Entrevista a Emiliano Zapata

1. ¿Qué contestaría el caudillo? Entrevista a Emiliano Zapata

2. Recuerdo los amaneceres en nuestro jacalito de barro, tendido junto a mis hermanos, escuchar el canto del gallo para ver casi al instante a mis padres ponerse de pie. Mi padre lavándose y acomodándose los lazos, la vara y el machete mientras mi madre atizaba el fogón para echar unas gordas de maíz, con frijol y chile al tiempo que se calentaba el café. Nomás de acordarme y siento que puedo saborearlo. 1.- ¿Cuáles son los recuerdos que tiene de su infancia?

3. Recuerdo acompañar a mi papá y a mis hermanos a la milpa, cantando en el camino; recuerdo sentir una alegria inmensa con la llegada de la lluvía alzar la mirada al cielo, abrir los brazos y la sonrisa como diciendo gracias sin hablar. En fin, recuerdo muchas cosas, de niño fui feliz, porque aunque muchas veces pasamos hambre mi amá y mi apá se las arreglaban pa´ entretenernos la cabeza y con ello la tripa y sobre todo en ayudarnos a valorar lo que tuviéramos aunque fuera poco.

4. Creo que desde que pude ponerme en pie y recordar noté la presencia del patrón que de tiempo en tiempo venía a llevarse parte de lo que teníamos, de lo que habíamos sembrado y cosechado y hasta de los pocos animalitos que lográbamos mantener. Al principio no me causó ningún sentimiento malo ni enojo pero después uno va creciendo y… 2.- ¿En qué momento toma usted conciencia de la Presencia DEL DUEÑO DE LAS TIERRAS?

5. …mira más cosas que no ve uno cuando está chamaco; además el hambre y la tristeza son buenas para no olvidar, es como aprenderse un sabor y con él todo lo que le rodea, porque el patrón no perdonaba ni sequía ni gallinas flacas, solo venía a recoger y a cargar con lo que le daba la gana porque la ley era suya mientras solo se pasaba las tardes sombreando en su caserón sirviéndose de todos los que andabamostalachando sus tierras de sol a sol para tener algo de comer.

6. Pues creo que primero me hice la idea yo solo, sin preguntar, de que la casa y la tierra de la siembra eran de nosotros, de mi papá, pero como ya le dije, pa pronto noté que la cosa no era así o por que sino mi apa le iba a entregar al patrón las mazorcas y semillas que más que sobrarnos nos hacían falta… 3.- ¿Y sobre el aspecto de la propiedad de la tierra?

7. … Ya luego le pregunte a mi apá y entre una cosa y otra terminó diciéndome que la tierra era de ellos porque llegaron aquí desde antes y que eran personas leídas y que si no hacías lo que querían pa pronto te echaban bala, ellos, sus ayudantes o sino hasta al mismo ejercito te mandaban a buscar y ahí si que ya ni la cuentas, así que mejor seguir sobándose el lomo que dejarnos solos. ¿Cómo ves? Yo sentí re feo oír a mi apá, que era un rayo con el machete, con miedo en su voz, aceptando lo malo, así: “mal y ni modo”.

8. Pues la verdad fui muy poco a la escuela, allá cuando estaba chamaco pero ya medio largo llegó un maestro, un chamaco poco más grande que yo, a darnos escuela a todos los que vivíamos por las tierras del patrón. Un tiempo estuvo el maestro, otro poco que le aprendí a mi apá y otro tanto que aprendí abriendo bien los ojos y las orejas cada que se me cruzaba alguien que leyera o escribiera. 4.- ¿Qué educación o formación recibió?

9. La verdad no lo tengo muy claro porque fue muy poca, pero seguro que me sirvió aunque sea para enterarme de las cosas que pasaban a lo lejos como el llamado a tomar las armas que hizo Madero cuando estaba encarcelado en San Luis. 5.- ¿Cree usted que su educación incidió en que se sumara a la lucha revolucionaria?

10. Creo que fueron varios momentos los que me fueron calentando la cabeza, que me llevaron a decir esto no me gusta y antes de seguir así me la rajo contra quien sea. Uno que recuerdo y que aun me hierve la sangre es el ver llegar al patrón a cargar con los pocos granos que teníamos sintiendo como se me pegaban las tripas del hambre. 6.- ¿Recuerda algún momento, que considere decisivo, para sumarse a la lucha?

11. Sobre todo recuerdo la fraternidad entre los soldados, la entrega total de sus vidas por la causa y la lealtad que me guardaron aun ante las peores condiciones, muchas veces vi en sus ojos la disposición total de quien confía por entero en ti, estaban dispuestos a seguir ciegamente mi voluntad. 7.- De entre todo lo negativo que tiene una guerra ¿Guarda usted algún recuerdo positivo o de alegría?

12. La muerte es algo que nunca dejo de dolerme a pesar de que vi tantas y tantas personas dar los últimos gemidos de dolor, lo sentí, sobre todo, cada vez que encontré entre los caídos cuerpos de inocentes, de mujeres, de niños, de jóvenes y de ancianos que no deberían haber andado ni en la bola ni al paso de ella. Solo me consolaba la idea de pensar que cada gota de sangre daba más fuerza a nuestro ideal, que nos acercaba al triunfo , a la justicia y a la paz. 8.- Y ¿cuál sería el peor momento que presencio?

13. Fue un excelente aliado, con ideales firmes, leal, confiable, no se andaba con rodeos y su palabra era ley, era un hombre audaz, de acciones y con gran inteligencia. Me hubiera gustado tenerlo más cerca durante la guerra pero estratégicamente no nos convenía, fue como tenía que ser, sin su ayuda la historia habría sido diferente. 9.- ¿Qué impresión tiene usted de Francisco Villa?

14. Esencialmente era un idealista y un buen hombre, sin embargo creo que le faltaron pantalones para controlar y dirigir el cambio que desencadeno al invitar a un país entero a luchar por su futuro y por mejorar las pésimas condiciones en que vivíamos. Creo que eso pasó porque causó algo más grande de lo que quería. 10.- ¿De Francisco I. Madero?

15. Me parece que fue una combinación entre las prácticas enérgicas del poder de Díaz y los ideales de Madero porque hizo lo que debió hacer Madero cuando pudo acceder al poder, fajarse y le pesará a quien le pesará cambiar lo necesario, sin remordimientos ni amistades. 10.- ¿De Carranza?

16. Solo cumplí con mi palabra y asumí que todos podían reconocer que estaban equivocados, cambiar su forma de pensar y sumarse a nuestra causa. Si pensé que algo podía salir mal pero necesitaba las armas que supuestamente iba a conseguir, hice una apuesta, elegí y me la jugué por lo derecho. 10.- ¿Por qué confió en Jesús Guajardo, aquel que le tendiera la emboscada? ¿Nunca pensó que podría ser una trampa?

17. Fueron muchas las emociones que me sacudieron la cabeza en los momentos en que pude darme cuenta del montón de gente que me seguía y que estaba segura de que mi voluntad era su mejor opción. Por momentos dude de mi determinación, en otros momentos me sentí poderoso casi inmortal, al final siempre trate de lograr lo mejor para todos. 11.- ¿Qué sentimientos experimento al tener a tantos hombres bajo su mando?