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“Quiero que sepas lo que es la …acompañame a una misa”. Santa Misa. Ofertorio. Lit. penitencial. Consagración. Lit. de la Palabra. 4. 1. 2. 3. La Santa Misa. La Comunión. 5. ORACIÓN PENITENCIAL.
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“Quiero que sepas lo que es la …acompañame a una misa” Santa Misa
Ofertorio Lit. penitencial Consagración Lit. de la Palabra 4 1 2 3 La Santa Misa La Comunión 5
ORACIÓN PENITENCIAL “Por favor, ponte en la presencia del Señor, y pídele de todo corazón que te perdone todas tus culpas… todas tus faltas… que te haga merecedor(a) de estar presente en ésta SANTA MISA. Haz llegado en el último momento, sin tener una previa preparación ¿Por qué tienen que llegar en el último momento a la Santa Misa? Tienen que llegar unos momentos antes, para ponerse en la Presencia del Señor, pedir al Espíritu Santo que baje hacia ustedes… que mande todo Su amor, que mande todo su Espíritu de Paz, para que podamos sacar el mayor provecho de la Santa Misa”.
Lit. penitencial Lit. de la Palabra 1 2 La Santa Misa
LITURGIA DE LA PALABRA “Atiende por favor, escucha… es un momento muy importante para ti… la Palabra del Señor dice que Su Palabra no vuelve a El sin haber dado frutos…
LITURGIA DE LA PALABRA Como decía el Evangelio Ayer,.. Dios me invita a dar fruto, hacer todo con amor. Cocinaré con alegría Entonces si tu pones atención, y durante todo el día estas atento(a) a algo o a todo lo que se dijo en las Lecturas… y vas rumiando… vas paladeando esa Palabra de Dios, a la larga o a la corta, va a dar frutos en ti de modo que pon atención a esta parte”.
Ofertorio Lit. penitencial Lit. de la Palabra 1 2 3 La Santa Misa
OFERTORIO A misa no vas solo, va tu angel de la guardia... El es el encargado de llevar tu ofrenda al Señor... A veces van tristes, pues no hay que ofrecer...
¡Observa! OFERTORIO MI FAMILIA MI TRABAJO Se convierte también vuestra ofrenda en una ofrenda de amor, porque ustedes en sí mismos no tienen ningún mérito, porque son criaturas miserables, pero vuestros ofrecimientos, vuestras peticiones, vuestras ofrendas a Dios Padre, unidas al Sacrificio Redentor de Jesucristo, unidas a Su Cuerpo en ese momento de la Transubstanciación, tienen un valor inmenso ante Dios Padre… solamente así se justifica vuestro paso por la Tierra… por los Méritos de Jesús”. Enfermedad alegrias Dijo la Virgen: “Son los Ángeles de la Guarda de cada uno de los que están aquí… es el momento en que llevan sus ofrendas al Altar de Dios… para unirse con la ofrenda que hace el Sacerdote del vino y del agua y del pan, que después tendría que convertirse en el Cuerpo y Sangre del Señor.
. ¡Este es el momento del Ofrecimiento! ¡Pidan por todo! Pidan por ustedes, pero no sean egoístas, acuérdense de los pobres, de los necesitados, de los pecadores, de los políticos, que no hay quien rece por ellos… acuérdense de la gente que está sufriendo en las cárceles, los enfermos… ¡Pidan, pidan mucho, pero también ofrezcan! ¡Porque eso le agrada al Señor! Ofrézcanse ustedes mismos para que El haga Su Voluntad en ustedes, para que pueda transformarlos, ¡para que pueda hacerlos otros Cristos!
OFERTORIO Los Ángeles que van cabizbajos, con las manos juntas, avergonzados, son los Ángeles de la Guarda de aquellas personas que, aún estando en la Misa, están con la mente en cualquier parte, no están atentos… entonces los Ángeles sienten vergüenza, porque esas personas no deberían ni siquiera estar allá… no solamente no participan de la Misa, sino que están avergonzando a sus Ángeles… a su Ángel de la Guarda y están ofendiendo al Señor.
Ofertorio Consagración Lit. penitencial Lit. de la Palabra 4 1 2 3 La Santa Misa
CONSAGRACIÓN En el momento en que empezaba el Santo… y toda la asamblea decía: Santo, Santo, Santo es El Señor… de pronto desapareció todo lo que estaba detrás del Sacerdote… paredes, techo, todo…
A la izquierda del Sacerdote, hacia una esquina, en diagonal al Sacerdote, partiendo de su brazo izquierdo, había una multitud de Ángeles… Ángeles niños, Ángeles grandes, Ángeles con alas, Ángeles sin alas, seres bellísimos, en una cantidad infinita, que cantaban en diferentes coros la melodía mas hermosa que se puedan imaginar.. Todos repetían Santo, Santo, Santo es El Señor… con las manos juntas, mientras se postraban de rodillas.
Del otro lado del Sacerdote, de la derecha hacia atrás, había una multitud de seres… eran los Santos y sus Bienaventurados del Cielo. La Virgen dijo que cuando uno ofrece la Misa y reza por sus difuntos, y va nombrándolos mentalmente, el Señor concede la Gracia de que en ese momento se hagan presentes ellos. Y me dijo: “Pide por tus seres queridos difuntos, por tu padre, por tu madre, por tu abuela, pide por los tuyos”, y yo los podía ver a todos ellos allí. Todos ellos estaban encabezados por San José… estaban casi cerca del brazo del Sacerdote.
. La Virgen Santísima estaba de rodillas a la derecha del Altar, en una actitud de respeto, de veneración, de adoración, atenta, escuchando todo lo que decía el Sacerdote, con las manos juntas, de rodillas, esperando el momento sublime de adorar a la Santísima Trinidad.
El Sacerdote expresó las palabras de la Consagración, y no escuché más su voz. De pronto fue la Voz de Jesús. El mismo era quien iba repitiendo: “Tomad y Comed…” Delante del Altar, en la parte de adelante, de pronto se encendió como un Fuego, unas Llamas muy brillantes, como rojo con dorado…. yo no podía ver las caras de las personas… eran sombras, sombras de gente, sombras grises, con los brazos levantados hacia arribaY dijo la Virgen: “Son las almas del Purgatorio, que están a la espera de una oración de ustedes para sacarlas de allá. Oren por ellas, porque cuando ellas salen del Purgatorio, ellas oran por ustedes y los ayudan”.
En el momento de la CONSAGRACION, cuando el Sacerdote levantaba la Hostia, de pronto su cara empezó a brillar mucho, mucho, hasta que se veía una sola Luz muy blanca fuerte como un farol una luz muy blanca, pero blanca y dorada al mismo tiempo. Se ha transfigurado el cuerpo del Sacerdote era un Sacerdote bajito, de pronto se fue convirtiendo en un hombre grande, porque Jesús es un Hombre Fuerte y Hermoso… Me di cuenta cuando el levantó la Hostia y vi las llagas… no era el Sacerdote, era Jesús que estaba allí en lugar de él. . Era Jesús mismo y Su Cuerpo abrazaba, rodeaba el cuerpo del Sacerdote. Y dijo la Virgen: “Nunca se fijen si el Sacerdote es bueno o es malo… si el Sacerdote es como es, pecador, el tendrá que dar cuentas a Dios… ustedes fíjense que las manos de un Sacerdote son consagradas y que por lo tanto no es el Sacerdote… el Sacerdote viene a ser “otro Cristo”, es la Persona de Cristo verdaderamente”.
Cuando el Sacerdote elevó el Cáliz, en ese momento hubo relámpagos, se oyeron truenos… era una oscuridad terrible. En ese momento vi a Jesús crucificado, con el Rostro muy deformado, muy golpeado, sangrando… en ese momento salía Sangre y Agua de Su Costado, y caía, caía copiosamente sobre el Cáliz y no se derramaba nada sobre el Altar. En el momento en que el Sacerdote estaba haciendo la consagración del Cáliz, de esa Luz grande se desprendió un ave, un pajarito, una cosa de Luz que se posó en el hombro del Sacerdote y en Jesús.
Encima de Jesús Crucificado había una Luz muy brillante, muy grande… yo no podía ver la cara, pero veía unas Manos sosteniendo la Cruz, unas Manos abiertas hacia los lados, como enseñándome: “ESE ES MI HIJO AMADO… ESTE ES MI HIJO… mira lo que estás contemplando” ¡Me di cuenta que era Dios Padre, que eran las Manos de El, y que la Santísima Trinidad estaba presente en ese momento!
Lit. penitencial Ofertorio Consagración Lit. de la Palabra 4 1 2 3 La Santa Misa La Comunión 5
La Santísima Virgen dijo: “Ustedes corren detrás de todas las Apariciones y no está mal… y van a los lugares donde Yo me aparezco… y no está mal, porque reciben verdaderamente muchas Gracias… pero ¡entiendan bien! estoy al alcance de todos, porque nunca estoy más presente en una Aparición, que en la Santa Misa”. Por eso era que Ella me enseñaba su presencia allí… todo el tiempo, desde que empieza la Misa, hasta que termina, la Virgen está de rodillas, en una actitud que conmueve La Virgen me pidió que rezara por el Sacerdote celebrante… en el momento en que se reza por la Iglesia, por el Papa, los Obispos, por el pueblo de Dios. En ese momento y en el momento en que comulga el Sacerdote, todos nosotros debemos pedir por él. Pedir mientras el Sacerdote está comulgando: Señor… santifícalo, perdónalo, ayúdalo, sálvalo, protégelo, bendícelo, ámalo… ¡que importante es pedir por él!. .
Luego vino el abrazo de Paz, y la preparación de la Comunión… cuando iba a salir para comulgar, Jesús dijo: “Espera un momento y observa”. Una de las señoras que se había confesado en la mañana, se estaba acercando a recibir la Comunión… yo la veía por detrás, y en el momento en que el Sacerdote ponía la Hostia en la boca de ella, una Luz fuerte la atravesó… salía por la espalda de ella, primero una Luz muy fuerte por la parte de sus pulmones y luego fue redondeándose la Luz, bordeando los hombros y la cabeza de ella… y Jesús dijo: “Así es como Yo abrazo a un alma que viene a recibirme con el corazón muy limpio”; y me di cuenta de todo lo que podemos perdernos por no hacer una buena confesión… Alrededor de esa señora había una Gran Luz… en ese momento de la COMUNION verdaderamente El nos abraza… ¡¡¡Cuánto, cuánto nos ama Dios!!!
Salí a comulgar y cuando volví, estaba yo arrodillada y había una señora arrodillada delante de mí. Por algún motivo yo escuchaba muy claro lo que ella decía,, porque el Señor quería, me dice Jesús: ¡Atiende, por favor! (ella estaba rezando con la boca cerrada, pero yo escuchaba su voz como si ella hablara en voz alta…) y decía más o menos así: “Señor, no aguanto más las borracheras de mi marido, que deje de beber, porque ya no soporto más… ¡Haz algo, Señor! él tiene que dejar de beber. Señor piensa en mi hijo… no te olvides de mi hijo tiene que pasar el año, ya es la segunda vez que va a repetir, y Tu no puedes permitirlo, Señor… ¡tienes que ayudarlo!... se acerca el pago de la renta y me va a faltar dinero, Señor, y el colegio de los niños, y la luz…” y empezó, pídele y pídele. “Y la vecina de al lado, ayúdale a que se vaya de esa casa, ya no la aguanto…” Se hizo un silencio… El Sacerdote dijo: ¡Oremos! Nos pusimos de pie y Jesús dijo con tono muy triste: “¿Te has dado cuenta? Ni una sola vez me ha dicho que me ama… ni una sola vez ha agradecido el Don que Yo le he hecho de bajar y de Dar Mi Divinidad para que se una a su humanidad…” Y Jesús es el Mendigo del amor, él dice en uno de los mensajes: “Yo que Soy Dios, Soy el mendigo del amor… y lo único que les pido es que me amen… ¡Vengo a pedir su amor… Vengo a buscar su amor!”
En el momento de la BENDICION, la Santísima Virgen, volvió a tomar la palabra y dijo: “Por favor, pon atención a este momento, y haz la Señal de la Cruz en la forma debida… ésta puede ser la última bendición de tu vida. No hagan un garabato… reciban con fervor y con respeto, con amor, la Bendición que el Sacerdote reparte en el Nombre de la Santísima Trinidad…” cuando salíamos Jesús dijo: “Quédate un poco más… necesito decirte algo… Ustedes organizan su vida de forma que tienen un día para cada cosa… para visitar a sus familiares, para visitar a sus amigos, programan vacaciones, su trabajo, pero cuál es el día en que la familia, una vez al mes, aunque sea, dicen: “hoy es el día en que vamos todos juntos a visitar a Jesús…” y que vengan y permanezcan… no les pido mas que media hora en Mi presencia… y si no tienen nada que decirme, permanezcan callados… o pidan: “Jesús te amo, quiero hacer Tu Voluntad”… no es necesario que compongan oraciones.
¡¡¡Dejen que YO los MIRE, los MIME y los LLENE de TODO LO QUE QUIERO LLENARLOS!!!