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Manipulacion de los alimentos. Web informativa
E N D
Numerosos episodios de intoxicación alimenticia surgen de un pequeño incidente: un manipulador de productos alimenticios se olvida de lavarse las manos, no se devuelve la comida a la nevera tras la preparación o se emplea un paño sucio para limpiar el borde de un plato. A veces son las cosas simples las que debemos tener más en cuenta cuando preparamos la comida. Uno de los principales requisitos para una cocina profesional es asegurarse de que todos y cada uno de los manipuladores de alimentos hayan recibido suficiente capacitación a fin de que comprendan los principios del control del tiempo y la temperatura, la higiene personal y los riesgos que supone la preparación de los comestibles. A fin de que no existan peligros para la higiene de los alimentos, es indispensable limpiar con regularidad el lugar de trabajo, incluyendo las superficies, las tablas de cortar, los aparejos, los equipos, las máquinas, los frigoríficos y cámaras frigoríficas, los fregaderos, los lavabos, el suelo, las paredes, así como la vajilla, los cubiertos, los paños, trapos de cocina, la mantelería,... Es altamente recomendable tener un plan de limpieza en el que se especifique el horario de limpieza, las áreas a limpiar, el procedimiento a continuar, los objetivos, la frecuencia y las personas responsables de esta limpieza. Es recomendable lavar las manos y las superficies frecuentemente. Las bacterias nocivas pueden extenderse por toda la cocina y penetrar en las tablas de cortar, los utensilios y las encimeras. Lávese las manos con agua caliente y jabón ya antes curso de manipulador de alimentos y tras manipular comestibles y después de usar el baño, cambiar pañales o manipular mascotas. Use agua caliente con jabón y toallas de papel o paños limpios para adecentar las superficies de la cocina o los derrames. Lave los paños de forma frecuente en el ciclo caliente de su lavadora. Lave las tablas para recortar, los platos y la encimera con agua caliente y jabón tras preparar cada alimento y ya antes de pasar al siguiente. Jamás ponga alimentos cocinados en un plato que previamente haya contenido carne, aves, mariscos o huevos crudos, salvo que el plato haya sido lavado en agua caliente y jabonosa. Para el recalentamiento de productos alimenticios, estos deben recalentarse a 75ºC en el plazo de 60 minutos. No se debe recalentar la comida al baño maría, puesto que no es suficientemente veloz. Es recomendable usar un termómetro de sonda para medir regularmente la temperatura en diferentes partes del alimento, incluyendo la parte más gruesa del comestible. No recalentar los alimentos cocinados más de una vez. Hay que mover o entremezclar los comestibles para cerciorarse de que se calientan uniformemente y eludir que haya puntos fríos. Si vas a recalentar los alimentos en el horno o la parrilla, resulta necesario precalentarlos porque en caso contrario es posible que no sea suficientemente veloz. La quemadura por congelación es un inconveniente de calidad de los productos alimentarios, no de seguridad alimenticia. Aparece como máculas cobrizo-grisáceas y correosas en los comestibles congelados. Ocurre cuando el aire alcanza la superficie del alimento y seca el producto. Esto puede suceder cuando los productos alimentarios no están envueltos de forma segura en un envase hermético. Los cambios de color son el resultado de cambios químicos en el pigmento del comestible. Simplemente causa manchas secas en los alimentos. Corte estas áreas tarde o temprano de cocinar los comestibles. Cuando congele productos alimentarios en bolsas de plástico, empuje todo el aire hacia afuera ya antes de sellar. Preparar el almuerzo para llevarlo al trabajo es una opción económica y saludable, pero debes tomar ciertas precauciones para evitar posibles riesgos alimenticios. Por servirnos de un ejemplo, si dejas el almuerzo fuera de la nevera del sitio de trabajo o a elevadas temperaturas, pueden llegar a crecer ciertas bacterias que pueden causar una intoxicación alimenticia. Por ello, debemos hacer todo lo posible para sostener el alimento a baja temperatura. El consumo de bacterias peligrosas transmitidas por los alimentos en general causa enfermedad de uno a 3 días tras haber ingerido el alimento polucionado. No obstante, la enfermedad asimismo puede ocurrir en los veinte minutos o hasta seis semanas después. Aunque la mayoría de las personas se recuperarán de una enfermedad
transmitida por los alimentos en un corto período de tiempo, ciertas personas pueden desarrollar problemas de salud crónicos, graves o incluso potencialmente mortales. Las enfermedades transmitidas por los comestibles en ocasiones se pueden confundir con otras enfermedades que tienen síntomas afines. Los síntomas de las enfermedades trasmitidas por los alimentos pueden incluir: vómitos, diarrea y dolor abdominal; síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, cefalea y dolor anatómico. Si crees que tú o un miembro de tu familia tiene una enfermedad transmitida por alimentos, dirígete a tu centro de atención médica inmediatamente.