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IX curso Menores Santander. 11 de Junio de 2010. QUIENES SOMOS.
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IX curso Menores Santander 11 de Junio de 2010
QUIENES SOMOS • La Fundación Internacional O´Belen (FIOB), fue constituida en escritura pública el 26 de Junio de 1999, siendo registrada y clasificada como Fundación en virtud de la Orden ministerial del 28 de Septiembre de 1999 quedando inscrita en el Registro de Fundaciones Asistenciales con el Nº28/1125, apareciendo publicada en el B.O.E. el 16 de octubre del mencionado año. • La FIOB, es una entidad de carácter no lucrativo asistencial en el ámbito del menor y su familia. Establece y gestiona centros terapéuticos, equipamientos residenciales y de acogida para menores en situación de dificultad y/o conflicto social, programas experimentales para la aplicación de medidas alternativas al internamiento de menores en conflicto social. • En la actualidad gestionamos proyectos en las siguientes Comunidades Autónomas: Canarias, Cantabria, Castilla la Mancha, Castilla León, Galicia, Madrid Murcia y Valencia. La Red de Centros Especializados está compuesta por 10 centros residenciales con una capacidad total de 178 plazas y una experiencia avalada de más de 10 años de trabajo con esta tipología de menores. • Aún así, nuestra Fundación no sólo está especializada en la gestión de centros de atención específica para menores con problemas de conducta, sino que además gestiona, Centros de Acogida, Medidas Judiciales, Mediación Judicial, Inserción Socio Laboral y programas de Acogimiento Familiar.
LOS DESTINATARIOS • La atención específica que se lleva a cabo en el CAEM Valle de Cayón está dirigida a menores de ambos sexos de entre 12 y 18 años de edad que presentan trastornos de conducta o del comportamiento, entendiendo estos como la presencia recurrente de conductas disruptivas o disociales, transgresoras de las normas sociales y de los derechos básicos de los demás. Son conductas desajustadas que se manifiestan en un grado tal que suponen un riesgo evidente de daños y perjuicios graves tanto para si mismos como para los demás. • Así, este recurso está destinado a menores que manifiestan comportamientos disociales que no pueden abordarse desde el tratamiento ambulatorio, con fracasos repetidos en otras modalidades terapéuticas y que presenten problemas psicopatológicos no derivados de un consumo/policonsumo severo, de psicosis agudas o de patologías estructurales crónicas.
EL MODELO DE ATENCIÓN (I) • El modelo de atención en los centros especializados se basa en la intervención especializada en un sector de población adolescente con trastornos de comportamiento o de la conducta. La línea de actuación esta basada en la integración de disciplinas, límites, trabajo en equipo, normalización, profesionalidad, formación permanente y respeto. • El tipo de tratamiento, en acogimiento residencial, consta de diferentes niveles de intervención terapéutica, desde antes del ingreso hasta el seguimiento post-alta. Estos son: • Programa de Valoración Inicial y Adaptativo al Ámbito Residencial: Dota al menor residente de una contención emocional y conductual que requiere una mayor supervisión tanto clínica como educativa para ajustarlo a la realidad actual en la que se encuentra . Facilita una intervención muy individualizada que, a muy corto plazo, lo integra en el ámbito básico residencial para tener expectativas de futuro.
EL MODELO DE ATENCIÓN (II) • Programa Básico Residencial: Proporciona un contexto de atención y protección respondiendo a las necesidades de los menores que precisan de una atención residencial pero que ya no requieren una intervención especializada. El fin último es el retorno con la familia, y si se estima necesario, la derivación a otro recurso. • Programa de Preparación para la Vida Autónoma: Proporcionará atención y apoyo a los menores en el desarrollo de las habilidades esenciales para su integración en la comunidad como sujetos autónomos. Se llevará a cabo con aquellos menores que no tengan un referente estable, o bien en los casos en los que no sea recomendable el retorno con la familia; en ambos casos, la mayoría de edad debe de estar cercana (aproximadamente, a partir de los dieciséis años). • Los objetivos de trabajo abarcan distintas áreas: clínica, académico-laboral, socio-comunitaria, ocio y tiempo libre, sanitaria y familiar. Todas estas áreas se abordan desde dos vertientes principales, la educativa y la clínica con una intervención individualizada y tutorizada en marcada dentro de una intervención grupal.
Itinerario de la intervención individual del menor Fase de Integración Fase de Autonomía Fase de Hogar
ORGANIGRAMA GENERAL DEL CENTRO ESPECIALIZADO VALLE DE CAYÓN COORDINADORES
INTERVENCIÓN PSICOEDUCATIVA. ASPECTOS GENERALES • Dentro de la labor psico-educativa es fundamental la intervención en todos los ámbitos de la vida diaria, no sólo a nivel formativo, mediante la asistencia a centros educativos, IES, cursos de formación laboral, etc, sino también de relación e inserción mediante talleres de habilidades sociales, desarrollo de la competencia social, de vida cotidiana, etc. • Desde este recurso se busca en todo momento el que los menores no queden aislados de una sociedad en la que tienen que reintegrase. Por esto tratamos de favorecer la intervención en ámbitos lo más normalizados posibles. • Una característica de la intervención es la continua revisión y adaptación a la población que reside en el centro. • Por este motivo es importante protocolizar y unificar pautas de actuación a seguir con cada menor dentro de una normativa general que se flexibiliza para cada caso y circunstancia mediante diferentes niveles de concreción. • La manera de abordar estos principios de intervención es mediante diferentes áreas: familiar, social, clínica y educativa. • La intervención sigue diferentes fases que determinan en cada momento la evolución, progresos, etc de cada menor. • La intervención precisa de una serie de actuaciones comunes y generales para todos los menores y que permiten al equipo y al menor conocer la norma y pauta de actuación en cada momento. Esto facilita, debido a la gran cantidad de personal que interviene con los menores, el dejar de manera clara y precisa una unidad de criterios básicos. Por esto es primordial protocolizar cada una de ellas de forma que la intervención sea coherente y consistente lo cual le da al menor la seguridad y contención necesaria y asegura que esta sea eficaz y que se alcancen los objetivos que con él se marcan. • Dichos protocolos orientan la labor de los profesionales que intervienen directamente con los menores desde su ingreso hasta el alta, durante las diferentes fases de ingreso, intervención y alta.
El objetivo principal de esta 1ª fase es estar preparados para acoger al menor en circunstancias adversas, con niveles de agresividad e impulsividad muy altos, intentos autolíticos graves o graves alteraciones del comportamiento. Fase de Valoración Diagnóstica Educativa y Clínica. Consiste en introducir al chic@ en la dinámica del Centro. Conocimiento de normas y límites del Centro. El menor tendrá una duración de estancia flexible, acorde al cumplimiento de objetivos. La intervención educativa será prioritaria a la de seguridad Grupo de máxima supervisión del menor. Salidas al recinto (talleres o actividades) con acompañamiento educativo. Tiempo Libre con acompañamiento educativo. Salidas educativas/culturales y recreativas con acompañamiento educativo. Visitas y permisos familiares con acompañamiento educativo. Traslados a recursos externos o tratamientos ambulatorios a cargo del equipo educativo. Realización de Talleres y Formación Académico-Laboral. Estabilizar psicológicamente, emocionalmente y físicamente al menor. Activar el pensamiento y comprensión del menor acerca del por qué de su ingreso. Adquirir hábitos básicos de higiene, salud, alimentación, comportamiento, relaciones y actitud. Proceder al cambio de patrones de conducta mediante un mayor control y marcaje educativo. Alcanzar una reducción del nivel de agresividad, impulsividad y resistencia a la intervención. Fases de Intervención: Criterios específicos Integracion Integracion Consideraciones generales Este periodo de adaptación o integración, proporciona información para realizar una valoración diagnóstica social, educativa y clínica del menor. Su duración de estancia en esta fase o módulo comprenderá desde el momento de su ingreso hasta un mes, siempre en función del cumplimiento de 3 objetivos semanales consecutivos más un 4º objetivo cualitativo que nos dé un indicador de valoración sobre los niveles de desadaptación del menor y del momento evolutivo en cuanto a que su proceso de superación facilite el trabajo reflexivo y emocional en la siguiente fase. Siempre atendiendo al interés general del menor, se valorará otra duración de su estancia en esta fase. Objetivos generales Objetivos concretos
El objetivo principal en esta fase es el de conseguir que el menor adquiera un pensamiento reflexivo sobre su realidad personal y familiar, identificando aquellos comportamientos, actitudes y situaciones que generan desbordamiento en el medio normalizado. Concienciación de su problemática Procesos de responsabilización de sus actos, pensamientos, actitudes y esfuerzos. Procesos de asunción de consecuencias. Aprendizaje de la mediación para conseguir sus fines. Adecuación de metas y fines a su realidad, sus posibilidades y sus limitaciones. Adquisición de hábitos, comportamientos y actitudes que impliquen un mayor nivel de asertividad. Trabajo de la afectividad, sentimientos y emociones para la adecuación a su realidad personal. Se trabaja la confianza del menor, contemplando una mayor amplitud en las actuaciones y decisiones del menor (se reduce el control educativo, aunque no se le deja plena autonomía). Mayor trabajo en el proceso de interiorización del autocontrol. Realización de Talleres y Actividades en el Centro. Visitas con supervisión educativa Salidas educativas/culturales y recreativas con supervisión educativa Traslados a recursos externos, tratamientos ambulatorios a cargo del equipo educativo. Potenciar el desarrollo madurativo del chic@. Desarrollar y adecuar el aspecto psico-afectivo del chic@, fortalecer autoestima. Dar y mostrar herramientas al menor para trabajar los procesos de responsabilización y de confianza hacia su entorno y hacia si mismo Desarrollar una mayor competencia psico-social en el chic@ Centrar y motivar el diseño de expectativas más positivas y reales a sus capacidades y cualidades. Dar un sentido lógico y un contenido sustancial al proyecto de vida del chic@. Proceder a la activación de pensamientos reflexivos que favorezcan su crecimiento personal. Fases de Intervención: Criterios específicos Autonomia Autonomia Consideraciones generales En esta siguiente etapa, los menores se integran en un primer momento de transición, en la que superarán un 1er Bloque de 3 objetivos cumplidos consecutivos más 1 objetivo cualitativo que nos den indicadores de valoración sobre la reducción o resolución de aspectos problemáticos que le desadaptan en el medio normalizado. Una vez superado este momento de transición, se valorará el siguiente proceso de superación que facilite el trabajo prosocial y afectivo del menor con el cumplimiento de otros 3 Bloques de objetivos Objetivos generales Objetivos concretos
El objetivo principal de esta 3ª fase es el de conseguir que todos los objetivos conseguidos en las fases anteriores sean aplicados de forma efectiva en un medio normalizado. Asunción de responsabilidades con respecto al centro, familia, grupo de iguales y personal. Gestión autónoma social, cultural y de ocio Realización del máximo posible de actividades formativas, laborales y de ocio externas al centro. El menor, al haber adquirido ya un control interno, se intervendrá en esta fase hacia el traslado de responsabilidades con un mínimo de supervisión externa. El Tutor pasará a ser un acompañante y orientador del menor. Preparación de la salida del chic@. Desarrollar la capacidad autocrítica y crítica para ampliar el abanico de decisiones. Orientación hacia un itinerario formativo socio-laboral o educativo adecuado y acorde a la realidad del chic@. Potenciar y consolidar la socialización del chic@ en un marco de mayor normalización. Preparar la salida del centro de forma progresiva y con la participación del chic@. Fases de Intervención: Criterios específicos Hogar Hogar Consideraciones generales En esta fase se desarrollará con el menor un programa específico de autonomía personal y cotidiana (preparación para la vida independiente), en el que el menor deberá afianzar su momento evolutivo autónomo y normalizado mediante la superación de créditos a conseguir en cada uno de los ámbitos o aspectos sociales, individual, de vida cotidiana, de responsabilidad, etc. Objetivos generales Objetivos concretos
Procedimiento Evolución fases (I) El proceso de evolución en cada una de las fases atiende a una valoración cualitativa y cuantitativa de objetivos que se plantean al menor. Estos objetivos son planteados por el Tutor y evaluados por el Equipo Educativo, Equipo Clínico-Técnico y Dirección en Reunión de Equipo de frecuencia semanal. • CARACTERÍSTICAS DE LOS OBJETIVOS: • Los objetivos que se plantean en Tutoría son medios concretos y específicos para conseguir los Objetivos del PEI. • Los objetivos que se plantean al menor deberán estar dentro del marco de los objetivos generales de cada una de las fases. • A la hora de marcar objetivos con el menor, el Tutor deberá reflexionar sobre las dificultades que presenta y deberá orientarlas a los objetivos que se han marcado en el PEI, posibilitando un objetivo concreto o específico que le facilite la adquisición o consecución de objetivos más amplios. • En la Fase de Integración, el Tutor marcará exclusivamente los objetivos al menor; en la Fase de Autonomía, el planteamiento de objetivos vendrá dado mediante una negociación con el menor; y en la Fase de Hogar, el Tutor marcará un objetivo y el menor se marcará otro reflexionado y autorizado por el Tutor. • No se formularán objetivos que conlleven no tener sanciones o medidas educativas. • Los objetivos se formularán siempre de forma constructiva y positiva, se evitará la utilización del “No”.
Procedimiento Evolución fases (II) • Cuando se plantee un objetivo de Reducción, tendrá que concretarse cual es el mínimo y máximo al que el menor puede llegar para el cumplimiento del objetivo. • Se podrán plantear objetivos de cumplimiento en el ámbito familiar durante los permisos al domicilio. • El modo de consecución o no de los objetivos se valorará por colores, para una mejor comprensión por parte del menor: • >>Verde: el menor ha cumplido de forma óptima el objetivo • >>Amarillo: el menor se ha esforzado pero no ha llegado a cumplirlo • >>Rojo: el menor no ha cumplido el objetivo • Cuando se dé la circunstancia de que un menor haya cumplido un objetivo pero también haya incurrido en una conducta perjudicial o gravemente perjudicial para la convivencia, éste objetivo pasará a ser Rojo automáticamente. • Cuando el objetivo sea Rojo, se deberá repetir de forma continuada o en otro momento. Si persiste en el incumplimiento se reformulará el objetivo. • Cuando el objetivo sea Amarillo, se ampliará la temporalización del mismo para la plena consecución o se podrá incluir en otro objetivo más amplio, cuyo cumplimiento conllevaría la plena consecución del anterior. • Cada objetivo cumplido puede conllevar a un refuerzo material o espacio-temporal previamente acordado entre Tutor y menor.
Procedimiento Evolución fases (III) • El medio o instrumentos de evaluación de los objetivos lo propondrá el Tutor en coordinación con el Equipo Clínico y Dirección, siempre buscando herramientas que puedan objetivizar y globalizar la evaluación; éstas podrán consistir en: • Observación Directa o Indirecta: se responsabilizará a un educador en concreto de cada turno para observar al menor en el proceso del objetivo y éste registrará su valoración en el Parte Diario. • Cuadrante de Registro Supervisado: Los educadores de cada turno se responsabilizarán de firmar o cumplimentar el cuadrante en función del cumplimiento del objetivo. • Cuadrante de Registro Autónomo: El menor deberá cumplimentar o rellenar el cuadrante en función del cumplimiento del objetivo. Paralelamente se rellenará otro, deberá ser contrastado con el Cuadrante de Registro Supervisado. • Economía de Fichas: Según la temporalización, se darán refuerzos breves en función del cumplimiento del objetivo hasta completar la consecución. • Diario Personal: El menor registrará de forma reflexiva el cumplimiento del objetivo diariamente temporalizando turno, actividades, etc.
INTERVENCIÓN GRUPAL. ACTIVIDADES (I) • Dada la tipología de los menores usuarios de este recurso, las características del Centro son relevantes en la intervención psicoeducativa del menor para: • Dotar de una contención desde la estructura arquitectónica que pueda ofrecer el Centro (Módulo A). • Delimitar espacios para realizar las actividades diarias bien diferenciadas. • Estructurar y planificar el tiempo del menor estableciendo un horario diario. • Aplicar una normativa, tanto disciplinaria como de convivencia, interna de funcionamiento. • Área Académica-Laboral: • El Aula: Se distinguen menores en edad escolar y menores que superan dicha edad y entran en el programa de Garantía Social. • El Centro Educativo (C.P. o I.E.S.) para aquellos que puedan asistir. • Taller de Jardinería/Huerto • Taller de Mantenimiento • Taller Acondicionamiento Centro (Menores que superan la edad de escolarización Obligatoria). • Taller de Tecnología y Decoración (Menores en edad escolar Obligatoria). • Taller de Informática. • Formación, Inserción y Orientación Laboral. (Menores que superan la edad de escolarización Obligatoria).
INTERVENCIÓN GRUPAL. ACTIVIDADES (II) • Área Socio-Comunitaria: • Taller de Habilidades Sociales. • Taller de Gestión de Vida Cotidiana. • Taller de Higiene y Salud. • Educación Musical • ASAMBLEA DE MENORES. • Área Ocio y Tiempo Libre: • Taller de Juegos/Deportes. • Taller de Habilidades Expresivas • Taller de Videofórum • Taller de Salidas Recreativas. • Taller de Educación en Valores
INTERVENCIÓN EN CRISIS • Crisis: situación de estrés vital grave en la que se ven superados los mecanismos psicológicos del individuo para hacer frente y adaptarse a la situación que se le presenta. Puede desembocar en una agitación si en ese momento no se maneja adecuadamente. • Agresión inminente: la violencia es inminente cuando alguna amenaza (real o percibida) a la integridad física o psicológica del individuo, le ha producido mucha rabia y miedo, y la persona piensa que ha perdido el control. Son situaciones de riesgo aquellas en las que se le comunica a un menor que se le va a tratar, contener o separar, contra su voluntad. • Agitación: Fuerte tensión que se manifiesta tanto motora como psíquicamente. En lo motor aparece una gran actividad física generalmente sin finalidad concreta. Psíquicamente se muestra por gran ansiedad y expresiones emocionales intensas. Puede acompañar o preceder a la violencia y supone un alto riesgo de agresión.
Protocolo de Detección e Intervención ante conductas extrañas