20 likes | 28 Views
Blog para el manipulador de alimentos
E N D
Numerosos episodios de intoxicación alimenticia brotan de un pequeño incidente: un manipulador de comestibles se olvida de lavarse las manos, no se devuelve la comida a la nevera tras la preparación o se usa un paño sucio para limpiar el borde de un plato. En ocasiones son las cosas simples las que debemos tener más en cuenta cuando preparamos la comida. Uno de los principales requisitos para una cocina profesional es cerciorarse de que todos y cada uno de los manipuladores de alimentos hayan recibido suficiente formación cursos de manipulacion de alimentos para que entiendan los principios del control del tiempo y la temperatura, la higiene personal y los peligros que supone la preparación de los productos alimenticios. Para que no existan riesgos para la higiene de los alimentos, es imprescindible limpiar de manera regular el sitio de trabajo, incluyendo las superficies, las tablas de cortar, los utensilios, los equipos, las máquinas, los frigoríficos y cámaras frigoríficas, los fregaderos, los lavabos, el suelo, las paredes, así como la vajilla, los cubiertos, los paños, trapos de cocina, la mantelería,... Es altamente aconsejable tener un plan de limpieza en el que se especifique el horario de limpieza, las áreas a adecentar, el procedimiento a seguir, los objetivos, la frecuencia y las personas responsables de esta limpieza. Siempre es una buena práctica lavar las encimeras y las tablas para cortar con agua caliente y jabón después de preparar los productos alimenticios, en especial después de preparar carne, aves, mariscos o verduras crudas. Siempre limpie entre la preparación de estos alimentos y especialmente al manipular alimentos crudos y después al manipular productos alimentarios listos para comer. Debe mantener las carnes crudas, las aves y los mariscos separados de los productos alimentarios cocinados y de los productos alimentarios que se consumen crudos. Es recomendable poner los alimentos en el refrigerador en envases cerrados o cubiertos con envoltura plástica para minimizar el peligro de contaminación cruzada. Para prevenir la intoxicación tras consumir productos alimentarios calientes, es recomendable proseguirse ciertas prácticas. Sostener a 60ºC o más hasta que se sirva el alimento. Refrigerar o congelar los alimentos que deben prepararse con antelación y regresar a calentar al vapor ya antes de servirlos. Poner los comestibles calientes en la nevera cuando no estén calientes. Dividir grandes cantidades de alimentos en recipientes pequeños y poco profundos para un enfriamiento más veloz. Recalentar lo más veloz posible hasta el momento en que se caliente la comida. Cocinar o recalentar los alimentos precocinados de acuerdo con las instrucciones del envase. La quemadura por congelación es un problema de calidad de los alimentos, no de seguridad alimentaria. Aparece como máculas marrón-grisáceas y correosas en los alimentos congelados. Ocurre cuando el aire alcanza la superficie del comestible y seca el producto. Esto puede suceder cuando los comestibles no están envueltos de manera segura en un envase hermético. Los cambios de color son el resultado de cambios químicos en el pigmento del comestible. Simplemente causa máculas secas en los productos alimenticios. Corte estas áreas antes o después de cocinar los alimentos. Cuando congele alimentos en bolsas de plástico, empuje todo el aire hacia afuera ya antes de sellar. Aquellos que se encuentren de viaje asimismo pueden seguir ciertas precauciones relativas a la higiene
alimentaria para evitar posibles intoxicaciones. Entre los consejos más frecuentes de seguridad alimenticia para viajantes están los que se mientan ahora. Es fundamental beber agua embotellada para evitar problemas digestivos que pueden ser severos. Eludir el hielo en las bebidas y usar agua segura para enjuagar los alimentos y cepillarse los cientes. Comer alimentos cocinados, asegurándose de que estén bien cocidos y que no se hayan mantenido a temperatura entorno durante múltiples horas. Mondar todas las frutas y verduras crudas y eludir las frutas con la piel dañada. Eludir los productos alimentarios que puedan haber estado expuestos a moscas o insectos. Es necesario que se enjuaguen convenientemente las frutas y verduras frescas. Salpique los productos de piel firme, como pepinos y manzanas, bajo el agua del grifo. Enjuague todos y cada uno de los productos antes de pelarlos, en tanto que los microorganismos en la superficie pueden trasferirse sencillamente con un pelador o una hoja de cuchillo. Seque con una toalla de papel. La seguridad alimenticia es la manera de asegurarse de que los productos alimentarios son seguros para su consumo. Los peligros de higiene son los procesos y elementos que hacen que los comestibles sean inseguros para comerlos o aquellos que impiden los niveles de higiene en el lugar de trabajo. Ciertos peligros para la higiene son que el personal no se lave las manos y no tenga una buena higiene personal, malas prácticas de limpieza, equipos y aparejos sucios, productos alimenticios guardados a una temperatura incorrecta, procedimientos deficientes para percibir entregas de alimentos, productos alimenticios enfriados incorrectamente, presencia de plagas (por poner un ejemplo, insectos, ratas y ratones), procedimientos deficientes para deshacerse de la ropa sucia y de la basura, etcétera.