100 likes | 288 Views
Perdón, Señor Diseño: J. L. Caravias sj. No llames a juicio a tu siervo, pues ningún hombre vivo es inocente frente a Ti Sal 142,2. Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Sal 129,3. Reconocemos, Señor, nuestra maldad,
E N D
Perdón, Señor Diseño:J. L. Caravias sj
No llames a juicio a tu siervo, pues ningún hombre vivo es inocente frente a Ti Sal 142,2 Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Sal 129,3
Reconocemos, Señor, nuestra maldad, la perversidad de nuestros padres y que también nosotros hemos pecado contra ti. Jer 14,20 Todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras buenas obras como trapo de inmundicia. Caímos todos nosotros como la hoja y nuestras maldades nos arrastraron como el viento. Is 64,5
Tú sabes, Señor, que el camino del hombre escapa a su poder, y que no depende del hombre que camina enderezar sus pasos. Corrígenos, Señor, pero con prudencia; sin enojarte, para que no desaparezcamos todos. Jer 10,23-24 Trátanos de acuerdo a tu bondad y según la abundancia de tu misericordia Dan 3,42
A pesar de nuestros pecados, Señor, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro y tú eres el alfarero. Todos nosotros fuimos hechos por tus manos. No te enojes, Señor, demasiado, ni recuerdes para siempre nuestros pecados.Is 64,7-8
Tú, Señor, que eres bueno y compasivo, lento para enojarte, rico en bondad y leal, vuelve hacia mí tu rostro y apiádate de mí. Sal 85,15-16 Recuerda que tu ternura y tu misericordia son eternas. Sal 24,6
Tú tienes compasión de todos porque todo lo puedes, y disimulas los pecados de los hombres para que hagan penitencia. Amas todo cuanto tiene ser y no aborreces nada de lo que has hecho. Tú tienes misericordia de todos, porque tuyas son todas las cosas, Señor, que amas la vida Sab 11,23-26
Oh Dios, crea en mí un corazón puro renuévame por dentro con espíritu firme. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso… Un corazón quebrantado y humillado, Tú no lo despreciasSal 50,12-19
Volveré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo... Cuando el padre lo vio sintió compasión corrió a echarse a su cuello y lo abrazó. Lc 15,18.20
Hay más alegría en el cielo por un solo pecador que vuelve a Dios, que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse. Lc 15,7