del Hombre”. Lc 21, 25.27-28.36
El evangelio no anuncia un mundo alterado y siniestro. Sólo nos advierte de la caducidad de la vida y de todos sus logros y progresos. Todo es relativo.
El Adviento es un tiempo sacramental. • Significa • el trabajo • y la vigilancia, • el esfuerzo • y la confianza • con que esperamos el Reino de Dios.
“Verán al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y gloria” La frase incluye una contraposición entre la apariencia y la verdad de Jesús que resume todo el evangelio.
“ Hijo del hombre” refleja la humanidad y la humildad del Maestro de Nazaret. La nube es un símbolo que expresa bien la lejanía cercana de la divinidad que en él se vela y se revela.
El evangelio incluye también una nota antropológica. Por muy poderoso que se crea, el ser humano no deja de ser un pobre esclavo. De fuerzas exteriores que lo oprimen y manipulan y de dependencias interiores que a veces resultan inconfesables.
Su esclavitud no es una fatalidad. El que ha sido creado en libertad ha sido llamado a soñar y alcanzar la libertad.
“Estad siempre despiertos” Hay que procurar vencer el sueño. Y para eso, mejor es ejercitarse en la sobriedad y la abstinencia.
“Pedir fuerzas para escapar” La esperanza necesita ser apoyada por la fuerza de lo alto. Las buenas intenciones han de ser apoyadas por constantes oraciones.
“Manteneos en pie ante el Hijo del Hombre” Como los israelitas en la noche en que salieron de Egipto, hemos de estar siempre dispuestos a salir al camino para esperar al Señor de la historia.
Señor Jesús, todo nos invita a vivir anclados en el presente, satisfechos de nuestros logros y adormecidos en nuestra comodidad. Ayúdanos a mantener el don de la esperanza y a vivir aguardando tu manifestación en nuestra vida. Amén.
Autor: José Román Flecha Libro: Palabra del Señor Editorial. Secret. Trinitario. Salamanca 2007