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El síndrome de apneas del sueño grave aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y el tratamiento con CPAP nasal parece revertirlo.
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El síndrome de apneas del sueño grave aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y el tratamiento con CPAP nasal parece revertirlo Marin JM, Carrizo SJ, Vicente E, Agusti AGN. Long-term cardiovascular outcomes in men with obstructive sleep apnoea-hypopnoea with or without treatment with continuous positive airway pressure: an observational study. Lancet 2005; 365: 1046-1053. AP al día[ http://www.apaldia.com/resumenes/resumen.php?idresumen=47]
Antecedentes • El síndrome de apneas obstructivas del sueño (SAOS), afecta al 4% de los varones y al 2% de las mujeres de edad media • En diferentes estudios se ha asociado a un aumento de la morbimortalidad por enfermedades cardiovasculares y por accidentes de tráfico. • Todos estos trabajos adolecen de problemas metodológicos. La asociación observada desaparezca cuando se ajusta por la presencia de la obesidad.
Objetivo • Conocer si la gravedad del SAOS o el ronquido simple influye en el riesgo cardiovascular y si el tratamiento con CPAP nasal modifica en el pronóstico.
Diseño (1) • Los autores reclutaron a los pacientes varones con SAOS o ronquido simple derivados a la unidad de trastornos del sueño del Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza) entre 1992 y 1994. • Se recomendó el tratamiento con CPAP nasal a los que tenían un índice de apneas-hipopneas (IAH) > 30 o si era 5-30 y presentaba una somnolencia diurna importante que interfería con sus actividades diarias, poliglobulia o insuficiencia cardíaca. • Al resto de los pacientes con SAOS se les ofreció tratamiento conservador.
Diseño (2) • A los pacientes con un IAH<5 se les clasificó como roncadores simples. • Para cada uno de los pacientes que rechazaron el tratamiento con CPAP nasal se seleccionaron 1-2 controles sanos apareados por edad y por IMC.
Diseño (3) • A todos los individuos se les practicó: • polisomnografía, • exploración general, • análisis básico • ECG • se les registró el consumo de tabaco y alcohol • se examinó su historia clínica registrando la presencia de: • HTA, • Diabetes • enfermedades cardiovasculares.
Diseño (4) • A los pacientes que aceptaron el tratamiento con CPAP nasal se les practicó una segunda polisomnografía para la monitorización de la misma. • Se suspendió el tratamiento con CPAP nasal si era utilizado menos de 4 h cada noche. • Se visitó a los participantes al menos una vez al año hasta 2003.
Diseño (5) • El criterio de evaluación principal fue: • eventos cardiovasculares fatales muerte por : • infarto de miocardio, • AVC • eventos cardiovasculares no fatales: • infarto de miocardio, • AVC, • cardiopatía isquémica que precisase revascularización o angiografía trasluminal.
Resultados (2) Números de eventos por 100 pacientes-años.
Resultados (3) • Los pacientes con SAOS grave no tratada tuvieron significativamente más muertes y eventos no mortales por enfermedades cardiovasculares que los pacientes sanos. • Esta relación se mantuvo en el análisis multivariante tras ajustar los resultados por los principales factores de riesgo cardiovascular.
Resultados (4) • A los 52 pacientes que no cumplieron con el tratamiento con CPAP nasal se les ofrecieron medidas alternativas (en más de la mitad de los casos, quirúrgicas), pero mostraron una incidencia de eventos similar a la de los pacientes con SAOS grave no tratados.
Conclusiones • Los autores concluyen que la presencia de un SAOS grave aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y que el tratamiento con CPAP nasal es capaz de revertirlo.
Comentario (1) • El hecho de que la asociación entre el SAOS grave y el aumento de mortalidad se mantenga después de ajustar los resultados por la presencia de otros factores de riesgo cardiovascular permite superar algunos de los problemas metodológicos de los trabajos previos que impedían hacer afirmaciones claras en ese sentido.
Comentario (2) • Es interesante la observación de que los pacientes tratados con CPAP nasal (y no con otras formas de tratamiento) presentaban una morbimortalidad cardiovascular similar a la de los controles sanos. • Al tratarse de un estudio de cohortes y no de un ensayo clínico los resultados de este estudio no permiten afirmar que exista una relación de causa a efecto entre el tratamiento y la reducción de la morbimortalidad.
Comentario (3) • Es posible que los individuos de los grupos de pacientes que aceptaron el tratamiento y de los que no difiriesen en otros aspectos aparte los factores de riesgo cardiovascular. • Por otro lado, es difícil que en un futuro se pueda disponer de datos de ensayos clínicos controlados, por problemas éticos.