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EDUCAR DESDE LA COMUNIDAD VICENTINA. Las comunidades que viven la espiritualidad vicentina están formadas por personas que han encarnado esa vocación desde opciones profesionales muy distintas. Incluir la educación en los planteamientos pastorales misioneros ha sido algo común.
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Las comunidades que viven la espiritualidad vicentina están formadas por personas que han encarnado esa vocación desde opciones profesionales muy distintas. Incluir la educación en los planteamientos pastorales misioneros ha sido algo común. Por varias razones: la opción de San Vicente y Santa Luisa nos lleva a esa dimensión de la evangelización
En muchos países los misioneros han visto en la educación no sólo una oportunidad de evangelizar sino una forma de ayudar a elevar el nivel cultural de los grupos humanos a los que querían anunciar el Evangelio. Incluso en algunos países los Gobiernos han visto en este aporte de la Iglesia una ayuda a la responsabilidad que el Estado no puede abarcar. Como sea, encontraremos infinidad de proyectos misioneros atendidos por la Familia Vicentina que incluyen la educación sea formal o no formal.
Para ser vicentinos de corazón hemos de armonizar en nuestro interior, como lo hicieron los Fundadores, la capacidad de dos escuchas que exigen toda nuestra atención: + escucha atenta de lo que nos pide Dios a través de la voz de los Pobres y sus necesidades; + escucha atenta de lo que nos pide Dios a través de los llamados de la Iglesia, lo cual significa armonizar lo que nos pide la Compañía, la Congregación, la Asociación, etc. a la que pertenecemos con lo que nos pide la Diócesis y la Parroquia, a la cual también pertenecemos.
En general, un signo de haber logrado esta armonía, es el bien que hacen los proyectos de promoción humana que lleva la Familia Vicentina y el aprecio con que se les considera dentro de cada Iglesia particular. Proyectos que han nacido y siguen adelante gracias a la presencia de las Hijas de la Caridad y de los Padres Vicentinos en América Central desde el siglo XIX.
La llegada a Honduras de los Misioneros de la Provincia de Barcelona hace casi 100 años, la de las Hijas de la Caridad de la Provincia de Barcelona desde mitades del siglo pasado, la de los Misioneros de la Provincia de Zaragoza, la Misión de Juventudes Marianas Vicentinas a finales de los 80, la colaboración de muchos misioneros vicentinos en las diferentes Misiones que se han ido realizando.
EDUCACION FORMAL Todas las Parroquias Vicentinas tuvieron Centros Educativos (Trujillo, La Ceiba, Tela, La Lima, San Pedro Sula, Puerto Cortes, siendo estos dos últimos los que quedan como responsabilidad de los misioneros de la Provincia de Zaragoza y de OSOVI.
EDUCACION FORMAL 2. Instituto Hondureño de Educación por Radio (IHER). Con presencia en las Parroquias Puerto Cortes, Cuyamel y San Pedro Sula
EDUCACION FORMAL 4. EDUCATODOS en Centros Penales de Trujillo, Puerto Cortes, San Pedro Sula y Puerto Lempira.
EDUCACION NO FORMAL Campaña Infantil
EDUCACION NO FORMAL Centro de Integración Juvenil y Enseñanzas laborales “Federico Ozanam” en Puerto Cortes Hogar de Niños San Ramón Puerto Cortes Talleres Santa Luisa. Corte y Confección y Cocina
EDUCACION NO FORMAL Amigos para Siempre en San Pedro Sula y Brotes Nuevos en Puerto Lempira.
EDUCACION NO FORMAL Osovi: Casa del Niño, de la Niña y del Joven Hogar San José, Hijas de la Caridad
EDUCACION NO FORMAL Escuela agrícola Computacion - Ingles
¿Habrá alguna obra en la que la educación no sea una tarea primordial? Creo que el planteamiento se tiene bien claro en cualquier campo donde los pobres y las personas de escasos recursos necesitan encontrar el apoyo desinteresado de la Iglesia que les anuncia el Reino. Se trate de enfermos de Sida, como en el programa Puerta Abierta, de los enfermos alcohólicos, e incluso de los ancianos como en los diferentes Hogares, en Puerto Cortés y en San Pedro, educar es compromiso de las Comunidades misioneras que vivimos la espiritualidad vicentina.
Se educa desde cualquier presencia por difícil que sea, como por ejemplo desde la Pastoral Penitenciaria con ayuda de la Comunidad de Misevi. Se educa porque éste es el convencimiento que nace de lo vivido por San Vicente y Santa Luisa: la educación es un medio para la Evangelización y la Evangelización conlleva la oportunidad de educar.