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PRECIPITACIÓN En meteorología, la precipitación es cualquier forma de hidrometeoro (fenómeno que tiene lugar en la atmósfera o en la superficie del globo) que cae del cielo y llega a la superficie terrestre. Esto incluye lluvia, llovizna, nieve, granizo, pero no neblina ni rocío. La cantidad de precipitación sobre un punto de la superficie terrestre es llamada pluviosidad. La precipitación es una parte importante del ciclo hidrológico y es responsable por depositar agua fresca en el planeta. La precipitación es generada por las nubes, cuando alcanzan un punto de saturación; en este punto las gotas de agua creciente (o pedazos de hielo) se forman, y caen a la tierra por gravedad. Es posible inseminar nubes para inducir la precipitación rociando un polvo fino o un químico apropiado (como el nitrato de plata) dentro de la nube, generando las gotas de agua e incrementando la probabilidad de precipitación. • La determinación de los valores precipitados para cada una de las modalidades mencionadas se efectúa con instrumentos especiales estandarizados y registrándose los valores en horarios preestablecidos, con la finalidad de que los valores indicados para localidades diferentes sean científicamente comparables. • La precipitación pluvial se mide en mm, que equivale al espesor de la lámina de agua que se formaría, a causa de la precipitación sobre una superficie plana e impermeable.
Los instrumentos más frecuentemente utilizados para la medición de la lluvia y el granizo son los pluviómetros y pluviógrafos, estos últimos se utilizan para determinar las precipitaciones pluviales de corta duración y alta intensidad. Estos instrumentos deben ser instalados en locales apropiados donde no se produzcan interferencias de edificaciones, árboles, o elementos orográficos como rocas elevadas. A partir de 1980 se está popularizando cada vez más la medición de la lluvia por medio de un radar meteorológico, los que generalmente están conectados directamente con modelos matemáticos, que permiten así determinar la lluvia y los caudales en tiempo real, en una determinada sección de un río. La isoyeta es una curva que une los puntos, en un plano cartográfico, que presentan la misma precipitación en la unidad de tiempo considerada. Así, para una misma área, se pueden diseñar un gran número de planos con isoyetas, por ejemplo: isoyetas de la precipitación media de largo período del mes de enero, febrero, etc., o las isoyetas de las precipitaciones anuales.
Un climograma es un gráfico en el que se representan las precipitaciones y las temperaturas de un lugar en un determinado período de tiempo (habitualmente un año y por períodos mensuales). También puede denominarse diagrama climático. El climograma es un gráfico de doble entrada en el que se presentan resumidos los valores de precipitación y temperatura recogidos en una estación meteorológica. Se presentan en cada mes del año la precipitación total caída durante el mes y la temperatura media mensual (media de la temperatura media diaria de cada día del mes, y esta, a su vez, media de la máxima y la mínima en 24 horas), ambas variables en forma de datos medios sobre un número amplio de años observados: unos treinta si se quiere obtener conclusiones climáticas significativas, unos cinco si se quieren estudiar las tendencias coyunturales, o también de un sólo año. Los climogramas tienen un eje de abscisas donde se encuentran los meses del año, un eje de ordenadas a la izquierda (normalmente) donde se encuentra la escala de las temperaturas y un eje de ordenadas a la derecha donde se encuentra la escala de las precipitaciones. Aunque a veces no se haga así, la escala de precipitaciones debe ser siempre el doble que la de temperaturas si se quiere que el climograma represente correctamente la existencia o no de estación seca, ya que según el índice de Gaussen el índice de aridez está definido por: Precipitaciones en mm = Temperaturas en º C x 2 (si las precipitaciones en mm son inferiores al doble de la temperatura media en grados centígrados, el mes es seco, mientras que no lo es si resulta una cifra mayor).
En el climograma clásico las temperaturas se presentan en una línea y las precipitaciones en barras. Normalmente se añaden los datos de las precipitaciones medias anuales y la temperatura media anual.
VIENTOS El viento es aire que se mueve de un lugar a otro, bien sea de una ligera brisa o de un fuerte huracán. Tiene una procedencia directa de la energía solar. El calentamiento desigual de la superficie de la Tierra produce zonas de altas y bajas presiones, este desequilibrio provoca desplazamientos del aire que rodea la Tierra dando lugar al viento. En verano y durante el día, el Sol calienta el aire sobre la tierra firme más que el que está sobre el mar. El aire continental se expande y eleva, disminuyendo así la presión sobre el terreno, provocando que el viento sople desde el mar hacia las costas. Lo contrario ocurre durante la noche, especialmente en invierno, donde la tierra se enfría más rápidamente que el mar. • El viento produce energía porque está siempre en movimiento. Se estima que la energía contenida en los vientos es aproximadamente el 2% del total de la energía solar que alcanza la Tierra. El contenido energético del viento depende de su velocidad. • Cerca del suelo, la velocidad es baja, aumentando rápidamente con la altura. Cuanto más accidentada sea la superficie del terreno, más frenará ésta al viento. Es por ello que sopla con menos velocidad en las depresiones terrestres y más sobre las colinas. No obstante, el viento sopla con más fuerza sobre el mar que en la tierra.
El instrumento que mide la velocidad del viento, es el anemómetro, generalmente está formado por un molinete de tres brazos, separado por ángulos de 120º que se mueve alrededor de un eje vertical. Los brazos giran con el viento y accionan un contador que indica en base al número de revoluciones, la velocidad del viento incidente. La velocidad del viento se mide preferentemente en náutica en nudos y mediante la escala Beaufort. Esta es una escala numérica utilizada en meteorología que describe la velocidad del viento, asignándole números que van del 0 (calma) al 12 (huracán). Fue ideada por el Almirante Beaufort en el siglo XIX. El nudo, símbolo kn, es una medida de velocidad utilizada tanto para navegación marítima como aérea. Equivale a una milla náutica (NM) por hora. También se utiliza en meteorología para medir la velocidad de los vientos. 1 nudo = 1,151 millas (mph-mi/h) por hora = 1,852 km/h, es decir aproximadamente 0,5144 metros por segundo (SI).
Los vientos son nombrados en relación con las direcciones en las que soplan. Así se habla de vientos del Oeste, vientos del Este, vientos del Noreste, etc. La dirección del viento depende de la distribución y evolución de los centros isobáricos; se desplaza de los centros de alta presión (anticiclones) y su fuerza es tanto mayor cuanto mayor es el gradiente de presiones. La determinación de la dirección y velocidad del viento se realiza a partir del estudio de la distribución de la presión atmosférica en la geografía terrestre, es decir a partir de los mapas isobáricos, donde existen dos principios generales: • El viento va siempre desde los anticiclones a las borrascas. • Su velocidad se calcula en función de lo juntas o separadas que estén las isobaras en el mapa. Cuanto más juntas estén las isobaras, más fuerza tendrá el viento y cuanto más separadas, menos. El viento, cuando sopla con fuerza, recibe distintos nombres, según las diferentes áreas del mundo: ciclones, huracanes, tornados, etc. • El tornado es un violento embudo giratorio de nubes, y son muy frecuentes en Norteamérica. Cuando el viento supera los 119 km/h se llama huracán, ésta palabra viene del nombre del dios de la tormenta de la mitología maya. En el océano Pacífico estas tormentas se llaman tifones y en Australia son conocidas como Willy Willies.
Todos los distintos movimientos de aire que se producen en la Tierra, toman como referencia las áreas en que se divide el globo: dos áreas polares cubiertas por vientos polares del Este, dos franjas donde se producen los vientos del Oeste y dos zonas de vientos alisios, que producen los vientos alisios del Noreste y Sureste. Teniendo en cuenta esto, los vientos se clasifican en cuatro tipos: • Vientos globales: Son las líneas generales de movimiento del viento en el mundo, ya que se generan por la diferencia de calor en las grandes masas de la tierra y el agua. • Vientos estacionales: Las estaciones se forman por el giro de la Tierra según se acerca al Sol. Las estaciones ocasionan diferencias anuales en los sistemas meteorológicos en el mundo, ya que tanto la tierra como el agua se calientan a distintos niveles a lo largo del año. • Vientos locales: Donde existen dos categorías: • El viento que sólo se siente en una zona porque la forma de la Tierra o su situación con respecto a una masa de agua genera un movimiento de aire específico. • Viento que la gente de una zona considera propio, a pesar de que puede haberse originado muy lejos de esa zona. • Vientos giratorios: Suelen ser los más dramáticos de todos los movimientos de aire. Tienen distintas formas y tamaños que van desde el destructivo huracán al más pequeño remolino de polvo.
El ciclón es un remolino gigantesco que cubre cientos de miles de kilómetros cuadrados y tiene lugar, primordialmente, sobre los espacios oceánicos tropicales. Cuando las condiciones oceánicas y atmosféricas propician que se genere un ciclón tropical, la evolución y desarrollo de éste puede llegar a convertirlo en huracán. El tornado es un torbellino violento que se extiende desde las nubes hasta la superficie terrestre. Los tornados se desplazan rápidamente y sus vientos pueden alcanzar velocidades de 400 kilómetros por hora (250 millas por hora) o más, cambian de dirección de forma errática y causan gran destrucción. Algunas veces ocurren durante una tormenta eléctrica o un huracán. Cuando ocurren sobre océanos o lagos se llaman trombas. Este tipo de tornado tiene una menor velocidad de rotación y afecta a zonas menos pobladas, por lo que tiene un menor poder destructivo. Las trombas son más comunes en el Sureste de Estados Unidos y particularmente en el Golfo de México, pero pueden crearse sobre cualquier cuerpo de agua tropical y convertirse en tornados al llegar a tierra firme. El huracán es una tormenta fuerte que se forma en el mar y suele provocar vientos con velocidades superiores a 100 km/h. Aunque con frecuencia llegan a ser altamente destructivos, los huracanes forman parte importante del sistema de circulación atmosférica, que provoca el movimiento de calor de las regiones cercanas al ecuador hacia mayores latitudes. Pueden durar varios días antes de disiparse.
La escala de huracanes de Saffir-Simpson es una escala que clasifica los ciclones tropicales según la intensidad del viento, desarrollada en 1969 por Herbert Saffir y el director del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, Bob Simpson. La escala original fue desarrollada por Saffir mientras pertenecía a una comisión de las Naciones Unidas dedicada al estudio de las construcciones de bajo coste en áreas propensas a sufrir huracanes. Apreciando la utilidad de la escala sismológica de Richter para describir terremotos, inventó una escala de cinco niveles, basada en la velocidad del viento, que describía los posibles daños en edificios. Saffir cedió la escala al NHC; posteriormente Simpson añadiría a la escala los efectos del oleaje e inundaciones. No son tenidas en cuenta ni la cantidad de precipitación ni la situación, lo que significa que un huracán de categoría 3 que afecte a una gran ciudad puede causar muchos más daños que uno de categoría 5 pero que afecte a una zona despoblada. Además, a medida que un ciclón tropical se organiza, pasa por dos categorías iniciales. Éstas no están contenidas dentro de la Escala de Huracanes de Saffir-Simpson, pero clasifican a un ciclón tropical en formación y se utilizan como categorías adicionales a la misma. Son la Depresión tropical —un sistema organizado de nubes y tormenta eléctrica con una circulación cerrada y definida— y la Tormenta tropical —un sistema organizado de fuertes tormentas eléctricas con una circulación bien definida que muestra la distintiva forma ciclónica—.
* Cambiar kt por kn. Cuando la intensidad de un ciclón tropical supera la clasificación de Tormenta tropical, se convierte en un huracán. Las cinco categorías, en orden ascendente de intensidad son:
NOTA: La velocidad del viento está tomada como la media de un minuto. Los valores de la presión central son aproximados. La intensidad de los huracanes en los ejemplos es tomada en el momento de impacto con la costa, no en su momento de máxima intensidad (si es que era mayor en mar abierto).