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Fronteras para los jesuitas de Latino América. El Papa Benedicto nos ha mandado a la frontera. Las fronteras son los bordes donde se sabe que hay que hacer algo, pero no se sabe qué hacer. Allí donde es difícil y no se sabe qué hacer, allí estamos llamados. No es fácil. .
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Fronteras para los jesuitas de Latino América
El Papa Benedicto nos ha mandado a la frontera. Las fronteras son los bordes donde se sabe que hay que hacer algo, pero no se sabe qué hacer. Allí donde es difícil y no se sabe qué hacer, allí estamos llamados
No es fácil. La frontera es el sitio donde todos ven problemas y nadie sabe qué hacer. Ahí nos manda el Papa, para estudiar, para ver, para tratar de encontrar qué es lo que el Evangelio puede hacer en medio de esa frontera. Definir las fronteras es de una urgencia particular en nuestro tiempo, donde hay que reducir el campo de trabajo para poder entrar en profundidad y poder responder a lo que es más urgente.
Hay que estar en la frontera, pero con el horizonte claro del Evangelio, mirando a Cristo y a todo lo que el Evangelio propone de vida …
Debemos encontrar lenguajes nuevos y prácticas nuevas que den salida a la sed de trascendencia que hay en todo ser humano. Ya no podemos ser cristianos apoyándonos en ritos y folklores. Ni en lenguajes trasnochados. Si los hombres y mujeres de hoy no tienen experiencias personales de Dios, su fe queda rancia. Y acaban tirándola a la basura.
2. Catequesis trasnochada Los jóvenes sufren profundas dudas y angustias. Tienen muchas preguntas que nadie se las responde. La catequesis se empeña en dar respuestas a preguntas que no son suyas. Se da respuestas del ayer a los hombres y mujeres del mañana. Por eso se aburren y no perseveran. Con frecuencia se les da catequesis como si vivieran en la Edad Media. Es necesaria una catequesis muy dialogada, audiovisual, que responda a sus inquietudes.
3. religiosidad sin contenido La mayoría de la gente ya no sabe el por qué de sus devociones. Cumplen rutinariamente. Esperan “milagros” mágicos. Ignoran lo más básico de la fe cristiana.
4. divorcio entre fe y vida La fe influye poquísimo en la vida familiar y social. Los rezos y devociones tienen muy poco que ver con la vida real. Cómo hacer para que el trabajo, el desvelo por los hijos, por la familia, por la sociedad sea un encuentro personal con Jesús
5. parejas destrozadas Porcentaje muy alto de parejas seriamente conflictuadas. Falta de amor conyugal, integral. Falta de cultivo progresivo del amor conyugal.
6. Adolescentes Desorientados No reciben una auténtica educación sexual. Ni asesoría vocacional. Rara vez tienen a quién consultar con confianza. Improvisan, mal aconsejados por compañeros inexpertos, temas profundamente vitales.
7. machismo exacerbado Supremacía y dominio del varón, en diversos niveles. Muchas mujeres acomplejadas, sometidas, resignadas … Muy poca educación de género.
8. NÚMERO CRECIENTE DE HOMOSEXUALES Es urgente conocerlos, reconocerlos, respetarlos… Saber ayudarles, siempre que lo pidan…
9. politiquería corrupta Se considera a la política como camino para enriquecerse. Es tonto el que no se aprovecha … Para el pueblo sólo queda la coima o el compadrazgo. O la resignación…
10. Unos pocos cada vez más ricos y poderosos ¿Qué hacer? Ésta es la peor de las fronteras Y cada vez más pobres, en mayor miseria…
11. miseria resignada Años de dictaduras han dejado un pueblo resignado, tolerante, pasivo …, Con una gran capacidad de aguante. Con miedo al compromiso y a la creatividad.
Vivimos en nebulosas multicolores, hasta ahora desconocidas… Y corremos el riesgo de ser tragados por sus agujeros negros
El modo de relacionarse Jesús con Dios y con el mundo va pasando a ti. Se va haciendo tuyo. Su modo de estar ante la vida, ante la muerte, ante los pobres, ante el sufrimiento, ante la compasión …
El modo de relacionarse Jesús con Dios y con el mundo va pasando a ti. Se va haciendo tuyo. Su modo de estar ante la vida, ante la muerte, ante los pobres, ante el sufrimiento, ante la compasión … N
Pueblos indígenas emergen ofreciendo su tradicional respeto a la tierra y a la comunitariedad. Nuevas organizaciones barriales nacen desde el lodo, en busca de luz y dignidad. Campesinos experimentan de nuevo alternativas de vida para todos. Nuevos esquemas productivos, nuevas experiencias organizativas, nuevos tipos de gobierno, nuevas propuestas juveniles. Nacen formas culturales de respeto y atención a los menores, a los minusválidos, a todo tipo de marginados. Se impone el tema género. Se dignifican a sí mismos los homosexuales, los vueltos a casar, los “distintos”… Emerge un nuevo tipo de respeto y diálogo entre religiones. Mandos intermedios competentes y honrados se comprometen en los gobiernos. Radios comunitarias nacen por doquier desde el corazón del pueblo. Florecen cadenas solidarias de concientización y ayuda en el nuevo clima de la informática. Se comunitarizan en avi las mejores películas. Telarañas de redes mantienen a familias y amigos en continua comunicación. Profesionales competentemente especializados; laicos que actualizan su fe; religiosos compartiendo la lucha de los pobres… Hasta podemos suprimir los miles de kilómetros que nos separan de un mundial de fútbol viéndolo mejor que los espectadores sentados en el estadio… Ciertamente algo nuevo está naciendo… El Espíritu flota sobre las aguas embravecidas, el Espíritu siempre nuevo, siempre creativo…
Crisis fecundas En el clima de esta nueva idolatría del capitalismo global y posmoderno hemos de sembrar el Evangelio. Creemos que el Espíritu de Dios sigue flotando sobre las aguas, aunque éstas corran por corrientes oceánicas nuevas… En ellas empiezan a asomar puntas de icebergs que arrastran inmensas fuerzas subterráneas. La primera fuerza que asoma está compuesta de rebeldía. Tanto materialismo nos ahoga ya. Experimentamos que el “tener” no lo es todo. Mucha gente está cansada de la prepotencia propagandística del consumismo, que nos obliga a endeudarnos por lo que no necesitamos. Nos hastía ya la invasión en nuestros hogares de tantas imágenes de sexo sin amor. Asquea tanto machismo y tantas propagandas con imágenes femeninas cosificadas. Nos molesta tanta información sobre muertes y desgracias acaecidas a miles de Kilómetros, mientras ni nos enteramos de nuestros propios problemas. Vivimos muy tensionados, sin ánimo muchas veces ni para pasar un rato lindo en familia. Nos escuecen tantas mentiras como nos quieren hacer tragar, tantas injusticias que quieren blanquear, tantas crueldades que quieren justificar, tanto fundamentalismo con el que nos quieren manipular. Nos empalaga el pietismo dulzón rancio de la mayoría de las imágenes y prédicas religiosas. Nos asusta tremendamente que bastantes jóvenes no vean más futuro que el suicidio. Crece un enojo profundo contra este sistema mundial en el que los ricos cada vez son más ostentosos y los pobres caminan cada vez más hacia la miseria... Inmersos en este torbellino arrollador, los excluidos toman cada vez más conciencia de su dignidad humana. Su fuerza crece hacia un futuro inexplorado, peligroso o esperanzador, según se encauce o no su inmensa energía. Ellos no son objetos despreciables, sino sujetos activos, con fecundas riquezas propias. Para analizar la realidad mundial no se usan ya sólo las ciencias sociales o económicas, sino también las antropológicas, culturales, religiosas, de género, ecológicas… Se investigan las utopías y los sueños de los pueblos… Se revaloran nuevos aspectos: amor auténtico, justicia eficaz, belleza integral, identidad cultural. Emerge el interés por lo otro, por lo indígena, lo afro, la mujer, la tierra… Se impone lo holístico: lo integral. Una sensibilidad más femenina va diluyendo el machismo ambiental. Crecen investigaciones y escritos de mujeres, así como mujeres exitosas en diversas profesiones y cargos públicos. Reseco de tanto materialismo, nuestro mundo tiene sed de experiencias espirituales. Se revaloriza la dimensión del Espíritu, como demuestra el éxito de corrientes pentecostales y carismáticas o de la Nueva Era. La intensidad y fuerza de estos brotes señalan la existencia de una necesidad imperiosa, nacida muy de lo hondo, que muchos no sabemos detectar, ni menos aun encauzar. Cada vez más gente siente ansias de justicia, de realización personal, de felicidad más allá de la sonrisa Colgate. Queremos poder enamorarnos de veras. Queremos poder jugar tranquilos con nuestros hijos. Queremos vivir unidos los vecinos, mejorando entre todos nuestro hábitat. Buscamos componer grupos de amigos que nos ayuden a ser más gente. Exigimos gobernantes honrados y programas políticos saneados, sin corrupción. Buscamos poder abrir los brazos a todos, sin tantos prejuicios paralizantes. Diseñó JL Caravias sj.