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Las escuelas historiográficas (IV) El siglo XX.
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Las escuelas historiográficas (IV) El siglo XX
El siglo XX marca una crisis global del paradigma basado en los conceptos de progreso continuo e irreversible, las ideas optimistas acerca de la naturaleza racional del ser humano y de la ciencia como cumbre de la civilización. Las guerras mundiales y la crisis del primer tercio del siglo XX introducirán un pesimismo antropológico que se manifestará en distintos ámbitos, incluido el historiográfico.
Benedetto Croce (1866-1952) es el fundador de la escuela «presentista»: el conocimiento histórico, el sujeto y el objeto, constituyen una totalidad. El conocimiento y el compromiso del historiador están condicionados socialmente por su ideología. Croce niega la posibilidad del conocimiento histórico objetivo y afirma que la Historia no es más que una proyección del pensamiento del presente sobre el pasado. La historia siempre es presente, puesto que depende del punto de vista del historiador. En la Alemania de los años 20 aparece la primera teoría cíclica del siglo XX. Oswald Spengler (1880-1936) en «La decadencia de Occidente» buscó similitudes en la historia que le permitiesen construir ciclos de apogeo y decadencia que se repiten inexorablemente, lo que nos permite vaticinar el futuro. Todas las culturas y civilizaciones nacen, crecen y mueren.
Según Arnold Toynbee (1889-1975) la humanidad ha seguido vías de evolución divergentes, o paralelas, desde un enfoque cultural, representado por diferentes sociedades y civilizaciones. La historia de la Humanidad ha pasado por veintinueve civilizaciones, de las cuales sobreviven cinco: occidental, ortodoxa, hindú, islámica y extremo-oriental, a las que hay que añadir la japonesa y la ortodoxa rusa. Las civilizaciones pasan por tres estadios: uno de creación y desorden, otro de formación de un Estado y un Imperio, y otro de decadencia. La buena marcha de una civilización depende de si es capaz de resolver los problemas ambientales, pero dicha capacidad no depende de la sociedad sino de ciertas personas creadoras, de los grandes hombres, de la inteligencia de una minoría dirigente.
La escuela de los Annales se formó en Francia a partir de la publicación de la revista «Annales de Historia Económica y Social» en 1929. Los fundadores de la revista fueron Marc Bloch (1886-1944) y Lucien Febvre (1878-1956). La escuela de los Annales ataca los fundamentos de la escuela positiva, y tiene un claro compromiso social. No es una escuela marxista, aunque sí utiliza el materialismo histórico. Además, tiene claras influencias de la Geografía y la Sociología. Annales trata de comprender y explicar el pasado en todas sus dimensiones, utilizando todas las ciencias auxiliares sin limitaciones. De esta manera, se rompe el estrecho marco de la especialización. Por ejemplo, la Geografía, el marco natural se vuelve relevante, ya que en él están impresos los cambios que las sociedades han hecho en el medio. El paisaje es una creación histórica del hombre.
La economía y la sociedad son el objeto de estudio de la Historia, por encima del Estado, las instituciones, los personajes y las guerras. Estos elementos pasan a un lugar secundario, ya que sólo explican el acontecimiento, “tiempo corto”, la coyuntura. El objeto de estudio es el ser humano que vive en sociedad. Todas las manifestaciones históricas deben ser tratadas como una unidad, que sólo existe en la realidad social, en el tiempo y en el espacio. Las barreras cronológicas y espaciales se vuelven artificiosas. La historia se plantea como problema, un proceso de formular hipótesis y preguntas.
Ferdinand Braudel establece el modelo de un “motor de tres tiempos” para la Historia: Según su velocidad, y de mayor a menor, el modelo consta: - De la “estructura”, la base económica de la sociedad, que hasta el silo XIX evoluciona lentamente (o lo que es lo mismo, es “de larga duración”). A partir de la época contemporánea, lo que evoluciona a menor velocidad que el resto de los fenómenos históricos son las mentalidades. - La “coyuntura” (la “media duración”) marcada por los contextos políticos y las modas. - Los hechos (de duración fulgurante o “corta duración”) que inciden tanto sobre la coyuntura como sobre la estructura.
La corriente de Annales ha derivado hacia el estudio de aspectos como las mentalidades (la muerte, la alegría y el terror). La historia de las mentalidades recoge lo imaginario, recurre a la antropología, al imaginario literario o artístico y a la psicología social. También estudia lo inconsciente (la “psicohistoria”), la conducta, el lenguaje y los actos, los comportamientos colectivos, los ritos, juegos, fiestas, tradiciones...
HISTORIOGRAFÍA MARXISTA La producción de esta corriente gira en torno al movimiento obrero y a las transiciones entre los distintos modos de producción (del feudalismo al capitalismo). Pierre Vilar (1906-2003) establece un nivel triple para el análisis histórico partiendo de los niveles de Braudel: - Los “hechos de masas”: demografía, economía, estudios de mentalidades, creencias… - Los “hechos institucionales”: códigos de leyes, derecho internacional… son acontecimientos y datos de tipo internacional. - Los “hechos puntuales”: datos concretos, acontecimientos, nombres propios. Vilar cree en una historia total de sumas parciales. La historia tiene un determinado fin, es un proceso progresivo.
Entre los autores marxistas ingleses destacaEric Hobsbawm (Historia del siglo XX y la serie La era de las revoluciones). Estudia las relaciones entre sociedad y política, iniciando una metodología que es la de “la historia desde abajo”, de la que derivará la historia de las clases trabajadores y sus manifestaciones culturales propias. Otro de los intereses de Hobsbawm es el desarrollo de las tradiciones. Su trabajo es un estudio de su construcción en el contexto del Estado-nación. Argumenta que muchas tradiciones son inventadas por élites nacionales para justificar la existencia e importancia de sus respectivas naciones.
EL CUANTITATIVISMO En los Estados Unidos se experimentó en los años 50 y 60 con nuevos enfoques metodológicos (un proceso paralelo al que dio lugar a la Geografía Cuantitativa): -El cuantitativismo (también llamado “cliometría” o “new economic history” (nueva historia económica) de Robert Fogel y Douglass North, premios Nobel de economía de 1993. Toda la Historia podía ser reducida a demostraciones matemático-económicas. -Los case-studies (desde los años 1970). Este método implica un examen lineal en el tiempo de un caso: un solo hecho. La historia se acerca al método experimental. De aquí derivan la microhistoria y la historia contrafactual (“¿Qué hubiera pasado si..?”)
LA CRISIS DE LOS GRANDES PARADIGMAS Comienza en la década de los 70 del siglo XX y se agranda con el hundimiento del socialismo (1989) y en los inicios del siglo XXI por los efectos de la globalización, la expansión del terrorismo y las consecuencias de los atentados del 11 de septiembre de 2001. La crisis de los grandes modelos historiográficos no supone, en cambio, una pérdida de interés por la Historia. Al contrario, el crecimiento de los problemas políticos a escala global hace mayor la necesidad de información que el conocimiento del pasado proporciona para la comprensión del presente.
De la crisis de los grandes paradigmas han surgido nuevas formas de hacer historia: • La microhistoria: Su máximo representante es Carlo Ginzburg. Emplea la máxima reducción de la escala de la observación. Las relaciones con la antropología y otras ciencias sociales y su proximidad a la historia local la hacen estar muy próxima a la creación literaria y la narración. • La nueva historia cultural: Influida por la antropología y la lingüística, incide en el mundo de las “representaciones”. Su objeto es el estudio de las creencias populares colectivas como objeto etnográfico, lo que se ha llamado el “imaginario colectivo”. • La historia social pretende descubrir la real estructura oculta de la sociedad, el proceso real de los grandes cambios sociales estructurales.
Uno de los ejercicios intelectuales más recientes en el campo de la historiografía trata de la EGOHISTORIA: la inserción de la experiencia vital de uno mismo en la evolución histórica del tiempo presente, tanto a escala nacional como universal. Se trata de interrelacionar los acontecimientos sucedidos durante el periodo vital del individuo y los grandes episodios y transformaciones acaecidas durante ese periodo, analizando de qué manera han influido sobre el propio sujeto y la sociedad en la que vive. http://www.eroj.org/aj/index.htm