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Discernimiento. Distinciones Iniciales. Vimos que … En todo discernimiento es necesario distinguir y separar: El trigo de la paja El oro de la escoria … Lo que es de Dios de lo que no es de Dios De lo que se trata es de quedarnos con lo que sirve y desechar lo que no sirve
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Discernimiento Distinciones Iniciales
Vimos que … • En todo discernimiento es necesario distinguir y separar: • El trigo de la paja • El oro de la escoria … • Lo que es de Dios de lo que no es de Dios • De lo que se trata es de quedarnos con lo que sirve y desechar lo que no sirve • Pero hacer esta distinción no es fácil • Si no estamos atentos podemos confundirnos • Y tomar por oro lo que no es oro • O tomar, como si fuera de Dios, lo que no es de Dios • ¿Cómo estar atentos? ¿Cómo saber? ¿Cómo distinguir?
Observarnos • Todo discernimiento requiere distinguir • Pero para poder hacerlo hay que “observar” y “observarnos” • Hay que prestar atención a lo que pasa en nosotros y a lo que pasa en torno nuestro • Hay que “examinarnos”, dirá Ignacio • ¿Y qué hay que examinar? • Nuestro interior (corazón) y lo que funciona en nuestro interior • Y lo que tiene lugar en nuestro corazón son: • Movimientos: Consolación y desolación • Que generan:Pensamientos y sentimientos (que percibimos) • Y fuerzas: Buen Espíritu y Mal Espíritu (origen)
Se trata de: • 1) Examinar nuestros movimientos interiores • Observar si estoy en ‘consolación’ o en ‘desolación’ • Y caer en cuenta de los pensamientos y sentimientos que me han producido • 2) Y examinar y detectar quién me ha generado estos movimientos interiores (y en consecuencia, estos pensamientops y sentimientos) • Si el Buen ‘Espíritu’ o el ‘Mal Espíritu’ • El examen, durante un cierto tiempo, … • De los movimientos que hay en mí • De los pensamientos y sentimientos que me generan • Y de las fuerzas que actúan en mí … • Me permitirá ver (descubrir) cuál es la alternativa querida por Dios • Es un “proceso largo” que requiere de paciencia y de mucha observación de uno mismo “a la luz de Dios”
En todo discernimiento tenemos que examinar y observar: Buen Espíritu Mal Espíritu Consolaciones y Desolaciones Pensamientos Sentimientos
UN PRIMER NIVEL DE DISCERNIMIENTO • Lo primero a OBSERVAR para poder distinguir lo que es de Dios de lo que no es de Dios … • Lo de Dios es: claro, trasparente, simple, sencillo, directo, limpio, luminoso, abierto, real, … • Lo de Dios une, trae paz, construye, aclara, ilumina, … • Si la alternativa que estamos considerando nos genera esto, es probable que sea de Dios • Lo que no es de Dios es: oscuro, turbio, sinuoso, enredado, secreto, subterráneo, complicado, aparente, oculto, … • Lo que no es de Dios desune, destruye, oscurece, complica, enreda, inquieta, genera miedo, … • Si la alternativa que estamos considerando nos genera esto, es probable que no sea de Dios
Cuando algo de lo que digo o hago(esto es, acciones, reacciones, gestos, …): une, construye, aclara, ilumina … • Se puede “percibir” (apreciar) que deja una ‘buena sensación’ (buena “vibra”) • Y el clima que queda es de paz, bienestar, armonía, … • Cuando es así, se dice que “hay buen espíritu” (≈ buen ánimo, buena sensación) en lo que he dicho o hecho • Esto puede ser señalde que estoy siendo movido por Dios (o por lo de Dios) • Y cuando algo de lo que digo o hago más bien divide, desune, destruye, aplasta, incomoda, oscurece, molesta, complica … • Se puede “percibir” (sentir) … que deja una mala sensación (un “mal sabor de boca”) … como que algo ‘no está bien’ • Después del dicho-hecho, se percibe un clima de insatisfacción, inquietud • Cuando es así se dice que “hay mal espíritu” (≈ mal ánimo, mala sensación) en lo que he dicho o hecho • Esto puede ser señal de que estoy siendo movido por todo lo contrario a Dios
De la observación de esta “satisfacción” o “insatisfacción” que uno percibe después de algo dicho o hecho, se puede concluir que: • Si hay satisfacción a Dios le gusta (es de Dios) • Si hay insatisfacción a Dios no le gusta (no es de Dios) • Uno se puede dar cuenta “en el momento” • Pero normalmente nos hacemos “conscientes” recién al examinarnos • SIN EMBARGO, esta primera “percepción” NO es suficiente • Lo que “parece”, puede no ser lo que es • Para estar más seguros de cuál es la alternativa de Dios • Tenemos que observarnos más y examinar nuestros movimientos interiores • Y por ende, nuestros pensamientos y sentimientos • Esto nos lleva a un “segundo nivel”, que es lo que propiamente se llama discernimiento
Un segundo nivel de discernimiento • Para este segundo nivel de discernimiento necesitamos saber qué son los “movimientos interiores” • Es posible decir que yo puedo ser: • “Movido” hacia una actitud positiva (es decir, constructiva), o • “Movido” hacia una actitud negativa (es decir, destructiva) • Si soy movido de manera positiva se dice que estoy en “consolación” • Y si soy movido de manera negativa, se dice que estoy en “desolación” • Y voy a estar movido hacia un lado o hacia el otro por las dos fuerzas espirituales que actúan en mí (y que veremos más adelante)
LA Consolación (EE 316 – R3) • Dice Ignacio que es el movimiento interior, mediante el cual: • “Uno viene a encenderse en amor a su Creador y Señor; y en consecuencia, cuando ninguna cosa creada sobre la tierra, puede amar en sí, sino al Creador de todas ellas” • “Cuando uno derrama lágrimas por amoral Señor; ya sea por el dolor de sus pecados, o por la pasión de Cristo nuestro Señor, o por cualquier otra cosa derechamente ordenada a su servicio y alabanza” • NOTA. Consolación es sentimiento de “sintonía” con Dios y sus cosas, que no necesariamente es alegría (aunque normalmente se exprese como alegría interna) • “Y todo aumento de esperanza, de fe y de caridad, y toda alegría interna que llama y atrae a las cosas celestiales y a la propia salvación del alma, aquietándola y pacificándola en su Creador y Señor” (EE316 – R3)
Estoy en “consolación” cuando me inclino hacia las cosas de Dios (hacia todo aquello que ayude, construya, una, …) • Y usualmente se percibe como paz, alegría interior, serenidad, … • En este caso se dice que “soy/estoy movido en consolación” • Cuando esto sucede, todo lo que sale de mí (pensamientos y sentimientos) será positivo • “… así como la consolación es contraria a la desolación, de la misma manera los pensamientos que salen de la consolación son contrarios a los pensamientos que salen de la desolación”(EE 317d – R4d) • La consolación se expresa en sentimientos y pensamientos constructivos • Mis pensamientos serán: • Claros, transparentes, llenos de ánimo y de esperanza, fieles, caritativos, respetuosos, buscando siempre la unión y todo aquello que es verdadero, justo, noble y bueno • Y mis sentimientos también: • Serán de alegría, paz, paciencia, quietud, confianza, amor, unidad, ...
“En principio”, la consolación es buena y suele ser producida por el Buen Espíritu; en consecuencia, hay que aprovecharla • Cuando estamos en consolación conviene: • Prepararse para la desolación que vendrá • «El que está en consolación piense cómo se encontrará en la desolación que después vendrá, tomando nuevas fuerzas para entonces» (EE 323 – R10) • Y debemos vivirla con humildad • «El que está consolado procure humillarse y bajarse cuanto pueda, pensando qué poco es durante el tiempo de la desolación sin la tal gracia o consolación» (EE 324 – R11) • Sin embargo, como veremos más adelante, el Mal Espíritu nos puede producir “falsas consolaciones” • En estos casos el discernimiento nos deberá asegurar que la consolación es verdadera
La Desolación (EE 317 – R4) • Se llama “desolación”, a todo lo contrario a la “consolación”; esto es, dirá Ignacio: • Oscuridad del alma • Turbación • Ser movido a cosas bajas y terrenas • Es decir, a satisfacciones y placeres del cuerpo (sexuales) • Inquietud • Agitación • Tentación • Ser movido a infidencia (violación de la confianza) • Sin esperanza, sin amor • Tibieza, tristeza, • … y como a estar “separado” de nuestro Creador y Señor
En “desolación”, todo lo que sale de mí será negativo: • Mis pensamientos serán: • Desalentadores, destructivos, sin esperanza, sin caridad, sin fe, oscuros, turbios, tendiendo al desánimo y a la crítica negativa, de abandono, de pesimismo • Y mis sentimientos: • De oscuridad, temor, intranquilidad, angustia, impaciencia, inquietud, incomodidad, insatisfacción, vacío, soledad, aparente placer (tentación), … • Al examinarnos … • Podemos darnos cuenta si estamos en consolación o en desolaciónpor el tipo de pensamiento/sentimiento que nos ha generado • Y sabemos que si estamos en consolación o en desolación, los pensamientos / sentimientos que tendremos estarán en armonía con nuestros movimientos interiores
En conclusión • Las consolaciones y desolaciones nos producen pensamientos y sentimientos acordes a ellas • Lo que sale de la consolación o desolación (pensamientos y sentimientos) nos llevará a HACER lo que a Dios le gusta o lo que a Dios no le gusta • Por tanto, en vistas a tomar una decisión, … • Cuando deseamos orientarnos a Dios • El peor estado espiritual en el que podemos estar es el de la desolación • Porque en desolación nos guía y aconseja el ME • Por eso, nunca debemos tomar decisiones en desolación(EE318a – R5a)
«En tiempo de desolación nunca hacer cambios, sino más bien mantenerse firmes y constantes en los propósitos y decisiones tomadas hasta el día anterior a la tal desolación, o en las determinaciones tomadas en la anterior consolación» • Si decidimos en desolación, “siempre” nos vamos a equivocar • Porque estaremos siguiendo los consejos del ME • Por tanto, y para no equivocarnos, “antes” de decidir tenemos que examinarnos muy bien • Urge saber si estamos en consolación o en desolación • Otro dato importante acerca de la desolación: • Sólo cuando estamos en desolación tenemos “tentaciones”, pues sólo cuando estamos en desolación “nos podemos separar” de Dios • Sólo en este estado nos va a parecer atractivo aquello que nos separa de Dios
Relaciones consolación-desolación • Todos pasamos por estados interiores de consolaciones y desolaciones • También los pasó Jesús • Consolaciones y desolaciones se suceden una tras otra, sin solución de continuidad • Siempre -en una especie de ciclo espiritual eterno- luego de una desolación viene una consolación, y luego de una consolación viene una desolación • Y en tiempos que pueden ser más o menos largos o cortos
¿Por qué entramos en desolación? • Dice Ignacio que caemos en la desolación, o nos mantenemos en ella … • «Por ser flojos, perezosos o descuidados en nuestros ejercicios espirituales (vida espiritual), y así por nuestras faltas se aleja la consolación espiritual de nosotros» (EE322 – R9) • Cuando descuidamos la práctica de nuestra fe: oraciones, sacramentos, obras de caridad, justicia, paz, … • «Para mostrarnos qué tan entregados somos, y hasta cuánto permanecemos en su servicio y alabanza, sin recibir tantos regalos de consolaciones y crecidas gracias» (EE322 – R9) • Tiene un fin pedagógico: enseñarnos a confiar en él
«Y para que nos demos cuenta, y para que internamente sintamos que no se debe a nosotros traer o tener gran devoción, amor intenso, lágrimas, ni ninguna otra consolación espiritual, sino que todo es don y gracia de Dios nuestro Señor; y para que no nos apropiemos de lo que no es nuestro, llenando nuestro entendimiento de soberbia o presunción, y atribuyendo a nosotros la devoción o las otras partes de la espiritual consolación» (EE322 – R9) • Esta regla también tiene un fin pedagógico: que descubramos y aceptemos nuestros límites
¿Cómo salir de la desolación? • Cuidando más nuestra vida espiritual (trabajo, esfuerzo, empeño): • Ignacio dirá: Esforzándonos más … • «Debido a que en la desolación no debemos cambiar los primeros propósitos, ayuda mucho buscar con insistencia salir de la misma desolación; como por ejemplo: esforzándose más en la oración, en la meditación, en examinarse mucho la conciencia, y en alargarse en algún modo conveniente de hacer penitencia» (EE319 – R6) • Con paciencia, pensando que pronto seré consolado • «El que está en desolación, esfuércese por estar en paciencia ‑que es contraria a las molestias que le vienen‑ y piense que pronto será consolado, poniendo las diligencias contra la tal desolación»(EE321 – R8)
Y con confianza en Dios: • Sabiendo que puedo resistir, con la ayuda divina, la cual siempre me queda • «El que está en desolación considere cómo el Señor le ha dejado a prueba ‑en sus fuerzas naturales‑ para que resista a las diversas agitaciones y tentaciones del Enemigo; pues puede hacerlo con la ayuda divina, la cual siempre le queda, aunque claramente no la sienta; porque aunque el Señor le ha quitado su mucho fervor, crecido amor y gracia intensa, sin embargo le queda gracia suficiente para su salvación eterna»(EE320 – R7) • Y pensando que puedo mucho, con la gracia suficiente, para resistir • «Por el contrario, el que está en desolación piense que puede mucho con la gracia suficiente para resistir a todos sus enemigos, tomando fuerzas en su Creador y Señor» (EE324b - R11)
examinarnos • Para poder “discernir”, es necesario examinarnos,primero, para saber si estamos en consolación o en desolación • Y podemos examinar los pensamientos y sentimientos que nos causaron • Ignacio recomienda “examinarse” dos veces al día • Para descubrir a qué estamos movidos • Éste es el famoso “examen de conciencia” • Pues las decisiones que tomemos van a estar fuertemente influidas por el estado en el que nos encontremos • Si decidimos en desolación, la decisiónnuncaserá querida por Dios • Si decidimos en consolación, la decisión “probablemente” lo sea • Como veremos, … no siempre la consolación es de Dios • Lo que nos lleva a la necesidad de ir a un “tercer nivel” de discernimiento
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