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Roberto Cúpich Maxwell Herrera Jacqueline Ramírez Esmeralda Triana. Las características de los adolescentes del 2012 en México y Estados Unidos. Introducción.
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Roberto Cúpich Maxwell Herrera Jacqueline Ramírez Esmeralda Triana Las características de los adolescentes del 2012 en México y Estados Unidos
Introducción Para continuar con el bloque I de la Asignatura Desarrollo de los Adolescentes I, nos ha sido propuesta la elaboración de un ensayo donde concentremos las características actuales de los adolescentes en los contextos geográficos que nos son más inmediatos y relevantes. En el presente texto se hará alusión a las características generales de los jóvenes de México y Estados Unidos, por las razones anteriormente mencionadas, en México, trataremos de dar una perspectiva del norte del país, pues el entorno en el cual nos desenvolvemos y es necesario reconocer que dentro del país existen grandes diferencias de usos y costumbres dependiendo la zona geográfica donde nos localicemos. Así también daremos una perspectiva general de los adolescentes estadounidenses, basándonos en los datos que tenemos a nuestro alcance, el sur del país y el contacto y/o influencia que recibimos de ellos al ser un estado que colinda con dicho país.
Los adolescentes en México (Nuevo León) Al hablar de los adolescentes en Nuevo León, como en ensayos anteriores relativos a las características de la juventud, debemos hacer mención del factor de nivel social y económico, pues éstos determinarán en gran medida las características de cada grupo. En las clases sociales bajas o medias bajas nos encontramos con jóvenes dominados totalmente por los medios de comunicación masiva, principalmente, la televisión. Es ésta quien les dicta las pautas de vestimenta, comportamiento, ideología e incluso aspiraciones en la vida. Quisiéramos poder decir que para el país o para el estado esta influencia es buena y que se está encaminando a los jóvenes hacia la senda del estudio y la superación. Lamentablemente no es así. A través de la programación que se presenta en los canales de televisión abierta (que son a los que toda la población tienen acceso) se presentan estilos de vida donde el fomento de valores y la formación de buenos ciudadanos presenta una doble cara; por un lado realizan propagandas, campañas y comerciales, incluso hasta programas para hablar del rescate de valores, mientras que en otra programación ( que tiene mucho más audiencia, claro está) donde se denigra al ser humano, se hace burla de su condición social, física o intelectual y se sobre explota la sexualidad como un producto a la venta y no como el ejercicio responsable de una parte de la vida. Es entonces que en nuestras aulas de secundaria y preparatoria nos encontramos adolescentes que no aspiran a más que “ir al programa de Noches de fútbol” o “formar parte del Poncho- Ballet” , jóvenes a quienes la escuela no representa más que una aburrida obligación, un lugar de interacción social, más que un espacio de crecimiento personal o intelectual. En este medio económico es fácil encontrar embarazos a temprana edad (desde los 10 u 11 años de edad), madres solteras que terminan viviendo a expensas de sus padres y dejan la superación académica por dedicarse a cuidar sus hijos, o buscar algún varón que decida ver por ella y por su(s) hijo(s). Respecto a los padres de los adolescentes, es necesario resaltar que para poder mantener a la familia, dejan de pasar tiempo con sus hijos y de estar al pendiente de lo que les sucede, la mayoría tiene pocas expectativas respecto a sus hijos y se conforman con lo que el “destino” tenga preparado para ellos.
Los adolescentes en México (Nuevo León) En las clases sociales medias altas y altas nos encontramos con otro tipo de adolescentes, dominados por los medios de comunicación, pero en este caso entra la televisión (local y de paga) y el internet. Estos dos medios norman las conductas y aspiraciones de la juventud en esta esfera económica. Muestran un poco más de interés por la educación y luchan por pertenecer a un estrato social más alto, pues los medios y las programaciones televisivas y propagandas electrónicas, los invitan a un consumismo desmedido, que sólo se puede conseguir si el poder adquisitivo es considerablemente grande. A estos jóvenes los encontraremos comúnmente preocupados por traer los tenis de la mejor marca, la ropa que tal o cual artista usa, por asistir a los lugares mas “in” y de unos años para acá, por poseer la computadora, o el gadget más reciente, o el celular que acabe de salir al mercado. En este sector poblacional, se encuentran padres de familia profesionistas en su mayoría quienes invierten gran parte del día en laborar en uno, dos o más sitios para poder sostener el nivel de vida que llevan, por esa misma razón, conviven poco con sus hijos, y cuando lo hacen, buscan recompensarlos con objetos de valor el tiempo que no invierten en ellos. Este tipo de recompensa crea en los adolescentes la mentalidad de “ser merecedores” de todo, y sostienen la idea de que su padres están “obligados” a comprarles todo cuánto ellos pidan y deseen. Aquí no es tan común encontrarnos con embarazos a temprana edad, (ellos no significa que los jóvenes no inicien su vida sexual en edades tempranas), pero gracias al estilo de vida que llevan nos encontramos con otro tipo de problemas de salud, como la bulimia, la anorexia, y algunos tipos de adicciones, que con frecuencia no son detectados a tiempo, pues los que están a cargo de su cuidado pasan demasiado tiempo trabajando para notar los primeros indicios de las enfermedades mencionadas.
Los adolescentes en USA Partiendo de la posición que goza Estados Unidos ( ser la primer potencia mundial en materia económica) podemos inferir que la situación de los adolescentes debiera ser mejor que la de nuestros jóvenes mexicanos, y es necesario decir que en cierta forma nuestra inferencia es cierta. En nuestro vecino país, las políticas de gobierno protegen un poco más a los adolescentes en cuanto a sus derechos humanos se refiere. También, independientemente de la clase social en la que vivan, sus instituciones educativas gozan de mejor infraestructura y presupuestos que las nuestras, es por eso que en ese sentido los “teens” tienen un punto a favor en cuanto a su medio físico se refiere. Por otro lado, a dichos jóvenes les tocó la suerte de vivir en el país con más índice de consumismo en el mundo, y esto hace a los jóvenes un sector vulnerable, pues sus aspiraciones difícilmente pueden ser saciadas por un periodo largo de tiempo; cada día son más los avances tecnológicos, más los artículos de moda que dan “poder y status” social, así que la demanda de artículos es mayor. En cuestión de la relación parental nos encontramos en una situación particular, viven en una doble moral, donde el gobierno los obliga a criar a sus hijos en los ambientes más benéficos y a su vez, las pautas de comportamiento dictadas por sus medios de comunicación, obligan a los muchachos a llevar un estilo de vida que va en un sentido totalmente opuesto a lo que es bueno para un adolescente. Por brindarles la libertad de expresión y de elección en su vida, en ocasiones se brinca al libertinaje y despreocupación de los padres hacia los hijos. Y es que es poco lo que la sociedad norteamericana espera de los adolescentes, como lo dijo Goodman: “La visión del mundo del norteamericano es peor que inadecuada: es irrelevante y rutinaria; los adolescentes están espiritualmente abandonados, se aíslan porque no se les toma seriamente. Las máquina social no requiere ni desea que la juventud encuentre su identidad y vocación; se interesa solamente por la amplitud. No desea una nueva iniciativa, sino la conformidad”
Conclusiones Las ideas expresadas en el presente ensayo nos marcan diferencias severas entre los adolescentes de ambos países, la conclusión más lógica sería que cada adolescente posee las características que su medio social y geográfico le permitan tener. En cierta medida esta idea es cierta y a la vez no. Si recurrimos al filósofo Aristóteles, quien ya había enumerado la características de los adolescentes desde la época de la Antigua Grecia, podemos darnos cuenta que los adolescentes conservan ciertas cualidades, independientemente de su condición social, geográfica o temporal: Para Aristóteles los jóvenes son concupiscentes, apasionados, variables en cuanto a sus deseos, llenos de ira, amantes del prestigio, la excelencia y la victoria, no son malintencionados, son crédulos y también son fáciles de engañar. Dicho esto, si regresamos a revisar la situación de los adolescentes en ambos países, podremos darnos cuenta que dichas características se conservan en esta etapa de la vida, a pesar del paso del tiempo y la evolución de la sociedad, pareciera que son inherentes al proceso de crecimiento y cambios acelerados que se presentan en el individuo, y sólo se adecuan al contexto en el que se de la maravillosa adolescencia. Como cierre de este ensayo nos parece relevante citar a Aristóteles, quien a pesar de los años transcurridos, nos explica de alguna manera el comportamiento extraño a los ojos de los adultos, pues son los jóvenes quienes “en todas estas cosas pecan por exceso y por la violencia contra el dicho de Quilón, ya que todo lo hacen en exceso: aman demasiado y odian demasiado, y todo lo demás de semejante manera. Y cometen las injusticias por insolencia, pero no por maldad.
Bibliografía • Delval, Juan (1994), “El concepto de adolescencia”, en El desarrollo humano, México, Siglo XXI (Psicología), pp. 544-548. • Goodman, Paul (1985), “El universo discursivo en el cual se crece”, en Olac Fuentes Molinar (antolog.), Crítica a la escuela. El reformismo radical en Estados Unidos, México, El Caballito/SEP (Biblioteca Pedagógica), pp. 75-81