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MARIA, "Estrella de la Nueva Evangelización". CANTO ESTRELLA Y CAMINO, PRODIGIO DE AMOR; DE TU MANO, MADRE, HALLAMOS A DIOS. Todos los siglos están mirando hacia ti, todos escuchan tu voz temblando en un sí. Cielos y tierra se dan en tu corazón, como un abrazo de paz, ternura y amor.
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CANTO ESTRELLA Y CAMINO, PRODIGIO DE AMOR; DE TU MANO, MADRE, HALLAMOS A DIOS. Todos los siglos están mirando hacia ti, todos escuchan tu voz temblando en un sí. Cielos y tierra se dan en tu corazón, como un abrazo de paz, ternura y amor. Toda la Iglesia con fe eleva un clamor, puestos los ojos en ti, la Madre de Dios. Puente y sendero de amor, sublime misión: la de traernos a Dios en tu corazón.
Desde el fondo de los siglos va elevándose un clamor, como un grito de esperanza ansiando un Redentor. Desde el fondo de los siglos busca el hombre un salvador. Mira al cielo y a la tierra, pide un libertador. Nuestro hermano, Jesucristo, es nuestro salvador. Dios se acerca, se hace hombre y el hombre se hace Dios. Libertad! estoy pidiendo, ¡Libertad! es mi clamor, grito a todos que me dejen, ronco llanto de dolor. Pero siento que hay cadenas, dentro de mi corazón. Alejándome del cielo, las he forjado yo. Ya no miro a las estrellas, busco en mí la inmensidad. He querido ser más libre siendo yo mi libertad. Mil angustias me encadenan, y un vacío de orfandad, como un niño que al perderse, llora su soledad.
LA EXPERIENCIA DE LA GRANDEZA DE DIOS “Proclama mi alma la grandeza del Señor” ¿Dónde pongo yo mi morada? ¿desde dónde se expande mi vida y se proyecta? Alabaré a mi Señor, mi Dios. Grandes maravillas hizo en mí.
LA EXPERIENCIA DE LA ALEGRÍA “Y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador” ¿Dónde encuentro yo la alegría? ¿Cómo acojo y vivo de la gracia? Alabaré a mi Señor, mi Dios. Grandes maravillas hizo en mí.
LA EXPERIENCIA DE LA BIENABENTURANZA “Porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada” ¿Estoy en el sí de María? ¿cómo es mi sí? ¿desde dónde lo digo? Alabaré a mi Señor, mi Dios. Grandes maravillas hizo en mí.
HIMNO Hija de Sión, oh María De su amor y su Palabra, Familiares te resultan Las Escrituras Sagradas, Pero las brisas te traen Noticias extraordinarias. Inmaculada María Ya te vistes de esperanza: La misma Palabra ahora Se ha encarnado en tus entrañas, Eres tú quien la alimentas, Madre ya de la Palabra. Limpieza de amor, María. Misterio de amor, María. Derroche de amor, María. Humana plenitud, María. Divino resplandor, María.
LA EXPERIENCIA DE VER LAS MARAVILLAS QUE HACE DIOS CON LA PERSONA “Porque el poderoso ha hecho en mí maravillas. Santo es su nombre” ¿qué más maravillas puedes contemplar? ¿hay una muestra de amor mayor? Alabaré a mi Señor, mi Dios. Grandes maravillas hizo en mí.
LA EXPERIENCIA DE LA FUERZA Y EL PODER DE DIOS. “Desplegó la fuerza de su brazo, disperso a los soberbios de corazón. Derribó a los ricos y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmo de bienes, y a los ricos los despidió vacíos” ¿Me mantengo en la humildad o deseo sostenerme por mí mismo y desde mí mismo? Alabaré a mi Señor, mi Dios. Grandes maravillas hizo en mí.
LA ESPERIENCIA QUE HACE DIOS DE TODOS LOS HOMBRES Y LES DA SU FAVOR. “Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros padres-en favor de Abrahán y su descendencia por siempre” ¿Sientes y vives con hondura la acogida que Dios hace de tu vida entera? Alabaré a mi Señor, mi Dios. Grandes maravillas hizo en mí.
ORACIÓN María, tú abriste el corazón a Dios y dejaste que su amor modelara tu vida… Enséñanos a confiar y abandonarnos a sus planes. De tu interior brotaba siempre un sí fiel y constante… Enséñanos a ser servidores generosos del Reino. Velaste con delicadeza y ternura cada hora de tu hijo Jesús… Enséñanos a acoger con respeto y gratuidad a todos los que sufren y quedan a la orilla de la vida.
Evangelio Lucas.1,26-38
QUIERO DECIR QUE SI Quiero decir que sí, como tú, María… Quiero entregarme a Él, como tú, María… Yo quiero serle fiel, como tú, María… Quiero seguirle a Él Como tu María… Quiero estar con Él Como tu María…. Quiero decir que sí, como tú, María… Quiero acogerme a Él Como tu María…
LETANIAS DE LA VIRGEN Señor, ten piedadCristo, ten piedadSeñor, ten piedad.Cristo, óyenos.Cristo, escúchanos. Santa María, ruega por nosotros. Cristo, Señor de la historia Escucha nuestra súplica RUEGA POR NOSOTROS AMOROSA MADRE PARA QUE TU HIJO NO NOS DESAMPARE
- Para que María ilumine a los niños y jóvenes para que puedan encontrar a Jesús. Oremos. Gloriosa Mater Christi, benedicta Mater nostra.
- Para que el testimonio de la Virgen María nos impulse a vivir en total sintonía con Dios y en verdadera comunión con los más pobres y más necesitados. Oremos. Gloriosa Mater Christi, benedicta Mater nostra.
Para que los catequistas, los apóstoles, los anunciadores de la Palabra y los testigos de la gracia vean en María la figura, el modelo y la referencia de Jesús. Oremos. Gloriosa Mater Christi, benedicta Mater nostra.
Para que por la mediación maternal de la Virgen María, Jesús nazca en esta Navidad en los corazones de todos los hombres. Oremos. Gloriosa Mater Christi, benedicta Mater nostra.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;venga a nosotros tu Reino;hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.Danos hoy nuestro pan de cada día;perdona nuestras ofensas,como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;no nos dejes caer en la tentación,y líbranos del mal. Amén.
COMPROMISO Vivir la FE Vivir la ESPERANZA Vivir la CARIDAD
Dios te salve Maríallena eres de graciael Señor es contigo;bendita tú eres entre todas las mujeres,y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,ruega por nosotros, pecadores,ahora y en la ahorade nuestra muerte. Amén
MADRE DE LOS POBRES Madre de los pobres, los humildes y sencillos, de los tristes y los niños que confían siempre en Dios. Tú, la más pobre porque nada ambicionaste. Tú, perseguida vas huyendo de Belén. Tú, que un pesebre ofreciste al Rey del Cielo, toda tu riqueza fue tenerlo sólo a El. Tú, que en sus manos sin temor te abandonaste. Tú, que aceptaste, ser la esclava del Señor, vas entonando un poema de alegría: “Canta alma mía, porque Dios te engrandeció”. Tú, que has vivido el dolor y la pobreza. Tú, que has sufrido en la noche sin hogar. Tú, que eres Madre, de los pobres y olvidados, eres el consuelo del que reza en su llorar