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Algunas reflexiones en torno a la regulación del mercado de la marihuana en URUGUAY. Una mirada apoyada en diversas experiencias internacionales. . Por Eliseo Miguel González Regadas Director Ejecutivo, CASTALIA.
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Algunas reflexiones en torno a laregulación del mercado de la marihuanaen URUGUAY.Una mirada apoyada en diversas experiencias internacionales. Por Eliseo Miguel González Regadas Director Ejecutivo, CASTALIA
Argumentos utilizadas para fundamentar la regulación del mercado de la marihuana enURUGUAY Comparada con las demás drogas, es una droga “blanda” cuyos efectos son “leves” o “moderados”. Sacándola de la “góndola del supermercado de las drogas”, se evitaría que, por tentación, se recurra a otras mucho más peligrosas como la pasta base. Se combate al narcotráfico y a los narcotraficantes. Lo producido por el impuesto a su venta legal, se destinará a programas de prevención y tratamiento.
Algunas evidencias recogidas evaluando la aplicación de políticas realizadas en diferentes partes del mundo: Las personan que recurren a sustancias psicoactivas, son poli-consumidores. No parece adecuado separar del conjunto de las drogas psicoactivas, una sustancia que hace a la complejidad y dinamismos de las ofertas. Regular la comercialización de una sustancia psicoactiva (por ejemplo el llamado “uso médico” o “controlado” de la marihuana) implica responderse previamente una serie de interrogantes y de tomar decisiones muy complejas en torno a cada una de ellas. Las políticas anti-drogas nacionales o regionales, tienen impactos globales, mundiales. Por ello son debatidas en foros internacionales especializados –como los de Naciones Unidas-, a partir de los cuales surgen Convenciones a las que adhieren los países-miembros.
Efectos adversos de los debates públicos sobre la regulación de la marihuana Toda vez que se debate públicamente, entre legos en la materia, la posibilidad de legalizar/regular cualquier sustancia, esto impacta adversamente la percepción de los riesgos y daños emergentes de su consumo, generándose un incremento exponencial del mismo. Las propuestas de legalización/regulación de la venta de marihuana son efectuadas por grupos de presión social y política muy activos, que han sido identificados como “consumidores no adictos”. Hay suficientes experiencias acumuladas, en diferentes países, de los efectos positivos en el largo plazo –una década o más- que tienen las políticas donde se realiza un control severo, en diferentes aspectos, de las sustancias psicoactivas.
Políticas de gestión de riesgos y daños Los planteos acerca de la regulación se enmarcan en lo que se ha dado en llamar políticas de gestión de riesgos y daños. Las mismas deben ser claramente diferenciadas de las estrategias de reducción de los daños y riesgos emergentes durante el proceso de alcanzar la abstinencia. Entre otros, sus planteos implican: Que lo que se debe prevenir no es el consumo sino la adicción. Las personas debidamente informadas son capaces de consumir responsablemente. Solo habría que ocuparse de unos mal definidos y mal llamados consumos problemáticos. Apostar a la racionalidad de las opciones de vida que realizamos los seres humanos que niega nuestra esencial característica conflictiva. Una focalización en los individuos sin una mirada equilibradora que tome en cuenta lo familiar, la sociedad y el contexto en el que se mueven cotidianamente estas personas.
Desarrollando políticas equilibradas y basadas en las evidencias experimentales No es posible enfocarse en el tema de la regulación sin alterar la estructura compleja -y necesariamente articulada- que debería tener una política pública de Estado en torno a la temática de las drogas en su conjunto. Toda política sobre estos temas, debe equilibrar diferentes aspectos siempre presentes en ellas: La reducción de la demanda (prevención del consumo). La reducción de la oferta (represión del narcotráfico, de los precursores químicos, de la micro-comercialización, de los cultivos y la producción ilegales, del lavado de dinero, de la corrupción, etc.) La rehabilitación/tratamiento y reinserción social de los adictos apostando al mantenimiento de la abstinencia. Los tres componentes anteriores deberían estar basados en las experiencias y evidencias acumuladas (tanto en lo referido a la aplicación de políticas, como a las investigaciones científicas).
Finalizando: He omitido deliberadamente una multiplicidad de aspectos específicos en función del tiempo disponible; pero no puedo concluir sin plantear una pregunta de tenor ético insoslayable implicada en este tema: ¿En qué mundo queremos vivir? ¿Cuál es la calidad de vida a la que aspira nuestra sociedad? ¿Es la regulación de la marihuana el mejor camino para lograr los objetivos de convivir pacífica y solidariamente?