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MUERTE Y RESURRECCIÓN. Lección 12 para el 20 de septiembre de 2014. EL ESTADO DE LOS MUERTOS. “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido” (Eclesiastés 9:5). LA MUERTE ES UN ESTADO DE INCONSCIENCIA.
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MUERTE Y RESURRECCIÓN Lección 12 para el 20 de septiembre de 2014
EL ESTADO DE LOS MUERTOS “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido” (Eclesiastés 9:5) • LA MUERTE ES UN ESTADO DE INCONSCIENCIA
EL ESTADO DE LOS MUERTOS “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido” (Eclesiastés 9:5) • LA MUERTE ES UN ESTADO DE INACTIVIDAD
EL EXTRAÑO CASO DEL BUEN LADRÓN “Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43) • “De cierto te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso” • “De cierto te digo hoy: estarás conmigo en el paraíso” • Los dos estarían en el paraíso ese mismo día. Sin embargo, el día de la resurrección Jesús dijo que todavía no había subido al Padre y, por tanto, no había estado aún en el paraíso (Juan 20:17) • Jesús, respondiendo a la petición del ladrón, le prometió que estarían juntos en el paraíso, “cuando vengas en tu reino” (Lucas 23:42). Lo que Lucas escribió originalmente en griego, sin ningún signo de puntuación y sin la conjunción “que”, fue: “De cierto te digo hoy estarás conmigo en el paraíso”. Dependiendo del lugar donde pongamos el signo “:”la frase cambia de sentido. La segunda interpretación es la única coherente con la enseñanza bíblica respecto a la muerte y resurrección de Jesús, y el estado de los muertos.
LA VIDA, LA MUERTE Y LA RESURRECCIÓN “Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo. Les das, recogen; abres tu mano, se sacian de bien. Escondes tu rostro, se turban; les quitas el hálito, dejan de ser, y vuelven al polvo. Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra” (Salmos 104:27-30) La vida depende del espíritu o hálito de vida dado por Dios. LA VIDA: Dios “sopla” sobre sus criaturas el espíritu de vida (Génesis 2:7). LA MUERTE: Dios retira el espíritu de vida, que vuelve a Él (Eclesiastés 12:7). LA RESURRECCIÓN: Dios devuelve el espíritu de vida (Lucas 8:55). Solamente Jesús tiene vida en sí mismo (Juan 5:26) y, por tanto, es el único que tiene poder para resucitar a los muertos (Juan 5:21)
LAS DOS RESURRECCIONES “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” (Juan 5:28-29) Todos mueren y todos son resucitados. Entre la muerte y la resurrección, el juicio determina el tipo de resurrección de cada persona. ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Para qué?
EL INFIERNO “Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado” (Marcos 9:43) Jesús utilizó dos términos griegos, hadēs y gehena, para hablar de la muerte y el castigo de los impíos. HADĒS Sepulcro, lugar simbólico donde descansan los muertos. Equivale al Seol hebreo. En la parábola del rico y Lázaro (Lc. 16:19-31), Jesús usó figuradamente este término para explicar que las decisiones se toman en esta vida, y no después de la muerte. GEHENA Infierno. Hace referencia al valle de Hinom, donde se adoraban ídolos. Jeremías profetizó que Dios lo convertiría en un “Valle de la Matanza” (Jer. 7:32, 33; 19:6)
EL INFIERNO “Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado” (Marcos 9:43) • ¿Arderán por siempre los impíos en un mar de fuego? “como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno” (Judas 7) Según Judas, los impíos arderán con el mismo fuego eterno con el que ardió Sodoma. Allí, el fuego terminó cuando todo lo que tenía que ser completamente quemado fue destruido. Ese fuego hace mucho que dejó de arder, pero sus efectos continuarán durante toda la eternidad.
JESÚS Y LA RESURRECCIÓN “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25) Después de cuatro días muerto, el olor de Lázaro daba testimonio del proceso de descomposición de su cuerpo. Ante una gran multitud, que se encontraba allí desde la muerte de Lázaro, Jesús demostró su poder sobre la muerte realizando el milagro “cumbre” de su ministerio. • Aunque Jesús realizó varias resurrecciones durante su ministerio, la verdadera garantía de nuestra resurrección es la resurrección de Jesús mismo. “sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros” (2ª de Corintios 4:14)
“La resurrección y la ascensión de nuestro Señor constituyen una evidencia segura del triunfo de los santos de Dios sobre la muerte y el sepulcro, y una garantía de que el cielo está abierto para quienes lavan las vestiduras de su carácter y las emblanquecen en la sangre del Cordero. Jesús ascendió al Padre como representante de la familia humana, y allí llevará Dios a los que reflejan su imagen para que contemplen su gloria y participen de ella con él” E.G.W. (Testimonios para la iglesia, tomo 9, pg. 227)