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Tal vez sea necesario pensar más en términos de grados de accesibilidad que en departamentos estancos y considerar que el mundo interior, como todo objeto de percepción, se va construyendo mediante recorridos perceptivos, aproximaciones y distanciamientos, articulación de los fragmentos captados, operaciones todas efectuadas por un sujeto de percepción que puede ir variando su posición y entonces, al modificarse el sujeto, el ángulo de su percepción, también se va transformando el objeto. (Filinich, M.I.)
Distancia • del narrador en relación a lo narrado: • Relato de palabras/Relato de sucesos
El 13 de junio, menos de tres semanas antes de su muerte, Chejov escribió a su madre diciéndole que su salud mejoraba: "Es probable que esté completamente curado dentro de una semana." ¿Qué podía empujarle a decir eso? ¿Qué es lo que pensaba realmente en su fuero interno?
Olga negó con la cabeza. Pero quería pedirle algo: antes de que las autoridades fueran informadas y los periódicos conocieran el luctuoso desenlace (…), quería quedarse a solas con él un largo rato. ¿Podía el doctor Schwohrer ayudarla? ¿Mantendría en secreto, durante apenas unas horas, la noticia de aquel óbito?El doctor Schwohrer se acarició el mostacho con un dedo. ¿Por qué no? ¿Qué podía importar, después de todo, que el suceso se hiciera público unas horas más tarde?
Las formas canónicas de articulación de las voces del narrador y del personaje • discurso directo ( mimesis showing) o indirecto ( diegesis telling). • Relatos marcadamente dramáticos (predominan escenas por encima del discurso del narrador) o relatos en los que predomina la voz del narrador.
“Cuando Suvorin fue a visitarlo días después, Chejov se disculpó por el "escándalo" del restaurante tres noches atrás, pero siguió insistiendo en que su estado no era grave. ‘Reía y bromeaba como de costumbre -escribe Suvorin en su diario-, mientras escupía sangre en un aguamanil.’ "
I Discurso narrativizado • el narrador informa sobre el acto de habla (discurso exterior) o de pensamiento (discurso interior) de un personaje, pero sin reproducir el vocabulario, ni la forma verbal, ni el estilo usados por el personaje. dicho de otro modo : el acto de habla se integra al discurso del narrador como un elemento más y sin diferenciarse exteriormente de este discurso. • II Discursos traspuestos • A. regidos/B. no regidos
A. DIRECTO • Discursos en los que se reproducen las palabras o pensamientos de los personajes de manera textual, tal y como se supone que ellos mismos los han formulado. Suelen ir precedidos de VERBOS DE LOCUCIÓN y otras expresiones que introducen enunciados referidos, además de signos de puntuación específicos tales como el guión y las comillas.
Chejov dijo: • __Cuando un campesino es víctima de la consunción, se dice a sí mismo: "No puedo hacer nada. Me iré en la primavera, con el deshielo”.
A. INDIRECTO • Como contrapartida, en la reproducción indirecta, el narrador narra lo que dice el personaje, es el narrador –con mayor control de la narración- el que refiere lo que los personajes dicen. El narrador de cuenta de un enunciado ajeno pero desde su propio sistema de referencias y su propio lenguaje. Lo subordina: la integra sintácticamente.
En una carta escrita poco antes de su muerte, llegó a decirle a su hermana que estaba «engordando», y que se sentía mucho mejor desde que estaba en Badenweiler.
B. Discurso directo libre • La ausencia de marcas gráficas y, muchas veces, de verbos del decir hacen que la irrupción de la voz del personaje sea inesperada, por lo tanto se vuelve complejo asignar ese discurso a un personaje.
B. Discurso indirecto libre • permite representar, de forma convincente y vivaz, el pensamiento del personaje sin prescindir de la tercera persona del NARRADOR. Como marcas lingüísticas de su presencia se cuentan el uso del pretérito imperfecto de indicativo, la reconversión de la persona yo en la persona él.
No hicieron chocar las copas. No hubo brindis. ¿En honor de qué diablos iban a brindar? ¿De la muerte? • Parecía esforzarse por entender qué diablos hacía aquel joven en su habitación con tres rosas amarillas. ¿Flores? Ella no había encargado ningunas flores. • A través de una puerta abierta vio que la tercera copa estaba en el dormitorio, sobre la mesilla de noche. Pero ¡había alguien aún acostado en la cama!
No hicieron chocar las copas. No hubo brindis. ¿En honor de qué diablos vamos a brindar? ¿De la muerte? • Parecía esforzarse por entender qué diablos hacía aquel joven en su habitación con tres rosas amarillas. ¿Flores? Yo no encargué ningunas flores. • A través de una puerta abierta vio que la tercera copa estaba en el dormitorio, sobre la mesilla de noche. Pero ¡hay alguien aún acostado en la cama!
Enunciación oral: • el relato puede asumir un carácter oral. El personaje verbaliza la historia y su voz adquiere marcas características del discurso oral, acto coloquial
También Leon Tolstoi fue una vez a visitarlo. El personal del hospital mostró un temor reverente al verse en presencia del más eximio escritor del país (¿el hombre más famoso de Rusia?) Pese a estar prohibidas las visitas de toda persona ajena al "núcleo de los allegados", ¿cómo no permitir que viera a Chejov? Cuando hablaba de su estado, sin embargo -según Olga-, lo hacía con "una casi irreflexiva indiferencia".
Una mujer herida, Enrique Medina • La mujer sube al colectivo. Al echar las monedas en la ranura de la expendedora de boletos, sonríe. Agarra el boletito. ¿Acabar de leer a González Tuñón tendrá algún significado? Pidiendo permiso y dando perdones, se corre hacia atrás. Se agarra del pasamanos con la izquierda y en la derecha sostiene el libro abierto y relee el fragmento:
“Y no se inmute, amigo, la vida es dura. Con la filosofía poco se goza. Eche veinte centavos en la ranura si quiere ver la vida color de rosa”. • (…) • \Automáticamente cierra el libro y levanta la cabeza con un grito.–¡Chofer, chofer! ¿Falta mucho para el Rivadavia?
Se pone bien derecha para lucir el cuerpo, su gran capital. ¿Y por qué no? Yergue el busto. Haciendo como que mira la numeración de la calle, observa que es un lindo muchacho. Humilde y sencillo como un grillo, diría Nalé Roxlo. Se desocupa el asiento de al lado. Oh, Dios, me estás dejando caer en la tentación. Al ocupar ella el asiento, el muchacho se corre para dejar más espacio; gesto al que ella corresponde con un “gracias” tenue y entrador.
¿Me creerá una estúpida si abro el libro? ¿Lo miro? Se lo ve simpático. Tengo que cuidar las formas, soy mayor para él... tranquila, tonta, disimulá que te está mirando, ay Dios, ¿dónde estoy? ¡Me pasé...! Aprovecho y le pregunto... ¡Uy se levantó! Dios, ¿me bajo detrás? El muchacho toca el timbre y vuelve como buscando un olvido. Ella lo ve hermoso y hasta cree que él intenta la caricia. Efectivamente, la acaricia y le dice: