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MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y OPINION PÚBLICA EN CONTEXTOS DE GUERRA. Hernando Llano Ángel. ALBERT CAMUS.
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MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y OPINION PÚBLICA EN CONTEXTOS DE GUERRA Hernando Llano Ángel
ALBERT CAMUS “Pero a partir del momento en que por falta de carácter corre uno a darse una doctrina, desde el instante en que se razona el crimen, éste prolifera como la misma razón, toma todas las figuras del silogismo. Era solitario como el grito; helo ahí universal como la ciencia. Ayer juzgado, hoy legisla”. Tomado “El Hombre Rebelde”. Introducción.
Realidad Aparencial: “Para nosotros, la apariencia --algo que ven y oyen otros al igual que nosotros-- constituye la realidad” Hannah Arendt.
SIMBIOSIS POLÍTICA - CRIMEN De allí la pertinencia de ver y escuchar a uno de esos protagonistas, Salvatore Mancuso, quien nos revela, antes de que el Presidente Uribe ordenará su rápida extradición, como se ha fraguado en Colombia la alianza entre la política y el crimen, más conocida bajo el eufemismo de la “parapolítica”.
Palabras Clichés Para continuar con Arendt, recurro ahora a una cita de su ensayo “Comprensión y política”, donde nos advierte sobre el papel de la comunicación en contextos de guerra y nos dice: “Las armas y la lucha corresponden a la esfera de la violencia y la violencia, a diferencia del poder, es muda; la violencia empieza donde termina el discurso. Las palabras que se usan para combatir pierden su calidad de discurso y se convierten en clichés”.
Palabras Clichés “El lugar que los clichés han llegado a ocupar en nuestro lenguaje y en nuestros debates cotidianos puede muy bien indicar hasta qué punto no sólo nos hemos privado de la facultad del habla sino que no dudamos en utilizar medios más efectivos que los libros malos (y sólo los libros malos pueden ser buenas armas) para solucionar nuestros diferendos”
LAS SERVIDUMBRES DEL ODIO ¿Cree usted lógico relacionar las dos palabras “odio” y “mentira”? El odio es en sí mismo una mentira. Se calla instintivamente con relación a toda una parte del hombre. Niega lo que “en cualquier hombre” merece compasión. Miente, pues, esencialmente sobre el orden de las cosas. La mentira es más sutil. Sucede incluso que se miente sin odio, por simple amor a uno mismo. Todo hombre que odia, por el contrario, se detesta a sí mismo, en cierto modo. No hay, pues, un lazo lógico entre la mentira y el odio, pero existe una filiación casi biológica entre el odio y la mentira. Entrevista publicada en Le Progres de Lyon Navidades de 1951.
LAS SERVIDUMBRES DEL ODIO En el mundo actual, presa de las exasperaciones internacionales, no toma el odio frecuentemente la máscara de la mentira? ¿Y no es la mentira una de las mejores armas del odio, quizá la más pérfida y la más peligrosa? El odio no puede tomar otra máscara, no puede privarse de esta arma. No se puede odiar sin mentir. E inversamente, no se puede decir la verdad sin sustituir el odio por la compasión (que no tiene nada que ver con la neutralidad). De diez periódicos, en el mundo actual, nueve mienten más o menos. Es que en grados diferentes son portavoces del odio y la ceguera. Cuanto mejor odian más mienten. La prensa mundial, con algunas excepciones, no conoce hoy otra jerarquía. A falta de otra cosa mejor, mi simpatía va hacia esos, escasos, que mienten menos porque odian mal. Entrevista publicada en Le Progres de Lyon Navidades de 1951.
LAS SERVIDUMBRES DEL ODIO ¿Importancia privilegiada de la mentira? Su importancia proviene de que ninguna virtud puede aliarse con ella sin perecer. El privilegio de la mentira es que siempre vence el que pretende servirse de ella…No, ninguna grandeza se ha establecido jamás sobre la mentira. La mentira a veces hace vivir, pero nunca eleva. La verdadera aristocracia por ejemplo no consiste en batirse en duelo. Consiste, en primer lugar en no mentir. La libertad no consiste en decir cualquier cosa y en multiplicar los periódicos escandalosos, ni en instaurar la dictadura en nombre de una libertad futura. La libertad consiste, en primer lugar en no mentir. Allí donde prolifere la mentira, la tiranía se anuncia o se perpetúa. Entrevista publicada en Le Progres de Lyon Navidades de 1951.