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PROBAR A LOS PROFETAS. Lección 6 para el 7 de febrero de 2009. Dios se revela a los profetas por sueños, visiones y ángeles. Pero también el enemigo puede usar estos mismos medios para enviar mensajes. ¿CÓMO SABER SI UN PROFETA ES VERDADERO?. PRIMERA PRUEBA.
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PROBAR A LOS PROFETAS Lección 6 para el 7 de febrero de 2009
Dios se revela a los profetas por sueños, visiones y ángeles. Pero también el enemigo puede usar estos mismos medios para enviar mensajes. ¿CÓMO SABER SI UN PROFETA ES VERDADERO?
PRIMERA PRUEBA Su mensaje ha de estar de acuerdo con lo que Dios ya ha revelado. “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”. Isaías 8:20
Los profetas bíblicos pasan perfectamente esta prueba. De esta manera, aunque sus mensajes se recibieron con muchos siglos de diferencia, se observa una unanimidad completa en el mensaje.
Elena. G. White también pasa esta prueba, ya que sus escritos se basan en las Escrituras y no las contradicen. “Los testimonios escritos no son dados para proporcionar nueva luz, sino para impresionar vívidamente en el corazón las verdades de la inspiración ya reveladas. El deber del hombre hacia Dios y sus semejantes ha sido especificado distintamente en la Palabra de Dios. Sin embargo, son pocos entre vosotros los que obedecen a la luz dada. No son sacadas a relucir verdades adicionales; sino que Dios ha simplificado por medio de los Testimonios las grandes verdades ya dadas, y en la forma de su elección, las ha presentado a la gente, para despertar e impresionar su mente con ellas, a fin de que todos queden sin excusa” Joyas de los Testimonios, tomo 2, pg. 280-281
SEGUNDA PRUEBA Cuando un profeta hace una predicción, ésta debe cumplirse. “El profeta que profetiza de paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, será conocido como el profeta que Jehová en verdad envió”. Jeremías 28: 9
“Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra”. 1ª de Reyes, 17: 1
"Mientras estaba en Loma Linda, California, el 16 de abril de 1906, pasó delante de mí una maravillosa representación. Durante una visión nocturna, estaba yo de pie en un lugar alto, desde el cual podía ver casas sacudidas como una paja por el viento. Edificios, grandes y pequeños, eran derribados. Lugares de placer, teatros, hoteles y hogares de gente rica eran sacudidos y destrozados. Muchas vidas eran destruidas, y el aire estaba lleno de los gritos de los heridos y aterrorizados. Los ángeles destructores de Dios estaban trabajando. Un toque, y edificios tan sólidamente construidos que los hombres consideraban seguros contra todo peligro, rápidamente se convertían en un montón de ruinas…
… El 18 de abril, dos días después que la escena de la caída de los edificios pasó delante de mí, salí a cumplir con un compromiso de hablar en la iglesia de la calle Carr, en Los Ángeles. A medida que nos acercamos a la iglesia, oímos a los niños que vendían diarios gritando: '¡San Francisco destruido por un terremoto!' Con un corazón cargado, leí las primeras noticias, impresas con apresuramiento, relativas al terrible desastre". (Notas biograficas de Elena White, cap. 55, pg. 446-447)
EXCEPCIONES A ESTA REGLA En las profecías puede haber un elemento condicional. En estos casos, la profecía se cumplirá o no dependiendo de la respuesta de aquellos que reciben el mensaje.
TERCERA PRUEBA Su tema central, como el de toda la Biblia, ha de ser Jesús. “En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios” 1ª de Juan, 4: 2
“Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos”. Lucas, 24: 44
Elena G. de White no solo reconoció a Jesús como único Salvador sino que invitaba continuamente a otros a exaltarlo: “Si Jesús fuera la esencia y la substancia de toda predicación, los pecadores se darían cuenta de su culpabilidad. Por el mensaje que se les daría, sabrían lo que deben hacer para ser salvos. Exaltad a Cristo, el Hombre del Calvario, más y más alto, cada vez. ¿Quién puede declarar la gloria del Dios encarnado? ¿Qué lenguaje puede describirlo? No es el hombre educado en la sabiduría de este mundo, el que tiene la verdadera elocuencia”(MS 176, 1899).
CUARTA PRUEBA La vida del profeta ha de ser consecuente con la verdad que predica. “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” Mateo, 7: 15-16
Un claro ejemplo de vida consecuente de un profeta lo encontramos en Moisés, el cual “a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios” (Hebreos, 3: 5)
Con respecto a Elena G. de White podemos ver que toda su vida fue un ejemplo de dedicación a Dios y a la obra de su Iglesia. Tras su muerte, el periódico Star de Santa Elena, California, daba el siguiente informe respecto a su vida: “La vida de la Sra. de White es un ejemplo digno de que todos imiten. [...] Ella era una discípula humilde y devota de Cristo, y siempre andaba haciendo bienes. [...] Su muerte señala la vocación de otra líder notable del pensamiento religioso y cuyos casi 90 años estuvieron llenos hasta rebalsar con buenas obras, palabras bondadosas y fervientes oraciones por toda la humanidad”.
Como hemos podido ver, Elena G. de White pasa las cuatro pruebas del profeta verdadero: • Sus escritos están de acuerdo con la verdad bíblica. • Sus predicciones se han cumplido, excepto aquellas que eran condicionales. • Exaltaba siempre a Jesús. • Su vida fue consecuente con su mensaje.