80 likes | 257 Views
¿Qué objeto describir?. “ Moscas. —La infame especie alada recorrerá el aire y asaltará a los humanos y animales y se nutrirá de ellos con gran ruido, y llenará su vientre de sangre bermeja”.
E N D
“Moscas.—La infame especie alada recorrerá el aire y asaltará a los humanos y animales y se nutrirá de ellos con gran ruido, y llenará su vientre de sangre bermeja”. “Moscas.—Los hombres saldrán de sus sepulturas transformados en insectos y asaltarán a los hombres, quitándoles el alimento de sus propias manos y mesas”. Fragmento de Breviarios por Leonardo De Vinci.
¿El sabor? De pronto el recuerdo surge. Ese sabor es el que tenía el pedazo de magdalena que mi tía Leoncia me ofrecía, después de mojarlo en su infusión de té o de tila, los domingos por la mañana en Combray (porque los domingos yo me salía hasta la hora de misa) cuando iba a darle los buenos días a su cuarto. Ver la magdalena no me había recordado nada, antes de que la probara; quizás porque, como había visto muchas, sin comerlas, en las pastelerías, su imagen se había separado de aquellos días de Combray para enlazarse a otros más recientes; quizás porque de esos recuerdos por tanto tiempo abandonados fuera de la memoria, no sobrevive nada y todo se va disgregando. Fragmento de En busca del tiempo perdido por Marcel Proust.
¿La imagen? Tú cerrarás los ojos, consciente de que tus párpados no son opacos, de que a pesar de que los cierras la luz penetra hasta la retina: la luz de sol que se detendrá, enmarcado por la ventana abierta, a la altura de tus ojos cerrados: los ojos cerrados que eliminan el detalle de la visión, alteran la brillantez y el color pero no eliminan la visión misma, la misma luz de ese centavo de cobre que se derretirá hacia el poniente. Cerrarás tus ojos y creerás ver más: sólo verás lo que tu cerebro quiera que veas… Fragmento de La muerte de Artemio Cruz por Carlos Fuentes.
¿El tacto? Cuando Tita sintió sobre sus hombros la ardientemirada de Pedro, comprendió perfectamente lo que debe sentir la masa de un buñuelo al entrar en contacto con el aceite hirviente.Era tan real la sensación de calor que la invadía que anteel temor de que como a un buñuelo le empezaran a brotar burbujaspor todo el cuerpo, el vientre, el corazón, los senos, bajóla mirada y trató de huir. Fragmento de Como agua para chocolate por Laura Esquivel.
¿El olfato? Yo y no sólo yo, otros hombres, podríamos buscar en la brisa el perfume de otra tierra, el aroma arrancado por el aire a otros mediodías: huelo, huelo: lejos de mí, lejos de este sudor frío, lejos de estos gases inflamados: las obligué abrir la ventana: puedo respirar… Fragmento de La muerte de Artemio Cruz por Carlos Fuentes.
¿El sonido? Eran voces extrañas, entre tanto ruido de bombas, pero más fuertes que las bombas porque éstas caían de cuando en cuando y las voces cantaban todo el tiempo. “Y no es que fueron voces muy marciales, papá, sino voces de mujeres enamoradas. Les estaban cantando a los guerreros de la república como a sus enamorados…” Fragmento de La muerte de Artemio Cruz por Carlos Fuentes.