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Heterogeneidades sociales en la Región Metropolitana de Buenos Aires. Agustín Salvia UBA-UCA/Conicet.
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Heterogeneidades sociales en la Región Metropolitana de Buenos Aires Agustín Salvia UBA-UCA/Conicet
El objetivo de esta presentación es hacer un balance sobre las condiciones materiales de vida, las capacidades de desarrollo humano y oportunidades de integración social de los hogares de la Región del Área Metropolitana de Buenos Aires. • La investigación se basa en datos de la Encuesta de la Deuda Social Argentina – Período del Bicentenario a partir de una muestra de 2190 hogares relevados en zonas urbanas.
La región del Área Metropolitana de Buenos Aires está compuesta por dos jurisdicciones: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 30 partidos de la Provincia de Buenos Aires que rodean a la Capital Federal, conformando el Conurbano Bonaerense. • Según datos del Censo de Población del INDEC de 2010 –, el AMBA reúne 12,8 millones de habitantes (3,5 millones de hogares), representando una concentración cercana al 32% de la población total del país, a la vez que genera más del 40% del PBI (Conurbano: 2,5 millones de hogares y 9,9 millones de personas).
Límites Estructurales al Desarrollo Local • Un crecimiento socio-económico y socio-demográfico dual, la fragmentación político-jurisdiccional, el funcionamiento descontrolado del mercado inmobiliario, la falta de regulaciones y de planificación integral, reproduce la marginalidad, la segmentación social y la desigualdad estructural en nivel regional. • El desempeño de la región en materia económica, inversión pública y gastos en programas sociales no garantiza el desarrollo sino que profundiza la marginalidad estructural. Más de un tercio de la población sobrevive gracias a la asistencia pública o social y a través del empleo en el sector “informal”.
ÍNDICE TEMÁTICO • Satisfacción de necesidades de subsistencia en hogares y personas. • Vivienda segura y recurso del hábitat urbano a nivel de los hogares. • Integración a través del trabajo y la seguridad social • Exclusión de la infancia: déficit escolar y trabajo infantil • Capital humano, integración social y seguridad para la población de 18 años o más. • Confianza en las instituciones y participación ciudadana
HOGARES Recursos de subsistencia
POBLACIÓN EN HOGARES Recursos de subsistencia
HOGARES Vivienda Familiar
HOGARES Infraestructura social urbana
HOGARES Entorno ambiental - barrial
HOGARES Entorno ambiental - barrial
INTEGRACIÓN A TRAVÉS DEL TRABAJO Y ACCESO A LA SEGURIDAD SOCIAL
POBLACIÓN DE 18 AÑOS O MÁS Trabajo, seguridad social y satisfacción laboral
OCUPADOS DE 18 AÑOS O MÁS Trabajo, seguridad social y satisfacción laboral
NIÑOS EN HOGARES Marginación social de la infancia
Trabajo infantil NIÑOS EN HOGARES
POBLACIÓN DE 18 AÑOS O MÁS Recursos psicológicos y de apoyo social
POBLACIÓN DE 18 AÑOS O MÁS Inseguridad ciudadana
POBLACIÓN DE 18 AÑOS O MÁS Confianza en las instituciones políticas
POBLACIÓN DE 18 AÑOS O MÁS Confianza en las instituciones sociales
POBLACIÓN DE 18 AÑOS O MÁS Participación sociopolítica ciudadana
POBLACIÓN DE 18 AÑOS O MÁS Participación Socio-comunitaria
LA AGENDA DE LAS DEUDAS SOCIALES MÁS URGENTES Hacer retroceder la marginalidad, dar acceso a un terreno y a una vivienda digna y crear un entorno socio-ambiental adecuado para el desarrollo exige una política integral y coordinada de planeación urbana regional con una fuerte de inversión púbico-privada. Responder a las necesidades de subsistencia requiere de más y mejores empleos productivos que permitan a los hogares pobres superar carencias y erradicar el trabajo infantil y el déficit escolar (microempresas, empleos de cercanía e integración formal-informal). Es necesario ampliar la infraestructura y la calidad en materia de guarderías, jardines maternales, escuelas de doble jornada y en salud pública para poder resolver las cuestiones relacionadas con la exclusión estructural.
La brecha económica también se expresa a través de la brecha psicológica. Los sectores pobres son más vulnerables a sufrir malestar psicológico, aislamiento social y falta de apoyos y de proyectos de vida. Es evidente la necesidad de cambios institucionales que permitan recobrar el interés de la población por lo público. Es necesario estimular la participación política ciudadana convocando a la sociedad civil a participar en la planificación y la gestión social. Frente a la inseguridad creciente es evidente la necesidad de aumentar la protección ciudadana a través de políticas de seguridad y de campañas coordinadas de prevención y medidas que erradiquen el tráfico de drogas, promuevan la inclusión juvenil y reduzcan la desigualdad de oportunidades.
Es de esperar que un mayor conocimiento de la realidad social del AMBA permita instalar estos temas en la agenda. Es urgente ampliar el debate político y social para lograr una definición más participativa e integrada de la política social a largo plazo. Es necesario el compromiso de actores supra-regionales. Urge actuar la transformación de una región que a pesar del poder económico presenta una marcada complejidad político-institucional, junto a una concentrada situación de desigualdad, marginalidad y exclusión social.