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El castillo de Santa Catalina en Jaén, es una impresionante fortaleza árabe conquistada por Fernando III el Santo en 1246 al rey Alhamar, destacando en el conjunto la Torre del Homenaje, la Capilla de Santa Catalina y el patio de armas, contemplándose desde el castillo magníficas vistas de la ciudad, los olivares y las montañas. En el emplazamiento que ocupa se han ido sucediendo a lo largo de los siglos tres fortalezas: el Castillo Viejo, el Alcázar Nuevo y el de Abrehui, estos dos últimos separados por una explanada que hoy ocupa el Parador. Las reformas del siglo XV, impulsadas por el Condestable Iranzo, los unieron en la práctica.
A lo largo del XIX, debido a las escaramuzas de las Guerras Carlistas, se remoza por última vez. En 1907 es adquirido por don Manuel Ruiz de Córdoba, que trató de restaurarlo, aunque no avanzó mucho. En 1948 es adquirido por el Ayuntamiento, que inicia las reformas. En 1965 se construye el Parador. La construcción ocupa unos 170 metros de longitud, dividiéndose su planta en tres recintos perfectamente delimitados: el inferior, constituido por una serie de barbacanas; el medio, donde se construyó el Parador; y el recinto superior, que es el Castillo Nuevo, la parte más notable actualmente conservada. Se accede a ella a través de un arco ojival. Destaca la Torre del Homenaje de unos 40 metros de altura, y que consta de tres estancias cuadradas.
Castillo de Santa Catalina Castillo de Santa Catalina