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FASE DE LA EXPRESIVIDAD GRAFO-PLÁSTICA.

FASE DE LA EXPRESIVIDAD GRAFO-PLÁSTICA. Realizado por: Agustina Gonella. Sofía Laurnaga. Melina Travers. A modo de introducción:. El poder de la creación: Provoca sentimientos de existencia-poder.

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FASE DE LA EXPRESIVIDAD GRAFO-PLÁSTICA.

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  1. FASE DE LA EXPRESIVIDAD GRAFO-PLÁSTICA. Realizado por: Agustina Gonella. Sofía Laurnaga. Melina Travers.

  2. A modo de introducción: El poder de la creación: • Provoca sentimientos de existencia-poder. • Favorece la descentración tónico-emocional. • El juego es creación, da forma a los contenidos inconscientes, es el placer de poner en escena las representaciones inconscientes. • Necesidad de un clima de seguridad afectiva- no todos los niños son creativos espontáneamente.

  3. El placer de pensar: • Dice Aucouturier que “el pensamiento en acción evoluciona hasta que el niño es capaz de representar la acción sin hacerla, en un pensamiento asociativo que consiste en la mentalización de las acciones que se hacen, se deshacen y se vuelven a hacer sin ningún efecto sobre el entorno, llegando así a formas de pensamiento cada vez menos lastradas por el afecto y que pueden ser examinadas y tratadas como objetos externos que, aunque sean propios, son independientes de uno mismo”.

  4. Descentración como resultado de la maduración afectiva y psicológica. • Se tiende a desarrollar las actitudes mentales, a ayudar al niño a crear asociaciones de acciones en su mente, para comprender mejor y llegar a controlar los acontecimientos de su vida.

  5. EL CAMINO HACIA LA DESCENTRACIÓN: Según Piaget: • 2-5 años: EGOCENTRISMO: le ayuda a liberar su pensamiento, por lo que en la acción educativa no se debe tender a liberar de él al niño, sino permitirle vivirlo y superarlo. Se lo debe ayudar a salir de un sistema de referencias centradas en uno mismo, en sus sentimientos, para descentrarse, o sea, para diferenciar lo que es suyo de lo que pertenece a su entorno. Se va dando así, una evolución que permite establecer relaciones más objetivas con las cosas, con las personas y consigo mismo.

  6. A partir de ahora ya no se pierde en su identificación proyectiva, sino que se ve actuando y se mira en su propio espejo; va superando la fase del pensamiento mágico y avanza hacia la descentración (de forma progresiva). • 6-7 años: DESCENTRACIÓN: • Corresponde a: - La edad en que comienzan los aprendizajes estructurados (5-6 años). - Una evolución lingüística importante. - Superación del pensamiento mágico.

  7. El niño podrá establecer relaciones más objetivas con el espacio, el tiempo, los objetos, las personas y consigo mismo, así como enunciar claramente las relaciones lógicas y acceder al pensamiento operatorio (Piaget). • Hay que dejarlo vivir la expresividad motriz para que se distancie mejor de ella. Se le da prioridad a ésta, permitiendo que esa prioridad vaya cediendo sin llegar a desencarnarse totalmente de la vivencia. • La descentración es por lo tanto el paso de la acción y el afecto a otra manera de verse a sí mismo, otra manera de entender el mundo, que permite establecer otras relaciones con el espacio, tiempo, objetos y personas. Es un factor esencial para abrir el espíritu del niño. • Es la posibilidad del niño de “descentrarse” de su propio punto de vista, es decir, de librarse del aspecto subjetivo de las percepciones, quedando ahora en condiciones de poder tener en cuenta y coordinar otros puntos de vista y así sacar conclusiones.

  8. El niño es capaz de tener otra mirada sobre su propia motricidad y sobre el mundo exterior. Es la capacidad del niño de ponerse a distancia de sus emociones y de la invasión de su vida imaginaria. Esto permite abrirse al pensamiento operatorio, o sea, a las adquisiciones lógicas concretas. La descentración facilita el proceso de análisis. • Para poder descentrarse de las emociones y la vida imaginaria, es necesario vivirlas previamente. ¿Cómo? A través de la expresividad motriz. • Es el pre-requisito para el aprendizaje escolar. Ayudarlo a descentrarse es colocar al niño en una condición favorable para comenzar sus prácticas escolares.

  9. Se dan en el niño: Otra mirada hacia los objetos, hacia sí mismo y los demás y hacia el tiempo y el espacio. Por lo tanto: “DEL PLACER DE HACER AL PLACER DE PENSAR Y AL PLACER DE PENSAR MÁS ALLÁ DEL HACER”. • En este proceso de descentración tiene importancia la PPA así como también los padres, el ámbito familiar, para despertar las potencialidades necesarias para desarrollarlo.

  10. FASE DE LA EXPRESIVIDAD GRAFO-PLÁSTICA. • En la fase de representación llega la inmovilidad del cuerpo, es decir, se para la emoción, se deja de lado el movimiento, y el niño se adentra en un nivel superior de simbolización. Para ello, el niño usa materiales que le permiten retomar las imágenes mentales construidas en la actividad motora y expresarlas por medio del dibujo o de la construcción. Así, en esta fase “el niño deja de ser actor para convertirse en espectador de sí mismo”. El niño se distancia de lo que ha vivido. Durante esta fase se estimula la creatividad del niño.

  11. Es el espacio y el tiempo de la descentración. • Dispositivo temporal: Ésta fase se da después de la expresividad motriz (o de la narración). En el transcurso de la sesión los niños son invitados a pasar del lugar de la expresividad motriz al lugar de la expresividad plástica y gráfica. Este paso favorece el desarrollo de los diferentes niveles de simbolización: simbolizaciones por la vía del cuerpo hasta el lenguaje. Este recorrido es una ayuda para la distanciación emocional por la integración de las emociones en las imágenes mentales: los niños adquieren el proceso de la descentración tónico-emocional.

  12. El espacio para esta fase es más reducido que el dedicado a la expresividad motriz. Este está reservado al dibujo, modelado y construcción. Se delimita con unos bancos y para atenuar el ruido de la construcción se puede poner un pavimento especial (por ej.: moquete). • En cuanto al mobiliario se encuentran mesas y taburetes para que los niños puedan hacer su producción bien instalados (los niños mayores pueden llegar a permanecer más de 20 min. con su producción.) • El material para el dibujo consta de: hojas de papel blanco, fibras, crayolas, lápices de grafito y de colores (no se utiliza pintura). • El material de construcción consta de maderas barnizadas con barniz incoloro (la medida de referencia puede ser un cuadrado de 10 cm x 10cm x 2.5cm de grosor, con variaciones de tamaño). La madera es incolora con el objetivo de alejar los parámetros sensoriales o estéticos y para que los niños se preocupen únicamente por las formas y las dimensiones; para inducir parámetros más cognitivos que sensoriales en la elección de las piezas. Este material se mantiene ordenado en cajas.

  13. Una sesión de educación psicomotriz sin ésta fase, no respondería ni a sus objetivos ni al itinerario de maduración psicológica que facilita el desarrollo y el crecimiento de cada niño. • Esta fase ayuda a los niños a tomar distancia de las situaciones tónico-emocionales vividas durante la sesión. • Condiciones: -La actividad a desarrollar es de libre elección. -No debemos estimular directamente a los niños para que simbolicen. -No debemos interrumpir a un niño o a un grupo durante la realización de su producción individual o colectiva. -No está permitido cambiar de espacio al material.

  14. Construcción: • En éste espacio no se permite la destrucción de las construcciones propias ni de los compañeros. • Son aquellas actividades en las que el niño manipula, estructura y representa material concreto. • Según Piaget, éstos juegos son mucho más elaborados que los juegos simbólicos. • Diannes plantea que “a través del juego manipulativo-exploratorio el niño busca experimentar por el tacto, le gusta tocar la superficie, juntar, reunir, separar; comienza así a conocer las propiedades del material. Es un juego sugerido por la curiosidad, y el conocimiento va creciendo con la acumulación de experiencias sin que el niño sea totalmente consciente”.

  15. ¿En qué se diferencian el juego simbólico de la construcción?: en el juego simbólico el niño inviste plenamente el espacio sobre el plano emocional e imaginario. La reducción del material en el espacio de la construcción y las leyes de ese lugar, no le permiten al niño investirse con tanta intensidad en las construcciones. • La mayor parte del material en la sala puede ser utilizado para los juegos de construcción, posibilitando una amplia gama de experiencias con los objetos, lo cual favorecerá el conocimiento físico y lógico-matemático.

  16. Las características del material promueven diferencias en los juegos de construcción que se dan en la sala. En esta fase se realizan construcciones con maderas. Por sus dimensiones reducidas restringen el movimiento del niño al tiempo que le exigen habilidad, precisión, poniendo en juego sobre todo la coordinación óculo-manual. Por su color natural, dureza y textura particular junto a la regla preestablecida de que “con las maderas solo se construye y no se destruye”, se limitan los estímulos, dando lugar a una actividad más estructurada. Como dice Diannes: “las propiedades físicas de los objetos influirían sobre el juego representativo en que serán usados y viceversa”.

  17. Según Piaget, ésta es una actividad lúdica que corresponde al mantenimiento de la atención y a un cierto grado de concentración. La inmovilidad contiene las descargas emocionales y favorece la creación de imágenes mentales. Esa inmovilidad del cuerpo facilita la representación mental. Es necesario que el cuerpo se detenga, para que la imagen pueda representarse y ser expresada en una representación espacial.

  18. A partir de los 3 – 4 años los niños prefieren las construcciones verticales, mientras que las niñas prefieren dibujar en el plano horizontal. • Evolución: 3 etapas: 1º) Se da antes de los 3 años. Los niños alinean, apilan o agrupan piezas iguales, ocupando el espacio horizontal o vertical (repetición espacial con un objeto que se une a otros idénticos.) Esto sería un factor de seguridad simbólica frente a la angustia de pérdida y una base segura que simboliza la separación y a la vez se representa a sí mismo. A su vez, es una etapa que permite integrar el valor de las acciones de unir y sumar.

  19. 2º) Introducción de una alternancia en la colocación de las piezas de maderas (horizontal/vertical). Esto muestra la superación de la repetición lineal, aunque sigue siendo una prueba simbólica de la separación del objeto-madre. Es una representación de sí mismo. A partir de ésta etapa los niños empiezan a construir colectivamente en un clima de comunicación, donde da gusto compartir. 3º) Aparece la simetría en todas las construcciones. Esto es una proyección de la permanencia de una representación de sí con el eje corporal integrado. Pone de manifiesto la diferenciación y simboliza la identidad adquirida. Indica la maduración psicológica y la continuidad de un continente de expresividad pulsional, de los afectos y la cognición. Corresponde a la percepción de dos partes idénticas del cuerpo, facilita el acceso a la lateralización.

  20. Con respecto a los juegos de representación en general (de los que la construcción forma parte), el uso de un lenguaje apropiado por parte del adulto es fundamental para favorecer la adquisición del conocimiento físico y lógico-matemático. El psicomotricista aprovechando las cualidades matemáticas implícitas en éstos juegos, formulará preguntas problematizadoras al niño sobre su juego, para que el niño reflexiones y busque respuestas que lo ayuden a ir descubriendo y aprendiendo las posiciones del espacio, las categorías de forma, color, tamaño, etc.

  21. Dibujo: • En él se proyecta la historia afectiva del niño y permite evacuar conflictos relacionales, funcionando como un efecto catártico. • La creación a través de lo no verbal (movimiento y grafismo) pone al niño en relación con su historia más profunda y lo libera; pero también puede aislarlo, y por ello el interés en incentivarlo a que le ponga palabras a su producción. • Cuando sus producciones son reconocidas por el otro, el niño de distiende, se siente bien porque ha sido escuchado y reconocido. • Representa un intercambio, una comunicación, un lazo de unión. A través de él, el niño espacio-temporaliza su relación con el mundo.

  22. Al inicio se utilizan crayolas de colores, pero a partir de los 4 o 5 años se utiliza el lápiz o bolígrafo, así el niño va abandonando el aspecto estético del dibujo en beneficio de la calidad gráfica, que hace más precisa la representación y permite enriquecer la creación. • Debemos cuidarnos de no formular juicios de valor sobre las producciones.

  23. Evolución: 1º) Los primeros dibujos del niño se sitúan aprox. a los 15-18 meses (cuando se da cuenta que su movimiento deja una huella), trazando al principio rayas por azar. No quiere representar, sino que juega a trazar. 2º) A partir de los 18-24 meses, el niño perfecciona sus posibilidades motrices. Realiza garabatos, a los que les da una significación dependiendo de la disposición afectiva del momento y de la interacción con el “otro”, a quien suele destinar sus producciones. Es la edad del “realismo fortuito”. 3º) Aprox. a los 3 años “falla el realismo”. Su técnica representativa mejora. Saben realizar el círculo. 4º) A los 4 años no buscan copiar la realidad, sino traducir lo que perciben de ella: “realismo intelectual”. Representan lo que saben mediante un modelo interno. 5º) A partir de los 9 años se da la última etapa: “realismo visual”.

  24. Fase de expresividad grafoplástica Ritual de salida. Este último momento de la sesión se usará para cerrar la sesión y despedir a los niños. Al igual que en el ritual de entrada, se dará pie al lenguaje, permitiendo así que los niños pongan palabras a todas las emociones que han vivido a lo largo de la sesión. Además de despedir a los niños con un saludo, para cerrar esta fase también se podría utilizar una canción de despedida. • El ritual de salida es indispensable para terminar la sesión. Debe haber un tiempo de transición entre el final de la sesión y el envío de los niños fuera de la sala. La actividad a realizar y el lugar donde se realiza puede ser variable en función de la edad de los niños. Se anuncia el pasaje a ese lugar, donde el coordinador transfiere su rol al maestro del grupo. Éste último va a proponer una actividad breve (canción, cuento). Una buena sesión es la que permite a los niños salir de la sala con una tranquilidad psicomotriz. • Este ritual de salida les prepara para el abandono de la sala y sus resonancias tónico-emocionales disponiéndoles adecuadamente en el camino de regreso al aula.

  25. Actividades de descentración Entrada en calma

  26. Rol del psicomotricista: • Ayudar mediante la utilización de dibujos, plasticina o maderas, a la representación. • Favorecer planificación sobre lo que el niño va a representar. • Favorecer diálogo como resolución de conflictos: favorecer orden del grupo y uso de normas. • Sorprendernos, preguntarnos, frustrarnos ante su representación, en función de su necesidad, para favorecer una mayor elaboración. • Cap. de escucha para ver más allá de su ejecución motriz, el sentido de lo que puede estar expresando. • Momento para que cada uno sea reconocido por el grupo. Pueden contar su producción.

  27. BIBLIOGRAFÍA. • Acoutourier,A. (2004): “Los fantasmas de acción y la práctica psicomotriz”; Ed: GRAÓ. • Cerutti, A.; Arrillaga, M.; Bonnevaux, C,; Forni, S.; Grattarola, M.; Pozzi, A.; Roca, G.; Rubio, M.; Ventimiglia, G.: (1996): La práctica Psicomotriz en la Educación … del camino recorrido al camino por andar… Prensa Médica Latinoamérica. • Conferencia del profesor Bernard Aucouturier, Montevideo, noviembre 1988. • Chokler,Myrtha: “ acerca de la práctica psicomotriz de B.A.”. • Sánchez, Josefina; Llorca, Miguel (2001): “El rol del psicomotricista”; Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas corporales.

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