E N D
2. MOTIVACIONES PARA HACER EL ESTUDIO Estudio de la OMS – Año 2000: Mujeres de 15 a 49 años que han sido alguna vez violentadas física o sexualmente por sus parejas:
51% en Lima 69% en Cusco
Lima: por niveles económicos:
Alto y medio alto 40.4%;
Medio 48.5%;
Bajo 54.6%
Todos los niveles educativos:
Sin educ. y prim Secundaria Superior
Lima: 60.9% 60.5% 38.9%
Cusco: 70.9% 71.4% 57.6%
3. LA PREGUNTAS QUE NOS MOTIVARON ¿Qué hacer desde el lado de los hombres, principales protagonistas del problema?
¿Qué interpretación le dan a su violencia?
Condena y ejercicio de la violencia
Malestar en su ejercicio y práctica violenta
Procesos que siguen hombres que no violentan
4. LA POBLACION DEL ESTUDIO Relatos de vida de hombres de 25 a 49 años de sectores populares de Lima y Cusco
Con experiencia de vida en pareja
Tres tipos de hombres:
Quienes violentan física y/o sexualmente
Quienes buscan no ejercer violencia
Quienes violentan emocionalmente
5. EL CONTEXTO SOCIAL EN EL QUE SE CRIARON Aprendieron desde muy pequeños:
Privilegios del padre y subordinación de las mujeres
Potestad en el uso de la violencia del padre, para imponer su voluntad
Represión de sentimientos que denotan vulnerabilidad. Preparación del rol dominante
Ser ridiculizados y humillados por expresarlos
6. Aprendieron que su masculinidad depende: De su autoridad sobre las mujeres
De su capacidad de cuidar la sexualidad de sus mujeres
De la demostración constante de que no han dejado de ser hombres
De no ser desenmascarado como un fraude de hombre. Principal humillación
7. LOS HOMBRES QUE EJERCEN VIOLENCIA FISICA Y/O SEXUAL Usada cuando su hegemonía se rompe.
Gran malestar por quiebra de modelo internalizado de ser hombres
Reconocen que pegar es malo, no correcto
Pero, no hacerlo significa humillación y desvalorización social
Tales sentimientos se anteponen a sus remordimientos
8. ¿Qué está en juego para ellos? Violencia: no solo conductas aprendidas para mantener autoridad y privilegios
Aspectos cruciales de autoestima y de reconocimiento social de su masculinidad.
Significa la lucha por la supervivencia de su identidad masculina.
9. Historias de dolor agravan la violencia Historias de abandono, humillaciones y carencia de afectos
Mayor inseguridad y baja autoestima
Propensión mayor a interpretar conductas femeninas como amenazantes a su poder.
Esto les ocasiona a la vez malestar permanente y temor a la humillación.
Buscan no revivir dolor desde la infancia.
10. ¿Solo quienes cargan esas historias pueden ser agresores? No, también otros, aunque de manera menos repetitiva
En todo hombre machista hay malestar ante cuestionamientos a su autoridad
Todo hombre que comparta esa cultura es un potencial agresor
Utilizará violencia física, cuando las otras más sutiles no funcionen
11. El logro de los objetivos de la violencia física Si logran someter, malestares disminuyen y “todo marcha bien”
No identifican sentimientos de dolor, pena, de las personas, pues no lo hacen en ellos.
Cuando no logran someter, el espiral de la violencia crece y malestares se acumulan.
12. Violencia física reflejo de la debilidad del sistema de dominación Crea condiciones para estrategias de resistencia femenina más efectivas, como el abandono.
Violencia física y/o sexual es un recurso desesperado para mantener poder
Es reflejo de debilidad del sistema de dominación masculina
13. LOS HOMBRES QUE EJERCEN VIOLENCIA EMOCIONAL Catalogan sus relaciones de armónicas.
Poder y hegemonía abrumadora. Todo funciona como esperan.
No les produce remordimientos ni inseguridades, ni malestares.
Están cómodos en sistema patriarcal y son los más reticentes a cambios.
Es uno de los baluartes del sistema
14. HOMBRES QUE BUSCAN RELACIONES EQUITATIVAS Y SIN VIOLENCIA Muestran posibilidad de otro modelo de ser varón.
Vidas no libres de contradicciones: incoherencias en relaciones de género.
Sus esfuerzos equitativos pesan más.
Vivencias familiares libres de violencia: relaciones democráticas y de afecto juegan rol fundamental.
15. Otras experiencias tempranas también contribuyen Otras experiencias más gratificantes de familia y de ser hombre.
Disciplinas de control del cuerpo y del espíritu, con filosofía de tolerancia y paz.
A veces no cuestionan creencias machistas.
Reprimen violencia, pero sigue malestar.
Evaden conflictos, y crean malestar permanente dentro de la pareja.
16. Entender la violencia desde el lado de los agresores No es complicidad con ellos.
Es entender sus emociones, develar creencias que están detrás, cuestionarlas y dar nuevo significado al ser hombre.
No los compadecemos o queremos igualar su situación a la de las mujeres
Entender que su poder es contradictorio pues hay también dolor. Pistas el trabajo.
17. Algunos elementos que mejoren la estrategia de lucha contra la violencia hacia la mujer