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Diversos “nombres” empleados a lo largo de la historia para designar al conjunto de los libros sagrados. en las comunidades judeocristianas. para designar a los escritos considerados sagrados en el mundo judeo-cristiano, por estar “inspirados” por Dios, por transmitir “la Palabra” de Dios.
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Diversos “nombres” empleados a lo largo de la historia para designar al conjunto de los libros sagrados en las comunidades judeocristianas
para designar a los escritos considerados sagrados en el mundo judeo-cristiano, por estar “inspirados” por Dios, por transmitir “la Palabra” de Dios. Se suele emplear el término“Biblia”
Pero, con sólo recordar las “tapas” de algunas “Biblias”, podremos constatar inmediatamente que muchas de ellas se presentan con otros “nombres”: • Libro del Pueblo de Dios
Libro de la Nueva Alianza
En otros idiomas: • The New Revised Standard Version • God’s Word for all nations
Incluso utilizando el nombre de “Biblia”, también existen diferencias: • Biblia Latinoamericana
La Biblia de Jerusalén Latinoamericana
Biblia del Peregrino • Biblia de América
La llamada “Biblia del Oso “ Editada por Casiodoro de Reina en 1569. Revisada por Cipriano de Valera en 1602.
Conocida como “La Biblia del Oso” porque, en su edición original tenía un oso en su portada. También se la llama la “Reina-Valera”
Existen además ciertas designaciones más “técnicas”, casi incomprensibles para los “no-iniciados”:
Texto Masorético Fragmento del “Códice de Aleppo” donado al instituto Yad Ben Zvi de Jerusalén.
El manuscrito completo más antiguo de la Biblia Hebrea (Texto Masorético) • Códice de Leningrado (1008/1009 d.C.)
El Papiro Nash, el fragmento bíblico más antiguo conocido y que contiene el texto en hebreo de los diez mandamientos. Adquirido en Egipto en 1902 por W. L. Nash, actualmente se encuentra en la Biblioteca de la Universidad de Cambridge • Papiro Nash
Septuaginta o LXX Una pagina del Códice Vaticano Fragmentos de Manuscritos antiguos
Vetus Latina Página del Códice Vercellensis Se puede ver aquí Jn 16,23-30.
¿No escuchaste hablar de la “Políglota Complutense”?
11Q13 (o: 11QMelch) [Contiene una interpretación “midráshica” de la figura de Melquisedek]
Rollos de Isaías encontrados en Qumrán [1QIsa; 1QIsb]
¿Por qué tantas variantes en la designación? Es que se trata de una “colección” de obras que pertenecen a géneros muy diversos (leyes, relatos, épica, salmos, oráculos, poemas, proverbios, cartas, etc.), escritos en circunstancias muy variadas. Si se quisiera poner un título que expresara lo que contienen todas ellas, difícilmente se encontraría una palabra completamente adecuada.
Ni en las mismas Escrituras y ni en la tradición se impone un “nombre” en el sentido propio del término para designar a los Escritos Sagrados Más bien se suelen encontrar denominaciones muy variables y amplias, que aluden a su carácter sagrado y/o normativo de los textos, pero, en general, sin definir o precisar el contenido de las obras que la componen.
Por ejemplo: • Se habla de “rollo” o “libro” Sal 40,8-9 “dije entonces: Heme aquí, que vengo. Se me ha prescrito en el rollo del libro v.9 hacer tu voluntad. Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser”.
O también: • “Escritura(s)” o “está escrito” Rom 11,2 “Dios no ha rechazado a su pueblo, en quien de antemano puso sus ojos. ¿O es que ignoráis lo quedice la Escritura acerca de Elías, cómo se queja ante Dios contra Israel?” Mt 4,10“Dícele entonces Jesús: «Apártate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto»“.
La palabra “Biblia”, en las lenguas modernas, es un nombre propio singular femenino, pero en realidad, en griego, es un neutro plural, y significa “los libros”. El pueblo judío, desde hace siglos, emplea una “sigla” para denominar sus Escrituras Sagradas: TaNaK
TaNaK se construye con las iniciales de las palabras que designan las tres partes principales que –en la Biblia Hebrea– se agrupan los textos sagrados • “T” por “Torá”(“Instrucción”: Ley o Pentateuco) • “N” por “Nebi’îm”(“Profetas”) • “K” por “Ketubîm”(“Escritos”)
Si pensamos, además, en las peculiaridades que puede tener cada edición del texto sagrado (traducción, tipo de lenguaje, opciones textuales, destinatarios, subdivisiones, ordenamiento, mapas, notas, subsidios…) no es de extrañar que se mantenga la costumbre de continuar con las designaciones variadas, y que cada “nombre” elegido sirva para distinguir una edición de otra.