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Cómo contrarrestar los argumentos de los opositores. “La gente tiene derecho a fumar”. La gente tiene derecho a fumar únicamente si su humo no perjudica a los demás. La gente tiene derecho a respirar un aire libre de humo.
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“La gente tiene derecho a fumar” • La gente tiene derecho a fumar únicamente si su humo no perjudica a los demás. • La gente tiene derecho a respirar un aire libre de humo. • Todos los trabajadores tienen derecho a ser protegidos del cáncer contraído en el lugar de trabajo y de otras amenazas a la salud provocadas por el humo de tabaco de los demás.
“El tabaco es un producto lícito” • El tabaco es un producto restringido. • No se puede conducir un automóvil por la acera; no se pueden rociar pesticidas en un restaurante; no se debería poder fumar en los lugares públicos.
“Las empresas deberían tener derecho a elegir” • Las empresas no tienen derecho a perjudicar la salud pública. • Las empresas no pueden optar por tener cocinas sucias ni vender productos no seguros. Tampoco deberían poder optar por mantener un aire no saludable.
“Las prohibiciones de fumar son restricciones injustas por parte del gobierno” • Las leyes para proteger a los trabajadores y el público frente al humo de segunda mano son similares a las relativas al conducir en estado de ebriedad o las leyes de trafico. • Los gobiernos tienen la responsabilidad de instrumentar medidas para proteger la salud y la seguridad pública.
“Se trata de una ciencia dudosa” o “La ciencia no está comprobada” • Las comprobaciones médicas han determinado claramente que el humo de tabaco de los demás mata. • Varios informes importantes respaldan dicha conclusión, como también lo hacen las declaraciones de los principales organismos dedicados a la salud. • En documentos internos del ámbito tabacalero se reconoce que el humo de tabaco ajeno es peligroso.
“Las prohibiciones de fumar perjudican a los negocios” • La experiencia, basada en datos reales sobre las ventas, ha demostrado que las leyes sobre entornos libres de humo son beneficiosas para las empresas, incluidos bares y restaurantes. • La industria financia estudios defectuosos para provocar temores de perjuicio económico. • Los únicos estudios que demuestran un perjuicio económico son los financiados por la industria tabacalera.
“Los adultos tienen derecho a elegir” • Los adultos no tienen derecho a optar por poner en peligro la salud de sus familias y sus compañeros de trabajo. • Las políticas sobre la prohibición de fumar en los lugares de trabajo deberían proteger a todos los trabajadores. • Muchas personas carecen de la flexibilidad para optar por trabajar en un lugar libre de humo.
Bastará con convivir y con ventilar. • La ventilación puede reducir los malos olores y el humo visible, pero no elimina los productos químicos perjudiciales. • La ventilación puede solucionar cuestiones de comodidad (irritación de los ojos) pero no elimina los problemas de salud.
Bastará con convivir y con ventilar. • Los sistemas de ventilación son costosos, difíciles de controlar y poco prácticos: “un pequeño huracán”. • Convivir significa compartir un aire contaminado.
La contaminación en los ambientes exteriores es peor • El humo de tabaco ajeno es la principal causa de contaminación del aire en ambientes cerrados en América del Norte y un agente importante en muchos otros países.
La contaminación en los ambientes exteriores es peor Se calcula que en Estados Unidos el humo de tabaco de los demás provoca 3000 defunciones por cáncer de pulmón, es decir, 30 veces más que el número de muertes por dicha enfermedad provocado por todas las formas de contaminación del aire exterior.
La contaminación en los ambientes exteriores es peor • Los niveles de elementos contaminantes del aire en ambientes cerrados suelen ser más elevados que los de ambientes exteriores. • Muchas personas pasan la mayor parte de sus vidas en ambientes cerrados. • Las causas de la contaminación del aire exterior a veces son muy difíciles de solucionar, mientras que eliminar el humo de tabaco en ambientes cerrados es muy fácil.