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C A P I T U L O X I. NUEVOS SIGNOS DE LA PROVIDENCIA. JOSÉ MARÍA ROMAN: I BIOGRAFIA SAN VICENTE DE PAÚL pp. 150-160. Francisco de Sales, el tercer hombre. Vicente entró en contacto con este tercer hombre cuya influencia marca decisivamente su vida (1567-1622).
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C APITULO XI NUEVOS SIGNOSDELAPROVIDENCIA JOSÉ MARÍA ROMAN:I BIOGRAFIA SAN VICENTE DE PAÚL pp. 150-160
Francisco de Sales, el tercer hombre Vicente entró en contacto con este tercer hombre cuya influencia marca decisivamente su vida(1567-1622). Este Obispo de Ginebra llegó a París en noviembre de 1618. El motivo del viaje era a medias religioso y a medias político: Negociar el matrimonio del príncipe del Piamonte con la infanta Cristina de Francia, hermana de Luis XIII Negociaciones privadas, que dieron como resultado la fundación del primer monasterio parisiense de sus religiosas de la Visitación. Se trasladó también a París compañera del santo obispo, la M. Juana Francisca Frémiot de Chantal (1572-1641), con sus seguidoras.
“Nuestro bienaventurado padre" Ni la marcha de París, ni su muerte, acaecida en 1622, sofoco en el corazón de Vicente Vivo y muerto, Francisco de Sales continuó siendo su preceptor espiritual. Los libros del santo obispo: Tratado del amor de Dios, Introducción a la vida devota, fueron lectura espiritual permanente de Vicente de Paúl, quien no se agoto de recomendárselo a sus hijos e hijas espirituales.
"Me honré con su familiaridad” Las relaciones entre Francisco de Sales y Vicente asumieron pronto un tono de amistad personal. Francisco de Sales: famosísimo prelado, pertenecía por nacimiento y educación, a la clase más alta y refinada de la sociedad, no sólo por su jerarquía, sino por su santidad públicamente reconocida, se movía en las más altas esferas de la Iglesia Vicente de Paúl: oscuro y desconocido sacerdote que era todavía, era un campesino apenas acabado de despojarse de su rusticidad originaria mediante la frecuentación en rango de capellán, es decir, casi de criado, de las mansiones señorial, recién salido de su crisis vocacional, era un principiante en el camino de la virtud y no ostentaba cargo alguno que le elevara en la consideración de sus conocidos.
"¡Qué bueno eres, Dios mío, cuando tan amable es esta criatura vuestra!” • En cuanto a la Introducción a la vida devota, la recomendaba como lectura y guía de los ejercicios espirituales, como manual de meditaciones y como lectura espiritual: • Para las Hijas de la Caridad • Cofradías de la Caridad • Misioneros de Madagascar Francisco de Sales era, además, el enviado de la doctrina de que la santidad es accesible a toda clase de personasde cualquier condición y estado: seglares y religiosos, casados y solteros, hombres y mujeres, ricos y pobres
Tras la muerte de Francisco, la M. Chantal se colocó bajo la guía espiritual de Vicente. El tono de Vicente es más afectuoso, más impregnado de la dulzura salesiana y al mismo tiempo más solemne, más respetuoso Se diría que Vicente es, a la vez, maestro y discípulo. No sólo la M. Chantal, sino también sus hijas, las religiosas de la Visitación, fueron colocadas bajo la dirección de Vicente
Otro enviado más importante recibió todavía Vicente de San Francisco de Sales. • Puede considerarse probado que la idea original de San Francisco al fundar la Visitación fue la de crear un nuevo tipo de comunidad femenina, no sujeta a la clausura y dedicada, como su nombre indica, a visitar a los enfermos abandonados y otras obras de misericordia El resultado fueron las Hijas de la Caridad.
Lleno el corazón de la sana alegría salesiana y conducida por la dulce y enérgica mano de su amigo del cielo, Vicente se disponía a afrontar las últimas pruebas que le prepararían para su misión en la Iglesia. "Un globo de fuego"
La última señal ¿Necesitaba Vicente, a la altura de 1620-1621, alguna señal complementaria de que su destino definitivo era la evangelización de los pobres del campo? • En 1620 en la parroquia de Montmirail: • - Tres herejes del lugar que parecían bien dispuestos a la conversión. • Durante una semana, los tres hugonotes. Prosiguió su labor evangelizadora,recorriendo poblados y aldeas. Un año más tarde, en 1621, le tocó el turno a Marchais y a otros pueblecitos de los alrededores de Montmirail. Le acompañaba, como siempre, un puñado de sacerdotes y religiosos amigos, entre los que destacaban los Sres. Blas Féron y Jerónimo Duchesne, ambos de la Sorbona.
La última tentación En 1623, después de la misión en las galeras ancladas en Burdeos tras su brillante intervención en el sitio de La Rochela, Vicente pensó hacer una escapada - la primera al cabo de veintiséis años - a su aldea natal Vicente fue a Pouy y se detuvo allí unos ocho o diez días. Se hospedó en casa del párroco, Domingo Dusin, que era pariente suyo. • Celebró en el santuario una misa solemne. • Fiesta local y familiar en el pueblecito. • El último día, rodeado por sus hermanos y amigos y acompañado por casi todo el pueblo, • Recorrió descalzoPouy. ¿paisajes olvidados de su infancia, los ganados de su padre?. • Parecía conducir otro rebaño: