370 likes | 513 Views
REALIDAD JUVENIL DE AMÉRICA LATINA “La juventud en Iberoamérica: Tendencias y Urgencias†OIJ - CEPAL. III CONGRESO Latinoamericano de JÓVENES “Caminemos con Jesús para dar vida a nuestros pueblosâ€. LOS JÓVENES: PANORAMA GENERAL. UPB – IMA - ITEPAL.
E N D
REALIDAD JUVENIL DE AMÉRICA LATINA“La juventud en Iberoamérica: Tendencias y Urgencias” OIJ - CEPAL III CONGRESO Latinoamericano de JÓVENES “Caminemos con Jesús para dar vida a nuestros pueblos”
UPB – IMA - ITEPAL “………. la juventud emerge históricamente como un actor social, o como “un grupo de agentes” posibles de analizar y tematizar, en el momento en que la mayoría tiene acceso a la enseñanza y se enmarca de esta forma en un proceso de “moratoria de responsabilidades, que en épocas anteriores no se daba” (La juventud en Iberoamérica: Tendencias y Urgencias OIJ, 2007) El joven vive así un estatus temporal en que “no es ni niño, ni adulto” (Pierre Bourdieu, 1990).
UPB – IMA - ITEPAL las Naciones Unidas han establecido un rango de edad para definir a la juventud en hombres y mujeres, entre 15 y 24 años. Algunos países de Iberoamérica han amplían dicho rango, iniciándolo a los 12 años (Colombia y México) y terminándolo a los 29 años (México, Portugal y España).
UPB – IMA - ITEPAL EL PANORMA MUNDIAL • 1.300 millones de habitantes de la tierra son jóvenes. • Más de 200 millones de jóvenes viven en la pobreza absoluta, • 130 millones de jóvenes son analfabetos, • 88 millones de jóvenes son desempleados y • 10 millones viven con el VIH/SIDA. • En América Latina viven más de 100 millones de jóvenes entre 15 a 24 años de edad.
UPB – IMA - ITEPAL EL PANORMA MUNDIAL Los países iberoamericanos suscribieron el 11 de octubre de 2005 la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes (CIDJ). Es el primer documento jurídico en la materia a nivel mundial y contiene 44 artículos que incluyen, entre otros, el derecho a la vida, a la igualad de género, a la paz, a la identidad, a la participación social y política, a la educación, a la salud, a la igualdad de oportunidades, al trabajo, a una vivienda digna, al desarrollo económico, social y político.
UPB – IMA - ITEPAL EL PANORMA MUNDIAL También merece destacarse la publicación del Informe sobre la Juventud Mundial 2005 por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas a diez años de la adopción, por parte de dicha instancia, del Programa de Acción Mundial para los Jóvenes (1995). El Informe sobre el Desarrollo Mundial 2007 del Banco Mundial, lanzado en septiembre del 2006 en la Reunión Anual del Banco Mundial en Singapur, se centra en la problemática de los y las jóvenes entre 12 y 24 años de edad.
UPB – IMA - ITEPAL TENSIONES Y PARADOJAS 1. Los jóvenes gozan de más acceso a la educación y menos acceso al empleo. 2. Más acceso a la información y menos acceso al poder. 3. Más expectativas de autonomía y menos posibilidades de la misma. 4. Más salud pero menos reconocidos en su morbimortalidad. 5. jóvenes son más dúctiles y móviles, pero al mismo tiempo más afectados por trayectorias migratorias inciertas.
UPB – IMA - ITEPAL TENSIONES Y PARADOJAS 6. Los jóvenes son más cohesionados hacia adentro, pero con mayor impermeabilidad hacia fuera. 7. los jóvenes parecen ser más aptos para el cambio productivo, pero más excluidos de este. 8. La juventud ostenta un lugar ambiguo entre receptores de políticas y protagonistas del cambio. 9. La expansión del consumo simbólico y la restricción en el consumo material. 10. Autodeterminación y protagonismo, por una parte, y precariedad y desmovilización, por otra.
1. Socio demografía.2. Familia.3. Pobreza.4. Saludo y Sexualidad.5. Educación.6. Consumos y cultura.7. Participación y Ciudadanía.8. Política y lo público
El reciente descenso de la fecundidad y el aumento de la expectativa de vida se traduce en un descenso de la proporción de jóvenes en el total poblacional. Transición demográfica, en la que se producen descensos de la cantidad de jóvenes –estrenando así tasas negativas de crecimiento de este segmento de la población– y se refuerza la caída en el porcentaje de jóvenes, que a mediados de este siglo XXI llegarían a niveles del orden del 25%, e incluso menores al 20% en España. UPB – IMA - ITEPAL
En relación con las actividades económicas de los jóvenes la realidad latinoamericana muestra que la mayor diferencia entre los jóvenes por sexo se refiere a los quehaceres domésticos: alrededor de un cuarto de las jóvenes de 15 a 29 años se dedican a esta actividad (25,6%), en tanto que en los hombres esa proporción no alcanzaba al 2%. Así, un grupo importante de mujeres jóvenes están desarrollando trabajo doméstico, esencial para el funcionamiento de sus hogares, sean propios o de sus familias de origen. Ese trabajo limita las posibilidades laborales y educacionales de las jóvenes. UPB – IMA - ITEPAL
UPB – IMA - ITEPAL En torno de 2002, en América Latina más de la mitad (el 58%) de los jóvenes entre 15 y 29 años viven en familias nucleares, un 33% en familias extendidas, un 3,3% viven en familias compuestas, un 1% en hogares unipersonales y un 4,2% en hogares sin núcleo conyugal. Este promedio regional esconde, empero, situaciones muy diversas de los países. Las encuestas de juventud también revelan que los jóvenes que han constituido su propia familia –una pareja con o sin hijos– representan una proporción relativamente baja del total.
UPB – IMA - ITEPAL La pobreza alcanza al 41% de los jóvenes en 2002, equivalente a aproximadamente 58 millones (21 millones 200 mil de pobres extremos). Esto refleja una disminución de dos puntos porcentuales en relación con 1990, los que corresponderían exclusivamente a pobres extremos, quienes pasaron de 17% a 15% en el período. Sin embargo, en términos absolutos, en 2002 habría 7 millones 600 mil jóvenes pobres más que en 1990, y 800 mil pobres extremos más en el mismo lapso.
UPB – IMA - ITEPAL En relación con el corte rural-urbano, en el año 2002 la pobreza alcanzaba a uno de cada 3 jóvenes urbanos latinoamericanos entre los 13 países analizados, mientras que dicha proporción es un 64% superior entre los jóvenes rurales. Por su parte, la indigencia juvenil de la ciudad es inferior a 10%, mientras que supera el 27% entre los rurales. Así estos últimos tienen una probabilidad 3,1 veces superior de vivir en condición de pobreza. Cabe hacer notar, por último, que estas diferencias de pobreza e indigencia por corte rural-urbano en América Latina no son privativas de los jóvenes, sino que atraviesan a toda la población.
UPB – IMA - ITEPAL La mortalidad en los jóvenes tiene una gran concentración de causas externas, que en conjunto superan con mucho a la mortalidad por enfermedades transmisibles y de tipo genético-degenerativas. La probabilidad de morir de los jóvenes latinoamericanos a fines de la década de 1990 revelaba una reducción notable en países como Bolivia, Colombia, Perú y algunos centroamericanos, con respecto al comienzo de la década de 1980.
UPB – IMA - ITEPAL Durante los años transcurridos desde entonces, el perfil epidemiológico y la incidencia de causas de mortalidad se modificaron a nivel mundial y en campos que afectan directamente a la juventud. La pandemia del VIH-SIDA y el incremento de la violencia –que en algunos países de la región, como México, Brasil, Colombia y El Salvador, alcanza niveles catastróficos–, son las dos causas más relevantes en el nuevo perfil regional de morbilidad y mortalidad de los jóvenes.
UPB – IMA - ITEPAL Los hechos de la iniciación sexual y la nupcialidad muestran tendencias dispares en los jóvenes iberoamericanos: si bien los adolescentes comienzan cada vez más tempranamente su vida sexual activa, la edad de formalización legal de un vínculo de pareja y la concepción del primogénito tienden a postergarse en el tiempo. Llama la atención que la prevalencia del uso de medios anticonceptivos al iniciar la actividad sexual es significativamente mayor entre las jóvenes españolas y portuguesas que entre la latinoamericanas.
UPB – IMA - ITEPAL La situación educativa de los jóvenes presenta en la región problemas de cobertura por progresión educativa –contrastes entre matrícula primaria, secundaria y superior– así como fuertes diferencias en los ritmos de expansión de cobertura por progresión, es decir, países que avanzan más rápidamente en elevar las coberturas secundaria y terciaria.
UPB – IMA - ITEPAL La mayoría de los países iberoamericanos enfrenta hoy un problema grave de deserción escolar antes de y durante la educación secundaria. En América Latina y el Caribe, solo la mitad de los estudiantes que se matriculan en la educación primaria terminan dicho ciclo. Esto afecta específicamente a los jóvenes, pues la continuidad en el nivel secundario coincide con el ingreso al segmento etario juvenil.
UPB – IMA - ITEPAL Al examinar el número promedio de años de estudio tanto de los jefes como del conjunto de los miembros del hogar ocupados, se advierte un alto grado de correspondencia entre la distribución del ingreso y la de la educación: a mayor nivel de educación, mayor nivel de ingresos percibidos. Lamentablemente, el 80% de los jóvenes urbanos de los países latinoamericanos provienen de hogares cuyos padres cuentan con un capital educativo insuficiente (menos de 10 años de estudio), y entre un 60% y un 80% de ellos no alcanza el umbral educativo básico para acceder al bienestar.
Los consumos culturales ocupan un lugar central en la organización del tiempo libre de los jóvenes. Ver televisión, escuchar música leer, ir al cine, bailar, hacer deportes, “chatear”, “navegar” y operar videojuegos son las prácticas de consumo cultural mencionadas con mayor frecuencia por los jóvenes en los usos del tiempo libre. En el marco de la centralidad de los consumos culturales, los medios –sobre todo la televisión– están entre las actividades más destacadas por los jóvenes.
La centralidad del consumo de medios de los jóvenes está indicando que el hogar ha pasado a representar un espacio de intenso consumo simbólico y creciente convergencia de tecnologías de comunicación. No son solo la televisión o la radio en su sentido tradicional, sino un nuevo concepto de “selección a la carta” en el consumo de TV por cable, videos, DVD, Internet y otros dispositivos, todo lo cual conduce al retiro del espacio público o bien a reinsertarlo en el contexto del consumo simbólico en/desde el hogar.
La participación y ciudadanía de los jóvenes está cambiando, y este tránsito puede entenderse como su paso de protagonistas del cambio político y social a sujetos de derecho y objeto de políticas. Sin embargo, dicha transición está pendiente y en el momento actual los jóvenes se encuentran en el umbral que separa ambos modelos: ya no se perciben como los grandes actores del cambio político, pero todavía no se perciben como sujetos plenos de derecho o claros beneficiarios de políticas públicas.
Esta deuda se compensa en parte por la percepción de los jóvenes como una generación que, de manera más cotidiana y menos épica, genera nuevas sensibilidades y produce nuevas identidades, sobre todo por medio del consumo cultural y la comunicación en general.
Durante el período comprendido entre 1995 y 1999, los países iberoamericanos avanzaron en la articulación de las políticas de juventud (OIJ, 2001), pero a un ritmo desigual entre naciones. Todavía existe gran heterogeneidad en las políticas de juventud de los países, que puede ser entendida a la luz de diversos criterios: los paradigmas implícitos de la fase juvenil que las sustentan, sus fundamentos legislativos (ámbito jurídico normativo), los niveles de la administración pública encargados de las acciones de juventud, y el tipo específico de gestión que realizan los organismos oficiales de juventud en cada país. Se constata que la mayor parte de los gobiernos se caracterizan por una carencia relativa de políticas explícitas de juventud orientadas exclusivamente al grupo juvenil.
Durante la última década en Iberoamérica, resulta evidente el interés por configurar a la juventud como categoría jurídica, expresada en el interés por aprobar leyes para la juventud y reorganizar su dispersión legislativa, ya que hasta ahora los jóvenes han sido objeto de normativas y políticas que no los consideran en su especificidad juvenil, sino que los enmarcan en políticas sectoriales (educación, salud, trabajo) o bien en normas de otros grupos etarios (niños y adolescentes o adultos).
NOTA:Los textos de las diapositivas son extraídos al pie de la letra del documento “La Juventud en Iberoamérica: tendencias y urgencias” LC/L.2180