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¿Existe Alguna Ventaja en Desacreditar la Trinidad?. Adaptación del artículo de Rogério Buzzi. Durante un tiempo hemos estudiado el asunto de la Trinidad. Pero no hacemos esto para encontrar argumentos favorables para una nueva idea que queriamos defender.
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¿Existe Alguna Ventaja en Desacreditar la Trinidad? Adaptación del artículo de Rogério Buzzi
Durante un tiempo hemos estudiado el asunto de la Trinidad. Pero no hacemos esto para encontrar argumentos favorables para una nueva idea que queriamos defender. Poco deberia importarnos y para cualquer otra persona con un poco de buen sentido, tener que defender un nuevo punto de vista sobre cualquier asunto espiritual.
Como cristianos, no nos es permitido tener ideas nuevas, o preferencias propias, con respecto a la fe. Y especialmente cuando se trata de un asunto tan polémico que puede confundir o hacer tropezar a aquellos que están iniciando su carrera espiritual. Somos constantemente advertidos de que cualquier doctrina solo tiene algun valor cuando se fundamenta en lo que "está escrito" en la Biblia.
¿De qué lado es más conveniente estar en este debate acerca de la trinidad? Estar del lado opuesto a esa doctrina, solo traerá sinsabores, escárnio, persecución y dolor... ¿Qué lado escogería cualquier ser humano, pensando racionalmente?
No es preciso ser tan inteligente para saber que la dependería para acatar la doctrina de la trinidad. Y lo que la gran mayoría hace siguiendo el dictado popular: “La voz del pueblo es la voz de Dios."
Pero... ¿Y si para apoyar la doctrina de la trinidad debo ir contra todo aquello que aprendí como fruto de la oración y el estudio de la palabra de Dios? ¿Y si para aceptar esa doctrina y consecuentemente enseñarla, debo como el apóstol Pablo “dar coces contra los aguijones"?
¿Y si para enseñar esa doctrina, debo subir al púlpito con un peso en el corazón, pues por la luz que viene de Dios através de Su Palabra, he constatado texto trás texto que la creencia en la trinidad es una "casa" construída sobre la arena?
¿Cuando la gran norma por la cual todo ser humano será juzgado abiertamente y el Señor me haga la pregunta: ¿“Dónde encontraste esa doctrina en Mi Palabra?", ¿qué respondería? ¿Te jactaría como los católicos, tratando de probar a Dios que la tradición inventó parte de Su mensaje a los hombres?
¿Diré que la santa iglesia adventista me lo enseñó y que, portanto, como miembro, para no crear división, debería aceptarla? ¿Si entiendo que la orden: "De gracia recibiste, dad de gracia..." es una invitación y una misión confiada por Dios a todo sincero cristiano, debo quedarme callado solo para evitar la persecución que ciertamente vendrá?
Cuando se estudian profecias, podemos pensar de forma diferente de lo establecido por la mayoría, tenemos la seguridad de saber que ninguna nueva interpretación puede derrumbar marcos ya establecidos. Por eso, cuando se habla de doctrina, como es el caso de la trinidad, el problema se agraba, en buena hora ese aparente "marco", no pasa de ser más que un intruso en medio del puro evangelio.
El debate no gira en torno de la existencia del Espírito Santo, como muchos quieren aparentar. Tampoco tenemos dudas acerca de la importancia de su ministerio. La única cuestión es: ¿No podemos nosotros, con toda la luz que tenemos, estar incurriendo en la transgresión del primer mandamiento, que nos advierte: "No tendrás otros dioses delante de Mi"?
¿Entiende amigo cuál es nuestra real preocupación? Todo lo que queremos es solamente hacer la voluntad del Señor, amparados por la revelación bíblica. En ese particular, preguntamos: ¿Estamos en lo cierto o estamos errados?
“La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén!” II Corintios 13:13