María De Mattias

1. María De Mattias Nació en Vallecorsa el 4de febrero de 1805 ------ Murió en Roma El 20 de agosto de 1866

2. Gaspar del Bufalo El Dios que Gaspar presenta es el Dios Padre que perdona y tiene entrañas de misericordia con todo ser humano

3. Giovanni Merlini Director espiritual de María De Mattias 1824 / 1866

4. María entendió que cualquier “crucificado”, • sea cual sea el motivo de su cruz, • es alguien sagrado, • que reclama nuestra compasión y nuestra solidaridad

5. Acompañemos a Jesús en todos sus cami-nos: cuando estamos solas, le acompaña-mos en la soledad de Belén; cuando vamos de viaje, le acompañamos por las tierras de Palestina y en el camino del Calvario; cuan-do somos flageladas por las lenguas murmu-radoras, acompañamos a Jesús flagelado; cuando somos crucificadas, acompañamos a Jesús Crucificado… siempre, siempre con Jesús”. María De Mattias

6. El camino indicado por la voluntad de Dios, María lo había encontrado en el vivir con los demás y para los demás, ayudándolos espiritual y materialmente a llevar una vida más humana y digna.

7. “…Tú no escribirás para ti sino para los demás. Al escribir, encuentro mucha dificultad; muchas veces sudo por la repugnancia. Cuando no escribo mi corazón se turba; y cuando lo hago se dilata con paz ” María de Mattias

8. Una de las hermanas había escrito:”no tenemos dificultad para identificarnos con el sufrimiento. Esta es la condición humana y nosotras Adoratrices de la Sangre de Cristo, nos hemos identificado fácilmente con el pueblo de Dios que sufre… Sugiero que contemplemos el misterio del sufrimiento a través del Misterio Pascual de Cristo. Él ha resucitado al tercer día y nos ha dado la vida nueva, la vida que debemos expresar con nuestra forma de ser. Si dentro de nosotras no nos reconocemos y no nos identificamos con ésta esperanza, nuestra identificación con el sufrimiento es inútil…, tenemos necesidad de que la esperanza viva en modo operativo en nosotras: esto nos llama a una vida de femás intensa” Shirley Kolmer, asc

9. “Bienaventurados los que lavan sus vestidos en la Sangre del Cordero”(Ap 7,14))