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Si yo fuese a morir ahora. Recopilación y forma de:. Mario Delgado Alonso. Doctor en Filosofía. Una presentación de:. www.VitanoblePowerpoints.net. Si yo ahora fuera a morir me preguntaría si disfruté lo suficiente de las cosas buenas de la vida, o si me la pasé lamentándome por lo malo.
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Si yo fuese a morir ahora... Recopilación y forma de: Mario Delgado Alonso Doctor en Filosofía Una presentación de: www.VitanoblePowerpoints.net
Si yo ahora fuera a morir me preguntaría si disfruté lo suficiente de las cosas buenas de la vida, o si me la pasé lamentándome por lo malo.
Si yo ahora fuese a morir hubiese querido saber si disfruté sabiendo que mientras se disfruta no hay pasado ni futuro, sólo presente.
Si yo ahora fuese a morir, me diría a mí mismo si fui afectuoso con los demás… o me dediqué a pensar en sus fallos y a rechazarlos o esquivarlos.
Si yo ahora fuese a morir, quisiera saber si me disculpé a mí mismo de los errores cometidos o aprendí de ellos para saber más y ser mejor.
Si yo ahora fuese a morir, sería grato para mí saber si he sido capaz de saber decir cómo hablé a los demás y no tanto qué fue lo que dije.
Si yo fuese a morir, me gustaría no haber hecho alarde de mí mismo pero agradeciendo también los elogios.
Si yo fuese a morir, me hubiese gustado luchar contra las injusticias como algo más y no como una obsesión.
Si yo fuese a morir, me hubiese encantado ser crítico con las cosas que no aceptaba pero nunca hipercrítico.
Si yo fuese a morir, hubiese querido aprender siempre, pero sin cansarme ni agotarme.
Si yo fuese a morir, quisiera no haber perdido mi tiempo en enfadarme, ofenderme, odiar o sentir rencor. La vida es muy corta y habría perdido un tiempo precioso.
Si yo fuese a morir, agradecería no haber peleado, ni discutido; si en una conversación no hubiese ido llegando a un acuerdo, la hubiera dejado, me hubiese encogido de hombros y hubiese continuado mi camino.
Si yo fuese a morir, me sentiría contento si no me hubiese importado lo malo que hubieran dicho o pensado los demás, sobre todo si poco o nada me unía a ellos.
Si yo fuese a morir, quisiera que no me hubiese importado que alguien o muchos no hubiesen estado de acuerdo conmigo, sino haberme sentido congratulado con mis opiniones.
Si yo fuese a morir, hubiera estado encantado de haber aceptado mis limitaciones y haber estado contento con mis cualidades.
Si yo fuese a morir, me aplaudiría a mí mismo si hubiera sido lo suficientemente independiente sin haberme olvidado nunca de haber ayudado a los demás.
Si yo fuese a morir, hubiese estado satisfecho de haber sabido estar en la vida, si hubiera aceptado lo que hay, sin olvidarme de emplear una parte de mi tiempo en luchar contra aquello que me hubiera resultado desagradable.
Si yo fuese a morir, hubiese estado encantado de no perder el tiempo pensando en las calamidades que hubiese contemplado en un momento dado, sin que ello me llevase a la inactividad.
Si yo fuese a morir, me hubiera agradecido a mí mismo el no haber necesitado de la aprobación de los demás, pero sí haber sabido agradecerla.
Si fuese a morir y hubiera sido capaz de enfrentarme a mis miedos para superarlos, hubiera estado orgulloso.
Si yo fuese a morir, me maravillaría no haber sentido miedo ante la muerte, sino haber sentido curiosidad por saber cómo era ese nuevo viaje, aunque no existiese al final.
Si yo fuese a morir, me hubiese gustado amanecer con gozo cada mañana, con ganas de disfrutar el día y con la curiosidad de lo que me hubiese deparado.
Si yo fuese a morir, hubiera querido no medirme ni compararme con los demás, sino ser yo mismo, con mis propias cualidades y mis propias inquietudes.
Si yo fuese a morir, hubiera deseado en su momento haberme querido y valorado tal y como era, buscando dentro de mí mismo y aportando algo a los demás.
Si fuese a morir, me hubiera sentido muy contento si hubiera logrado no ser muy susceptible, para no haber sido muy débil.
Si yo fuera a morir, hubiese deseado no haberme aburrido, pero sí entretenido, incluso durmiendo o descansando y construyendo mis circunstancias.
Si yo fuese a morir, hubiera sido un premio para mí el haberme ocupado de mis problemas sin haberme desesperado ni paralizado. Si hubiese resbalado o caído hubiese querido ¡oh! hubiese querido levantarme, sacudirme el polvo, y continuar adelante.
Si yo fuese a morir, quisiera poder sentir encantado haber aceptado como cambiaba mi cuerpo viéndolo como una parte de la existencia.
Si yo fuese a morir, seguro que hubiese estado muy contento si no hubiese obviado la información que hubiese llegado a mí, la hubiese procesado y me hubiese quedado con la adecuada.
Si yo fuese a morir, nadie sabría que lindo hubiera sido para mí haberme ocupado de los problemas pero nunca haberme preocupado.
Si yo fuese a morir, hubiese querido haber logrado disfrutar, no sólo algunos instantes de la vida, sino todos ellos.
Si yo fuese a morir, hubiese querido no haberme afectado a mi mismo con las barreras que hubiesen aparecido; me hubiese gustado no rendirme; hubiese descansado si hubiera sido preciso, pero nunca haberme rendido.
Si yo fuese a morir, me hubiese sido muy grato haber pensado que no debía haber dejado de enamorarme por envejecer, sino que hubiese envejecido por no enamorarme.
Si yo fuese a morir, ¡uff!, si yo fuese a morir me hubiese encantado el no preocuparme de qué manera había llegado a un sitio, sino el hecho de haber llegado.
Si yo fuese a morir, me habría regocijado si supe decir “hasta siempre!, “hasta luego”, “gracias” o “que tengas un buen día”.
Si fuese a morir, cómo me hubiese gustado saber que he amado sin condiciones, sin ataduras pero con acuerdos, haber intentado no herir, haber sabido perdonar y haberte ido a ver cuando me necesitabas.
Si yo fuese a morir, hubiese estado muy contento si hubiese luchado por lo que quería, si me hubiera arriesgado cuando fue preciso, si hubiera conseguido fortalecerme con ello, si hubiera aprendido de ello.
Pero por suerte, todavía no me voy a morir y estoy a tiempo de aprender a vivir. Y cuando muera quisiera que pusieran en mi lápida o en mi cajita de madera un epitafio: “No ha estado nada mal”. Imágenes: Internet Producción y diseño: Héctor Robles Carrasco