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SER UN ENTRENADOR DE FORMATIVAS. ENE FUBB Prof. Mario Enrich.
E N D
SER UN ENTRENADOR DE FORMATIVAS. ENE FUBB Prof. Mario Enrich
Cuando se menciona divisiones formativas se hace alusión precisamente a la formación, por eso el entrenador de formativas tiene que tener como prioridad el desarrollo humano e inculcarles los valores necesarios para el crecimiento humano y deportivo de los jóvenes que están a su cargo. El objetivo primordial es lograr buenas personas y el objetivo secundario es la formación del deportista (esto es un proceso más a largo plazo ya que empieza de niño hasta alcanzar su techo como deportista). El entrenador tiene que estar al tanto de todo lo que le pasa al Joven no solo dentro del club donde este entrena sino también fuera de este ambiente. Deberá estar en todos los detalles, como por ejemplo, como esta constituida su familia, si se alimenta adecuadamente, si estudia, como esta conformado su ámbito de amigos, etc. Hay que tener un dialogo frecuente con los padres del joven para saber como le va en otros ámbitos de su vida.
“El básquetbol es un excelente medio que nos permite formar mejores personas, esto es algo que todos quienes trabajamos con niños y jóvenes en este deporte tenemos que tener plena conciencia y conocer la tremenda responsabilidad que nos cabe dado la increíble ascendencia que tenemos sobre muchos jóvenes”. Jorge Díaz Vélez. La filosofía del entrenador de formativas es lograr buenas personas y saber que vamos a educar y formar personas. Esto lleva a que tiene que estar en todos los detalles y que todos los jugadores tienen que ser tratados y cuidados de la misma manera no importando la calidad de jugador de Básquet que sea. Cualquier error de un entrenador por más mínimo que sea puede dejarle al jugador una cicatriz para toda su vida. También deberá cuidarlos de los factores externos.
Tiene que cuidar a los chicos de cosas extra Básquet, como dice el profesor Ricardo Bojanich: El entrenador tiene que fortalecer los valores de compañerismo, compromiso, unidad, respeto y humildad que son los que los van a llevar a triunfar, no solo en el deporte sino también en la vida. Este trabajo deberá ser logrado con la mayoría de los jóvenes que tenga a su cargo. “Los actores externos, padres, familiares, dirigentes, público; suelen tomar actitudes que marchan en contra de los objetivos del profesor - entrenador; es nuestra obligación educar esas conductas, con sabiduría, estrategia y mucha paciencia, para conducirlos a ser generadores de hechos positivos y que ayuden a la educación de los niños”.
Objetivos del entrenador de formativas. Objetivo I: Este primer objetivo es el de educar y formar a cada uno de los jóvenes. El entrenador tiene que: • ser un ejemplo a seguir para los jóvenes. • tener vocación y amor por los jóvenes. • tener la prioridad de los objetivos de la educación de los jóvenes por encima de los objetivos deportivos. • tener una relación de cariño y amistad con cada uno de los jugadores. • tener una relación directa y constante con los padres o tutores de los jóvenes. • lograr grupos de amigos que prosperen con el tiempo. • inculcarle el amor por el básquet y el club donde se practique la disciplina. • preocuparse por el estudio y los problemas personales que cada uno de los jóvenes pueden llegar a sufrir. Para finalizar lo mas importante del objetivo del entrenador de formativas es en primer lugar lograr formar buenas personas y en segundo lugar buenos jugadores.
Objetivo II: El segundo Objetivo es formar buenos jugadores. El entrenador tiene que: • 1- transmitir la pasión por el deporte de forma tal que logre que el deportista comience a sentirlo. • 2- lograr que el jugador confíe en él, logre su aceptación como entrenador y sienta que el trabajo que realiza el entrenador es lo que el necesita para mejorar día a día (esto se logra con mucho trabajo y pasión, las personas que no sientan esta pasión nunca lo van a poder lograr). • 3- planificar cada entrenamiento de la mejor manera y lograr que los jugadores estén deseosos de ir a entrenar día tras día, que se los vea motivados y con ganas de mejorar. • 4- exigirles al máximo a cada uno de sus jugadores y no dejar nunca que bajen los brazos aunque ellos por momentos sientan que algo no les puede salir. El entrenador tendrá que tener bien claro hasta donde puede exigirles de forma tal que no provoque una futura frustración en el deportista. • 5- preocuparse de todos los detalles deportivos y humanos del jugador. • 6- escuchar a los jugadores cuando estos quieren iniciar una charla o realizar algún comentario siempre marcando los límites para que no se confundan los roles de cada una de las partes. • 7- dejar que los jugadores jueguen y se equivoquen para después corregirlos de manera educativa. • 8- hacerlos soñar como medio de motivación sin perder el sentido de la realidad. • 9- disfrutar con ellos los logros personales y colectivos.
Objetivo III: El tercer objetivo son los jóvenes que no logran ser grandes jugadores o que abandonan por no tener las condiciones deportivas o físicas. El entrenador tiene que: • 1- demostrarle que no fue una perdida de tiempo sino que fue una gran experiencia. • 2- mostrarle a los jugadores que lograron hacer amigos que pueden ser para el resto de sus vidas. • 3- demostrarle que pueden seguir vinculados con el club como hinchas, dirigentes, delegados, etc. • 4- mostrar la vivencia que fue el compartir un grupo que les va a servir para alcanzar otros objetivos en sus vidas y para aprender como se trabaja en equipo.
CODIGO DE ETICA PARA ENTRENADORES Las siguientes normas éticas y código de conducta perfilan una filosofía que es de gran importancia para el entrenador de cualquier deporte y que debe ser recalcada en combinación con el desarrollo de la técnica y el estilo de juego. Dentro de este contexto, los entrenadores deben priorizar el bienestar de sus jugadores y respetar las normas de conducta y competencia profesional. El comportamiento ético de los entrenadores se demuestra en sus relaciones con los jugadores, colegas, árbitros, directivos, padres... Los entrenadores son un modelo de comportamiento y deben entender la gran influencia que sus palabras y acciones tienen en los jugadores que forman su equipo. Por esa razón deben considerar su principal responsabilidad la continuidad de los valores morales y la conducta ética que se deriva del espíritu del juego y que se establece en los reglamentos de cada deporte.
Responsabilidades con los Jugadores • La importancia de ganar no deben anteponerse a la seguridad y el bienestar de los jugadores. • Los requisitos para participar en un equipo no deben impedir la oportunidad de obtener buenos resultados académicos. • Los entrenadores deben seguir las reglas del juego. No deben buscar ventajas injustas enseñando comportamientos antideportivos o aceptando ventajas ilegales sobre el rival. • Lo que el entrenador pida a los jugadores debe seguir las normas establecidas por los organismos reguladores.
El diagnóstico y tratamiento de lesiones son tareas médicas, y los entrenadores deben someterse al personal médico sin interferir. • Los entrenadores no deben promover el uso de estimulantes ni sustancias ilegales para obtener beneficios. • Los entrenadores no deben poner en peligro intencionadamente la participación de un jugador. • Los entrenadores deben en lo posible • enseñar a sus jugadores reglas y principios que deben regir su vida deportiva y personal. • Ningún entrenador podrá chantajear o pedir a sus jugadores que realicen actos fuera de la moral y buenas costumbres para poder pertenecer a su equipo.
Un entrenador jamás deberá burlarse o incitar a la burla o humillación o minimizar la calidad o desempeño de un atleta frente a otros jugadores, si es un entrenador de escuela deportiva siempre deberá tener presente que su función es enseñar al atleta, no excluir o apartar por que su desempeño sea mediocre o no cubra las exigencias requeridas. • El entrenador siempre debe tener presente que por mucha confianza, amistad o familiaridad que pueda tener con los atletas siempre debe haber y exigir el respeto mutuo al momento de que ambas partes realicen su trabajo. • Ningún entrenador deberá participar o alentar prácticas que vejen o irrespeten la integridad moral y física de un jugador. • Los entrenadores son responsables de la seguridad de sus jugadores, deben tener como prioridad el bienestar físico y moral de cada atleta a su cargo. • El entrenador que observe a un similar o a un asistente o a cualquier miembro de su equipo incurrir en faltas a este código de ética y se desentienda de ello será tan culpable de la falta como el que incurre en ella.
Un entrenador jamás deberá burlarse o incitar a la burla o humillación o minimizar la calidad o desempeño de un atleta frente a otros jugadores, si es un entrenador de escuela deportiva siempre deberá tener presente que su función es enseñar al atleta, no excluir o apartar por que su desempeño sea mediocre o no cubra las exigencias requeridas. • El entrenador siempre debe tener presente que por mucha confianza, amistad o familiaridad que pueda tener con los atletas siempre debe haber y exigir el respeto mutuo al momento de que ambas partes realicen su trabajo. • Ningún entrenador deberá participar o alentar prácticas que vejen o irrespeten la integridad moral y física de un jugador. • Los entrenadores son responsables de la seguridad de sus jugadores, deben tener como prioridad el bienestar físico y moral de cada atleta a su cargo. • El entrenador que observe a un similar o a un asistente o a cualquier miembro de su equipo incurrir en faltas a este código de ética y se desentienda de ello será tan culpable de la falta como el que incurre en ella.
Responsabilidades Técnicas • El entrenador debe proporcionar a todos sus jugadores la oportunidad de mejorar sus capacidades técnicas, tácticas y físicas durante el proceso de entrenamiento. • El entrenador debe intentar que los entrenamientos resulten amenos, además de provechosos. • El entrenador debe corregir los defectos y errores del jugador, con paciencia y sin enfadarse con él, animándole constantemente a mejorar.. • El entrenador de niños debe tratar a sus jugadores como niños que son, no como adultos en pequeño, y adaptar los entrenamiento a sus capacidades físicas y sus necesidades. • El entrenador debe evitar la precipitación en la enseñanza de sus jugadores. Debe considerarse el proceso de entrenamiento en todas sus fases e ir paso a paso sin saltarse ninguno.
Árbitros • Los entrenadores no deben criticar publica o privadamente a los árbitros y deben seguir las reglas del club referentes a los comentarios sobre el arbitraje. Los árbitros imparciales y competentes son imprescindibles para el éxito de cualquier competición. • Los entrenadores deben asistir siempre que puedan a reuniones de árbitros por discutir las reglas. También deben animar a los árbitros a discutir las reglas con su equipo. • Los entrenadores no deben usar nunca el vídeo en publico para comprobar decisiones discutibles tomadas por un arbitro. Las criticas a los árbitros deben hacerse por escrito al organismo competente. • Los entrenadores no deben incitar a los jugadores o al público contra los árbitros.
Reglas de Juego • Los entrenadores deben mantenerse informados sobre las reglas . También deben asegurarse de que sus jugadores entiendan el objetivo y la aplicación de las reglas. • Los entrenadores deben seguir las normas y el espíritu de las reglas del juego y no evitarlas o aprovecharse de ellas para obtener ventajas injustas. • Los entrenadores son responsables de las acciones de los jugadores dentro del campo. Las tácticas antideportivas, trampas... son consideradas inmorales. • Debe estimularse el juego limpio durante los entrenos y competiciones.
Fichajes • Los entrenadores deben seguir estrictamente todas las reglas del club, institucionales y federativas referentes a los fichajes. • Los entrenadores deben ser honestos al promocionar y describir a sus instituciones y sus programas y deben evitar criticar a otros colegas o clubs. • Los entrenadores no deben hacer falsas promesas al posible futuro jugador. • Los entrenadores no deben usar incentivos extradeportivos o prohibidos para potenciar su política de fichajes. • Los compromisos educativos, religiosos y personales deben ser reconocidos y respetados durante el proceso de reclutamiento.
Otras Responsabilidades • Los entrenadores deben evitar cualquier comportamiento considerado física o verbalmente abusivo. • Los entrenadores deben evitar cualquier discusión con el banquillo contrario. • Los entrenadores locales deben encontrarse antes del partido con el visitante y comprobar que sus necesidades establecidas estén satisfechas
Los entrenadores deben cumplir sus obligaciones contractuales a no ser que sea liberado por decisión del club o de mutuo acuerdo. Si un entrenador decide finalizar su tarea, debe comunicarlo de manera adecuada y dar facilidades al club para evitar perjuicios indirectos al equipo. • Los entrenadores deben respetar las relaciones profesionales con sus colegas, asociaciones, prensa y publico. Deben evitarse conflictos de interés y la explotación de estas relaciones. • Los entrenadores deben realizar sus obligaciones basándose en una preparación adecuada, asegurándose de que sus instrucciones sean adecuadas. • Los entrenadores deben buscar continuamente nuevas oportunidades para su progreso profesional y educacional.
Los entrenadores deben mantenerse en forma y en condiciones óptimas en los aspectos adecuados para su deporte. • Los entrenadores deben pedir consejo a compañeros y colegas cuando esto sea en beneficio de los jugadores. • Las relaciones con los agentes de los jugadores deben ser correctas, siempre en beneficio de los jugadores. • Los entrenadores no deben recibir compensaciones de equipos profesionales por el descubrimiento de talentos o por negociaciones de fichajes. • Un entrenador no debe solicitar o promover relaciones sexuales con ningún menor de su equipo. • El comportamiento y los valores del entrenador deben dar crédito a su programa, al club, a las instituciones y al deporte.
La habilidad de formar jugadores. Formar jugadores es, más que una sofisticación para el entrenador, una de las metas de su trabajo, sobre todo en un Club grande. Puede que en un centro de Minibasket, esta finalidad no es fundamental, porque el Minibasket para los niños tiene la finalidad de divertir, de iniciarlos y de hacerles tomar interés por un juego como es el nuestro. Lo importante es precisar la manera de formarlos. Muy pronto el monitor arriesga la primera crítica, porque cuando sobresale uno del grupo, habrá enseguida alguien que piense que es cosa de favoritismo, de preferencia no justificada. Estos celos son reales sobre todo en los equipos de jóvenes, incluso a veces provocado por los padres. El segundo peligro nace de esta pregunta: ¿Se debe sacrificar al equipo por en individuo o al contrario? La respuesta para mí es evidente. El baloncesto es un deporte de equipo y el entrenador tiene la responsabilidad de crear un grupo unido, no un jugador-estrella. Sin embargo, la solución es más complicada de lo que parece, aunque si se puede valorar a un buen jugador en un buen equipo. Siguiendo este concepto se puede tener un “fuera de serie” que tire 25-30 veces por partido. Ocurre en los mejores equipos. Naturalmente si el jugador aprende a trabajar con y para el equipo.
Los entrenamientos. La voz del entrenador en el desarrollo de un entrenamiento es una cosa importante. La voz debe tener autoridad sin ser autoritaria. Si la voz es muy baja no lo oye nadie, si es muy alta, vale lo mismo que normal. Hablar con pocas interrupciones de juego es importante. Los jóvenes no quieren pararse cada 30 segundos para escuchar una parrafada de 10 minutos. Quieren moverse. Si el entrenador tiene algo que decir a un determinado jugador, mejor agarrarlo aparte cuando esté al fin de la cola de un ejercicio y entonces hablarle. Usar los ayudantes (si se tienen). Tener un ayudante ahí plantado en el campo, de pie, haciendo de espectador es un “delito”. En cambio, darle el 50% de la responsabilidad es lo correcto y una buena norma didáctica.
CONTROLAR LA VOZ: Quien grita continuamente, no es escuchado nada más que el primer entrenamiento. Y, además, se pierde voz. Hay momentos en que hace falta levantar la voz y momentos de estar callados. Cada vez que el entrenador diga: “¡Atentos , todos!” cada cabeza deberá girar sus ojos hacia él, con las orejas bien abiertas. • TRABAJAR DURO es el secreto del éxito. Se puede trabajar y no tener éxito, también es cierto. Pero, no se puede triunfar sin trabajar. De cualquier modo, la inversión de tiempo y el empeño valen siempre porque son enseñanzas deportivas y humanas que aportan beneficios a los atletas. • EL MOVIMIENTO es un secreto para un buen entrenamiento. Quiere decir no pasar 20´ con un solo ejercicio. Mejor hacer 10 ejercicios de 2 minutos o en 20´ o 5 ejercicios de 4´. Además, no perder tiempo entre un ejercicio y otro, y moverse durante los ejercicios. La diversión nace del movimiento y del entusiasmo. Al muchacho que no está nunca parado en el entrenamiento, se le pasa el tiempo volando: “¿es la hora de irnos?” preguntará enseguida. El joven que ejecuta ejercicios con entusiasmo, se divierte y aprende “con naturalidad”. Movimiento=diversión.
UN BALÓN POR JUGADOR si es posible es lo aconsejable. • ENSEÑAR A SACRIFICARSE. El entrenador debe ser animado, divertido y educativo. Pero puede también ser educativo en el sentido de enseñar que los triunfos sólo vienen después de haber “pagado su precio”. Si, se puede uno divertir haciendo sacrificios, sufriendo.
LA PARTE COMPETITIVA del entrenamiento es siempre la más bella para los muchachos. • LA COMPETITIVIDAD AUMENTA EL INTERÉS. Desde edades tempranas los jóvenes quieren medirse a otros, a sus coetáneos, a sus compañeros, a otros jóvenes de otros equipos. • LA COMPETITIVIDAD AUMENTA EL RENDIMIENTO. Hay que “probar” las enseñanzas en condiciones de partido o durante el mismo. Cuanto más práctico es el entrenamiento, mas alto es el rendimiento de competición.
LA PARTE DIDÁCTICA se compone de diferentes momentos: explicación, demostración y repetición. No es ésta la única garantía de que el joven aprenderá la lección, que la asimilará, que la perfeccionará. Pero la parte didáctica es importante en los entrenamientos. • UTILIZAR LA COMPETITIVIDAD PARA ENSEÑAR. Hay maneras y maneras de hacerlo. Repetir hasta el aburrimiento sólo sirve en algunos casos. Pero, su es posible, un ejercicio de “competición” enseña igualmente bien, divierte más, proporciona atmósfera de entusiasmo en el entrenamiento, crea una situación de competición y hace correr el tiempo.
Crecer como entrenador. • LA AUTO-VALORACIÓN es la clave del progreso, incluso para la enseñanza. Quien tiene miedo a los consejos, a la crítica, a la valoración, a las correcciones de otros, de cambiar, de madurar, de subir, no será jamás un verdadero entrenador. • LA AUTO-CRÍTICA es mejor que la crítica, puede que porque tengamos toda la tendencia a defendernos de las críticas externas. Debemos sin embargo, ser honestos y francos con nosotros mismos. Podremos, tal vez, engañar a otros, pero es muy difícil engañarse uno mismo. El espejo da siempre la verdad, también si ésta es mala. • HAY QUE TENER PRESENTE LOS LIMITES DE LOS CHICOS. Darles muy poco es igual de malo que darles mucho. Exigir a un joven menos de lo que él puede dar es erróneo. Darle más de lo que puede hacer es desastroso. Mejor llegar al 99% (cerca de su máximo potencial) dejando así un poco de espacio para el último progreso.
NO IMITAR SIN CRITERIO. Ver a un entrenador de un equipo de 1ª A y, después probar el mismo sistema con los chicos, es “volar” sin un criterio justo. Hay que tomar sólo aquello que es válido, dejar lo que no es aplicable. • NO MECANIZAR el entrenamiento. Probablemente, bastaría una sola novedad cada día para tener a los chicos al máximo interés. La variedad, la novedad, tiende a mantenerlos interesados y despiertos. • EL SENTIDO COMÚN ayuda a mejorar al entrenador. El que razona bien puede entender mucho. Basta preguntarse: “¿Este ejercicio es válido para los chicos o no? O también ¿Esta técnica es peligrosa trabajarla en esta edad o no? ¿Este esquema es demasiado sofisticado para estos niveles o no?”. Hay que preguntarse porque viene el joven al basket. Ciertamente no viene porque haya un entrenador en particular. Viene al basket no a las lecciones. Viene a jugar, no a hacer entrenamientos. Viene a divertirse, no a ser regañado Viene porque quiere, no porque deba. • EL DESARROLLO DEL ENTRENAMIENTO mejora si el entrenador recuerda los tres motivos por los que el joven llega hasta él y que deben ser sus principios también en el desarrollo del entrenamiento: aprender, divertirse y jugar; Cuanto más se consiga realizar estos principios, más éxito tendrá como entrenador.
PROMOCIONAR JÓVENES es fundamental. Si hay que tomar a un junior para jugar en el primer equipo y sustituir a un lesionado, se puede pero hay que trabajar para que ese joven no cometa errores por falta de preparación. • UN BUEN SENTIDO EN LA RELACIÓN HUMANA. Esta relación será profunda más adelante, pero el entrenador debe saber que esto puede tener una influencia enorme sobre el joven. Es una responsabilidad a tomar seriamente y no estropearla con posturas poco razonables o de tipo “sargento”. • ENTENDER EL PROPIO PAPEL. El entrenador es quién revela los tesoros a los jóvenes. Estos exploran nuevos horizontes con su entrenador. Les abre los ojos, los oídos y la mente a cosas que anteriormente les eran desconocidas. El es el guía. • LA DUCTABILIDAD del entrenador es fundamental para su equipo. Hagamos un ejemplo: un día se entrena a Minibasket, otro a cadetes. Sino se consigue cambiar los estilos, está perdido. Otro ejemplo: un año tiene un equipo fuerte, al año siguiente lo tiene débil. Debe saber adaptarse rápido a cada situación o eventualidad. • HACER PROGRESAR a los jóvenes es otra de las funciones del entrenador. Si los chicos no saben hacer las cosas al principio de año, es lo normal. Si no saben hacer esas cosas al final del año, ya es otra cosa.
La experiencia en la competición. Un buen principio a tener siempre presente es el de guiar y no el de regañar a los jugadores. En sus primeras competiciones tienen muchos errores, pero estos no se deben dramatizar y dejarles una herida o una señal en su psicología. Los jugadores quieren consejos, correcciones y no gritos desmesurados por cada error que cometen.
¿Qué nos aporta un partido ganado por 100 puntos? El entrenador del equipo que masacra al adversario debe evitar la humillación. La soberbia o la anti deportividad en los muchachos es un error clamoroso. El comportamiento del entrenador es crucial en una situación de este tipo. Debe entender al otro entrenador, al otro equipo. Tiene que enseñar respeto por los adversarios: por lo que disputan cada punto y por los de bajo nivel. Es una lección de baloncesto que vale también para la vida real y que se debe enseñar a todos. ¿Qué nos aporta un partido perdido por 100 puntos? Obviamente, es una historia diferente. Cuando tu equipo no puede pasar del medio campo, los chicos pueden desmoralizarse, comenzar a desinteresarse por el baloncesto. Se preguntan: ¿Por qué una experiencia tan negativa? El comportamiento del entrenador en este caso debe ser el de subrayar las enseñanzas que haya podido aportar esta experiencia. Nunca engañar: “muchachos, hemos visto que ellos son buenos. Hemos aprendido mucho jugando contra ellos. No se preocupen por nada. Jugar, dar lo mejor. Aprenderemos muchísimo”. El desarrollo de la temporada a menudo va unido a partidos que se jueguen. El éxito o el fracaso de la temporada está ligado al resultado deportivo. No es justo que sea así en niveles juveniles, pero tenemos la tendencia equivocada de considerarlo de ese modo.
Trasmitir una filosofía propia. • Ideas sencillas componen ya una filosofía. • Las ideas claras componen una filosofía. Son fáciles de trasmitir, fáciles de comprender. • Modificar todo lo que haga falta. Una idea es válida hoy pero puede que en poco tiempo no lo sea. El entrenador debe estar atento a reconocer y realizar los cambios necesarios en su filosofía, sean técnicos o referentes a principios de comportamiento como entrenador. • Una filosofía es únicamente un modo de ver las cosas. • La filosofía del entrenamiento es flexible. Cada año que pasa yo soy menos rígido y más flexible con la programación y el desarrollo de los entrenamientos. A menudo voy al entrenamiento con una idea general en la cabeza, y de pronto, me veo obligado a tomar otras soluciones. • La filosofía de juego es normalmente condicionada al factor humano, al talento de un jugador o de sus características. Uno, sin embargo, debe tener también un croquis de ideas generales, de cómo se debe jugar al baloncesto, quizás influido por miles de factores de otros entrenadores, partidos vistos, preferencias personales, etc.
Concepto de responsabilidad. En el baloncesto puede ser un vehículo para hacer comprender a un joven cuando pertenece a un grupo que se asume una cierta responsabilidad: saber cuando son los entrenamientos, no olvidar las botas, etc. Y en el terreno de juego: ayudar, defender, cortar, colaborar, etc. • Concepto de profesionalidad. Es otra idea que puede trasmitir con el baloncesto. La puntualidad es un aspecto de la profesionalidad. Es necesario afrontar los compromisos con la máxima profesionalidad. • Concepto de generosidad. Es un concepto fácil de enseñar con el baloncesto. En este caso hablamos del altruismo. Ejemplo: “Haremos un buen partido si están dispuestos a trabajar los unos para los otros” o, “Haremos un buen partido si están dispuestos a dar todo lo que tienen dentro”. • Concepto de humildad. Ocupa mucho espacio en la filosofía del baloncesto. Es una lección básica. Ejemplo: “Hemos ganado, pero todavía no somos campeones del mundo” o, “Lo sé, debo jugar de otra forma contra él, es más alto y un buen jugador”. Precisamente es una lenta maduración y una toma gradual de conciencia
Inculcar espíritu de equipo. • Enseñar que se gana jugando un equipo. Cuando las cosas marchan mal en un partido, la tendencia (quizás ni siquiera por egoísmo) es la de tratar de resolver todo por sí solos. A menudo ha sido el equipo contrario quien ha roto nuestro juego en conjunto. Es el entrenador quien debe pedir un minuto y matizar la lección: “No saldremos de la oscuridad si no es todos juntos”. • Enseñar que le juego bonito es el de equipo. • Enseñar que la fraternidad deportiva dura una vida. • Educar que la satisfacción/desilusión deben ser divididas, repartidas para ser verdaderamente apreciadas. Disfrutar una victoria en los vestuarios o sufrir una derrota después de un partido, son dos experiencias que unen a las personas. El entrenador tiene que hacer entender esta lección fundamental. • Se debe enseñar que el egoísmo es el cáncer el deporte de equipo. Se entiende que el egoísmo y la envidia son dos pecados mas bien normales del ser humano. Basta saber que existen y que causan problemas al entrenador. • La lección sirve para los que quedan. Cualquier enseñanza dada a un egoísta o envidioso no es nunca un factor negativo para el resto. Al contrario, están a la expectativa de lo que hará el entrenador.
El espíritu de equipo enseña a los jugadores a sufrir juntos. Esto no quiere decir sólo perder juntos. Significa hacer sacrificios en los entrenamientos. Un simple entrenamiento que obligue a trabajar fuerte a todos, favorece mucho “el grupo”. Después de una sesión dura se encuentran todos cansados, desde el primero al último. • Se debe entender que las victorias son de todos y que nadie se libera de la responsabilidad por una derrota. Además, este principio relaja el ambiente y une al grupo. El primero y el último saben que están juntos, unidos en el partido, que no se debe jugar “individualmente” para “salvarse”. • El entrenador no permite a nadie intentar evadirse de la propia responsabilidad. El jugador egoísta buscará siempre evadir la responsabilidad por una derrota, o de un mal partido personal, de una de estas tres formas: por los árbitros, por un compañero o por el entrenador. Hay que saber esto. Ocurre a menudo sobretodo en el mejor jugador del equipo.
EL ENTRENADOR DEBE UNIR EL GRUPO INCLUSO FUERA DEL CAMPO. No es fácil, especialmente con los jóvenes (familia, horarios, colegio, etc.) pero vale la pena probar. Una cena juntos, un viaje a ver un partido de la serie A, una semana en un campamento… Hay mil ejemplos, todos educativos. Todos favorecen el espíritu de equipo.
Alegría o aburrimiento. El entrenador debe dar diversión. No se dice que esto tenga que ser su primera regla, pero, es un gran “vehículo” para él. El joven que se divierte es el que más aprende de todos; si se divierte sin pasarse, el entrenador hará bien en usar este “vehículo”. Es más, el entrenador debe dar la calve de éxito. No quiere decir que el entrenador deba ganar la mayoría de los partidos. Sería absurdo. Quiere decir que el entrenador debe dejar a cada chico llevar a casa, a su familia, la victoria de algo hecho, de alguna cosa que ha logrado durante el año. El entrenador debe dar satisfacción. No quiere decir éxito, sino progreso. Hablo de progreso técnico, en el plano de madurez, en la relación social. El baloncesto y el deporte en general son un buen vehículo para ello. No saber hacer algo hoy, y poder hacerlo mañana, es una gran satisfacción. El entrenador debe proporcionar felicidad. El baloncesto presentado a un chico por un buen entrenador, es una experiencia feliz. Cuando el muchacho piensa en el baloncesto, sonríe.
Escuelitas de 6 a 9 años. Es el momento donde el niño empieza a experimentar en su vida la práctica de muchos deportes. El entrenador tiene que lograr que el niño disfrute cada clase. Será un logro para el entrenador que este chivo vuelva práctica tras práctica y que se lo vea feliz con lo que esta haciendo. El trabajo es enseñar cosas simples que el niño pueda hacer y se sienta contento con cada logro diario que tenga, usar juegos para lograr la motivación de los chicos ya que no existe campeonato en estas edades.
Premini de 9 a 11 años. Ya el niño comienza a tener competencia tanto con cuadros rivales como con sus propios compañeros por querer ser mejores que el otro. Esto lleva a que el entrenador tenga que estar más atento con cada uno de los detalles que vayan ocurriendo. Es el momento para detectar buenos talentos y darse cuenta de qué jugadores no tienen las condiciones para practicar el deporte (ya sea por estatura, motricidad, físico, etc.). El profesor como educador ya puede comenzar a poner mas limites y en lo técnico aumentar un poco las dificultades de ejercicios comparado con los que emplea en la escuelita, dejando que los chicos se equivoquen y que ellos mismos vayan exigiéndose para lograrlos.
Mini 12 años. Los niños que llegan a mini ya son jugadores fundamentados o con condiciones físicas. En la escuelita y en pre-mini se va depurando a los jugadores con condiciones de los que no la tienen, ya tienen el deseo de la competencia, disfrutan mas de los partidos que de los entrenamientos y es ahí donde el entrenador tiene que utilizar la motivación para lograr buenas practicas y captar la atención de los niños. Habrá que demostrarle ganas y motivación en cada práctica, el profesor Bojanich dice “ La vocación del maestro y el compromiso es rápidamente advertido por los alumnos, es un aspecto que identifica y acerca la relación vincular alumno-docente y su incidencia directa en el proceso enseñanza-aprendizaje”.
Preinfantiles 13 años. En esta categoría comienzan a tener variantes muy importantes, como lo es la altura del aro ya que se comienza a utilizar con la altura original. Aunque se sigue usando pelotas chicas se presentan complicaciones en esa transición de altura ya que el jugador pequeño que no se ha desarrollado todavía tiene problemas mayores para sentirse a gusto en esta categoría. La competencia empieza a ser más exigente y eso lleva de la mano a la motivación. Si se presenta un jugador que le cuesta el cambio, habrá que motivarlo para que no se sienta menos ya que sabemos que es un tema natural y que a medida que pase el tiempo con su crecimiento todo se solucionará. En el tema deportivo, es una categoría donde la motivación del joven y de sus padres aumentan y lleva a pensar que solo sirve ganar a cualquier precio olvidando cuales son los objetivos primordiales de estas categorías. Este es el momento en que el entrenador tiene que tener un dialogo permanente con sus jugadores y padres y mostrarles cual es el verdadero objetivo de este deporte.
Cadetes 16 -17 años. En esta categoría si bien los jugadores no tienen variantes en el reglamento de juego, empiezan con grandes cambios en sus vidas particulares. Comienzan a independizarse y se les presentan diferentes obstáculos que los confunden (novias, salidas, amigos, alcohol, cigarros, etc.). El trabajo del entrenador es saber como manejar cada uno de estos temas y es en este momento en que la relación entrenador - padres tiene que ser de dialogo permanente para no perder ningún detalle y acudir a ellos ante cualquier señal que el chico demuestre. Es una edad donde el Joven empieza a experimentar cosas nuevas y puede irse por un camino incorrecto. En lo deportivo ya las exigencias tienen que ser altas. Se comienza a exigir un entendimiento casi perfecto de lo que el entrenador pide, la velocidad ya pasa a ser un factor muy importante, ya se puede empezar a trabajar por puestos y como siempre se trabaja la defensa individual, se pueden agregar defensas zonales y presionables media y toda la cancha. La exigencia en esta categoría empieza a ser muy fuerte y aunque como entrenador nuestros objetivos primordiales son otros, también tenemos que agregarle a todos esos objetivos el querer ganar y formar jugadores ganadores.
Aunque es una categoría donde las exigencias por ganar suben también está en el entrenador el ayudar a cada jugador a sentirse parte de este último año de formativas. En lo deportivo ya se entrena muy parecido a los planteles mayores, se practica mucho técnicas individuales y colectivas. El jugador tiene que terminar el año sabiendo todo tipo de defensas: como, para qué y en qué momento se usan. Tiene que tener una clara lectura del juego y tener muy claras sus virtudes y sus defectos para seguir puliendo. El jugador que tiene condiciones para seguir tiene que estar preparado para el siguiente escalón que es el plantel mayor y no puede sorprenderse con nada de lo que le pida el entrenador de primera división. Nunca se tiene que dejar de trabajar lo que se hizo desde la escuelita (Fundamentos ofensivos y defensivos). Juveniles 18 -19 años Esta es la ultima categoría de la etapa de formativas. Es donde los jugadores terminan un camino que empezaron hace mas de 10 años donde formaron muchos amigos y pasaron diferentes momentos, buenos y malos que lo ayudaron a crecer tanto deportivo como humanamente. También es el último momento para jugar con sus amigos el cual es muy difícil que se repita. Ya el entrenador se da cuenta de la amistad que hay entre muchos de los chicos de esa categoría por los momentos que vivieron juntos. Aquí es el momento donde el entrenador tiene que ser Técnico pero también amigo ya que muchos jugadores saben que es su último año jugando al básquetbol porque se dan cuenta de sus limitaciones y son muy pocos los que siguen su carrera en este deporte.
Luego de terminado el campeonato de juveniles ¿cual sería el rol del entrenador de formativas? El rol de un entrenador de formativas es escuchar, aconsejar de la mejor forma y dejarle el mejor mensaje a cada jugador. El jugador sentirá que el entrenador dejó de ser técnico para ser su amigo y de esta forma tomará todos los mensajes de la mejor manera.
Lo bueno es empezar siendo maestro, después profesor, luego entrenador y terminar siendo amigo. Que luego que pase el tiempo siga habiendo una relación de cariño y amistad mutua y sentirse parte de los logros que este jugador tenga en su vida.Como comenta el Dr. Ariel Muñiz “ AL DEFINIR UN BUEN ENTRENADOR LAS DOS PALABRAS QUE BASTAN SON MAESTRO Y AMIGO”