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Textos. especificos. Textos específicos. Vamos a analizar ahora las características más sobresalientes de una serie de textos específicos:. Literario Carece de finalidad práctica, pretende perdurar en el tiempo y tiene naturaleza estética. divulgativo
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Textos especificos
Textos específicos Vamos a analizar ahora las características más sobresalientes de una serie de textos específicos: Literario Carece de finalidad práctica, pretende perdurar en el tiempo y tiene naturaleza estética divulgativo Son textos que tratan temas de interés general y van dirigidos al público en general, que puede no tener muchos conocimientos previos sobre esos temas, han de presentar la información con mucha claridad y pocos tecnicismos. periodísticos Aquellos que se difunden gracias a los medios de comunicación social
Textos específicos Texto literario: Es muy difícil que encontremos una definición clara, concisa y exacta de lo que es la literatura. Sobre ello se han vertido ríos de tinta y, aún hoy, no podemos definirla; probablemente porque eso sea imposible. Tradicionalmente se ha intentado definir la literatura por oposición a un uso común del lenguaje y en función de una serie de características:
Textos específicos Texto literario. Características: Originalidad. El lenguaje literario es un acto de creación consciente de un emisor con voluntad de originalidad. El lenguaje común está gastado, es repetitivo; el literario debe ser inédito, extraño, siempre original. Voluntad artística. Se usa el lenguaje con una voluntad artística, es decir, intentando crear una obra de arte. No existe, pues, una finalidad práctica, sino estética. Especial intención comunicativa. Este lenguaje tiene una singular intención comunicativa, y nunca una finalidad práctica sino estética. Lo connotativo. Es un lenguaje esencialmente connotativo. En un texto literario no existen significados unívocos (ello diferencia radicalmente a este lenguaje de los técnicos y científicos). Se utiliza un lenguaje abierto a la evocación y a la sugerencia a través de los significados secundarios de las palabras
Textos específicos Texto literario. Características Mundo propio. El mensaje crea sus propios mundos de ficción cuyos referentes no han de corresponder necesariamente con la realidad exterior. El habla normal depende del contexto extraverbal. No ocurre así en el texto literario. El lector no conoce el contexto hasta que lee.
Textos específicos Texto literario. Lenguaje. Como ya hemos mencionado anteriormente, es posible localizar determinados aspectos lingüísticos peculiares en textos literarios que no suelen darse en el lenguaje común. Nivel fónico. El ritmo: el texto literario puede utilizar, como procedimiento para llamar la atención, un ritmo más marcado que el de la prosa de la conversación habitual En español, el ritmo lo proporciona la distribución de los acentos y las pausas y la rima. Directamente emparentados con el nivel fónico serían, por ejemplo, la paronomasia, la aliteración, y la onomatopeya. Una cierta influencia sobre el ritmo y entonación podrían ejercerla el asíndeton, el polisíndeton, y las interrogaciones y exclamaciones retóricas.
Textos específicos Texto literario. Lenguaje. Figuras literarias: ALITERACIÓN Se produce cuando se repite un fonema o un grupo de fonemas A Polifemo, horror de aquella sierra, bárbara choza es, albergue umbrío, y redil espacioso donde encierra cuando las cumbres ásperas cabrio. ONOMATOPEYA Es un tipo de aliteración que reproduce sonidos reales: <el tictac del relo>
Textos específicos Texto literario. Lenguaje. Figuras literarias: ANÁFORA Es la repetición de una o varias palabras en posición inicial de una frase o verso: <Todas visten un vestido todas calzan un zapato todas comen un plátano todas son guapas> PARONOMASIA Asociación en el discurso de dos palabras cuyos significantes son parecidos pero cuyos significados son diferentes: <Nubes son y no naves>
Textos específicos Texto literario. Lenguaje. Figuras literarias: POLISÍNDETON Consiste en la coordinación de varios elementos lingüísticos mediante abundantes y reiteradas conjunciones: <El prado y valle y flauta y rió y fuente...> EPÍTETO Consiste en añadir adjetivos que caracterizan al sustantivo para alabar o denostar a alguien o algo. <¡Oh dulces prendas por mi mal halladas dulces y alegres cuando Dios quería...>
Textos específicos Texto literario. Lenguaje. Figuras literarias: ASÍNDETON Es lo contrario de polisíndeton. Consiste en suprimir la conjunción copulativa en contextos en los que debería aparecer: <Una risa, unos ojos, unas manos y mis sentimientos> ELIPSIS Consiste en la supresión de algún termino de la oración que se sobrentiende por el contexto: <llorare siempre mi mayor provecho, penas serán y hiel cualquier bocado, la noche afán, y la quietud cuidado, y duro campo de batalla el lecho>
Textos específicos Texto literario. Lenguaje. Figuras literarias: HIPÉRBATON Consiste en la variación del orden sintáctico habitual: <De este, pues, formidable de la tierra bostezo el melancólico vació> <caído se le ha un clavel...> PARALELISMO Consiste en dividir el periodo sintáctico en miembros especiales en cuanto a longitud, tono y formación sintáctica. <...ricos de fortaleza, y de fe ricos> <Tal es la nieve de los ojos bellos, tal es el fuego de la luz serena...>
Textos específicos Texto literario. Lenguaje. Figuras literarias: SIMIL O COMPARACIÓN Consiste en relacionar un termino real con otro imaginario con el que guarda una semejanza, los elementos mas utilizados son Cual, Como... <Sus ojos son como dos escarabajos negros> METÁFORA Es la transferencia de significado entre dos palabras (una real y la otra imaginario). La metáfora impura es por ej. Cabellos de oro (cabellos ter. Real y oro ter. imaginario) y la metáfora pura por ej. Lumbres del cielo (las estrellas se deduce)
Textos específicos Texto literario. Lenguaje. Figuras literarias: HIPÉRBOLE Se produce cuando se altera la realidad de forma exagerada <Érase un hombre a una nariz pegado...> PARADOJA Consiste en unir dos ideas irreconciliables. Tras lo que parece un mensaje absurdo, se esconde una idea razonable o una profunda verdad. <Vivo sin vivir en mi y tan alta vida espero que muero porque no muero>
Textos específicos Texto literario. Lenguaje. Figuras literarias: ANTÍTESIS Consiste en contraponer en el discurso dos palabras antónimas <...la dulce, amarga, verdadera historia...> PERSONIFICACIÓN Consiste en atribuir propiedades a realidades del mundo natural. <Murmuran las fuentes, lloran los cielos...>
Textos específicos Texto literario. Lenguaje. • Nivel morfosintáctico. • Un predominio llamativo (en mayor cantidad de la habitual) de • · sustantivos: podrían llegar a transmitir una sensación de quietud, estatismo. • · verbos: tienden a comunicar una visión dinámica, de desarrollo temporal • · adjetivos: pueden sugerir un tono descriptivo, sobre cualidades y matices. Tienen un valor de adorno e incluso de subjetividad en algunos casos. • Repetición de determinadas estructuras sintácticas • Recursos como el polisíndeton, el asíndeton, la elipsis, el hipérbaton, el paralelismo, etc. influyen directamente en este campo
Textos específicos Texto literario. Lenguaje. • Nivel léxico. • En el nivel léxico-semántico se dan fuertes rupturas de la relación significante/significado, lo que provoca el fenómeno de la plurisignificación. • el de la ambigüedad (se refuerza la posibilidad de que una expresión pueda tener más de un significado) • las combinaciones extrañas entre palabras que en condiciones normales serían incompatibles por su significado (casos como “queso paternal”) • la adquisición de nuevas connotaciones. Si en el lenguaje habitual un significante adquiere significados añadidos por parte de la cultura, en este caso es el autor el que los sugiere al lector. Así, en el famoso “verde que te quiero, verde”, de Lorca, el término verde adquiere el insólito significado de “muerte”. • la repetición de palabras puede utilizarse, no para reforzar una idea, sino para expresar algo distinto. Una rosa es una rosa es una rosa puede significar algo.
Textos específicos Texto literario. Ejercicios. Tema Resumen Tipo de texto según sus características
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre. Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él se andaba paseando, llegóse a mí y díjome: -Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga. «La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa». Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele: -Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor. -¿Uña de vaca es? -Sí, señor. -Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa. -Pues pruebe, señor, y verá qué tal está. Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos mejor que un galgo suyo lo hiciera.
Textos específicos Texto literario. Ejercicios. Tema La fraternidad humana La miseria El orgullo Las apariencias
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre. Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él se andaba paseando, llegóse a mí y díjome: -Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga. «La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa». Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele: -Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor. -¿Uña de vaca es? -Sí, señor. -Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa. -Pues pruebe, señor, y verá qué tal está. Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos mejor que un galgo suyo lo hiciera.
Textos específicos Texto literario. Ejercicios. 2. Resumen Lázaro se sienta a comer. Quiere invitar a su amo pero no sabe cómo ofrecerle comida sin herir sus sentimientos El amo elogia la manera de comer de Lázaro añadiendo que a cualquiera abriría el apetito. Lázaro le dice al escudero que es uña de vaca y que le acompañe Se sientan a comer juntos.
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre. Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él se andaba paseando, llegóse a mí y díjome: -Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga. «La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa». Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele: -Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor. -¿Uña de vaca es? -Sí, señor. -Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa. -Pues pruebe, señor, y verá qué tal está. Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos mejor que un galgo suyo lo hiciera.
Textos específicos Texto literario. Ejercicios. 3. Tipo de texto según sus características a. Funciones Denotativa – información Emotiva – sentimientos Conativa – llamar la atención, influir Fática – establecer contacto o cerrar la comunicación Poética – belleza del lenguaje Metalingüística – hablar del propio lenguaje
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre. Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él se andaba paseando, llegóse a mí y díjome: -Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga. «La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa». Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele: -Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor. -¿Uña de vaca es? -Sí, señor. -Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa. -Pues pruebe, señor, y verá qué tal está. Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos mejor que un galgo suyo lo hiciera.
Textos específicos Texto literario. Ejercicios. 3. Tipo de texto según sus características b. Características lingüísticas • Nivel morfológico • Empleo de verbos en pretérito perfecto simple para enunciar los hechos: Llegó a las ocho. • pretérito imperfecto de indicativo para las acciones en desarrollo: Caminaba por la calle. • presente de indicativo con significado actual, con valor habitual o histórico.
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre. Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él se andaba paseando, llegóse a mí y díjome: -Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga. «La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa». Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele: -Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor. -¿Uña de vaca es? -Sí, señor. -Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa. -Pues pruebe, señor, y verá qué tal está. Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos mejor que un galgo suyo lo hiciera.
Textos específicos Texto literario. Ejercicios. 3. Tipo de texto según sus características b. Características lingüísticas • Nivel sintáctico • Predominio de oraciones enunciativas. • Relevancia de los complementos circunstanciales de tiempo y de lugarLlegómuy tarde; Llegó cuando todos dormían; Escribía donde podía. • Uso de oraciones subordinadas de causa, finalidad y consecuencia, así como de coordinadas copulativas, que permiten la organización lógica de las acciones. No volvieron a hablar del asunto porque les resultaba incómodo. • Presencia de los estilos directo e indirecto: Le contestó con desprecio: -¡Bah!; Le recordó que era tarde.
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre. Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él se andaba paseando, llegóse a mí y díjome: -Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga. «La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa». Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele: -Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor. -¿Uña de vaca es? -Sí, señor. -Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa. -Pues pruebe, señor, y verá qué tal está. Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos mejor que un galgo suyo lo hiciera.
Textos específicos Texto literario. Ejercicios. 3. Tipo de texto según sus características b. Características lingüísticas • Nivel semántico • Utilización de verbos de movimientos, de acción y de lengua: Corrió tras ella; Le dijo que no estaba. • Empleo de adverbios deícticos de lugar y de tiempo: Ocurrió allí; Lo descubrió ayer.
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre. Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él se andaba paseando, llegóse a mí y díjome: -Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga. «La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa». Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele: -Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor. -¿Uña de vaca es? -Sí, señor. -Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa. -Pues pruebe, señor, y verá qué tal está. Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos mejor que un galgo suyo lo hiciera.
Textos específicos Texto literario. Ejercicios. 3. Tipo de texto según sus características c. Elementos de la narración • Elementos de la narración • Narrador • Según la persona narrativa (1ª, 2ª y 3ª) • Según su punto de vista (omnisciente u objetivo) • Personajes • Según su importancia (protagonistas, secundarios y antagonistas) • Según aparece su voz (estilo directo, indirecto e indirecto libre) • Trama o argumento (planteamiento, nudo y desenlace) • Tiempo (interno y externo) • Espacio (determinado o indeterminado)
Un análisis de los elementos narrativos nos lleva a ver un narrador en 1ª persona, que es el propio Lázaro, de ahí su carácter autobiográfico. Los dos personajes que aparecen son Lázaro y el escudero y nos son descritos a través de una caracterización indirecta, es decir, la información que sobre ellos recibimosse consigue a través de sus actos y de lo que dicen. El primero se compadece de su desventurado amo, al que no quiere herir en su dignidad. El segundo se muestra ridículo, intentando disimular su hambre, revoloteando en torno al criado y buscando la alabanza para atraerle y que le dé de comer. Los dos están perfectamente caracterizados por su forma de actuar y Lázaro, además, nos transmite su pensamiento acerca del momento que se narra. El espacio en que se desarrolla lo relatado es un lugar cerrado, en el ámbito de la casa del amo. Los hechos se desarrollan en un tiempo pasado, anterior al momento en que el narrador se encuentra y transcurren en un orden lineal. Por lo que se refiere a la técnica y estilo, es claramente visible el uso del diálogo, dando al fragmento un carácter casi teatral. Se observan muchos recursos: palabras con doble sentido (“Póngole en las uñas la otra”) para dar cuenta del hambre del amo; repeticiones (sentí / sentía; pasado / pasaba; ayudarle /ayudaba); comparaciones (como había de él; y no hay faisán que así sepa); ironía y burla (“la muy buena que tú tienes te hace parecer la mía hermosa”); hipérbole /”que no habrá a quien no convide con su sabor”); paronomasia (“como comencé a comer”. El diálogo ágil junto con los recursos descritos hacen del fragmento un pasaje de gran plasticidad y de fácil recreación en la mente del lector. Por otra parte, el lenguaje es llano, sin afectación alguna, como corresponde al siglo XVI. En esta sencillez elaborada reside en gran parte el atractivo de la obra.
Textos específicos Texto divulgativo. Exponen doctrinas o conocimientos al modo de la más pura formulación escrita del saber. Al participar de lo científico en el contenido, no buscan la belleza, sino la verdad. La fantasía no tiene cabida en ellos. Son sobrios, severos, se caracterizan por la densidad conceptual y la precisión lingüística técnica. Están escritos en prosa, tienen una extensión moderada y exploran un tema corto o limitado con ausencia de investigación. Adoptan la modalidad divulgativa, mediante la cual el autor pretende dar a conocer con claridad y de modo fácilmente asequible un tema de interés general. La descripción de los textos divulgativos es técnica, de valor objetivo y sin intención estética. La connotación no tiene cabida en ellos.
Textos específicos Texto divulgativo. Características lingüísticas • MODALIDAD ESPECIALIZADA O DESCRIPCIÓN TÉCNICA: • Cada término tiene un significado único como corresponde a la función referencial del lenguaje. No están hechos para crear belleza y poseen un alto grado de abstracción que se refleja en el empleo de sustantivos. • Abundan las definiciones de tipo esencial o descriptivo. • Se buscan la propiedad y la corrección con el fin de hacerse entender, lo que no obsta para que haya repeticiones, una necesidad que nace de la claridad máxima. • pueden aparecer tecnicismos, estos abundan en las ciencias naturales ante la necesidad de nombrar cosas generalmente concretas.
Textos específicos Texto divulgativo. Características lingüísticas • MODALIDAD DIVULGATIVA: • El léxico no es tan técnico como en la modalidad científica y puede ser comprendido por la generalidad. • Descarta la ambigüedad y la voluntad estilística. • Su carácter expositivo propicia la ordenación clara del contenido, organizado con presentación de nociones generales y desarrollo del texto, organizado en idea principal y aspectos con ella relacionados. • La sintaxis es sencilla y rigurosa en aras de la concreción y la claridad. • Presencia de oraciones explicativas • empleo de la tercera persona • Abundancia de oraciones coordinadas y subordinadas que expresen condición, circunstancias y consecuencias. • Frecuencia de oraciones adjetivas que vienen muy bien para el carácter especificativo y explicativo de estos textos.
La reducción de emisiones españolas de gases de efecto invernadero en 2008 ha sido el resultado de varios factores. ¿Ha influido la crisis? Por supuesto, pero sería simplista concluir que tan importante reducción ha sido una consecuencia automática de ésta. El PIB creció un punto en 2008, mientras que las emisiones cayeron varios. El sector donde más han caído ha sido el eléctrico, pero esto no habría sido posible si el sistema español no contara con renovables para sustituir el carbón. Tampoco si el consumo energético no hubiera sido más eficiente por cuarto año consecutivo, corrigiendo el insostenible crecimiento de la intensidad energética de la economía entre 1990 y 2004. Es de esperar que la eficiencia continúe mejorando, pues algunos de los sectores que han entrado en crisis, como la construcción o el transporte, son los más ineficientes. La crisis que padecemos no es sólo financiera, sino que sus raíces están en un modelo productivo triplemente insostenible: en lo económico porque no hay nada más insostenible -en España o en EE UU- que una economía sostenida por la especulación inmobiliaria cuya crisis ha arrastrado la de un sistema financiero demasiado desregulado y especulativo; en lo social, porque genera empleos descualificados y muy vulnerables a los cambios de ciclo, y en lo ambiental, porque la presión sobre el territorio ha sido tremenda con las emisiones de CO2 en continuo crecimiento. La crisis es también una oportunidad para rectificar. Nicholas Stern, en su informe sobre la economía del cambio climático, lo definió como el mayor fracaso del mercado jamás visto. Será necesaria una importante acción pública, como la propuesta de Green New Deal para afrontar la crisis ha inspirado el programa económico de Obama, orientado a las energías renovables, la salud y la educación como ejes del nuevo modelo. De eso se trata. También España, si el Gobierno fuera capaz de emprender una acción más decidida, tendría una oportunidad extraordinaria. Desplegando masivamente las energías renovables, rehabilitando edificios para hacerlos más eficientes, electrificando el transporte para hacerlo más sostenible, apostando por la investigación en la nueva economía verde... no sólo adoptaría un comportamiento climáticamente responsable, cumpliendo con Kioto, sino que generaría millones de empleos y, sobre todo, podría reubicarse en el nuevo panorama internacional, con una economía más sostenible. Ésa es ahora la cita de la historia.