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Tabaco y Salud. Uno de los desaf
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2. Tabaco y Salud Uno de los desafíos más grandes para la salud pública de nuestro tiempo es la reducción de las enfermedades y la disminución de los costos económicos ocasionados por el consumo de tabaco.
Existen estrategias para controlar el consumo de tabaco que son efectivas en términos económicos.
Es indispensable tomar acciones enérgicas a nivel nacional e internacional para detener el curso de la pandemia. En la actualidad, uno de los desafíos más grandes de salud pública al que se enfrentan los países es combatir la morbilidad y mortalidad asociadas al consumo de tabaco. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que el consumo de tabaco es responsable de la muerte de aproximadamente 4 millones de personas cada año - el equivalente a una persona cada 8 segundos. La OMS ha proyectado que, para el año 2030, esta cifra aumentará a aproximadamente 10 millones y que la mayoría de las muertes (70%) ocurrirán en los países en vía de desarrollo.1
El consumo de tabaco, además de los muchos efectos que tiene sobre la salud, tiene también un importante impacto económico. Este incluye los costos de cuidar a los fumadores enfermos, los costos por la pérdida de productividad debido a muerte o incapacidad relacionada al consumo de tabaco, los incendios, la deforestación y la degradación general de las tierras agrícolas.2
En muchos países, se han aumentado los esfuerzos por controlar la pandemia debido a que la prevalencia del consumo de tabaco y las enfermedades relacionadas al mismo continúan en aumento. Hoy en día, la evidencia muestra la efectividad de implementar enfoques globales para el control del consumo de tabaco. Este enfoque incorpora intervenciones de políticas, educacionales y económicas. Más aún, se ha demostrado que estas intervenciones son efectivas en cuanto a sus costos.3 Si queremos evitar el trágico curso que se predice para esta pandemia serán necesarias acciones enérgicas a nivel nacional e internacional y la implementación de programas efectivos que impidan la expansión global del mercado por parte de la industria tabacalera.
Referencias:
1. World Health Organization. Tobacco Free Initiative. 2000. Disponible en: http://www.who.int/toh/ (junio, 2000).
2. International Policy Conference on Children and Tobacco. A Resource Guide for Tobacco Control, Washington, D.C., marzo, 1999.
3. Banco Mundial. Organización Panamericana de la Salud. La epidemia del tabaquismo. Los gobiernos y los aspectos económicos del control del tabaco. Publicación científica No 577. Washington, D.C., 2000.
En la actualidad, uno de los desafíos más grandes de salud pública al que se enfrentan los países es combatir la morbilidad y mortalidad asociadas al consumo de tabaco. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que el consumo de tabaco es responsable de la muerte de aproximadamente 4 millones de personas cada año - el equivalente a una persona cada 8 segundos. La OMS ha proyectado que, para el año 2030, esta cifra aumentará a aproximadamente 10 millones y que la mayoría de las muertes (70%) ocurrirán en los países en vía de desarrollo.1
El consumo de tabaco, además de los muchos efectos que tiene sobre la salud, tiene también un importante impacto económico. Este incluye los costos de cuidar a los fumadores enfermos, los costos por la pérdida de productividad debido a muerte o incapacidad relacionada al consumo de tabaco, los incendios, la deforestación y la degradación general de las tierras agrícolas.2
En muchos países, se han aumentado los esfuerzos por controlar la pandemia debido a que la prevalencia del consumo de tabaco y las enfermedades relacionadas al mismo continúan en aumento. Hoy en día, la evidencia muestra la efectividad de implementar enfoques globales para el control del consumo de tabaco. Este enfoque incorpora intervenciones de políticas, educacionales y económicas. Más aún, se ha demostrado que estas intervenciones son efectivas en cuanto a sus costos.3 Si queremos evitar el trágico curso que se predice para esta pandemia serán necesarias acciones enérgicas a nivel nacional e internacional y la implementación de programas efectivos que impidan la expansión global del mercado por parte de la industria tabacalera.
Referencias:
1. World Health Organization. Tobacco Free Initiative. 2000. Disponible en: http://www.who.int/toh/ (junio, 2000).
2. International Policy Conference on Children and Tobacco. A Resource Guide for Tobacco Control, Washington, D.C., marzo, 1999.
3. Banco Mundial. Organización Panamericana de la Salud. La epidemia del tabaquismo. Los gobiernos y los aspectos económicos del control del tabaco. Publicación científica No 577. Washington, D.C., 2000.
3. El Tabaco Llega al Viejo Mundo 1492: Colón lleva tabaco a Europa al regreso de su primer viaje
1556–59: El tabaco se introduce en Francia, España y Portugal
Década de 1560: Jean Nicot alaba las propiedades medicinales del tabaco a la reina de Francia Fue Cristóbal Colon quien al regresar de su primer viaje al Nuevo Mundo en 1492 introdujo en Europa las hojas y semillas de tabaco provenientes del Caribe.1 A diferencia de los nativos que consumían el tabaco durante las ceremonias religiosas, los europeos desarrollaron una cultura de tabaco basada en el comercio y el consumo por placer.2
A comienzos del siglo XVI, el tabaco español, cultivado principalmente en el Caribe, dominaba el mercado.2
Los marineros portugueses y españoles llevaron el tabaco en sus viajes a través de los siete mares. Primero a Africa del Norte y después al Lejano Oriente, a las Filipinas, India, y finalmente a China y Japón.1
El embajador de Francia en Portugal, Jean Nicot de Villemain, escribió acerca de las propiedades medicinales del tabaco, describiéndolo como panacea y envió rapé a Catalina de Medici, reina de Francia, para tratar las jaquecas de su hijo. Rapidamente, el tabaco se hizo muy popular en la corte y más adelante se usó el nombre nicotina en referencia a Nicot.1,3
Referencias:
1. Borio, G. Tobacco Timeline. 1998. Disponible en: www.tobacco.org/History/Tobacco_History.htm (junio, 2000).
2. Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos de América. Tabaquismo y Salud en las Américas. Informe de la Cirujana General, 1992 en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud. Washington, D.C.: Oficina de Imprenta del Gobierno de los Estados Unidos. 1992.
3. Glantz SA. Tobacco Biology and Politics: An Exposé of Fraud and Deception. 2nd edition 1992. Waco, Tx: HealthEdCo.
Fuente de la foto:
National Archives and Records Administration
Fue Cristóbal Colon quien al regresar de su primer viaje al Nuevo Mundo en 1492 introdujo en Europa las hojas y semillas de tabaco provenientes del Caribe.1 A diferencia de los nativos que consumían el tabaco durante las ceremonias religiosas, los europeos desarrollaron una cultura de tabaco basada en el comercio y el consumo por placer.2
A comienzos del siglo XVI, el tabaco español, cultivado principalmente en el Caribe, dominaba el mercado.2
Los marineros portugueses y españoles llevaron el tabaco en sus viajes a través de los siete mares. Primero a Africa del Norte y después al Lejano Oriente, a las Filipinas, India, y finalmente a China y Japón.1
El embajador de Francia en Portugal, Jean Nicot de Villemain, escribió acerca de las propiedades medicinales del tabaco, describiéndolo como panacea y envió rapé a Catalina de Medici, reina de Francia, para tratar las jaquecas de su hijo. Rapidamente, el tabaco se hizo muy popular en la corte y más adelante se usó el nombre nicotina en referencia a Nicot.1,3
Referencias:
1. Borio, G. Tobacco Timeline. 1998. Disponible en: www.tobacco.org/History/Tobacco_History.htm (junio, 2000).
2. Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos de América. Tabaquismo y Salud en las Américas. Informe de la Cirujana General, 1992 en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud. Washington, D.C.: Oficina de Imprenta del Gobierno de los Estados Unidos. 1992.
3. Glantz SA. Tobacco Biology and Politics: An Exposé of Fraud and Deception. 2nd edition 1992. Waco, Tx: HealthEdCo.
Fuente de la foto:
National Archives and Records Administration
4. Producción de Tabaco en América 1612: Se introduce el cultivo de tabaco en la colonia de Jamestown (Virginia)
Se traen esclavos de Africa para plantar y cosechar el tabaco
1884: La máquina para enrollar cigarrillos patentada por James A. Bonsack, produce 120.000 cigarrillos en un día laboral de 10 horas
1892: Se inventan los fósforos ‘portátiles’ Después de que los españoles introdujeron exitosamente el tabaco en Europa y que fumar pipa se convirtió en un pasatiempo popular de la aristocracia inglesa, su cultivo se convirtió en la base económica de las primeras colonias inglesas en Norteamérica. Alrededor de 1612, John Rolfe, un colono de Virginia aprovechando la popularidad que había adquirido el fumar en pipa en Inglaterra, plantó semillas de tabaco importadas en Roanoke (Virginia). Hacia 1622, los campesinos de Virginia se habían convertido en los proveedores exclusivos de tabaco para el mercado inglés e irlandés, reemplazando al tabaco que se producía en las colonias españolas. El tabaco se usaba como “dinero local” en las colonias y continuó siendo un cultivo convertible en dinero a lo largo de los siglos XVII y XVIII, durando el doble que el estándar oro.1
El aumento de la producción de tabaco en las colonias dió como resultado un aumento de la esclavitud y una destrucción de las tierras vírgenes. Entre 1700 y 1770, los productores del área de la bahía de Chesapeake importaron más de 100.000 africanos para plantar y cosechar tabaco.2
El 30 de abril de 1884 se conoce como el día del “nacimiento” de los cigarrillos modernos ya que la máquina Bonsack funcionó exitosamente durante todo un día, fabricando 120.000 cigarrillos- el equivalente a lo que hubieran producido 40 trabajadores enrollando cinco cigarrillos por minuto durante 10 horas. Hasta ese momento, los cigarrillos se fabricaban a mano.3
En 1892 se inventaron los fósforos portátiles, permitiéndole a los fumadores encender sus cigarrillos cuando y donde quisieran. Así se hizo cómodo fumar y quedaron establecidas las bases que permitirían la popularización del hábito de fumar.3
Referencias:
1. Borio, G. Tobacco Timeline. 1998. Disponible en: www.tobacco.org/History/Tobacco_History.htm (junio, 2000).
2. Walter Reed Army Medical Center. Online Patient Education. Brief History of Tobacco Use and Abuse. 1998. Disponible en: http://www.wramc.amedd.army.mil/education/tobaccohistory.html (junio, 2000).
3. Hirschfelder AB. Encyclopedia of Smoking and Tobacco, 1999; p.34. Phoenix, Arizona: The Oryx Press.Después de que los españoles introdujeron exitosamente el tabaco en Europa y que fumar pipa se convirtió en un pasatiempo popular de la aristocracia inglesa, su cultivo se convirtió en la base económica de las primeras colonias inglesas en Norteamérica. Alrededor de 1612, John Rolfe, un colono de Virginia aprovechando la popularidad que había adquirido el fumar en pipa en Inglaterra, plantó semillas de tabaco importadas en Roanoke (Virginia). Hacia 1622, los campesinos de Virginia se habían convertido en los proveedores exclusivos de tabaco para el mercado inglés e irlandés, reemplazando al tabaco que se producía en las colonias españolas. El tabaco se usaba como “dinero local” en las colonias y continuó siendo un cultivo convertible en dinero a lo largo de los siglos XVII y XVIII, durando el doble que el estándar oro.1
El aumento de la producción de tabaco en las colonias dió como resultado un aumento de la esclavitud y una destrucción de las tierras vírgenes. Entre 1700 y 1770, los productores del área de la bahía de Chesapeake importaron más de 100.000 africanos para plantar y cosechar tabaco.2
El 30 de abril de 1884 se conoce como el día del “nacimiento” de los cigarrillos modernos ya que la máquina Bonsack funcionó exitosamente durante todo un día, fabricando 120.000 cigarrillos- el equivalente a lo que hubieran producido 40 trabajadores enrollando cinco cigarrillos por minuto durante 10 horas. Hasta ese momento, los cigarrillos se fabricaban a mano.3
En 1892 se inventaron los fósforos portátiles, permitiéndole a los fumadores encender sus cigarrillos cuando y donde quisieran. Así se hizo cómodo fumar y quedaron establecidas las bases que permitirían la popularización del hábito de fumar.3
Referencias:
1. Borio, G. Tobacco Timeline. 1998. Disponible en: www.tobacco.org/History/Tobacco_History.htm (junio, 2000).
2. Walter Reed Army Medical Center. Online Patient Education. Brief History of Tobacco Use and Abuse. 1998. Disponible en: http://www.wramc.amedd.army.mil/education/tobaccohistory.html (junio, 2000).
3. Hirschfelder AB. Encyclopedia of Smoking and Tobacco, 1999; p.34. Phoenix, Arizona: The Oryx Press.
5. Consumo de Tabaco en Tiempos de Guerra El consumo de cigarrillos aumenta en tiempos de guerra.
Durante la Guerra Civil en los Estados Unidos (1861–65), la Primera Guerra Mundial (1914–18) y la Segunda Guerra Mundial (1939–45), se entrega tabaco junto con las raciones de comida
80% de aquellos que fueron militares durante la segunda guerra mundial consumieron tabaco alguna vez en su vida Los tiempos de guerra a menudo han sido testigos de un aumento en el consumo de cigarrillos.
A mediados del siglo XIX, el consumo del tabaco se popularizó entre los hombres ya que, durante la guerra civil en los Estados Unidos, se entregaban cigarrillos junto con las raciones de comida.
Los militares norteamericanos, la Cruz Roja Internacional, la YMCA y el Ejército de Salvación distribuyeron paquetes de cigarrillos gratis durante la Primera Guerra Mundial, introduciéndolos así a grandes segmentos de la sociedad americana y europea que no habían sido previamente expuestos al tabaco.1
Fué tal la importancia del consumo de tabaco entre las tropas que el General John J. Pershing dijo, “Me pregunta Ud. qué necesitamos para ganar la guerra? Mi respuesta es que necesitamos tanto tabaco como balas”.2
“La Primera Guerra Mundial también hizo que el consumo de cigarrillos, que una vez fuera una costumbre principalmente femenina, se conviertiera en un acto de “hombres”; anteriormente, los “hombres de verdad” fumaban cigarros o pipa, o mascaban tabaco. El consumo de cigarrillos creció a un ritmo exponencial durante la Segunda Guerra Mundial. Se glorificó el consumo de cigarrillos, especialmente entre los hombres uniformados”.1
La comercialización y distribución gratuita de cigarrillos al personal militar fue importante durante la Segunda Guerra Mundial. Los cohortes que fueron militares en esa época alcanzaron una prevalencia de vida de fumado del 80%.3
Referencias:
1. Huber GL & Pandina RJ. The economics of tobacco. En The Tobacco Epidemic (Progress in Respiratory Research), vol. 28 1997; pp. 28–29. Editado por CT Bolliger & KO Fagerström. S. Karger Publishing.
2. Borio, G. Tobacco Timeline. 1998. Disponible en: www.tobacco.org/History/Tobacco_History.htm (junio, 2000).
3. Burns DM, Lee L, Shen, LZ, et al. Cigarette smoking behavior in the United States. En: US Department of Health and Human Services (USDHHS), Public Health Service, and National Cancer Institute (NCI). Changes in cigarette-related disease risks and their implication for prevention and control. Burns, D.M., Garfinkel, L., and Samet, J. M. (ed). 1997 Bethesda, Maryland, U.S. Government Printing Office (NIH Publication No. 97-4213). Smoking and Tobacco Control Monograph (8).
Fuente de la foto:
National Archives and Records AdministrationLos tiempos de guerra a menudo han sido testigos de un aumento en el consumo de cigarrillos.
A mediados del siglo XIX, el consumo del tabaco se popularizó entre los hombres ya que, durante la guerra civil en los Estados Unidos, se entregaban cigarrillos junto con las raciones de comida.
Los militares norteamericanos, la Cruz Roja Internacional, la YMCA y el Ejército de Salvación distribuyeron paquetes de cigarrillos gratis durante la Primera Guerra Mundial, introduciéndolos así a grandes segmentos de la sociedad americana y europea que no habían sido previamente expuestos al tabaco.1
Fué tal la importancia del consumo de tabaco entre las tropas que el General John J. Pershing dijo, “Me pregunta Ud. qué necesitamos para ganar la guerra? Mi respuesta es que necesitamos tanto tabaco como balas”.2
“La Primera Guerra Mundial también hizo que el consumo de cigarrillos, que una vez fuera una costumbre principalmente femenina, se conviertiera en un acto de “hombres”; anteriormente, los “hombres de verdad” fumaban cigarros o pipa, o mascaban tabaco. El consumo de cigarrillos creció a un ritmo exponencial durante la Segunda Guerra Mundial. Se glorificó el consumo de cigarrillos, especialmente entre los hombres uniformados”.1
La comercialización y distribución gratuita de cigarrillos al personal militar fue importante durante la Segunda Guerra Mundial. Los cohortes que fueron militares en esa época alcanzaron una prevalencia de vida de fumado del 80%.3
Referencias:
1. Huber GL & Pandina RJ. The economics of tobacco. En The Tobacco Epidemic (Progress in Respiratory Research), vol. 28 1997; pp. 28–29. Editado por CT Bolliger & KO Fagerström. S. Karger Publishing.
2. Borio, G. Tobacco Timeline. 1998. Disponible en: www.tobacco.org/History/Tobacco_History.htm (junio, 2000).
3. Burns DM, Lee L, Shen, LZ, et al. Cigarette smoking behavior in the United States. En: US Department of Health and Human Services (USDHHS), Public Health Service, and National Cancer Institute (NCI). Changes in cigarette-related disease risks and their implication for prevention and control. Burns, D.M., Garfinkel, L., and Samet, J. M. (ed). 1997 Bethesda, Maryland, U.S. Government Printing Office (NIH Publication No. 97-4213). Smoking and Tobacco Control Monograph (8).
Fuente de la foto:
National Archives and Records Administration
6. Inicio de la Comercialización de los Cigarrillos en EE.UU. El 13 de octubre de 1913, la companía tabacalera R.J. Reynolds introduce “Camel”, el primer cigarrillo moderno fabricado con tabaco mezclado, y lanza la primera campaña publicitaria de cigarrillos en los EE.UU.
En la década de 1920 las mujeres se convierten por primera vez en el blanco de las compañías tabacaleras El consumo de cigarrillos se expandió a fines del siglo XIX debido a una cantidad de factores importantes: el desarrollo de las máquinas enrolladoras de cigarrillos que al producir grandes cantidades de cigarrillos redujeron los precios, la comercialización masiva, la invención de los fósforos y el transporte que permitió la distribución nacional y un amplio acceso.
El 21 de octubre de 1913, la R.J. Reynolds lanzó la primera campaña nacional de publicidad para Camel, el primer cigarrillo “moderno”1. En 1915, Ligget & Myers reconstituyeron el Chesterfield a la manera del Camel y en 1916 la American Tobacco introdujo el “Lucky Strike”. En 1917, estas eran las tres marcas estándar en el mercado norteamericano.2
El consumo de cigarrillos entre las mujeres aumentó a comienzos de la década de 1920, reflejando una comercialización dirigida y cambios sociales que aceptaban la liberalización de los comportamientos de las mujeres. En 1925, las mujeres se convirtieron en el blanco de las compañías productoras de cigarrillos. Philip Morris introdujo el Marlboro, un cigarrillo para mujeres “Suave como Mayo” y la American Tobacco introdujo el lema “Busque un Lucky en vez de un dulce”. Más aún, George Washington Hill, director de la American Tobacco Company, contrató al experto en relaciones públicas Edward Bernays para que lo ayudara a promover el consumo entre las mujeres. Bernays lanzó una campaña en contra de los dulces,y contrató a “expertos” (expertos en moda, médicos, profesores de baile) que apoyaban los beneficios de una figura esbelta. Cuando Hill expresó su preocupación porque las mujeres sólo fumaban en privado, Bernays montó una “marcha por la libertad” durante el desfile de Pascua de Resurrección en la ciudad de Nueva York. El objetivo de este evento fue generar historias sobre mujeres que fumaban en las calles por primera vez. Treinta modelos fueron contratadas para caminar por la 5ta Avenida de Nueva York con cigarrillos encendidos que representaban “antorchas de libertad”. El evento recibió una cobertura amplia por parte de la prensa. En los días subsiguientes, se vieron mujeres fumando en las calles de las ciudades más importantes de los Estados Unidos. La campaña de las antorchas de la libertad todavía se cita como un ejemplo de análisis creativo y manipulación de los símbolos sociales. Más aún, cuando en 1934 las encuestas de la American Tobacco Company mostraron que las mujeres no fumaban Luckies porque el color del paquete (verde) no hacía juego con sus ropas, Bernays decidió introducir el color verde a la sociedad. Planeó un evento de caridad llamado el “Baile Verde” y se aseguró que todo (ropas, decoración, comida) en ese día fuera verde. El verde se convirtió en el color de moda ese año.3
Referencias:
1. Hirschfelder AB. Encyclopedia of Smoking and Tobacco, 1999. Phoenix, Arizona: The Oryx Press.
2. Borio, G. Tobacco Timeline. 1998. Disponible en: www.tobacco.org/History/Tobacco_History.htm (junio, 2000).
3. Tye L. Chapter 2. En The Father of Spin: Edward L Bernays and the Birth of Public Relations, 1998; pp. 23–50. New York: Crown Publishers, Inc.
Fuente de la foto:
Foto proporcionada por JM Samet.El consumo de cigarrillos se expandió a fines del siglo XIX debido a una cantidad de factores importantes: el desarrollo de las máquinas enrolladoras de cigarrillos que al producir grandes cantidades de cigarrillos redujeron los precios, la comercialización masiva, la invención de los fósforos y el transporte que permitió la distribución nacional y un amplio acceso.
El 21 de octubre de 1913, la R.J. Reynolds lanzó la primera campaña nacional de publicidad para Camel, el primer cigarrillo “moderno”1. En 1915, Ligget & Myers reconstituyeron el Chesterfield a la manera del Camel y en 1916 la American Tobacco introdujo el “Lucky Strike”. En 1917, estas eran las tres marcas estándar en el mercado norteamericano.2
El consumo de cigarrillos entre las mujeres aumentó a comienzos de la década de 1920, reflejando una comercialización dirigida y cambios sociales que aceptaban la liberalización de los comportamientos de las mujeres. En 1925, las mujeres se convirtieron en el blanco de las compañías productoras de cigarrillos. Philip Morris introdujo el Marlboro, un cigarrillo para mujeres “Suave como Mayo” y la American Tobacco introdujo el lema “Busque un Lucky en vez de un dulce”. Más aún, George Washington Hill, director de la American Tobacco Company, contrató al experto en relaciones públicas Edward Bernays para que lo ayudara a promover el consumo entre las mujeres. Bernays lanzó una campaña en contra de los dulces,y contrató a “expertos” (expertos en moda, médicos, profesores de baile) que apoyaban los beneficios de una figura esbelta. Cuando Hill expresó su preocupación porque las mujeres sólo fumaban en privado, Bernays montó una “marcha por la libertad” durante el desfile de Pascua de Resurrección en la ciudad de Nueva York. El objetivo de este evento fue generar historias sobre mujeres que fumaban en las calles por primera vez. Treinta modelos fueron contratadas para caminar por la 5ta Avenida de Nueva York con cigarrillos encendidos que representaban “antorchas de libertad”. El evento recibió una cobertura amplia por parte de la prensa. En los días subsiguientes, se vieron mujeres fumando en las calles de las ciudades más importantes de los Estados Unidos. La campaña de las antorchas de la libertad todavía se cita como un ejemplo de análisis creativo y manipulación de los símbolos sociales. Más aún, cuando en 1934 las encuestas de la American Tobacco Company mostraron que las mujeres no fumaban Luckies porque el color del paquete (verde) no hacía juego con sus ropas, Bernays decidió introducir el color verde a la sociedad. Planeó un evento de caridad llamado el “Baile Verde” y se aseguró que todo (ropas, decoración, comida) en ese día fuera verde. El verde se convirtió en el color de moda ese año.3
Referencias:
1. Hirschfelder AB. Encyclopedia of Smoking and Tobacco, 1999. Phoenix, Arizona: The Oryx Press.
2. Borio, G. Tobacco Timeline. 1998. Disponible en: www.tobacco.org/History/Tobacco_History.htm (junio, 2000).
3. Tye L. Chapter 2. En The Father of Spin: Edward L Bernays and the Birth of Public Relations, 1998; pp. 23–50. New York: Crown Publishers, Inc.
Fuente de la foto:
Foto proporcionada por JM Samet.
7. Aumento en el Consumo de Cigarrillos Hacia 1921 los cigarrillos se convierten en la principal forma de consumo de tabaco en los EE.UU.
1964: Comienza la campaña publicitaria del Hombre Marlboro, y las ventas aumentan 10% al año
En la década de 1970, las compañías tabacaleras comercializan agresivamente sus productos en Africa, Asia y América Latina
En 1972, Marlboro se convierte en el cigarrillo de mayor venta en el mundo El siglo XX ha visto un aumento impresionante en el consumo de cigarrillos. La producción masiva de cigarrillos, su fácil acceso y la falta de legislación ayudaron a promover el consumo. Diversas estrategias de comercialización y publicidad, originadas en los EE.UU., ayudaron a expandir el consumo de cigarrillos en los mercados extranjeros. Marlboro es probablemente el mejor ejemplo de esto ya que ha sido el cigarrillo de mayor venta en el mundo desde 1972.1
Referencias:
1. Borio, G. Tobacco Timeline. 1998. Disponible en: www.tobacco.org/History/Tobacco_History.htm (junio, 2000).
Fuente de la foto:
Foto proporcionada por JM Samet.
El siglo XX ha visto un aumento impresionante en el consumo de cigarrillos. La producción masiva de cigarrillos, su fácil acceso y la falta de legislación ayudaron a promover el consumo. Diversas estrategias de comercialización y publicidad, originadas en los EE.UU., ayudaron a expandir el consumo de cigarrillos en los mercados extranjeros. Marlboro es probablemente el mejor ejemplo de esto ya que ha sido el cigarrillo de mayor venta en el mundo desde 1972.1
Referencias:
1. Borio, G. Tobacco Timeline. 1998. Disponible en: www.tobacco.org/History/Tobacco_History.htm (junio, 2000).
Fuente de la foto:
Foto proporcionada por JM Samet.
8. 1954: Richard Doll y Bradford Hill publican un estudio sobre los médicos británicos en el British Medical Journal (Revista Médica Británica)
1962: Informe del Royal College of Physicians
1964: Primer informe del Cirujano General acerca del tabaco y su efecto en la salud
1981: Primer estudio importante sobre el consumo pasivo de cigarrillos y el cáncer de pulmón, por Takeshi Hirayama (Japón) Primeras Evidencias de Enfermedades Relacionadas al Tabaco En 1951, Richard Doll y Bradford Hill iniciaron el ahora célebre estudio prospectivo de cohortes sobre médicos británicos. La población de estudio incluyó 40.000 médicos, la mayoría hombres. En un informe de 1954 sobre los hallazgos iniciales, Doll y Hill encontraron que los médicos que fumaban poco tenían siete veces más probabilidad de morir de cáncer que los no-fumadores, y que los fumadores “excesivos” tenían 24 veces más probabilidad de morir de cáncer que los no fumadores.1 Estos resultados se publicaron bajo el título de “La Mortalidad de los Médicos en Relación a sus Hábitos de Fumar” en la British Medical Journal (Revista Médica Británica).
Hacia fines de la década de 1950 y comienzos de la década de 1960, la creciente evidencia sobre los efectos del consumo de cigarrillos sobre la salud recibió una revisión formal y una evaluación de varios comités gubernamentales. En el Reino Unido, el informe de 1962 del Royal College of Physicians concluyó que el consumo de cigarrillos era una causa de cáncer y bronquitis y un factor que contribuye a las enfermedades coronarias.2 En los EE.UU., el informe de 1964 del Comité Asesor al Cirujano General concluyó que el consumo de cigarrillos era una causa de cáncer en los hombres y de bronquitis crónica.3
El informe del Royal College of Physicians recibió una gran publicidad. Sus principales recomendaciones fueron: restricciones sobre la publicidad del tabaco; aumento en los impuestos a los cigarrillos; más restricciones a la venta de cigarrillos a niños y al consumo de tabaco en lugares públicos; más información acerca de los contenidos de alquitrán y nicotina de los cigarrillos. Por primera vez en una década, cayó la venta de cigarrillos.4
En 1981, el profesor Takeshi Hirayama publicó un estudio prospectivo de cohortes de 91.540 mujeres japonesas no fumadoras cuyos maridos fumaban. Evaluó la mortalidad de las mujeres no fumadoras durante 14 años, incluyendo mortalidad por cáncer de pulmón. Se examinó el riesgo de cáncer de pulmón en relación al nivel de consumo de cigarrillos de los esposos y se encontró una relación estadísticamente significativa entre exposición y mortalidad. Este fue el primer estudio que evaluó la posible importancia del consumo pasivo de cigarrillos como uno de los factores causales de cáncer de pulmón.5
Referencias:
1. Doll R & Hill AB. The mortality of doctors in relation to their smoking habits: a preliminary report. British Medical Journal 1954; 1:1451–1455.
2. Royal College of Physicians of London. Smoking and Health. London: Pitman Medical, 1962.
3. US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory Committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington DC: US Government Printing Office; 1964.
4. Action on smoking and health (ASH). Key dates in the history of anti-tobacco campaigning. Disponible en: http://www.ash.org.uk/papers/keydates.html (junio, 2000).
5. Hirayama T. Non-smoking wives of heavy smokers have a higher risk of lung cancer: a study from Japan. British Medical Journal (Clinical Research Edition) 1981 January 17; 282:183–185.
Fuente de la foto:
Proporcionada por JM Samet.
Fuente de la diapositiva:
Borio, G. Tobacco Timeline. 1998. Disponible en: www.tobacco.org/History/Tobacco_History.htm (junio, 2000).En 1951, Richard Doll y Bradford Hill iniciaron el ahora célebre estudio prospectivo de cohortes sobre médicos británicos. La población de estudio incluyó 40.000 médicos, la mayoría hombres. En un informe de 1954 sobre los hallazgos iniciales, Doll y Hill encontraron que los médicos que fumaban poco tenían siete veces más probabilidad de morir de cáncer que los no-fumadores, y que los fumadores “excesivos” tenían 24 veces más probabilidad de morir de cáncer que los no fumadores.1 Estos resultados se publicaron bajo el título de “La Mortalidad de los Médicos en Relación a sus Hábitos de Fumar” en la British Medical Journal (Revista Médica Británica).
Hacia fines de la década de 1950 y comienzos de la década de 1960, la creciente evidencia sobre los efectos del consumo de cigarrillos sobre la salud recibió una revisión formal y una evaluación de varios comités gubernamentales. En el Reino Unido, el informe de 1962 del Royal College of Physicians concluyó que el consumo de cigarrillos era una causa de cáncer y bronquitis y un factor que contribuye a las enfermedades coronarias.2 En los EE.UU., el informe de 1964 del Comité Asesor al Cirujano General concluyó que el consumo de cigarrillos era una causa de cáncer en los hombres y de bronquitis crónica.3
El informe del Royal College of Physicians recibió una gran publicidad. Sus principales recomendaciones fueron: restricciones sobre la publicidad del tabaco; aumento en los impuestos a los cigarrillos; más restricciones a la venta de cigarrillos a niños y al consumo de tabaco en lugares públicos; más información acerca de los contenidos de alquitrán y nicotina de los cigarrillos. Por primera vez en una década, cayó la venta de cigarrillos.4
En 1981, el profesor Takeshi Hirayama publicó un estudio prospectivo de cohortes de 91.540 mujeres japonesas no fumadoras cuyos maridos fumaban. Evaluó la mortalidad de las mujeres no fumadoras durante 14 años, incluyendo mortalidad por cáncer de pulmón. Se examinó el riesgo de cáncer de pulmón en relación al nivel de consumo de cigarrillos de los esposos y se encontró una relación estadísticamente significativa entre exposición y mortalidad. Este fue el primer estudio que evaluó la posible importancia del consumo pasivo de cigarrillos como uno de los factores causales de cáncer de pulmón.5
Referencias:
1. Doll R & Hill AB. The mortality of doctors in relation to their smoking habits: a preliminary report. British Medical Journal 1954; 1:1451–1455.
2. Royal College of Physicians of London. Smoking and Health. London: Pitman Medical, 1962.
3. US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory Committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington DC: US Government Printing Office; 1964.
4. Action on smoking and health (ASH). Key dates in the history of anti-tobacco campaigning. Disponible en: http://www.ash.org.uk/papers/keydates.html (junio, 2000).
5. Hirayama T. Non-smoking wives of heavy smokers have a higher risk of lung cancer: a study from Japan. British Medical Journal (Clinical Research Edition) 1981 January 17; 282:183–185.
Fuente de la foto:
Proporcionada por JM Samet.
Fuente de la diapositiva:
Borio, G. Tobacco Timeline. 1998. Disponible en: www.tobacco.org/History/Tobacco_History.htm (junio, 2000).
9. Planta de Tabaco Hoy en día existen dos tipos principales de plantas de tabaco cultivables alrededor del mundo. Los indios americanos estaban acostumbrados a la Nicotiana rústica, cuyos niveles de nicotina son muy altos. Según los historiadores, John Rolfe fue quién pensó que los tipos más suaves de tabaco (Nicotiana Tabacum) podrían ser de más agrado para los europeos.1 Este tipo de tabaco es el más cultivado en la actualidad; se lo llama “tabaco común” o “tabaco alto” (usualmente 4–9 pies).2
Las condiciones necesarias para el cultivo del tabaco: temperaturas cálidas y tierras fértiles y húmedas se encuentran en muchos lugares del mundo.3 Sin embargo, el 73% de las tierras dedicadas al cultivo del tabaco se encuentran en los países en desarrollo.4
El cultivo del tabaco comienza al plantar las semillas en tierras especialmente preparadas. Las semillas del tabaco son muy pequeñas: un millón de semillas pesan alrededor de 80 gramos. Uno o dos meses después de plantadas las semillas, las pequeñas plantas se trasplantan al campo. Esto generalmente se hace a mano y se llama “colocación” del tabaco. El tabaco se cosecha entre 70 y 130 días después de su colocación. Después de ser cosechado, el tabaco se cura o seca con calor, aire o humo de madera quemada para remover la humedad y el gusto a vegetal de la hoja.5 Una vez que el tabaco está curado, los trabajadores lo amarran en pequeños paquetes de alrededor de 20 hojas llamadas “manos”, o usan una máquina para hacer grandes bloques llamados “fardos”. Estos se añejan durante uno a tres años para mejorar el sabor y disminuir la amargura.3 Una vez en la casa de subastas, la posición de la hoja en el tallo es una consideración muy importante para los compradores, ya que las hojas más altas y medianas son las que tienen mayor contenido de nicotina.2
La mano de obra en el cultivo de tabaco es intensiva y, dependiendo del nivel de modernización y mecanización, puede demandar un promedio de 250 a 400–500 horas hombre por acre cosechado.2 Si bien el tabaco es un cultivo de alto rendimiento por acre (alrededor de 2.000 libras por acre), agota los nutrientes de la tierra, por lo que requiere de fertilización.2 Más aún, la susceptibilidad de la planta del tabaco a los ataques de plagas y enfermedades requiere el uso de abundantes pesticidas.3
Referencias:
1. Hilts PJ. Smokescreen: The truth behind the tobacco industry cover-up, 1996. Reading, Massachusetts: Addison Wesley.
2. Huber GL & Pandina RJ. The economics of tobacco use. En The Tobacco Epidemic (Progress in Respiratory Research), vol. 28 1997; pp. 12–63. Editado por CT Bolliger & KO Fagerström. S. Karger Publishing.
3. Microsoft® Encarta® Online Encyclopaedia website. Tobacco. Disponible en: http://encarta.msn.com © 1997–2000. Microsoft Corporation. All rights reserved. (junio, 2000).
4. Chapman S & Wong LW. Tobacco Control in the Third World: a Resource Atlas. Penang: International Organization of Consumers Unions (IOCU), 1990; p.27. From INFACT. Global aggression: The case for world standards and bold US action challenging Philip Morris and RJR Nabisco. INFACT’s 1998 People’s Annual Report. New York: The Apex press.
5. International Tobacco Grower’s Association (ITGA). Tobacco. 1996. Disponible en: http://www.tobaccoleaf.org/publications/infotl.htm (junio, 2000).
Fuente de la foto:
‘Tobacco’. Encyclopedia Britannica Online. Disponible en: http://search.eb.com/bol/topic?eu=74602&sctn=1&pm=1.html (junio, 2000).Hoy en día existen dos tipos principales de plantas de tabaco cultivables alrededor del mundo. Los indios americanos estaban acostumbrados a la Nicotiana rústica, cuyos niveles de nicotina son muy altos. Según los historiadores, John Rolfe fue quién pensó que los tipos más suaves de tabaco (Nicotiana Tabacum) podrían ser de más agrado para los europeos.1 Este tipo de tabaco es el más cultivado en la actualidad; se lo llama “tabaco común” o “tabaco alto” (usualmente 4–9 pies).2
Las condiciones necesarias para el cultivo del tabaco: temperaturas cálidas y tierras fértiles y húmedas se encuentran en muchos lugares del mundo.3 Sin embargo, el 73% de las tierras dedicadas al cultivo del tabaco se encuentran en los países en desarrollo.4
El cultivo del tabaco comienza al plantar las semillas en tierras especialmente preparadas. Las semillas del tabaco son muy pequeñas: un millón de semillas pesan alrededor de 80 gramos. Uno o dos meses después de plantadas las semillas, las pequeñas plantas se trasplantan al campo. Esto generalmente se hace a mano y se llama “colocación” del tabaco. El tabaco se cosecha entre 70 y 130 días después de su colocación. Después de ser cosechado, el tabaco se cura o seca con calor, aire o humo de madera quemada para remover la humedad y el gusto a vegetal de la hoja.5 Una vez que el tabaco está curado, los trabajadores lo amarran en pequeños paquetes de alrededor de 20 hojas llamadas “manos”, o usan una máquina para hacer grandes bloques llamados “fardos”. Estos se añejan durante uno a tres años para mejorar el sabor y disminuir la amargura.3 Una vez en la casa de subastas, la posición de la hoja en el tallo es una consideración muy importante para los compradores, ya que las hojas más altas y medianas son las que tienen mayor contenido de nicotina.2
La mano de obra en el cultivo de tabaco es intensiva y, dependiendo del nivel de modernización y mecanización, puede demandar un promedio de 250 a 400–500 horas hombre por acre cosechado.2 Si bien el tabaco es un cultivo de alto rendimiento por acre (alrededor de 2.000 libras por acre), agota los nutrientes de la tierra, por lo que requiere de fertilización.2 Más aún, la susceptibilidad de la planta del tabaco a los ataques de plagas y enfermedades requiere el uso de abundantes pesticidas.3
Referencias:
1. Hilts PJ. Smokescreen: The truth behind the tobacco industry cover-up, 1996. Reading, Massachusetts: Addison Wesley.
2. Huber GL & Pandina RJ. The economics of tobacco use. En The Tobacco Epidemic (Progress in Respiratory Research), vol. 28 1997; pp. 12–63. Editado por CT Bolliger & KO Fagerström. S. Karger Publishing.
3. Microsoft® Encarta® Online Encyclopaedia website. Tobacco. Disponible en: http://encarta.msn.com © 1997–2000. Microsoft Corporation. All rights reserved. (junio, 2000).
4. Chapman S & Wong LW. Tobacco Control in the Third World: a Resource Atlas. Penang: International Organization of Consumers Unions (IOCU), 1990; p.27. From INFACT. Global aggression: The case for world standards and bold US action challenging Philip Morris and RJR Nabisco. INFACT’s 1998 People’s Annual Report. New York: The Apex press.
5. International Tobacco Grower’s Association (ITGA). Tobacco. 1996. Disponible en: http://www.tobaccoleaf.org/publications/infotl.htm (junio, 2000).
Fuente de la foto:
‘Tobacco’. Encyclopedia Britannica Online. Disponible en: http://search.eb.com/bol/topic?eu=74602&sctn=1&pm=1.html (junio, 2000).
11. Consumo per Cápita de Distintas Formas de Tabaco en los EE.UU., 1880–1995 A lo largo del siglo pasado, los EE.UU. han visto importantes cambios en el consumo de distintos tipos de productos de tabaco. Varios países desarrollados alrededor del mundo han seguido un patrón similar, en el cual el consumo de cigarrillos se ha convertido en la forma más común de consumo de tabaco. Este gráfico también muestra cómo el consumo per cápita de cigarrillos aumentó durante la primera parte del siglo XX, llegó a un máximo a comienzos de la década de 1960 y ha disminuído desde la década de 1970.
Referencias:
1. US Department of Agriculture. Tobacco: World Markets and Trade. United States Department of Agriculture Foreign Agricultural Service, Washington, DC. 1996.A lo largo del siglo pasado, los EE.UU. han visto importantes cambios en el consumo de distintos tipos de productos de tabaco. Varios países desarrollados alrededor del mundo han seguido un patrón similar, en el cual el consumo de cigarrillos se ha convertido en la forma más común de consumo de tabaco. Este gráfico también muestra cómo el consumo per cápita de cigarrillos aumentó durante la primera parte del siglo XX, llegó a un máximo a comienzos de la década de 1960 y ha disminuído desde la década de 1970.
Referencias:
1. US Department of Agriculture. Tobacco: World Markets and Trade. United States Department of Agriculture Foreign Agricultural Service, Washington, DC. 1996.
22. Edad de inicio del tabaquismo de acuerdo con la Encuesta Mundial de Tabaquismo y Juventud, México 2003 Punto principal
Cada vez es mayor el número de adolescentes y niños que refiere el inicio del tabaquismo antes de los 12 años de edad.
Perspectiva
La edad de inicio del tabaquismo en los jóvenes, de acuerdo con la Encuesta Mundial de Tabaquismo y Juventud México 2003, muestra que 69% de los jóvenes encuestados refiere haber iniciado a los 12 años de edad o inclusive a edades menores. Un dato que llama la atención es el incremento en la proporción de la población adolescente de México, que refiere el inicio del tabaquismo antes de los 10 años de edad. Lo anterior señala que a pesar de la existencia de leyes y reglamentos que prohíben expresamente la venta de cigarrillos a menores de edad, estas disposiciones no se cumplen a cabalidad. De la misma manera, aunque las compañías tabacaleras argumentan que su publicidad no está encaminada al público infantil y que apoyan las disposiciones que prohíben la venta a menores, es claro que existe un impacto en este segmento de la población, lo que se traduce en un inicio del consumo a edades cada vez menores.
Referencias
1. Valdés-Salgaro R, Thrasher J, Sánchez-Zamorano LM, Lazcano-Ponce E, Reynales-Shigematsu LM, Meneses González F, Hernández-Ávila M. Los retos del Convenio Marco para el control del tabaco en México: un diagnóstico a partir de la encuesta sobre tabaquismo en jóvenes. Salud Pública Méx. 2006; 48(supl I):S5-S16.Punto principal
Cada vez es mayor el número de adolescentes y niños que refiere el inicio del tabaquismo antes de los 12 años de edad.
Perspectiva
La edad de inicio del tabaquismo en los jóvenes, de acuerdo con la Encuesta Mundial de Tabaquismo y Juventud México 2003, muestra que 69% de los jóvenes encuestados refiere haber iniciado a los 12 años de edad o inclusive a edades menores. Un dato que llama la atención es el incremento en la proporción de la población adolescente de México, que refiere el inicio del tabaquismo antes de los 10 años de edad. Lo anterior señala que a pesar de la existencia de leyes y reglamentos que prohíben expresamente la venta de cigarrillos a menores de edad, estas disposiciones no se cumplen a cabalidad. De la misma manera, aunque las compañías tabacaleras argumentan que su publicidad no está encaminada al público infantil y que apoyan las disposiciones que prohíben la venta a menores, es claro que existe un impacto en este segmento de la población, lo que se traduce en un inicio del consumo a edades cada vez menores.
Referencias
1. Valdés-Salgaro R, Thrasher J, Sánchez-Zamorano LM, Lazcano-Ponce E, Reynales-Shigematsu LM, Meneses González F, Hernández-Ávila M. Los retos del Convenio Marco para el control del tabaco en México: un diagnóstico a partir de la encuesta sobre tabaquismo en jóvenes. Salud Pública Méx. 2006; 48(supl I):S5-S16.
23. Tabaquismo en adolescentesen México Punto principal
Desde 1988 se ha observado un aumento en la proporción de adolescentes que fuman regularmente.1
Perspectiva
El incremento se ha dado tanto en varones como en mujeres. En la actualidad se ha documentado que en el grupo de edad entre 13 y 15 años se observa la misma prevalencia de tabaquismo entre varones y mujeres, es decir, varones y mujeres fuman por igual. De acuerdo con la Encuesta Mundial sobre Tabaquismo en la Juventud 2003 (GYTS) realizada en estudiantes de secundaria de 13 a 15 años de edad en 10 ciudades mexicanas, se observó que 53% de los jóvenes ha probado el cigarrillo alguna vez en su vida y 20% fuma regularmente cigarrillos. Uno de cada dos estudiantes ha probado el cigarrillo y uno de cada cinco fuma regularmente.
Comparativamente, la edad de inicio del tabaquismo ha mostrado una reducción notable; mientras que en la Encuesta Nacional de Adicciones de 1988 la edad promedio de inicio era de 21 años, en la ENA 2002 se ubicó en los 15 a 17 años. En la misma encuesta, si se analiza la edad de inicio del consumo regular de cigarrillos en la población más joven, de 12 a 17 años, se aprecia que en este segmento es aún menor entre los varones de 12 a 17 años de edad residentes en áreas urbanas: 10% comenzó a fumar antes de los 11 años, situación que no se observó entre las mujeres. Lo anterior revela un inicio cada vez más temprano en la población mexicana.2,3
Referencias
Valdés-Salgado R, Meneses-González F, Lazcano-Ponce EC, Hernández-Ramos MI, Hernández-Avila M. Encuesta sobre Tabaquismo en Jóvenes. México, 2003. Cuernavaca: Instituto Nacional de Salud Pública; 2004.
2. Valdés-Salgaro R, Thrasher J, Sánchez-Zamorano LM, Lazcano-Ponce E, Reynales-Shigematsu LM, Meneses González F, Hernández-Ávila M. Los retos del Convenio Marco para el control del tabaco en México: un diagnóstico a partir de la encuesta sobre tabaquismo en jóvenes. Salud Publica Méx. 2006; 48(supl I):S5-S16.
3. Kuri-Morales P, Mata-Miranda MP, Hernández-Ávila M. Mortalidad atribuible al consumo de tabaco en México. Salud Pública Méx. 2002;44(supl I): S29-S33.Punto principal
Desde 1988 se ha observado un aumento en la proporción de adolescentes que fuman regularmente.1
Perspectiva
El incremento se ha dado tanto en varones como en mujeres. En la actualidad se ha documentado que en el grupo de edad entre 13 y 15 años se observa la misma prevalencia de tabaquismo entre varones y mujeres, es decir, varones y mujeres fuman por igual. De acuerdo con la Encuesta Mundial sobre Tabaquismo en la Juventud 2003 (GYTS) realizada en estudiantes de secundaria de 13 a 15 años de edad en 10 ciudades mexicanas, se observó que 53% de los jóvenes ha probado el cigarrillo alguna vez en su vida y 20% fuma regularmente cigarrillos. Uno de cada dos estudiantes ha probado el cigarrillo y uno de cada cinco fuma regularmente.
Comparativamente, la edad de inicio del tabaquismo ha mostrado una reducción notable; mientras que en la Encuesta Nacional de Adicciones de 1988 la edad promedio de inicio era de 21 años, en la ENA 2002 se ubicó en los 15 a 17 años. En la misma encuesta, si se analiza la edad de inicio del consumo regular de cigarrillos en la población más joven, de 12 a 17 años, se aprecia que en este segmento es aún menor entre los varones de 12 a 17 años de edad residentes en áreas urbanas: 10% comenzó a fumar antes de los 11 años, situación que no se observó entre las mujeres. Lo anterior revela un inicio cada vez más temprano en la población mexicana.2,3
Referencias
Valdés-Salgado R, Meneses-González F, Lazcano-Ponce EC, Hernández-Ramos MI, Hernández-Avila M. Encuesta sobre Tabaquismo en Jóvenes. México, 2003. Cuernavaca: Instituto Nacional de Salud Pública; 2004.
2. Valdés-Salgaro R, Thrasher J, Sánchez-Zamorano LM, Lazcano-Ponce E, Reynales-Shigematsu LM, Meneses González F, Hernández-Ávila M. Los retos del Convenio Marco para el control del tabaco en México: un diagnóstico a partir de la encuesta sobre tabaquismo en jóvenes. Salud Publica Méx. 2006; 48(supl I):S5-S16.
3. Kuri-Morales P, Mata-Miranda MP, Hernández-Ávila M. Mortalidad atribuible al consumo de tabaco en México. Salud Pública Méx. 2002;44(supl I): S29-S33.
28. FACTORES DE RIESGO
Falta de cariño y respaldo por parte de los padres o de los cuidadores.
Una crianza ineficiente; y un cuidador que abusa de las drogas.
Un débil vínculo entre padres e hijos.
29. FACTORES DE RIESGO
Un comportamiento negativo en la escuela o una conducta social deficiente.
El fracaso académico; y la asociación con compañeros que abusan de las sustancias.
La presión de los compañeros durante los años de la adolescencia.
30. FACTORES DE RIESGO
Se ha definido al tabaquismo como una enfermedad pediátrica debido a que la mayoría de los adultos empiezan a fumar en la adolescencia temprana
Giovino GA. Epidemiology of tobacco use among US adolescents. Nicotine Tobacco Res 1999; 1:31-40.
31. Factores Relacionados al Inicio del Hábito de Fumar en 27 Estudios Prospectivos Conrad, Flay y Hill (1992)1 resumieron los hallazgos de 27 estudios prospectivos realizados en varios países que examinaban el inicio del hábito de fumar. Dividieron los determinantes del consumo de tabaco en: condición socioeconómica, factores ambientales, factores conductuales, factores personales e intención de fumar.
Múltiples estudios longitudinales han mostrado que pertenecer a un nivel socioeconómico bajo es un factor determinante del inicio del consumo de cigarrillos. Algunos estudios también han mostrado que mientras más bajo es el nivel educacional de los padres, mayor es la probabilidad de que los adolescentes fumen. Muchos estudios han documentado una asociación entre el comienzo del consumo de cigarrillos y vivir en un hogar con un solo padre, pero estos hallazgos provienen de estudios transversales y deben ser interpretados con precaución. Los años de transición entre la escuela básica y secundaria (adolescencia temprana) son de alto riesgo para el inicio del consumo de cigarrillos. Entre 1974 y 1985 la frecuencia del consumo de cigarrillos en los EE.UU disminuyó de 45 a 33% entre los hombres jóvenes pero permaneció constante en 34% para las mujeres jóvenes. Este patrón es similar en muchos países europeos y latinoamericanos. Las investigaciones también indican distintas tasas de iniciación del consumo de cigarrillos entre distintos grupos étnicos. Entre los factores ambientales se incluyen aquellos que aumentan la aceptación y disponibilidad del tabaco. La publicidad y promoción de la industria del tabaco y la influencia de figuras modelo en la televisión y el cine son importantes. Los adolescentes que ven a los adultos y a sus amigos fumando pueden percibir que existen ventajas en el consumo de cigarrillos. Sin embargo, la evidencia de que el consumo de cigarrillos de los padres es un factor determinante del inicio del consumo de cigarrillos de los jóvenes es inconsistente. Las investigaciones indican que hay una asociación entre tener hermanos mayores que fuman y comenzar a fumar. La influencia de los amigos se ha descrito en muchos estudios como el factor más importante para determinar el inicio del consumo de cigarrillos. Múltiples estudios transversales y longitudinales alrededor del mundo han mostrado una relación con el consumo de cigarrillos de los amigos. La influencia de los amigos parece ser más importante en las etapas del consumo de cigarrillos que anteceden al uso habitual; en las etapas posteriores, parecen predominar factores personales y farmacológicos.
Los factores conductuales asociados al consumo de cigarrillos incluyen uso de alcohol y otras drogas, y comportamientos riesgosos y rebeldes. Los logros académicos, la participación en deportes (para las mujeres), los hábitos sanos de alimentación, la actividad física y la capacidad de resistir los cigarrillos (habilidad para negarse) se han identificado como factores que disminuyen el riesgo de comenzar a fumar.
Al comparar adolescentes no fumadores con fumadores, estos últimos parecen tener una autoimagen y una autoestima más baja. Algunos estudios han mostrado que la depresión, la agresión y la sensación de impotencia predicen el consumo de cigarrillos. La intención de fumar y la experimentación previa predicen fuertemente el posterior consumo de cigarrillos.2
Referencias:
1. Conrad KM, Flay BR & Hill D. Why children start smoking cigarettes: predictors of onset. British Journal of Addiction 1992; 87:1711–1724.
2. US Department of Health and Human Services. Preventing tobacco use among young people. A Report of the Surgeon General. Washington, DC: US Government Printing Office; 1994.Conrad, Flay y Hill (1992)1 resumieron los hallazgos de 27 estudios prospectivos realizados en varios países que examinaban el inicio del hábito de fumar. Dividieron los determinantes del consumo de tabaco en: condición socioeconómica, factores ambientales, factores conductuales, factores personales e intención de fumar.
Múltiples estudios longitudinales han mostrado que pertenecer a un nivel socioeconómico bajo es un factor determinante del inicio del consumo de cigarrillos. Algunos estudios también han mostrado que mientras más bajo es el nivel educacional de los padres, mayor es la probabilidad de que los adolescentes fumen. Muchos estudios han documentado una asociación entre el comienzo del consumo de cigarrillos y vivir en un hogar con un solo padre, pero estos hallazgos provienen de estudios transversales y deben ser interpretados con precaución. Los años de transición entre la escuela básica y secundaria (adolescencia temprana) son de alto riesgo para el inicio del consumo de cigarrillos. Entre 1974 y 1985 la frecuencia del consumo de cigarrillos en los EE.UU disminuyó de 45 a 33% entre los hombres jóvenes pero permaneció constante en 34% para las mujeres jóvenes. Este patrón es similar en muchos países europeos y latinoamericanos. Las investigaciones también indican distintas tasas de iniciación del consumo de cigarrillos entre distintos grupos étnicos. Entre los factores ambientales se incluyen aquellos que aumentan la aceptación y disponibilidad del tabaco. La publicidad y promoción de la industria del tabaco y la influencia de figuras modelo en la televisión y el cine son importantes. Los adolescentes que ven a los adultos y a sus amigos fumando pueden percibir que existen ventajas en el consumo de cigarrillos. Sin embargo, la evidencia de que el consumo de cigarrillos de los padres es un factor determinante del inicio del consumo de cigarrillos de los jóvenes es inconsistente. Las investigaciones indican que hay una asociación entre tener hermanos mayores que fuman y comenzar a fumar. La influencia de los amigos se ha descrito en muchos estudios como el factor más importante para determinar el inicio del consumo de cigarrillos. Múltiples estudios transversales y longitudinales alrededor del mundo han mostrado una relación con el consumo de cigarrillos de los amigos. La influencia de los amigos parece ser más importante en las etapas del consumo de cigarrillos que anteceden al uso habitual; en las etapas posteriores, parecen predominar factores personales y farmacológicos.
Los factores conductuales asociados al consumo de cigarrillos incluyen uso de alcohol y otras drogas, y comportamientos riesgosos y rebeldes. Los logros académicos, la participación en deportes (para las mujeres), los hábitos sanos de alimentación, la actividad física y la capacidad de resistir los cigarrillos (habilidad para negarse) se han identificado como factores que disminuyen el riesgo de comenzar a fumar.
Al comparar adolescentes no fumadores con fumadores, estos últimos parecen tener una autoimagen y una autoestima más baja. Algunos estudios han mostrado que la depresión, la agresión y la sensación de impotencia predicen el consumo de cigarrillos. La intención de fumar y la experimentación previa predicen fuertemente el posterior consumo de cigarrillos.2
Referencias:
1. Conrad KM, Flay BR & Hill D. Why children start smoking cigarettes: predictors of onset. British Journal of Addiction 1992; 87:1711–1724.
2. US Department of Health and Human Services. Preventing tobacco use among young people. A Report of the Surgeon General. Washington, DC: US Government Printing Office; 1994.
32. Etapas de Desarrollo en el Consumo de Cigarrillos Entre Niños y Adolescentes El consumo de tabaco comienza generalmente durante la adolescencia. Flay (1993)1 propuso un modelo de cinco etapas para explicar el consumo de cigarrillos en los adolescentes:
Primera Etapa: La etapa preparatoria involucra la formación de conocimientos, creencias y expectativas acerca del consumo de cigarrillos y las funciones que puede tener.
Segunda Etapa: La segunda etapa involucra la primera vez que se prueba un cigarrillo (lo cual usualmente ocurre en presencia de amigos). Lo que suceda esta primera vez determina si el adolescente pasará a la próxima etapa.
Tercera Etapa: La etapa de experimentación involucra el uso repetido pero irregular durante un período de tiempo extendido. Tiende a ser específico a las situaciones tales como fiestas, fines de semana, y generalmente ocurre en presencia de amistades.
Cuarta Etapa: La cuarta etapa para los adolescentes significa el uso habitual de tabaco (generalmente por lo menos una vez por semana), y cada vez más en una variedad de situaciones e interacciones personales.
Quinta Etapa: La etapa final es la dependencia a la nicotina y la adicción, con síntomas de abstinencia si la persona trata de dejar de fumar.1
El tiempo entre el primer cigarrillo y la etapa de consumo habitual es en promedio de dos a tres años con mucha variación entre individuos y culturas. Este intervalo puede ser más largo cuando pasa más tiempo entre la primera y segunda prueba de un cigarrillo.2
Debido a que la mayoría de los fumadores comienza a fumar antes de los 18 años y que en sólo dos o tres años se convierten en fumadores habituales, el período de la adolescencia es crucial para la prevención. Este hecho tiene implicancias importantes para el control del tabaco. La prevención primaria involucra prevención del consumo inicial y del uso experimental. La prevención secundaria trata de que los experimentadores o consumidores habituales, dejen el consumo de cigarrillos. Se requiere prevención terciaria o tratamiento para la quinta etapa (dependencia a la nicotina).
Referencias:
1. Flay BR. Youth tobacco use: risks, pattern, and control. En Nicotine Addiction: Principles and Management, 1993. Editado por J Slade & CT Orleans. New York: Oxford University Press.
2. Leventhal H, Fleming R & Glynn K. A cognitive-developmental approach to smoking intervention. En Topics in Health Psychology: Proceedings of the First annual Expert Conference in Health Psychology, 1988. Editado por S Maes, CD Spielberger, PB Defares & IG Sarason. New York: John Wiley & Sons, Inc.El consumo de tabaco comienza generalmente durante la adolescencia. Flay (1993)1 propuso un modelo de cinco etapas para explicar el consumo de cigarrillos en los adolescentes:
Primera Etapa: La etapa preparatoria involucra la formación de conocimientos, creencias y expectativas acerca del consumo de cigarrillos y las funciones que puede tener.
Segunda Etapa: La segunda etapa involucra la primera vez que se prueba un cigarrillo (lo cual usualmente ocurre en presencia de amigos). Lo que suceda esta primera vez determina si el adolescente pasará a la próxima etapa.
Tercera Etapa: La etapa de experimentación involucra el uso repetido pero irregular durante un período de tiempo extendido. Tiende a ser específico a las situaciones tales como fiestas, fines de semana, y generalmente ocurre en presencia de amistades.
Cuarta Etapa: La cuarta etapa para los adolescentes significa el uso habitual de tabaco (generalmente por lo menos una vez por semana), y cada vez más en una variedad de situaciones e interacciones personales.
Quinta Etapa: La etapa final es la dependencia a la nicotina y la adicción, con síntomas de abstinencia si la persona trata de dejar de fumar.1
El tiempo entre el primer cigarrillo y la etapa de consumo habitual es en promedio de dos a tres años con mucha variación entre individuos y culturas. Este intervalo puede ser más largo cuando pasa más tiempo entre la primera y segunda prueba de un cigarrillo.2
Debido a que la mayoría de los fumadores comienza a fumar antes de los 18 años y que en sólo dos o tres años se convierten en fumadores habituales, el período de la adolescencia es crucial para la prevención. Este hecho tiene implicancias importantes para el control del tabaco. La prevención primaria involucra prevención del consumo inicial y del uso experimental. La prevención secundaria trata de que los experimentadores o consumidores habituales, dejen el consumo de cigarrillos. Se requiere prevención terciaria o tratamiento para la quinta etapa (dependencia a la nicotina).
Referencias:
1. Flay BR. Youth tobacco use: risks, pattern, and control. En Nicotine Addiction: Principles and Management, 1993. Editado por J Slade & CT Orleans. New York: Oxford University Press.
2. Leventhal H, Fleming R & Glynn K. A cognitive-developmental approach to smoking intervention. En Topics in Health Psychology: Proceedings of the First annual Expert Conference in Health Psychology, 1988. Editado por S Maes, CD Spielberger, PB Defares & IG Sarason. New York: John Wiley & Sons, Inc.
33. Rol de la Promoción y la Publicidad “La adolescencia también es importante porque incluye los años en que la mayor parte de los fumadores comienza a fumar, los años en que se eligen las marcas de cigarrillos, y el período de la vida en que lo más importante es conformarse a las normas de los amigos”.1
“En la actualidad existen evidencias que indican que el grupo etáreo de 14–18 años es un segmento creciente de la población fumadora. R.J. Reynolds debe establecer pronto una nueva marca que sea exitosa en este mercado si queremos que nuestra posición en la industria se mantenga a largo plazo”.2
Estos dos documentos de la industria tabacalera reflejan la importancia que el mercado juvenil tiene para la industria. La industria sostiene que la razón para publicitar y promover sus productos es inducir a los fumadores a que cambien de marca. También sostiene que la mayoría de los adolescentes comienza a fumar debido a la influencia de otros fumadores en la red de amigos y familiares. Sin embargo, existen documentos de la industria que revelan que la razón principal para publicitar y promover sus productos es reclutar nuevos consumidores.
Un ejecutivo de la Philip Morris escribió en 1957: “llegar a los jóvenes puede ser más eficiente a pesar del costo: los jóvenes están dispuestos a experimentar, tienen gran influencia sobre otros en su grupo etáreo y son más leales a su primera marca de cigarrillos”.3 La industria tabacalera gasta miles de millones de dólares anuales para publicitar y promover sus productos alrededor del mundo (6 mil millones de dólares sólamente en los EE.UU). Las estrategias de promoción incluyen el patrocinio de eventos deportivos en las escuelas secundarias, la distribución de muestras gratis y la admisión sin cargo a las discotecas a cambio de paquetes de cigarrillos vacíos.
Estudios del comienzo de la década de 1990, enfatizan la importancia del consumo de tabaco por parte de los amigos como un factor determinante del consumo de tabaco entre los adolescentes. Sin embargo, datos más recientes del estado de California muestran que un tercio de la experimentación con el tabaco entre 1993 y 1996 se puede atribuir a las actividades promocionales de la industria tabacalera. A su vez, la comercialización puede ser una influencia más fuerte para fomentar el inicio del consumo de cigarrillos que la exposición a amigos o padres fumadores u otras variables sociodemográficas. El mismo estudio mostró que los adolescentes están muy conscientes de la publicidad de los cigarrillos: incluso entre los que nunca fumaron, casi un 60% podía nombrar una marca de cigarrillos favorita y más de un 40% sabía qué marca eligiría en caso de convertirse en fumadores. La posesión o las ganas de usar un producto promocional fueron asociadas fuertemente con una futura conducta de fumador.4,5
En los EE.UU, el 86% de los fumadores adolescentes prefieren Marlboro, Camel y Newport, que son las marcas más publicitadas. Marlboro representa casi el 60% del mercado juvenil y sólo el 25% del mercado adulto.6
Citas de la diapositiva:
1. Philip Morris memo, ‘The decline in the rate of growth of Marlboro red’, 1975.
2. Planned assumptions and forecast for the period 1977–1986 for the R.J. Reynolds tobacco company. 1976. Disponible en: www.tobaccofreekids.org, tobacco marketing to kids (junio, 2000).
3. Hilts PJ. Smokescreen: The truth behind the tobacco industry cover-up, 1996; p.77. Reading, Massachusetts: Addison Wesley.
4. Pierce JP, Choi WS, Gilpin EA, et al. Tobacco industry promotion of cigarettes and adolescent smoking. JAMA 1998; 279:511–515.
5. Evans N, Farkas A, Gilpin E, et al. Influence of tobacco marketing and exposure to smokers on adolescent susceptibility to smoking. Journal of the National Cancer Institute 1995; 87:1538–1545.
6. Centers for Disease Control and Prevention. Changes in the cigarette brand preference of adolescent smokers, US, 1989–1993. MMWR 1994; 43:577–581.
Fuente de la foto: JM Samet.“La adolescencia también es importante porque incluye los años en que la mayor parte de los fumadores comienza a fumar, los años en que se eligen las marcas de cigarrillos, y el período de la vida en que lo más importante es conformarse a las normas de los amigos”.1
“En la actualidad existen evidencias que indican que el grupo etáreo de 14–18 años es un segmento creciente de la población fumadora. R.J. Reynolds debe establecer pronto una nueva marca que sea exitosa en este mercado si queremos que nuestra posición en la industria se mantenga a largo plazo”.2
Estos dos documentos de la industria tabacalera reflejan la importancia que el mercado juvenil tiene para la industria. La industria sostiene que la razón para publicitar y promover sus productos es inducir a los fumadores a que cambien de marca. También sostiene que la mayoría de los adolescentes comienza a fumar debido a la influencia de otros fumadores en la red de amigos y familiares. Sin embargo, existen documentos de la industria que revelan que la razón principal para publicitar y promover sus productos es reclutar nuevos consumidores.
Un ejecutivo de la Philip Morris escribió en 1957: “llegar a los jóvenes puede ser más eficiente a pesar del costo: los jóvenes están dispuestos a experimentar, tienen gran influencia sobre otros en su grupo etáreo y son más leales a su primera marca de cigarrillos”.3 La industria tabacalera gasta miles de millones de dólares anuales para publicitar y promover sus productos alrededor del mundo (6 mil millones de dólares sólamente en los EE.UU). Las estrategias de promoción incluyen el patrocinio de eventos deportivos en las escuelas secundarias, la distribución de muestras gratis y la admisión sin cargo a las discotecas a cambio de paquetes de cigarrillos vacíos.
Estudios del comienzo de la década de 1990, enfatizan la importancia del consumo de tabaco por parte de los amigos como un factor determinante del consumo de tabaco entre los adolescentes. Sin embargo, datos más recientes del estado de California muestran que un tercio de la experimentación con el tabaco entre 1993 y 1996 se puede atribuir a las actividades promocionales de la industria tabacalera. A su vez, la comercialización puede ser una influencia más fuerte para fomentar el inicio del consumo de cigarrillos que la exposición a amigos o padres fumadores u otras variables sociodemográficas. El mismo estudio mostró que los adolescentes están muy conscientes de la publicidad de los cigarrillos: incluso entre los que nunca fumaron, casi un 60% podía nombrar una marca de cigarrillos favorita y más de un 40% sabía qué marca eligiría en caso de convertirse en fumadores. La posesión o las ganas de usar un producto promocional fueron asociadas fuertemente con una futura conducta de fumador.4,5
En los EE.UU, el 86% de los fumadores adolescentes prefieren Marlboro, Camel y Newport, que son las marcas más publicitadas. Marlboro representa casi el 60% del mercado juvenil y sólo el 25% del mercado adulto.6
Citas de la diapositiva:
1. Philip Morris memo, ‘The decline in the rate of growth of Marlboro red’, 1975.
2. Planned assumptions and forecast for the period 1977–1986 for the R.J. Reynolds tobacco company. 1976. Disponible en: www.tobaccofreekids.org, tobacco marketing to kids (junio, 2000).
3. Hilts PJ. Smokescreen: The truth behind the tobacco industry cover-up, 1996; p.77. Reading, Massachusetts: Addison Wesley.
4. Pierce JP, Choi WS, Gilpin EA, et al. Tobacco industry promotion of cigarettes and adolescent smoking. JAMA 1998; 279:511–515.
5. Evans N, Farkas A, Gilpin E, et al. Influence of tobacco marketing and exposure to smokers on adolescent susceptibility to smoking. Journal of the National Cancer Institute 1995; 87:1538–1545.
6. Centers for Disease Control and Prevention. Changes in the cigarette brand preference of adolescent smokers, US, 1989–1993. MMWR 1994; 43:577–581.
Fuente de la foto: JM Samet.
34. Mujeres Fumadoras En general, las mujeres fuman menos que los hombres
La presencia en el mercado es diferente entre países
En muchos países desarrollados el consumo de cigarrillos es la causa más prevenible de muerte prematura en las mujeres
Temas como el nivel social y preocupación con el peso pueden tener un rol En casi todos los países, los hombres consumen más cigarrillos que las mujeres. Por lo tanto, fumar todavía se considera un problema “masculino”. Sin embargo, el consumo de cigarrillos mata a más de medio millón de mujeres al año. Ningún país ha experimentado todavía todas las consecuencias relacionadas al aumento en el número de mujeres fumadoras durante los últimos 50 años. Esto se puede explicar debido al lapso de tiempo que existe entre que el consumo de cigarrillos se transforma en hábito, y la aparición de enfermedades. Actualmente en Nepal, 58% de las mujeres fuman. En la mayoría de los países europeos un tercio de las mujeres son fumadoras, mientras que en Africa los niveles son muy bajos.1
Las mujeres comienzan a fumar más tarde que los hombres. Las mujeres urbanas, adineradas y bien educadas son las que tienen más probabilidades de comenzar a fumar, pero también son las primeras en dejar el hábito. En los países en que está declinando el consumo de cigarrillos, las mujeres pobres y desempleadas son las que tienen mayores probabilidades de ser fumadoras.1
Muchas mujeres creen que el fumar las ayuda a controlar su peso, y esto tiene una cuota de realismo si se tiene en cuenta que 80% de los fumadores que dejan el hábito aumentan entre 5 y 10 libras de peso2. Esto puede crear un obstáculo adicional para que las mujeres dejen de fumar. La inclusión de un componente de actividad física en los programas para dejar de fumar se considera importante para aliviar el temor al aumento de peso.
La industria del tabaco ha puesto a las mujeres en la mira promoviendo el consumo de cigarrillos como algo glamoroso, romántico, erótico, divertido y adelgazante. En muchos países en desarrollo existen pocas restricciones contra este tipo de comercialización agresiva y engañosa.1
Referencias:
1. Amos A. Women and smoking. British Medical Bulletin 1996; 52:74–89.
2. US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General. Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
Fuente de la foto:
JM Samet.En casi todos los países, los hombres consumen más cigarrillos que las mujeres. Por lo tanto, fumar todavía se considera un problema “masculino”. Sin embargo, el consumo de cigarrillos mata a más de medio millón de mujeres al año. Ningún país ha experimentado todavía todas las consecuencias relacionadas al aumento en el número de mujeres fumadoras durante los últimos 50 años. Esto se puede explicar debido al lapso de tiempo que existe entre que el consumo de cigarrillos se transforma en hábito, y la aparición de enfermedades. Actualmente en Nepal, 58% de las mujeres fuman. En la mayoría de los países europeos un tercio de las mujeres son fumadoras, mientras que en Africa los niveles son muy bajos.1
Las mujeres comienzan a fumar más tarde que los hombres. Las mujeres urbanas, adineradas y bien educadas son las que tienen más probabilidades de comenzar a fumar, pero también son las primeras en dejar el hábito. En los países en que está declinando el consumo de cigarrillos, las mujeres pobres y desempleadas son las que tienen mayores probabilidades de ser fumadoras.1
Muchas mujeres creen que el fumar las ayuda a controlar su peso, y esto tiene una cuota de realismo si se tiene en cuenta que 80% de los fumadores que dejan el hábito aumentan entre 5 y 10 libras de peso2. Esto puede crear un obstáculo adicional para que las mujeres dejen de fumar. La inclusión de un componente de actividad física en los programas para dejar de fumar se considera importante para aliviar el temor al aumento de peso.
La industria del tabaco ha puesto a las mujeres en la mira promoviendo el consumo de cigarrillos como algo glamoroso, romántico, erótico, divertido y adelgazante. En muchos países en desarrollo existen pocas restricciones contra este tipo de comercialización agresiva y engañosa.1
Referencias:
1. Amos A. Women and smoking. British Medical Bulletin 1996; 52:74–89.
2. US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General. Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
Fuente de la foto:
JM Samet.
36. Principales Causas de Muerte en el Mundo en 1990, y Estimaciones para el 2020 La Organización Mundial de la Salud ha estimado que para el año 2020, el consumo de tabaco será responsable de 12% de todas las muertes en el mundo (8,4 millones).1
Referencias:
1. World Health Organization. Guidelines for controlling and monitoring the tobacco epidemic. Geneva: World Health Organization; 1998.
Fuente del gráfico:
World Health Organization. The tobacco epidemic: a global public health emergency. Tobacco Alert. Geneva: World Health Organization; 1996.La Organización Mundial de la Salud ha estimado que para el año 2020, el consumo de tabaco será responsable de 12% de todas las muertes en el mundo (8,4 millones).1
Referencias:
1. World Health Organization. Guidelines for controlling and monitoring the tobacco epidemic. Geneva: World Health Organization; 1998.
Fuente del gráfico:
World Health Organization. The tobacco epidemic: a global public health emergency. Tobacco Alert. Geneva: World Health Organization; 1996.
37. Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
UK Scientific Committee on Tobacco and Health. Report of the Scientific Committee on Tobacco and Health. The Stationery Office. March 1998; 0 11 322124X.
US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington DC: US Government Printing Office; 1964
US Department of Health and Human Services. The health consequences of smoking: cancer. A Report of the US Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1982.
US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
UK Scientific Committee on Tobacco and Health. Report of the Scientific Committee on Tobacco and Health. The Stationery Office. March 1998; 0 11 322124X.
US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington DC: US Government Printing Office; 1964
US Department of Health and Human Services. The health consequences of smoking: cancer. A Report of the US Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1982.
US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
38. Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
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US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
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US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
39. Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
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US Department of Health and Human Services. The health consequences of smoking: cancer. A Report of the US Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1982.
US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
UK Scientific Committee on Tobacco and Health. Report of the Scientific Committee on Tobacco and Health. The Stationery Office. March 1998; 0 11 322124X.
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US Department of Health and Human Services. The health consequences of smoking: cancer. A Report of the US Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1982.
US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
40. Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
UK Scientific Committee on Tobacco and Health. Report of the Scientific Committee on Tobacco and Health. The Stationery Office. March 1998; 0 11 322124X.
US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington DC: US Government Printing Office; 1964
US Department of Health and Human Services. The health consequences of smoking: cancer. A Report of the US Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1982.
US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
UK Scientific Committee on Tobacco and Health. Report of the Scientific Committee on Tobacco and Health. The Stationery Office. March 1998; 0 11 322124X.
US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington DC: US Government Printing Office; 1964
US Department of Health and Human Services. The health consequences of smoking: cancer. A Report of the US Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1982.
US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
41. Enfermedades Relacionadas al Consumo de Tabaco El consumo de cigarrillos es causante de varios tipos de enfermedades: cáncer en varios órganos, enfermedad cardiovascular, enfermedad crónica del pulmón y úlcera péptica.1 Estas enfermedades no sólo ocurren en los lugares que tienen contacto directo con el humo del tabaco, como son la boca, la garganta y los pulmones, sino también en los lugares a los que llegan los componentes y metabolitos del humo del tabaco, tales como el corazón, vasos sanguíneos, riñones y vejiga. Estas enfermedades reflejan carcinogénesis, aterogénesis, e inflamación pulmonar crónica. Esta última probablemente surge a través de los equilibrios desfavorables de factores oxidantes versus factores antioxidantes y de factores proteolíticos versus factores antiproteolíticos. En el gráfico se muestran muchas de las enfermedades causalmente vinculadas al consumo de cigarillos.
El siguiente cuadro muestra las conclusiones claves de los informes del Cirujano General de los EE.UU. y de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).2-4 Por otra parte, el consumo de cigarrillos se asocia con complicaciones durante el embarazo y con recién nacidos de bajo peso.3
Conexión al cuadro.
Referencias
1. Baron JA & Rohan TE. Tobacco. En Cancer Epidemiology and Prevention. 2nd edn 1996; pp. 269–289. Editado por D Schottenfeld & JF Fraumeni Jr. New York: Oxford University Press.
2. US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory Committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington, DC: US Government Printing Office; 1964.
3. US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General. Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
4. International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, vol. 38 of IARC monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
El consumo de cigarrillos es causante de varios tipos de enfermedades: cáncer en varios órganos, enfermedad cardiovascular, enfermedad crónica del pulmón y úlcera péptica.1 Estas enfermedades no sólo ocurren en los lugares que tienen contacto directo con el humo del tabaco, como son la boca, la garganta y los pulmones, sino también en los lugares a los que llegan los componentes y metabolitos del humo del tabaco, tales como el corazón, vasos sanguíneos, riñones y vejiga. Estas enfermedades reflejan carcinogénesis, aterogénesis, e inflamación pulmonar crónica. Esta última probablemente surge a través de los equilibrios desfavorables de factores oxidantes versus factores antioxidantes y de factores proteolíticos versus factores antiproteolíticos. En el gráfico se muestran muchas de las enfermedades causalmente vinculadas al consumo de cigarillos.
El siguiente cuadro muestra las conclusiones claves de los informes del Cirujano General de los EE.UU. y de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).2-4 Por otra parte, el consumo de cigarrillos se asocia con complicaciones durante el embarazo y con recién nacidos de bajo peso.3
Conexión al cuadro.
Referencias
1. Baron JA & Rohan TE. Tobacco. En Cancer Epidemiology and Prevention. 2nd edn 1996; pp. 269–289. Editado por D Schottenfeld & JF Fraumeni Jr. New York: Oxford University Press.
2. US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory Committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington, DC: US Government Printing Office; 1964.
3. US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General. Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
4. International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, vol. 38 of IARC monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
42. Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
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Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
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43. Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
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44. Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
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Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
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US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
45. Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
UK Scientific Committee on Tobacco and Health. Report of the Scientific Committee on Tobacco and Health. The Stationery Office. March 1998; 0 11 322124X.
US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington DC: US Government Printing Office; 1964
US Department of Health and Human Services. The health consequences of smoking: cancer. A Report of the US Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1982.
US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
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US Department of Health and Human Services. The health consequences of smoking: cancer. A Report of the US Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1982.
US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
46. Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
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US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
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US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
47. Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
UK Scientific Committee on Tobacco and Health. Report of the Scientific Committee on Tobacco and Health. The Stationery Office. March 1998; 0 11 322124X.
US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington DC: US Government Printing Office; 1964
US Department of Health and Human Services. The health consequences of smoking: cancer. A Report of the US Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1982.
US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
UK Scientific Committee on Tobacco and Health. Report of the Scientific Committee on Tobacco and Health. The Stationery Office. March 1998; 0 11 322124X.
US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington DC: US Government Printing Office; 1964
US Department of Health and Human Services. The health consequences of smoking: cancer. A Report of the US Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1982.
US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
49. Dejar de fumar tiene beneficios importantes e inmediatos para las personas de todas las edades, con o sin enfermedades relacionadas al consumo de cigarrillos
Los ex-fumadores viven
más que los fumadores
Las mujeres que dejan de
fumar antes del embarazo
o durante los primeros
cuatro meses disminuyen
el riesgo de tener un recién
nacido de bajo peso ¿Que Sucede al Dejar de Fumar? Dejar de fumar a cualquier edad reduce el riesgo de mortalidad prematura.1 Cuando se comparan los días de enfermedad, el número de quejas relacionadas a la salud y la percepción de la propia salud, los ex-fumadores tienen mejor salud que los fumadores.
Algunas de las conclusiones del Informe del Cirujano General sobre los beneficios de dejar de fumar incluyen:1
Los fumadores que dejan de fumar antes de los cincuenta años tienen la mitad del riesgo de morir en los próximos 15 años comparados con los fumadores que continúan con el hábito. La reducción del riesgo de mortalidad comienza poco tiempo después de dejar de fumar y continúa durante por lo menos por 10 o 15 años. Eventualmente, el riesgo de mortalidad por cualquier causa vuelve a ser igual al de los que nunca han fumado.
El riesgo de cáncer de pulmón disminuye entre 30 y 50% después de 10 años de abstinencia tanto en hombres como en mujeres y para todos los tipos histológicos de cáncer. El riesgo de cáncer de laringe también se reduce.
Después de cinco años de abstinencia, los riesgos de cáncer orofaríngeo y de esófago se reducen a la mitad comparado con los que siguen fumando. Los riesgos de cáncer de vejiga, de cuello uterino y de páncreas también se reducen.
El riesgo de enfermedad coronaria se reduce a la mitad sólo un año después de la abstinencia y luego declina gradualmente. Después de 15 años el riesgo es similar al de aquellos que nunca han fumado.
El riesgo de una enfermedad arterial periférica oclusiva y de infarto también se reduce. Las tasas de mortalidad por enfermedades cardíacas pulmonares obstructivas crónicas también se reducen.
Los síntomas e infecciones respiratorias disminuyen al dejar de fumar.
Las mujeres que dejan de fumar antes de quedar embarazadas tienen bebés del mismo peso que los bebés de mujeres no-fumadoras. Dejar de fumar al comienzo del embarazo mejora el peso del recién nacido. Las fumadoras comienzan la menopausia 1 a 2 años antes que las no-fumadoras, pero esto se revierte si dejan de fumar.
El riesgo de úlcera duodenal y gástrica también disminuye.
Referencias
1. US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General. Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.Dejar de fumar a cualquier edad reduce el riesgo de mortalidad prematura.1 Cuando se comparan los días de enfermedad, el número de quejas relacionadas a la salud y la percepción de la propia salud, los ex-fumadores tienen mejor salud que los fumadores.
Algunas de las conclusiones del Informe del Cirujano General sobre los beneficios de dejar de fumar incluyen:1
Los fumadores que dejan de fumar antes de los cincuenta años tienen la mitad del riesgo de morir en los próximos 15 años comparados con los fumadores que continúan con el hábito. La reducción del riesgo de mortalidad comienza poco tiempo después de dejar de fumar y continúa durante por lo menos por 10 o 15 años. Eventualmente, el riesgo de mortalidad por cualquier causa vuelve a ser igual al de los que nunca han fumado.
El riesgo de cáncer de pulmón disminuye entre 30 y 50% después de 10 años de abstinencia tanto en hombres como en mujeres y para todos los tipos histológicos de cáncer. El riesgo de cáncer de laringe también se reduce.
Después de cinco años de abstinencia, los riesgos de cáncer orofaríngeo y de esófago se reducen a la mitad comparado con los que siguen fumando. Los riesgos de cáncer de vejiga, de cuello uterino y de páncreas también se reducen.
El riesgo de enfermedad coronaria se reduce a la mitad sólo un año después de la abstinencia y luego declina gradualmente. Después de 15 años el riesgo es similar al de aquellos que nunca han fumado.
El riesgo de una enfermedad arterial periférica oclusiva y de infarto también se reduce. Las tasas de mortalidad por enfermedades cardíacas pulmonares obstructivas crónicas también se reducen.
Los síntomas e infecciones respiratorias disminuyen al dejar de fumar.
Las mujeres que dejan de fumar antes de quedar embarazadas tienen bebés del mismo peso que los bebés de mujeres no-fumadoras. Dejar de fumar al comienzo del embarazo mejora el peso del recién nacido. Las fumadoras comienzan la menopausia 1 a 2 años antes que las no-fumadoras, pero esto se revierte si dejan de fumar.
El riesgo de úlcera duodenal y gástrica también disminuye.
Referencias
1. US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General. Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
50. Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
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US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
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US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
51. Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
UK Scientific Committee on Tobacco and Health. Report of the Scientific Committee on Tobacco and Health. The Stationery Office. March 1998; 0 11 322124X.
US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington DC: US Government Printing Office; 1964
US Department of Health and Human Services. The health consequences of smoking: cancer. A Report of the US Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1982.
US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
Adverse effects of smoking on health have been suspected for centuries and well documented over the last 50 years. For general coverage of active smoking and health there are many excellent references.
References:
International Agency for Research on Cancer. Tobacco Smoking, Vol.38 of IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. World Health Organization; 1986.
Kluger R. Ashes to ashes: America's hundred-year cigarette war, the public health, and the unabashed triumph of Philip Morris. Knopf: 1996.
UK Scientific Committee on Tobacco and Health. Report of the Scientific Committee on Tobacco and Health. The Stationery Office. March 1998; 0 11 322124X.
US Department of Health, Education and Welfare. Smoking and Health: Report of the Advisory committee to the Surgeon General of the Public Health Service. Washington DC: US Government Printing Office; 1964
US Department of Health and Human Services. The health consequences of smoking: cancer. A Report of the US Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1982.
US Department of Health and Human Services. Reducing the health consequences of smoking. 25 years of progress. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1989.
US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation. A Report of the Surgeon General Washington, DC: US Government Printing Office; 1990.
52. Consecuencias Económicas del Consumo de Tabaco Costos médicos
Pérdidas en la productividad debido a:
morbilidad
invalidez
mortalidad prematura
Pérdida global neta de US$200.000 millones al año Varios estudios efectuados en países de mediano y alto ingreso sugieren que las enfermedades relacionadas al tabaco generan costos considerables y evitables. Estos costos pueden ser costos directos debidos a las enfermedades relacionadas al tabaco, o costos indirectos debido a la morbilidad, invalidez y muerte prematura.
Un estudio del Banco Mundial titulado “The Economic Costs and Benefits of Investing in Tobacco” (Los Costos Económicos y los Beneficios de las Inversiones en Tabaco), de marzo de 1993, estimó que el consumo de tabaco da como resultado una pérdida global neta de US$200.000 millones al año, de la cual la mitad ocurre en los países en desarrollo.1
Un estudio reciente efectuado en Canadá, estimó que en 1995 los fumadores le costaron a sus empleadores US$2.565 por fumador al año. Esto incluye US$230 por el aumento en el ausentismo, US$2.175 por la disminución de la productividad (como resultado de los recreos para salir a fumar), US$75 por el aumento de las primas en los seguros de vida y US$85 por la creación y mantenimiento de áreas para fumar.2
En los EE.UU., los costos médicos anuales debidos al consumo de cigarrillos constituyen aproximadamente 6-8% de los gastos personales de salud.4 Este costo incluye los gastos médicos más la pérdida de productividad debida a la morbilidad, invalidez y muerte prematura relacionada al consumo de cigarrillos.
Referencias:
1. The World Bank. World Development Report 1993: Investing in Health 1993. University Press Book.
2. The Conference Board of Canada. Smoking and the bottom line: The costs of smoking in the workplace. Ottawa; January 1997. http://www.hc-sc.gc.ca/hppb/tobaccoreduction/publications/workplace/bottom_line/refer.htm.
3. Banco Mundial. Organización Panamericana de la Salud. La epidemia del tabaquismo. Los gobiernos y los aspectos económicos del control del tabaco. Publicación científica No 577. Washington, D.C., 2000.
4. Warner KE, Hodgson TA, Carroll CE. Medical costs of smoking in the United States: estimates, their validity, and their implications. Tobacco Control 1999; 8:290–300.Varios estudios efectuados en países de mediano y alto ingreso sugieren que las enfermedades relacionadas al tabaco generan costos considerables y evitables. Estos costos pueden ser costos directos debidos a las enfermedades relacionadas al tabaco, o costos indirectos debido a la morbilidad, invalidez y muerte prematura.
Un estudio del Banco Mundial titulado “The Economic Costs and Benefits of Investing in Tobacco” (Los Costos Económicos y los Beneficios de las Inversiones en Tabaco), de marzo de 1993, estimó que el consumo de tabaco da como resultado una pérdida global neta de US$200.000 millones al año, de la cual la mitad ocurre en los países en desarrollo.1
Un estudio reciente efectuado en Canadá, estimó que en 1995 los fumadores le costaron a sus empleadores US$2.565 por fumador al año. Esto incluye US$230 por el aumento en el ausentismo, US$2.175 por la disminución de la productividad (como resultado de los recreos para salir a fumar), US$75 por el aumento de las primas en los seguros de vida y US$85 por la creación y mantenimiento de áreas para fumar.2
En los EE.UU., los costos médicos anuales debidos al consumo de cigarrillos constituyen aproximadamente 6-8% de los gastos personales de salud.4 Este costo incluye los gastos médicos más la pérdida de productividad debida a la morbilidad, invalidez y muerte prematura relacionada al consumo de cigarrillos.
Referencias:
1. The World Bank. World Development Report 1993: Investing in Health 1993. University Press Book.
2. The Conference Board of Canada. Smoking and the bottom line: The costs of smoking in the workplace. Ottawa; January 1997. http://www.hc-sc.gc.ca/hppb/tobaccoreduction/publications/workplace/bottom_line/refer.htm.
3. Banco Mundial. Organización Panamericana de la Salud. La epidemia del tabaquismo. Los gobiernos y los aspectos económicos del control del tabaco. Publicación científica No 577. Washington, D.C., 2000.
4. Warner KE, Hodgson TA, Carroll CE. Medical costs of smoking in the United States: estimates, their validity, and their implications. Tobacco Control 1999; 8:290–300.
53. Estrategias Claves para Reducir la Demanda de Tabaco Aumentar el precio del tabaco
Prohibir la publicidad y la promoción
Crear ambientes interiores libres de tabaco
Conducir campañas en los medios de comunicación
Incluir fuertes advertencias en todos los productos del tabaco
Aumentar el acceso a tratamientos
Implementar programas basados en los jóvenes:
programas basados en las escuelas
revisión crítica de los medios de comunicación
abogacía juvenil Los esfuerzos para controlar el consumo de tabaco se pueden clasificar de varias maneras. El Banco Mundial clasifica las intervenciones como aquellas cuyo objetivo es disminuir la demanda de tabaco y aquellas cuyo objetivo es disminuir la oferta de tabaco.1
Las medidas para reducir la demanda incluyen intervenciones para disminuir la posibilidad de costear los cigarrillos (tal como aumentar el precio de los productos de tabaco) y su aceptabilidad (tal como campañas masivas en los medios de comunicación, prohibiciones a la publicidad y creación de ambientes libres de tabaco).
El aumento del precio real logrado a través de un aumento en los impuestos al tabaco ha probado ser la forma más efectiva para disminuir la demanda, especialmente entre los jóvenes.1
Referencias:
1. Banco Mundial. Organización Panamericana de la Salud. La epidemia del tabaquismo. Los gobiernos y los aspectos economicos del control del tabaco. Publicación científica No 577. Washington, D.C., 2000.Los esfuerzos para controlar el consumo de tabaco se pueden clasificar de varias maneras. El Banco Mundial clasifica las intervenciones como aquellas cuyo objetivo es disminuir la demanda de tabaco y aquellas cuyo objetivo es disminuir la oferta de tabaco.1
Las medidas para reducir la demanda incluyen intervenciones para disminuir la posibilidad de costear los cigarrillos (tal como aumentar el precio de los productos de tabaco) y su aceptabilidad (tal como campañas masivas en los medios de comunicación, prohibiciones a la publicidad y creación de ambientes libres de tabaco).
El aumento del precio real logrado a través de un aumento en los impuestos al tabaco ha probado ser la forma más efectiva para disminuir la demanda, especialmente entre los jóvenes.1
Referencias:
1. Banco Mundial. Organización Panamericana de la Salud. La epidemia del tabaquismo. Los gobiernos y los aspectos economicos del control del tabaco. Publicación científica No 577. Washington, D.C., 2000.
54. Prohibición a la Publicidad y Promoción La publicidad, patrocinio y promoción son todas utilizadas para aumentar las ventas
Las prohibiciones sobre la publicidad y la promoción son ferozmente rechazadas por la industria del tabaco
El patrocinio es el método usado con más frecuencia para evitar, de manera encubierta, las prohibiciones a la publicidad
El uso de los colores y los logos de las marcas de cigarrillos en productos ajenos al tabaco (brand-streching) es la forma de publicidad indirecta del tabaco de más rápido crecimiento en Europa
Las prohibiciones globales sobre la publicidad, patrocinio y promoción son las formas más efectivas para controlar el consumo de tabaco Las compañías tabacaleras utilizan una amplia gama de actividades publicitarias, patrocinadoras y promocionales para aumentar sus ventas. Los medios publicitarios incluyen, entre otros, los puntos de venta, televisión, revistas, periódicos y carteleras. Al patrocinar eventos y organizaciones, la industria pone sus logotipos en autos de carrera, estadios y en los uniformes de los atletas, consiguiendo gran cobertura televisiva (a pesar de las prohibiciones en contra de la publicidad por televisión). La promoción es una categoría amplia que comprende el uso de cupones que se pueden cambiar por productos del tabaco, premios, “venta” de productos que no son de tabaco tales como gorros de béisbol, bolsas y camisetas con el logotipo de las marcas (estas a menudo se pueden comprar con paquetes vacíos de cigarrillos), y la inserción de productos del tabaco en películas y videos.
Frecuentemente la industria del tabaco combate furiosamente las políticas para restringir o prohibir la publicidad del tabaco, y encuentra formas creativas de circunvenir las prohibiciones y mantener sus marcas e imágenes frente al público. A pesar de que la industria sostiene que el objetivo de la publicidad es hacer que los fumadores cambien de marca, los documentos internos de las compañías tabacaleras muestran que éstas claramente dependen de la publicidad, especialmente la que afecta a los jóvenes, para atraer nuevos consumidores. Un memorándum de 1975 de la R.J. Reynolds indicó que la “exitosa campaña publicitaria llamada Meet the Turk (Conozca al Turco) y la nueva mezcla del tipo Marlboro son otro paso para lograr nuestro objetivo de comercialización: aumentar nuestra franquicia de adultos jóvenes. Para asegurar el aumento y crecimiento a largo plazo del Camel Filter, la marca debe aumentar su penetración al grupo etáreo de 14-24 años que tiene un nuevo conjunto de valores más liberales y que representan el negocio futuro de los cigarrillos”.1
Un estudio longitudinal efectuado en California mostró que, entre 1993 y 1996, 34% de la experimentación se podía atribuir a las actividades promocionales de las compañías tabacaleras.2
La publicidad del tabaco es todavía frecuente en muchos países. Las carteleras son consideradas como un medio publicitario de inmenso alcance. Una encuesta efectuada en el Reino Unido informó que alrededor del 40% de los jóvenes entre 8-13 años dijeron que la forma más frecuente de ver propaganda de cigarrillos era en carteleras.3 Cuando la publicidad en carteleras fue prohibida en Baltimore, Maryland (EE.UU.), se comenzó a usar “carteleras rodantes” (un camión acarreando una gran cartelera) por las calles de la ciudad.
Diversos estudios han demostrado que los adolescentes fuman las marcas que tienen mayor publicidad y que su elección de marca está muy influenciada por la publicidad y la promoción. Por lo tanto, la estrategia más efectiva es la prohibición total de todo tipo de publicidad de tabaco, patrocinios y promociones.
Referencias:
1. R.J. Reynolds Tobacco Co. Official J.W. Hind, R.J. Reynolds Tobacco Co. Memorandum interno, 23 de enero de 1975.
2. Pierce JP, Choi WS, Gilpin EA, et al. Tobacco industry promotion of cigarettes and adolescent smoking. JAMA. 1998; 279:511–515.
3. Levin G. Poll shows Camel ads are effective with kids; preteens best recognize brand. Advertising Age. 4/7/92.Las compañías tabacaleras utilizan una amplia gama de actividades publicitarias, patrocinadoras y promocionales para aumentar sus ventas. Los medios publicitarios incluyen, entre otros, los puntos de venta, televisión, revistas, periódicos y carteleras. Al patrocinar eventos y organizaciones, la industria pone sus logotipos en autos de carrera, estadios y en los uniformes de los atletas, consiguiendo gran cobertura televisiva (a pesar de las prohibiciones en contra de la publicidad por televisión). La promoción es una categoría amplia que comprende el uso de cupones que se pueden cambiar por productos del tabaco, premios, “venta” de productos que no son de tabaco tales como gorros de béisbol, bolsas y camisetas con el logotipo de las marcas (estas a menudo se pueden comprar con paquetes vacíos de cigarrillos), y la inserción de productos del tabaco en películas y videos.
Frecuentemente la industria del tabaco combate furiosamente las políticas para restringir o prohibir la publicidad del tabaco, y encuentra formas creativas de circunvenir las prohibiciones y mantener sus marcas e imágenes frente al público. A pesar de que la industria sostiene que el objetivo de la publicidad es hacer que los fumadores cambien de marca, los documentos internos de las compañías tabacaleras muestran que éstas claramente dependen de la publicidad, especialmente la que afecta a los jóvenes, para atraer nuevos consumidores. Un memorándum de 1975 de la R.J. Reynolds indicó que la “exitosa campaña publicitaria llamada Meet the Turk (Conozca al Turco) y la nueva mezcla del tipo Marlboro son otro paso para lograr nuestro objetivo de comercialización: aumentar nuestra franquicia de adultos jóvenes. Para asegurar el aumento y crecimiento a largo plazo del Camel Filter, la marca debe aumentar su penetración al grupo etáreo de 14-24 años que tiene un nuevo conjunto de valores más liberales y que representan el negocio futuro de los cigarrillos”.1
Un estudio longitudinal efectuado en California mostró que, entre 1993 y 1996, 34% de la experimentación se podía atribuir a las actividades promocionales de las compañías tabacaleras.2
La publicidad del tabaco es todavía frecuente en muchos países. Las carteleras son consideradas como un medio publicitario de inmenso alcance. Una encuesta efectuada en el Reino Unido informó que alrededor del 40% de los jóvenes entre 8-13 años dijeron que la forma más frecuente de ver propaganda de cigarrillos era en carteleras.3 Cuando la publicidad en carteleras fue prohibida en Baltimore, Maryland (EE.UU.), se comenzó a usar “carteleras rodantes” (un camión acarreando una gran cartelera) por las calles de la ciudad.
Diversos estudios han demostrado que los adolescentes fuman las marcas que tienen mayor publicidad y que su elección de marca está muy influenciada por la publicidad y la promoción. Por lo tanto, la estrategia más efectiva es la prohibición total de todo tipo de publicidad de tabaco, patrocinios y promociones.
Referencias:
1. R.J. Reynolds Tobacco Co. Official J.W. Hind, R.J. Reynolds Tobacco Co. Memorandum interno, 23 de enero de 1975.
2. Pierce JP, Choi WS, Gilpin EA, et al. Tobacco industry promotion of cigarettes and adolescent smoking. JAMA. 1998; 279:511–515.
3. Levin G. Poll shows Camel ads are effective with kids; preteens best recognize brand. Advertising Age. 4/7/92.
55. Ambientes Libres de Humo
Aviones
Lugares de trabajo
Escuelas
Lugares públicos
Restaurantes El objetivo principal de las regulaciones para tener aire limpio en el interior de las escuelas, lugares de trabajo y espacios públicos es el de proteger a los no fumadores de la exposición involuntaria al humo de tabaco. Las políticas de aire limpio han demostrado ser muy efectivas en la disminución de la exposición involuntaria, y a su vez disminuyen el consumo y la frecuencia del consumo de cigarrillos.
Foto: Lo Mono del Fumador, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, Mexico, D.F., 1999. Reproducido con permiso de Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de Mexico (INER).El objetivo principal de las regulaciones para tener aire limpio en el interior de las escuelas, lugares de trabajo y espacios públicos es el de proteger a los no fumadores de la exposición involuntaria al humo de tabaco. Las políticas de aire limpio han demostrado ser muy efectivas en la disminución de la exposición involuntaria, y a su vez disminuyen el consumo y la frecuencia del consumo de cigarrillos.
Foto: Lo Mono del Fumador, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, Mexico, D.F., 1999. Reproducido con permiso de Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de Mexico (INER).
56. Mensajes de Advertencia a la Salud en los Productos del Tabaco Para ser efectivas, las advertencias deben:
Tener mensajes claros sin ambigüedades
Advertir sobre el riesgo y sobre el tamaño relativo del riesgo
Incluir gráficos o símbolos para aquellos que no pueden leer
Aplicarse a todos los productos del tabaco
Destacarse en la parte de arriba de la cajetilla cubriendo un mínimo de 25%
Revelar todos los componentes y aditivos dañinos
Excluir todos los nombres engañosos, tales como “suave, o ultra-suave”
Requerir que los productores roten una serie de advertencias Desde la década de 1960, muchos gobiernos han requerido que los productores de cigarrillos impriman advertencias sobre los riesgos del consumo de tabaco en la salud en los paquetes de cigarrillos. Estudios efectuados en Australia, Canadá y Polonia sugieren que estas advertencias, cuando son destacadas y contienen información específica, pueden ser efectivas.
Un estudio efectuado en Australia mostró que la implementación de rótulos con advertencias más fuertes dieron como resultado un 27% de aumento en la cantidad de personas que indicaron que veían los rótulos y un aumento de 7% en la cantidad de personas que indicaron haber dejado de fumar debido a los rótulos.1
De acuerdo a Health Canada, para ser efectiva, la información que debería requerirse en los rótulos debería ser: “conspicua (sobresaliente y suficientemente grande para facilitar la lectura), creíble (relevante y verídico), y fácil de recordar (la ubicación y color deben influir sobre la capacidad de recordar)”.2
El gobierno de Canadá ha implementado nuevas regulaciones para los paquetes de cigarrillos que comenzarán a aparecer en enero del 2001 y que son consideradas como las más fuertes del mundo. Estas requieren advertencias gráficas y cubrirán la mitad de arriba de la parte delantera y trasera del paquete.
La inclusión de mensajes más largos sobre la salud en el interior de los paquetes de cigarrillos es una novedosa oportunidad de promoción de la salud dirigida directamente a los consumidores de tabaco ofreciendo un programa de educación en salud efectivo en términos de costos.
Si bien los rótulos de advertencia pueden ser efectivos y dan información significativa sobre salud a los consumidores, la industria del tabaco históricamente ha usado las advertencias para protegerse de la responsabilidad legal. Su argumento es que las advertencias demuestran que los fumadores conocen cuales son los peligros del consumo de cigarrillos para la salud. Sin embargo, estos argumentos no consideran el elemento crítico de la adicción, que es el impedimento principal para que un fumador deje de fumar mismo frente a la información sobre los peligros del consumo de cigarrillos.
Referencias:
1. Borland, R. Tobacco Health Warnings and Smoking-Related Cognition and Behaviors. Addiction 1997; 92: 1427–1435.
2. Requisitos propuestos para nuevas rotulaciones de los productos de tabaco. Trabajo de consulta. Disponible en: www.hc-sc.gc.ca/english/tobacco.htm
Fuente de la foto: Health Canada, 2000. Disponible en http://www.hc-sc.gc.ca/english/archives/ releases/2000_07ephotos.htm (junio, 2000).Desde la década de 1960, muchos gobiernos han requerido que los productores de cigarrillos impriman advertencias sobre los riesgos del consumo de tabaco en la salud en los paquetes de cigarrillos. Estudios efectuados en Australia, Canadá y Polonia sugieren que estas advertencias, cuando son destacadas y contienen información específica, pueden ser efectivas.
Un estudio efectuado en Australia mostró que la implementación de rótulos con advertencias más fuertes dieron como resultado un 27% de aumento en la cantidad de personas que indicaron que veían los rótulos y un aumento de 7% en la cantidad de personas que indicaron haber dejado de fumar debido a los rótulos.1
De acuerdo a Health Canada, para ser efectiva, la información que debería requerirse en los rótulos debería ser: “conspicua (sobresaliente y suficientemente grande para facilitar la lectura), creíble (relevante y verídico), y fácil de recordar (la ubicación y color deben influir sobre la capacidad de recordar)”.2
El gobierno de Canadá ha implementado nuevas regulaciones para los paquetes de cigarrillos que comenzarán a aparecer en enero del 2001 y que son consideradas como las más fuertes del mundo. Estas requieren advertencias gráficas y cubrirán la mitad de arriba de la parte delantera y trasera del paquete.
La inclusión de mensajes más largos sobre la salud en el interior de los paquetes de cigarrillos es una novedosa oportunidad de promoción de la salud dirigida directamente a los consumidores de tabaco ofreciendo un programa de educación en salud efectivo en términos de costos.
Si bien los rótulos de advertencia pueden ser efectivos y dan información significativa sobre salud a los consumidores, la industria del tabaco históricamente ha usado las advertencias para protegerse de la responsabilidad legal. Su argumento es que las advertencias demuestran que los fumadores conocen cuales son los peligros del consumo de cigarrillos para la salud. Sin embargo, estos argumentos no consideran el elemento crítico de la adicción, que es el impedimento principal para que un fumador deje de fumar mismo frente a la información sobre los peligros del consumo de cigarrillos.
Referencias:
1. Borland, R. Tobacco Health Warnings and Smoking-Related Cognition and Behaviors. Addiction 1997; 92: 1427–1435.
2. Requisitos propuestos para nuevas rotulaciones de los productos de tabaco. Trabajo de consulta. Disponible en: www.hc-sc.gc.ca/english/tobacco.htm
Fuente de la foto: Health Canada, 2000. Disponible en http://www.hc-sc.gc.ca/english/archives/ releases/2000_07ephotos.htm (junio, 2000).
57. Resumen: Recomendaciones de la OMS para el Control Global del Tabaco Los programas nacionales globales deberían utilizar múltiples estrategias incluyendo políticas fiscales, políticas de información, establecimiento de lugares públicos libres de humo, provisión de tratamientos
El apoyo adecuado es crítico y debería incluir apoyo al desarrollo de habilidades, investigaciones aplicadas, observación y evaluación
Fomentar el debate público en los medios de comunicación sobre temas de control del tabaquismo En su informe “Guidelines for Controlling and Monitoring the Tobacco Epidemic” (Pautas para Controlar y Monitorear la Epidemia del Tabaquismo), la Organización Mundial de la Salud (OMS) dió una serie de recomendaciones derivadas de las resoluciones de la World Health Assembly sobre los componentes de los programas nacionales de control del tabaquismo. La OMS recomienda estrategias nacionales globales. Enfatiza la importancia de asegurar un apoyo adecuado para el desarrollo de habilidades, investigaciones aplicadas, evaluación y observación, así como también la necesidad de fomentar los debates en los medios de comunicación sobre la importancia del control del tabaquismo, la existencia de intervenciones efectivas, y cómo la industria se opone a las acciones de control del tabaquismo.
Referencias:
1. World Health Organization. Guidelines for controlling and monitoring the tobacco epidemic. Geneva: World Health Organization; 1998.En su informe “Guidelines for Controlling and Monitoring the Tobacco Epidemic” (Pautas para Controlar y Monitorear la Epidemia del Tabaquismo), la Organización Mundial de la Salud (OMS) dió una serie de recomendaciones derivadas de las resoluciones de la World Health Assembly sobre los componentes de los programas nacionales de control del tabaquismo. La OMS recomienda estrategias nacionales globales. Enfatiza la importancia de asegurar un apoyo adecuado para el desarrollo de habilidades, investigaciones aplicadas, evaluación y observación, así como también la necesidad de fomentar los debates en los medios de comunicación sobre la importancia del control del tabaquismo, la existencia de intervenciones efectivas, y cómo la industria se opone a las acciones de control del tabaquismo.
Referencias:
1. World Health Organization. Guidelines for controlling and monitoring the tobacco epidemic. Geneva: World Health Organization; 1998.
58. Principales Conclusiones del Informe de 1994 del Cirujano General de los EE.UU. La mayoría de los adolescentes prueba el tabaco antes de graduarse de la escuela secundaria
Muchos adolescentes fumadores son adictos a la nicotina
El tabaco a menudo es una puerta de entrada para el consumo de otras drogas
Los adolescentes con bajo rendimiento escolar, pocas habilidades para resistir las influencias, baja autoestima y amigos que usan tabaco tienen más probabilidades de convertirse en fumadores
La propaganda de cigarrillos parece aumentar el riesgo de que los jóvenes se convertan en fumadores
Los esfuerzos a nivel de la comunidad (aumentos en los impuestos al tabaco, aplicación de las leyes sobre el acceso de los menores al tabaco, campañas de los medios de comunicación orientadas a los jóvenes y programas de prevención de uso de tabaco basados en las escuelas) pueden ser exitosos para disminuir el uso de tabaco entre los adolescentes El Informe de 1994 del Cirujano General, “Preventing Tobacco Use Among Young People” (Prevención del Consumo de Tabaco en los Jóvenes), proporciona una visión más detallada sobre el consumo en la adolescencia, momento de la vida en que comienza, se desarrolla y se establece el consumo en la mayoría de los fumadores.1 Se trata del primer informe del Cirujano General que se ocupa del problema del consumo de tabaco en los jóvenes. El informe fue preparado por la Office on Smoking and Health (Oficina de Consumo de Cigarrillos y su Efecto Sobre la Salud) de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los EE.UU, para proporcionar al Congreso información actualizada sobre los efectos del consumo de tabaco en la salud de los jóvenes.
Las conclusiones más importantes sugieren que si se evita que una persona fume durante la adolescencia, la mayoría nunca será fumador. El informe indica que muchos fumadores jóvenes son adictos a la nicotina y sufren síntomas de abstinencia cuando tratan de dejar de fumar. El consumo de tabaco se describe como una “puerta de entrada”, sugiriendo que la mayoría de los jóvenes que usan drogas más fuertes como marihuana, cocaína o heroína han fumado cigarrillos con anterioridad. Se identificaron determinantes importantes del consumo de cigarrillo entre los jóvenes, y posibles estrategias para reducir el consumo de tabaco. Las recomendaciones proporcionadas por este informe se han aplicado ampliamente en el desarrollo de estrategias de salud pública para prevenir el consumo en los jóvenes.
Referencias:
1. US Department of Health and Human Services. Youth and tobacco. Preventing tobacco use among young people. A report of the Surgeon General. Washington, DC: US Government Printing Office; 1994.El Informe de 1994 del Cirujano General, “Preventing Tobacco Use Among Young People” (Prevención del Consumo de Tabaco en los Jóvenes), proporciona una visión más detallada sobre el consumo en la adolescencia, momento de la vida en que comienza, se desarrolla y se establece el consumo en la mayoría de los fumadores.1 Se trata del primer informe del Cirujano General que se ocupa del problema del consumo de tabaco en los jóvenes. El informe fue preparado por la Office on Smoking and Health (Oficina de Consumo de Cigarrillos y su Efecto Sobre la Salud) de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los EE.UU, para proporcionar al Congreso información actualizada sobre los efectos del consumo de tabaco en la salud de los jóvenes.
Las conclusiones más importantes sugieren que si se evita que una persona fume durante la adolescencia, la mayoría nunca será fumador. El informe indica que muchos fumadores jóvenes son adictos a la nicotina y sufren síntomas de abstinencia cuando tratan de dejar de fumar. El consumo de tabaco se describe como una “puerta de entrada”, sugiriendo que la mayoría de los jóvenes que usan drogas más fuertes como marihuana, cocaína o heroína han fumado cigarrillos con anterioridad. Se identificaron determinantes importantes del consumo de cigarrillo entre los jóvenes, y posibles estrategias para reducir el consumo de tabaco. Las recomendaciones proporcionadas por este informe se han aplicado ampliamente en el desarrollo de estrategias de salud pública para prevenir el consumo en los jóvenes.
Referencias:
1. US Department of Health and Human Services. Youth and tobacco. Preventing tobacco use among young people. A report of the Surgeon General. Washington, DC: US Government Printing Office; 1994.