LEGISLACI N CIVIL COSTARRICENSE EN MATERIA DE OBLIGACIONES

1. LEGISLACI�N CIVIL COSTARRICENSE EN MATERIA DE OBLIGACIONES POR: JULIA RODRIGUEZ GEILYN AGUILAR MAGDA ROJAS ALEX VARGAS

2. Introducci�n Es el presente trabajo investigativo, una propuesta que surge de manera muy atrevida, porque por el conocimiento adquirido hasta ahora, todav�a lo consideramos limitado para hacer un an�lisis tan exhaustivo y proponente de cambios radicales en nuestro C�digo Civil, as� pues las sugerencias que se expresar�n estar�n condicionadas a esas limitaciones. Tomando en cuenta lo anterior hemos procedido a analizar el Libro de Obligaciones del C�digo Civil Costarricense, y c�mo los legisladores pudieron haber errado al separar algunos art�culos en otros cuerpos normativos, y dejar mal ubicados los que de esa materia quedaron en el C�digo Civil. Tambi�n al haber sido heredado el C�digo Civil, sin haberlo adecuado correctamente a nuestra historia a provocado inexactitudes que en otros pa�ses como en Argentina se puede notar que utilizaron toda la doctrina existente para realizar un C�digo Civil, totalmente adecuado a su pa�s, reorganizando muchos de sus t�tulos con respecto al C�digo Napole�nico y tambi�n utilizando cada art�culo terminolog�a muy comprensible.

3. PROBLEMA DE LA INVESTIGACI�N �Es realmente el Libro III del C�digo Civil Costarricense asertivo y oportuno en cuanto a materia de obligaciones se refiere? OBJETIVO GENERAL Investigar en forma precisa pero no exhaustiva cu�les art�culos del C�digo Civil se podr�an encontrar mal ubicados. OBJETIVOS ESPECIFICOS Identificar y sugerir cu�les y d�nde podr�an ubicarse los art�culos que pensamos se encuentran mal ubicados

4. Seg�n expresa Montero, 1999 �desde el punto de vista sistem�tico la estructura del C�digo Civil es cient�ficamente deficiente y anticuada. El orden normativo no tiene l�gica, si se toma en cuenta que el per�odo vital de la obligaci�n termina normalmente con el cumplimiento y su consecuente satisfacci�n para el acreedor y excepcionalmente con la ejecuci�n forzosa generada por el incumplimiento de lo convenido. No se encarga de las obligaciones derivadas de la culpa extracontractual, dej�ndolas al derecho de los contratos, lo que resulta un sinsentido�

5. An�lisis Comparativo Previo Hemos hecho una comparaci�n del C�digo Civil Costarricense con el Argentino En Argentina LIBRO SEGUNDO DE LOS DERECHOS PERSONALES EN LAS RELACIONES CIVILES SECCI�N PRIMERA PARTE PRIMERA DE LAS OBLIGACIONES EN GENERAL De la naturaleza y origen de las obligaciones, De las obligaciones naturales, De los da�os e intereses en las obligaciones que no tienen por objeto sumas de dinero, De las obligaciones principales y de las obligaciones accesorias, De las obligaciones condicionales, De las obligaciones a plazo, De las obligaciones con relaci�n a su objeto, De las obligaciones de dar, De las obligaciones de hacer o de no hacer, De las obligaciones alternativas, De las obligaciones facultativas, De las obligaciones con cl�usula penal, De las obligaciones divisibles e indivisibles, De las obligaciones con relaci�n a las personas. De las obligaciones simplemente mancomunadas. De las obligaciones solidarias. Del reconocimiento de las obligaciones.

6. La Parte II se llama Extinci�n de las Obligaciones, y se cada una de las formas por las que se podr�an extinguir. Luego en la Secci�n II, que se llama de los hechos y actos jur�dicos que producen la adquisici�n, modificaci�n, transferencia o extinci�n de los derechos y obligaciones, todos los medios por los que se puede llegar a establecer una obligaci�n, como Los Hechos, Las Escrituras P�blicas, etc. En la Secci�n III, las obligaciones que nacen de los contratos.

7. En C.C.Costarricense: El Libro se llama de las Obligaciones y es el tercero. Diversas clases de obligaciones. Efecto de las Obligaciones. Del pago y la compensaci�n. De los otros modos de extinguirse las Obligaciones. De la Prescripci�n. De la insolvencia del Deudor y el concurso de acreedores, y De las diferentes clases de cr�ditos, sus preferencias y privilegios.

8. Es muy confuso; El T�tulo II, se refiere a los efectos de las obligaciones, o sea qu� producen las obligaciones se encuentra en el T�tulo II, compuesto por: Disposiciones Generales, Da�os y Perjuicios y Cl�usula Penal; podemos ver como apenas en el t�tulo II ya se hace menci�n de las responsabilidades por da�os y perjuicios, as� entonces entendemos un desorden cronol�gico. El t�tulo IV y el t�tulo V, est�n por separado y son ambos referentes a la manera de extinguirse las obligaciones o sea el t�tulo deber�a ser como en el C�digo Civil Argentino, Extinci�n de las Obligaciones y luego la enumeraci�n de cada una de ellas.

9. La prescripci�n suponemos que no deber�a ser parte de las obligaciones. Una diferencia abismal con el C�digo Civil Argentino, la podemos observar, en �l primero est� el libro de las personas y de segundo el libro DE LOS DERECHOS PERSONALES EN LAS RELACIONES CIVILES, donde se encuentra todo desglosado sobre obligaciones, y dentro de �l, los tipos de actos que podr�an generar obligaciones; en Costa Rica tenemos como segundo libro DE LOS BIENES Y DE LA EXTENSI�N Y MODIFICACIONES DE LA PROPIEDAD. Y por ejemplo el t�tulo V se llama: DE LAS CARGAS Y LIMITACIONES DE LA PROPIEDAD IMPUESTAS POR LA LEY, �y no son ellas obligaciones?, el t�tulo VI se llama DE LA HIPOTECA Y LA PRENDA, qu� inmensa contradicci�n, existen primero la hipoteca y la prenda, antes que las obligaciones.

10. UBICACI�N TEORICA - El jurista tiene la fama de convertirse en matem�tico, l�gico, fil�sofo, por el nivel de abstracci�n y de sublime racionalidad que la cultura jur�dica alcanza. - El vocablo mismo obligaci�n signific� inicialmente la pr�ctica inconstitucionalizada de que el deudor permaneciera amarrado como una bestia en la casa de su acreedor hasta que alguien se presentara saldar su deuda�

11. La concepci�n de obligaci�n ha variado de encadenamiento f�sico a v�nculo jur�dico Antill�n: se�ala la heterogeneidad del Tercer libro del c�digo Civil ( De las Obligaciones).

12. De los nueve t�tulos originales, cinco no corresponden a la materia en estudio. El T�tulo III, sobre la Prueba, que abarcaba de los art�culos 719 a 763 fueron derogados por el art�culo 8 del C�digo Procesal Civil, Ley No. 7130 del 16 de agosto de 1989, ya que los mismos se refer�an a los actos jur�dicos (mientras que la obligaci�n es un efecto), dichos ordinales pasaron a formar cuerpo legal se�alado.

13. El T�tulo VI, relativo a la Prescripci�n, que se refiere a ciertos efectos jur�dicos que se producen frente a una gran diversidad de situaciones que excede ampliamente la lista de las relaciones obligatorias. Los t�tulos VII y VIII, relativos a la Insolvencia y el Concurso, que se refieren a la tutela jurisdiccional de los derechos.

14. El t�tulo IX, sobre el apremio corporal ( Art�culos del 1001 al 1006), fue derogado mediante la Ley No. 7654 publicada en la Gaceta N� 16 del 23 de enero de 1997 . El cap�tulo V del t�tulo V, sobre �nulidad y rescisi�n�, se refiere a los actos jur�dicos. Por lo que estrictamente no pertenecen a la materia de obligaciones y ser�a bueno analizar su ubicaci�n y podr�a pensarse en su ubicaci�n en el C�digo de Comercio por ejemplo.

15. El legislador costarricense crea un libro independiente para las obligaciones y abandona la estructura del C�digo Napole�nico y se adhieren al Derecho Civil Franc�s. El C�digo de Napole�n tiene un libro III que se refiere a los diferentes modos de adquirir la propiedad y del cual formaban parte la materia de las sucesiones y donaciones y otro conjunto de materias que se refiere a los contratos singulares, tambi�n posee un T�tulo III que ser�a las Obligaciones del C�digo Civil Costarricense.

16. Sin embargo al dividir en dos la materia (Obligaciones y Contratos), los legisladores no perciben que la prueba, la nulidad y la rescisi�n se refer�an a las convenciones (contratos y otros actos jur�dicos) y que la prescripci�n, abarcaba toda clase de situaciones jur�dicas y no solo las obligatorias. �� De todo modos, estos problemas, que no son los principales en mi criterio ( Antill�n), tambi�n nos est� indicando la necesidad de desmontar minuciosamente los aspectos estructurales y formales del libro ��

17. � yo creo que los juristas, aquejados por una fuerte tendencia a mirar solo el plano normativo, debemos para empezar, incorporar a nuestro arsenal met�dico aquel instrumento que los griegos llamaron �epoj�, en el sentido de que para intentar una reforma legislativa en un campo tan sensible y a la vez tan vasto como el de las relaciones obligatorias, logremos primero encerrar entre par�ntesis la normativa vigente y las ideolog�as jur�dicas formadas a su alrededor, y enfrentemos la realidad de los mecanismos y las relaciones socioecon�micas contempor�neas en el �mbito de nuestro pa�s y nuestra Regi�n�

18. Art�culo 627: Para la validez de la obligaci�n es esencialmente indispensable: 1�. Capacidad de parte de quien se obliga. 2� Objeto o cosa cierta y posible que sirva de materia a la obligaci�n. 3� Causa justa.

19. Art�culo 628: La capacidad para obligarse se presume siempre, mientras no se prueben los hechos o circunstancias por los cuales niegue la ley esa capacidad.

20. Art�culo 632: Las causas productoras de obligaci�n, son: - los contratos, los cuasicontratos, los delitos, los cuasidelitos y la ley. Art�culo 681: Es nula la condici�n que hace depender la eficacia de la obligaci�n �nicamente de la mera voluntad del prometiente.

21. �Como se puede observar de su simple lectura, nuestro C�digo Civil toma el principio cl�sico y le da vuelta, para sentar una regla contraria a la l�gica y a la tradici�n legislativa y doctrinaria de Orbe Civilizado. En vez de decir: si hay condici�n meramente potestativa del promitente, es nula la condici�n. Y entonces, si la condici�n es nula, la conclusi�n a la que l�gicamente debemos llegar es que la obligaci�n deviene pura y simple, esto es, plenamente v�lida. Se trata claramente, de una aberraci�n, porque estar�amos en el caso de una obligaci�n que nace de la nada, puesto que su fuente no es una declaraci�n de voluntad seria, sino una expresi�n de �no voluntad� ( �si me parece�, � si voluero�). Pero esa aberraci�n es derecho positivo costarricense.

22. Art�culo 692: se considera que es el �nico art�culo de la legislaci�n civil consagrado a normar el incumplimiento contractual �En los contratos bilaterales va siempre impl�cita la condici�n resolutoria por falta de cumplimiento. En este caso la parte que ha cumplido puede exigir el cumplimiento del convenio o pedir se resuelva con da�os y perjuicios ( as� reformado por el art�culo 1� de la ley N� 16 del 12 de diciembre de 1887)�. (C�digo Civil, 1999: p. 147)

23. ��inadecuado su emplazamiento en el cap�tulo de las obligaciones condicionales, indeterminaci�n de la importancia del incumplimiento a los fines de resolver el contrato, incertidumbre en el aspecto de si pedida la resoluci�n no pueda demandarse el cumplimiento o si solicitado �ste la primera s�lo procede cuando la ejecuci�n fuere imposible; omisi�n acerca de si la resoluci�n opera de pleno derecho o precisa sea decretada judicialmente;

24. duda sobre si los da�os y perjuicios son exigibles en el cumplimiento forzoso ante lo impreciso de sus t�rminos que parecen referirse �nicamente al supuesto de la resoluci�n; equ�voca la expresi�n �la parte que ha cumplido� respecto a la que puede pedir la resoluci�n, en lugar de �la parte no incumplidora� que ser�a lo correcto, y falta de reconocimiento legislativo expreso de la �exceptio inadimpleti contractus�

25. CL�USULA PENAL ART�CULO 708.- El efecto de la cl�usula penal es determinar con anticipaci�n y a t�tulo de multa los da�os y perjuicios debidos al acreedor, por el deudor que no ejecute su obligaci�n o que la ejecute de una manera imperfecta. ART�CULO 709.- La nulidad de la obligaci�n principal acarrea la de la cl�usula penal; pero la nulidad de �sta no produce la de la obligaci�n principal. Con todo, cuando uno promete por otra persona, imponi�ndose una pena para el caso de no cumplirse por �sta lo prometido, valdr� la pena, aunque la obligaci�n principal no tenga efecto por falta de consentimiento de dicha persona. Lo mismo suceder� cuando uno estipula en favor de un tercero, y la persona con quien se estipula se sujeta a una pena, para el caso de no cumplir lo prometido. ART�CULO 710.- Tambi�n es v�lida la cl�usula penal, cuando una persona garantiza obligaciones que pueden anularse por alguna excepci�n puramente personal del obligado.

26. CL�USULA PENAL ART�CULO 711.- El acreedor puede exigir el cumplimiento de la obligaci�n o el de la pena, pero no ambos, salvo el convenio en contrario. ART�CULO 712.- Cuando s�lo se reclame la pena, �sta no puede exceder en valor ni en cuant�a a la obligaci�n principal; y en los casos en que es posible el reclamo del principal y de la pena conjuntamente, la pena no puede exceder de la cuarta parte de aqu�l. ART�CULO 713.- Si la obligaci�n fuere cumplida en parte, la pena se modificar� en la misma proporci�n. ART�CULO 714.- El cumplimiento de la cl�usula penal s�lo puede exigirse en los casos y cuando concurran las circunstancias en que, a no haber cl�usula penal, se podr�an reclamar da�os y perjuicios, seg�n lo dispuesto en el cap�tulo anterior.

27. LA CL�USULA PENAL: UNA GARANTIA DE CUMPLIMIENTO La cl�usula penal es una estipulaci�n pactada en un contrato para garantizar el cumplimiento de dar o hacer algo por parte de una de las partes. El objeto de ella es garantizar o asegurar el cumplimiento de la obligaci�n. Su incumplimiento supone que una de las partes pueda reclamar la prestaci�n que la otra parte se comprometi� a realizar. Act�a como una sanci�n en caso de incumplimiento o incumplimiento moroso.

28. En el C�digo Civil la cl�usula penal es vista como una anticipaci�n a t�tulo de multa de los da�os y perjuicios, por lo que se hace innecesaria la comprobaci�n de �stos. Tesis que no se comparte: Se estima que la cl�usula penal se puede cobrar s�lo si se verifican da�os como consecuencia del incumplimiento contractual.

29. EFECTO DE LA CL�USULA PENAL Se discute si para hacer efectiva la cl�usula penal se debe demostrar la existencia de da�os y perjuicios. Para que la cl�usula penal sea exigible se requiere que la obligaci�n principal subsista y que dicha obligaci�n haya sido incumplida o cumplida defectuosamente o con retraso. Se requiere, adem�s, que se est� en presencia de un incumplimiento o cumplimiento defectuoso desde el punto de vista legal y que sean imputables al deudor. ������� Al respecto, don Alberto Brenes C�rdoba se�ala: "A diferencia de lo que sucede con los da�os y perjuicios corrientes, que es preciso demostrar que se han producido, la pena es exigible de por s�, con entera prescindencia de toda comprobaci�n" De acuerdo a lo expuesto, no se requiere comprobar el perjuicio y el da�o sufrido por el incumplimiento. Juicio que no se comparte, visto que se considera que la cl�usula penal se puede cobrar s�lo si se comprueban los da�os como resultado del incumplimiento contractual.

30. LA MORA ART�CULO 774.- Si la �poca en que debe ser exigible la deuda no esta indicada en el t�tulo, el acreedor puede inmediatamente demandar el pago, a menos que la obligaci�n por su naturaleza, o por disposici�n especial de la ley, requiera, para ser exigible, el lapso de cierto tiempo.

31. El Art�culo 774 del C�digo Civil no exige constituci�n en mora con la salvedad de disposici�n de ley o de plazo. �La acci�n de poner en mora es una intimaci�n notificada por el acreedor al deudor para que pague�. En algunos ordenamientos jur�dicos el supuesto del cumplimiento tard�o exige tres elementos: el retraso (que la obligaci�n est� vencida y sea l�quida), la imputabilidad del retraso al deudor, la intimaci�n o requerimiento de pago al deudor. El derecho civil costarricense no exige este �ltimo requisito, o bien no lo exigen para todas las obligaciones. En el C�digo Civil la constituci�n en mora tiene car�cter excepcional, pues s�lo es necesaria en los casos en que la ley lo exige expresamente. 

32. Espec�ficamente el art�culo 774 del Cc, se apart� del criterio del C�digo Napole�nico, que requer�a la constituci�n en mora tanto en el caso de las obligaciones con plazo como respecto de los que no lo tienen. �sta es una de las diferencias entre las obligaciones civiles y las mercantiles. De acuerdo al art�culo 418, inciso b), del C�digo de Comercio: �Las obligaciones mercantiles son pagaderas el d�a indicado en el contrato, y a la falta de estipulaci�n sobre el particular, ser�n exigibles inmediatamente, salvo que por la naturaleza del negocio, o por la costumbre establecida, se requiera un plazo. En consecuencia, los efectos de la mora comenzar�n: b) los casos que no tengan plazo se�alado, desde el d�a siguiente a aqu�l en que el acreedor requiera al deudor, judicial o extrajudicialmente�. El art�culo 296 del C�digo Procesal Civil, de conformidad con el cual es efecto material del emplazamiento, inciso c): �constituir en mora al demandado, respecto a obligaciones que no tienen plazo para el cumplimiento�. �En el derecho costarricense una de las reglas b�sicas del r�gimen aplicable al incumplimiento de las obligaciones contractuales es la ausencia de requerimiento de pago. En otras palabras, en nuestro derecho el incumplimiento voluntario equivale autom�ticamente a mora, ya que no hay que realizar un acto formal para que �sta se constituya.

33. LA PRESCRIPCION Se prev� su amplitud de coacci�n que interpone su efecto a una diversidad de eventos y actos, superando el civilista y pasando en muchos de los casos a aspectos plenamente comerciales, penales o procesales

34. PRESCRIPCION POSITIVA Art�culo 854 �El que alegue la prescripci�n esta obligado a probar el justo titulo, salvo que se trate de servidumbres, del derecho de poseer, o de muebles, en cuyo casos, el hecho de la posesi�n hace presumir el titulo, mientras no pruebe lo contrario.� DENOTA POSESION Y TITULARIDAD

35. P.P. COD. CIVIL ESPA�OL Art�culo 1952 C�digo Civil Espa�ol � � que legalmente baste para transferir el dominio o derecho real de cuya prescripci�n se trate� y a�adiendo, Art�culo 1953 CCE � El titulo para la prescripci�n ha de ser verdadero y valido�

36. PLAZOS EN LA PRESCRIPCION Los plazos de prescripci�n poseen un car�cter aut�nomo e individual con efectos para una multiplicidad de situaciones jur�dicas Articulo 868 C.C. �todo derecho y su correspondiente acci�n se prescriben por diez a�os� en ese mismo articulo se indica �esta regla admite las excepciones que prescriben los art�culos siguientes y las dem�s establecidas expresamente por la ley, cuando en determinados casos exige para la prescripci�n mas o menos tiempo�.

37. PERIODOS PARA LA PRESCRIPCION NEGATIVA Art�culo 320 CC. � Del dominio- se�ala que el dominio es imprescriptible, de modo que el ejercicio de las facultades restitutorias del titular �subsiste mientras otro no haya adquirido la propiedad de la cosa por prescripci�n positiva�, por lo tanto hasta que este evento se produzca es posible ejercitar la acci�n reivindicatoria.

38. PERIODOS PARA LA PRESCRIPCION NEGATIVA Articulo 869 C�digo Civil: Prescriben por tres a�os: 2. las acciones por sueldos, honorarios o emolumentos de servicios profesionales 3. la acci�n de los empresarios para cobrar el valor de las obras que ejecutaren por destajo..

39. PERIODOS PARA LA PRESCRIPCION NEGATIVA Articulo 607 C�digo de Trabajo �Salvo disposici�n especial en contrario todos los derechos y las acciones provenientes de este c�digo, � prescribir�n en el termino de un a�o. Para los patronos, este plazo correr� desde el acaecimiento del hecho respectivo; para los trabajadores desde el momento en que est�n en posibilidad efectiva de reclamar sus derechos o ejercitar las acciones correspondientes�

40. ARTICULOS REFERIDOS Relativo a Derecho Mercantil Articulo 870 C.C. �Prescriben por un a�o: 3. la de los tenedores, boticarios, mercaderes y cualquier otro negociante por el precio de las ventas que hagan directamente a los consumidores. 4. la de los artesanos por el precio de las obras que ejecutaren.

41. IMPLICACIONES Comercialmente, estas disposiciones genrales las encontramos en art 795 (las acciones que nacen de la letra de cambio prescriben a los 4 a�os a contar de la fecha de su vencimiento). Art 802 (lo anterior tambi�n aplicable al pagar�) Art 969 La prescripci�n comienza a correr al d�a siguiente del vencimiento de la obligaci�n que tiene determinado plazo para ser cumplidas.

42. ARTICULOS REFERIDOS Relativo a Derecho Penal: Articulo 871 C.C. �las acciones civiles procedentes de delito o cuasi-delito se prescriben junto con el delito o cuasi-delito de que proceden.�

43. ARTICULOS REFERIDOS Articulo 880 C.C. No corre la prescripci�n: Contra los menores y los incapacitados durante el tiempo que est�n sin tutor o curador que los represente conforme a la ley. (Ley de Invalidez Vejez y Muerte, Protecci�n de la Ni�ez y la adolescencia) Entre padres e hijos durante la patria potestad (C�digo de familia) Entre los menores e incapacitados o sus tutores o curadores mientras dure la tutela y c�ratela (C�digo de Familia) Contra los jornaleros y sirvientes dom�sticos, respecto a sus jornales o salarios, mientras contin�en trabajando o sirviendo al que se los debe. (C�digo de Trabajo)�

44. SOBRE INSOLVENCIA Articulo 919 C.C. � respecto de las letras de cambio, libranzas o pagares a la orden, solo ser�n aplicables las disposiciones de los dos art�culos anteriores, en el caso de que el insolvente sea quien acepte la letra o quien giro la letra no aceptada, o quien expidi� la libranza o suscribi� el pagar� a la orden; pero si el insolvente no es m�s que endosante, el tenedor de la letra, libranza o pagare, no podr�n exigir el pago antes del termino, ni garant�a de que vencido este se verificara aquel. El anterior concordante con el art�culo 977 del C�digo de Comercio

45. �ART�CULO 984.- No pueden perseguirse, por ning�n acreedor, y en consecuencia no podr�n ser embargados ni secuestrados en forma alguna: 1) Los sueldos, en la parte que el C�digo de Trabajo los declare inembargables. 2) Las jubilaciones, pensiones y beneficios sociales del deudor y las pensiones alimenticias. 3) El menaje de casa del deudor, art�culos de uso dom�stico y ropa necesarios para uso personal de �l, de su c�nyuge y de los hijos dependientes que con �l vivan. 4) Los libros, m�quinas y �tiles necesarios para la profesi�n u oficio del deudor. 5) Los �tiles e instrumentos del artesano o agricultor, en cuanto sean necesarios para su trabajo individual y el de los hijos que mantiene. 6) Los alimentos que existan en poder del deudor, en la cantidad necesaria para el consumo de su familia durante un mes. 7) Los derechos puramente personales como el de uso y habitaci�n y cualesquiera otros bienes que el deudor haya adquirido a t�tulo gratuito bajo la condici�n de que no pueden ser perseguidos por deuda, salvo las mejoras que provengan de su industria. No obstante, los bienes indicados en los incisos 3), 4), y 5), pueden ser perseguidos por el respectivo acreedor prendario, siempre que el contrato de prenda se encuentre debidamente inscrito; pero los indicados en el inciso 3) s�lo podr�n perseguirse por el precio de su adquisici�n cuando �ste se hubiere efectuado a plazo.�

46. el inciso 1) nos detalla un enunciado que es de mero �ndole laboral, y que ya se encuentra tipificado en una ley espec�fica como lo es el C�digo de Trabajo, lo anterior en su art�culo n�mero 172 . �ARTICULO 172.- Son inembargables los salarios que no excedan del que resultare ser el menor salario mensual establecido en el decreto de salarios m�nimos, vigente al decretarse el embargo. Si el salario menor dicho fuere indicado por jornada ordinaria, se multiplicar� su monto por veintis�is para obtener el salario mensual �. �. C�digo de Trabajo

47. En el inciso 7) se establecen en el mismo sentido derechos que no pueden perseguirse o embargarse, como el de �uso y habitaci�n�, la regulaci�n con respecto a esos derechos se encuentra en un t�tulo espec�fico en el mismo C�digo Civil, lo anterior en el Cap�tulo tercero: llamado Del Derecho de Usufructo, en el Libro II, Los Bienes y de la extensi�n y modificaciones de la Propiedad.

48. De los cr�ditos con privilegio sobre determinados bienes, el art�culo 993 especifica cuales bienes tienen privilegios sobre el resto cuando exista un cr�dito, por ejemplo dice: �2�.- El acreedor hipotecario sobre el valor de la cosa hipotecada. 3�.- El acreedor pignoraticio, sobre el precio de la cosa dada en prenda. 4�.- Los acreedores que teniendo el derecho de retenci�n, hayan usado de ese derecho, sobre el valor de la cosa o cosas detenidas. 5�.- El arrendador de finca r�stica o urbana, por el monto de lo que por causa del arriendo se le adeude hasta la terminaci�n de �ste, sobre el valor de los frutos de la cosa arrendada, existentes en la finca o en la masa y sobre el de todos los objetos con que el arrendatario la haya provisto�.

49. �ART�CULO 994.- Los cr�ditos a que se refiere el art�culo anterior se excluyen entre s�, y caso de haber varios acreedores con privilegio especial sobre determinada cosa, deber�n pagarse por el orden en que est�n expresados sus privilegios en dicho art�culo. ART�CULO 995.- Lo que sobrare del precio de una cosa afectada con cr�ditos privilegiados, una vez pagados �stos, se incorporar� a la masa del concurso. ART�CULO 996.- Cuando el cr�dito privilegiado sobre determinados bienes no alcanzare a cubrirse con el valor de �stos, puede el due�o del cr�dito reclamar lo que falte como acreedor del concurso.�

50. Son a mi parecer los art�culos 94, 95 y 96 antes mencionados, puramente de procedimiento, y dicen c�mo se va a interpretar el art�culo 93; por lo que podr�a ser el 93 un poco m�s amplio y especificarlo, o en su defecto; existir en el C�digo Procesal Civil.