160 likes | 301 Views
Diez dilemas 2da parte. Por Stephen R. Covey. ¿Cómo liberamos la creatividad, talento y energía de la mayoría de las personas cuyos trabajos no requieren recompensas o recursos similares? .
E N D
Diez dilemas 2da parte Por Stephen R. Covey
¿Cómo liberamos la creatividad, talento y energía de la mayoría de las personas cuyos trabajos no requieren recompensas o recursos similares?
Virtualmente todos nos relacionamos con esta clara evidencia de que los actuales paradigmas son inadecuados.
Cuando a tres hombres, un francés, un japonés y un estadounidense se les concedió un último deseo, el francés quiso escuchar el himno de su país por última vez; el japonés quiso dar un último discurso de calidad; y el estadounidense dijo, “por favor, primero dispárenme.”
El problema es que le dispararon y no pudo escuchar el discurso del japonés: “Ganaremos, porque las semillas de sus errores radican en su manera de pensar, nuestro concepto es que el liderazgo es el arte de movilizar y energizar los recursos creativos e intelectuales de la gente en todos los niveles de la organización."
¿Ahora, qué clase de paradigma necesitarías para liberar esas capacidades y recursos?
Necesitarías un paradigma holístico que abarque a la totalidad de la persona, sus motivaciones, mentes, actitudes, cuerpos, lealtades y también con el ambiente organizacional en su totalidad y todas las fuerzas que afectan a las personas para liberar o inhibir sus talentos y energías.
El presente paradigma de dirección se enfoca en la parte económica que es incompleta y depende del sistema de motivación de la zanahoria atada. No destapa nuestros más profundas creencias y recursos.
El paradigma de autoritarismo benevolente dice, “Se lo que es mejor para ti. Seré bueno contigo pero no voy a pedirte tu opinión ni voy a escucharte.”
ChuckColson encontró que la gente que estaba realizando trabajos en las prisiones soviéticas, tenía más dignidad humana que muchas de las personas que trabajaban en las fábricas estadounidenses, mismas que ocupaban puestos políticos.
El trabajo, en sí, dio dignidad a las personas. Tenemos una profunda necesidad de significado, involucramiento y de ser valorados y que confíen en nosotros.
Para resolver este dilema, debes trabajar de adentro hacia afuera en todos los niveles: honradez interpersonal; facultamiento, así no necesitarás tener reglas que reemplacen el juicio humano; y alineamiento organizacional.
Muchas estructuras organizacionales se enfocan en el corto plazo, pensando en independencia, no interdependencia, en trabajos estrechamente definidos, en eficiencia, no efectividad, en expandir el control y dividir el trabajo, no en grados de liberación e innovación.
Si tienes una cultura de baja confianza, necesitas alto control, construido en el diseño de puestos. Pero esto frecuentemente solo insulta y explota a la gente porque los paradigmas que lo engendran vienen del feudalismo.
Tal vez digamos que valoramos la democracia, pero practicamos y recompensamos la autocracia.