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De la Asamblea a la e-democracia Las nuevas formas de Gobernanza. Cuando Zabaltzen me planteo participar en estas Jornadas para hablar de la “participación política” una de las cosas que me vino a la cabeza inmediatamente fue…
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De la Asamblea a la e-democracia Las nuevas formas de Gobernanza
Cuando Zabaltzen me planteo participar en estas Jornadas para hablar de la “participación política” una de las cosas que me vino a la cabeza inmediatamente fue… ¿Qué voy a contar sobre participación política que tenga algo que ver con lo que estamos haciendo en nuestras organizaciones de, precisamente eso, participación política como son, la propia estructura de Geroa Bai, los partidos que la componen, las asociaciones de independientes o nuestra red de organizaciones locales, los herrigunes…? Hoy vamos a hablar de las viejas y las nuevas formas de gobierno, de Gobierno abierto, de participación, de representatividad, en una palabra, de democracia y de cómo aumentar su calidad. Desde un punto de vista profesional, como técnico de organización, he visto estructuras de todo tipo; verticales, horizontales, jerarquizadas, en red… y cada una de ellas se adaptaba a la función para la que estaba diseñada, así pues, la pregunta fundamental es… ¿Por qué existe el Gobierno, para que lo queremos, cual es su función? Y la respuesta es mucho más sencilla que la que pudiera aportar la más rebuscada teoría política; para satisfacer las demandas y necesidades de los ciudadanos. Y es evidente que podemos gastar miles de euros en complicados sistemas de calculo y aproximaciones a las necesidades de estos pero no lo es menos que también podemos preguntárselo y hoy la tecnología nos permite hacerlo, y no solo el qué sino el como y el cuanto. Así pues la estructura de gobierno más adecuada siempre será la que más cuente con el ciudadano, es decir, la más DEMOCRÁTICA, y a más participación, más democracia. Pero siempre que se aborda desde una perspectiva seria el tema de la participación surge una segunda pregunta ¿Puede una organización política implantar un verdadero Gobierno Abierto cuando alcance el poder si no lo ha implantado previamente en su propia estructura interna? A esas preguntas es a las que queremos contestar hoy…
Una cuestión democrática Aunque pensemos lo contrario, la democracia es probablemente la primera, y la más natural, forma de gobierno humano, y solo la diversificación de los roles sociales, primero, y el aumento de la complejidad de las sociedades por esa especialización y por el crecimiento demográfico de las mismas fue capaz de originar otras formas de gobierno. Una sociedad primitiva, tribal, donde todos sus componentes poseen las mismas habilidades básicas tiende por naturaleza a ser igualitaria y solo el consenso o la opinión mayoritaria sería capaz en una sociedad de esas características de marcar las pautas de actuación social del grupo. Así pues, la democracia no solo es la primera forma de gobierno sino que es cosustancial al ser humano y por tanto la única forma legítima de gobierno y por lo que todas aquellas actuaciones que vayan encaminadas hacia una extensión de la capacidad de intervención de los ciudadanos en la acción de gobierno, su conocimiento o su control son una cuestión democrática, de legitimidad del sistema. Las nuevas tecnologías han ampliado de forma exponencialmente las posibilidades de acción política de los ciudadanos pero sería un error centrar el objetivo en ellas, más allá de su papel instrumental. No se trata de qué podemos hacer con ellas sino de qué queremos hacer con ellas. El hecho de que una cosa sea factible no significa necesariamente que sea adecuada.
Salud, dinero y amor Las tres funciones básicas de cualquier grupo social son la supervivencia individual, la del grupo y la transcendencia; salud, dinero y amor… La economía, la política y la cultura De estos tres pilares básicos se irán desarrollando el resto de las actividades humanas y la especialización de los distintos miembros de la sociedad y por ende las clases sociales. La progresiva especialización irá creando una mayor complejidad social, que unida al incremento demográfico producirá lo que hoy llamamos la clase política o, en las sociedades antiguas, la aristocracia. El Jefe El Chaman El Guerrero La cultura La economía La política
Gobiernos no democráticos; oligarquías, monarquías y dictaduras. De la estratificación y especialización social nacen todos los sistemas de gobierno que sustituyen a la primitiva democracia asamblearia, cuando un grupo social concreto, una aristocracia; ideológica, económica o militar asume como propio el papel director de la sociedad y lo impone al resto. Desde las primitivas oligarquías como la “democracia” griega hasta las formas republicanas de Roma , todas ellas, por un proceso de especialización interno están cuasi condenadas a desembocar indefectiblemente en la monarquía, más o menos absoluta en función de la legitimación ideológica del derecho del monarca. Evidentemente, estas formas de gobierno no se sostienen más que mediante un estricto control social por parte del grupo dominante y por la limitación del acceso a la economía, a la educación y a la información, y a una impermeabilización del grupo que permita el monopolio del poder. En este estado de cosas el elemento que permite ese control social es la RELIGIÓN, o mejor la construcción de estructuras pseudoreligiosas con capacidad de administrar la justicia de Dios en la tierra, como elemento justificador de la imposición frente al libre albedrío
Gobiernos no democráticos; Los totalitarismos El desarrollo de la burguesía económica y cierta extensión de la educación y la información fueron la puntilla definitiva a los sistemas oligárquicos; del Antiguo Régimen desalojando del poder político al grupo que lo había ejercido durante siglos, mediante dos revoluciones de muy distinto cariz: la revolución americana y la revolución francesa, que si bien a primera vista parecen inspiradas en los mismos principios llegaron a conclusiones absolutamente diferentes. Mientras la primera devolvía el poder el los ciudadanos de forma individual; la nación era la suma de las voluntades individuales de los ciudadanos, la segunda traspasaba el concepto medieval de soberanía real, como poder de decisión, a un sujeto colectivo; la soberanía nacional, que garantizaba la libertad de sus ciudadanos, invirtiendo el concepto. Es en esa tradición francesa donde se desarrolla el constitucionalismo español que lleva a despropósitos tan palmarios como el pronunciado por José Luis Rodríguez Zapatero en el debate sobre la Reforma del Estatuto Vasco presentada por Ibarretxe en el Congreso; “Junto vivimos, juntos decidimos”, obviando, por supuesto, quién o cuando nos ha preguntado si queremos vivir juntos.
Gobiernos no democráticos; Los totalitarismos (II) Resulta evidente que subordinar las libertades individuales a una supuesta voluntad y libertad colectiva es el primer paso hacia el TOTALITARISMO, puesto que esa soberanía nacional igualitaria francesa podía ser perfectamente sustituida por cualquier otro ideal colectivo; la Justicia Social, la clase trabajadora, los parias de la tierra, la superioridad de la raza aria, la patria una, grande y libre o la Euskal Herria Sozialista, tan legítimos como el primero. Elegido pues el ideal conductor del estado no es cuestión más que de tiempo que una nueva élite política se convierta en intérprete de tal voluntad colectiva y margine, en los casos más suaves, a todos aquellos que no lo comparten, y sea solo dentro de esa élite política; el PARTIDO, donde se produzca el debate democrático hurtándolo a la sociedad, en bien de esta, por supuesto… Así pues, todos los regímenes totalitarios que se desarrollan en Europa en el S. XX son herederos directos del revolucionarismo francés; el fascismo, el comunismo, el nacionalsocialismo y hasta el propio nacionalcatolicismo español, y de su idea de que existen voluntades colectivas o derechos superiores a la propia voluntad y libertad individual.
Gobiernos democráticos Pero las ideas de libertad que impulsaron la caída del Antiguo Régimen, con más o menos fortuna, también dieron paso a los primeros sistemas democráticos entre los que se podrían distinguir tres tipos: Las democracias constitucionales cerradas, que siguiendo el modelo revolucionario francés, hacen una foto fija de la historia para marcar las reglas del juego político y la blindan como ideal democrático Esa característica de foto fija es la que hace que periódicamente un modelo de este tipo “salte por los aires”, las más de las veces de manera violenta o revolucionaria con o sin período totalitario y se construya una nueva foto fija con las mismas posibilidades de supervivencia que la anterior. Las cinco repúblicas francesas con sus dos imperios y una restauración por en medio o los cuatro reinados constitucionales españoles, con dos repúblicas, dos dictaduras y cuatro guerras civiles entre monarcas son la mejor prueba de ello.
Gobiernos democráticos (II) Mucho más vinculadas a modo “revolucionario americano” nacen las democracias constitucionales abiertas, donde la Constitución es, en cada momento, el reflejo de la sociedad a la que rige y que por tanto están sujetas a una constante evolución y reescritura. Fruto de ello son las veintisiete enmiendas aprobadas, y diez pendientes, de la Constitución americana entre 1791 y 1992. Esta capacidad de cambio, contrariamente a lo que se pueda pensar, es precisamente lo que la hace perdurar y seguir siendo un instrumento útil de gobierno. Y están, por último, las democracias aconstitucionales cuyo modelo más significativo es la monarquía parlamentaria británica, donde no existe un cuerpo constitucional en si mismo sino que su corpus constitucional esta basado en una acumulación de normas que se han ido integrando en él a lo largo de la historia y que tenían como misión establecer los derechos y libertades de los ciudadanos frente al poder político. El fuero Vasco-Navarro es, probablemente, el otro ejemplo que queda en europa del constitucionalismo de este origen.
La democracia representativa (I) • Cuando son los ciudadanos, como titulares del poder político, los que eligen democráticamente a sus representantes para la integración de las instituciones políticas que ejercen los diversos atributos del mando, se habla de democracia representativa. • Los representantes normalmente están organizados en partidos políticos, y son elegidos por la ciudadanía de forma directa mediante listas abiertas o bien mediante listas cerradas preparadas por las direcciones de cada partido. • La democracia representativa es, por regla general y salvo alguna “curiosa excepción”, el sistema de participación política en todos los modelos democráticos actuales, y su principal expresión es el voto. • Con todo ello, la democracia representativa ha estado en constante evolución y siempre en la línea de aumentar el número de personas involucradas en el proceso democrático: • Extensión del derecho a voto • Voto femenino • Rebaja en la edad de voto • Hasta llegar al ideal del sufragio universal, libre, directo y secreto.
La democracia representativa (II) • Es evidente que durante el S. XIX, que es cuando se desarrollan las primeras democracias, el sistema representativo es el único posible por tres condicionantes básicos: • La educación/formación. • La información. • La tecnología de la comunicación. • En pleno S.XXI surgen inmediatamente tres preguntas: • ¿Afectan por igual estos tres condicionantes a los distintos niveles de poder político para dar por bueno el sistema en todos ellos? • ¿En un sistema de educación universalizada es necesario reservar el ejercicio del poder a un grupo supuestamente más preparado para ejercerlo? • ¿En la era de las NN. TT. Es imposible la participación directa el la labor de gobierno por parte de cualquier ciudadano y desde cualquier parte? • Y de la respuesta a estas tres una cuarta: • ¿Existen formas viables de gobierno alternativo a la democracia representativa?
La democracia participativa (I) Por Democracia participativa entendemos aquellas formas de democracia en las que los ciudadanos tienen una mayor participación en la toma de decisiones políticas que la que les otorga tradicionalmente la democracia representativa. Implica una participación ciudadana intermedia entre democracia representativa y democracia directa. Todo proceso político tiene tres fases: Propositiva Deliberativa Decisoria Y una herramienta; la comunicación.
La democracia participativa (II) Las formas conocidas y utilizadas hasta ahora de democracia participativa inciden en alguna de las fases del proceso político; ILP en la fase propositiva, el escaño 101 en la deliberativa o el Referendum en la decisoria, pero ninguna de ellas otorga acceso al proceso político en su integridad. El reto es, pues, articular mecanismos que permitan a los ciudadanos participar en los procesos políticos en su totalidad y la utilización de cauces de comunicación abiertos entre representantes políticos y ciudadanos. En una etapa más avanzada “El proyecto fundamental de la democracia participativa es la creación de un mecanismo de deliberaciones mediante el cual el pueblo, con su propia participación, esté habilitado para manifestarse por igual con puntos de vista tanto mayoritarios como minoritarios … Sin negar que todo sistema democrático eventualmente ha de descansar en decisiones mayoritarias, los mecanismos o instituciones de participación tienen el propósito de hacer hincapié en el pleno respeto a las minorías, sus opiniones y su amplia manifestación a través de un mecanismo participativo e institucionalizado”
La democracia directa (I) La democracia directa o democracia pura, es una forma de democracia en la cual el poder es ejercido directamente por el pueblo en una asamblea. En la democracia directa los ciudadanos son participes de todo el proceso político Dependiendo de las atribuciones de esta asamblea, la ciudadanía podría: Proponer iniciativas y debatirlas Aprobar o derogar Leyes Elegir y destituir funcionarios públicos. La democracia directa presenta dos problemas fundamentales; la imposibilidad física de reunir en Asamblea a comunidades enteras de ciudadanos y la incapacidad de hacer llegar a todos la información necesaria para la toma de decisiones. ¿O ya NO?
La democracia directa (II) A pesar de estas limitaciones, ya desde el S. XIXse han dado aproximaciones a la democracia directa, tanto desde un punto de vista de la creación e introducción de mecanismos para ejercerla en todo el proceso político como en el de su ejercicio. Particularmente significativo a este respecto es lo que se ha dado en llamar… El modelo suizo La era moderna de un acercamiento a la democracia directa a nivel federal y local comenzó en las ciudades de Suiza en el siglo XIX. En 1847, los suizos añadieron el referéndum estatutario a su constitución. Pronto pensaron que tener solamente el poder de vetar las leyes que producía el Parlamento no era suficiente, y así en 1891, añadieron la iniciativa de enmienda constitucional. Las batallas políticas suizas desde entonces han ofrecido al mundo una experiencia importante en la puesta en práctica de este tipo de iniciativas. En los últimos 120 años más de 240 iniciativas han sido votadas en referéndum. Además, algunas veces se ha optado por iniciativas que son reescritas por el gobierno. Suiza se ha convertido así en referente y ejemplo para muchos países en los que desde las instituciones o desde movimientos ciudadanos se promueve la introducción de mecanismos de democracia directa. Sin embargo en un sentido muy estricto la democracia directa, tal como fue establecida las antiguas polis griegas, es aplicado tan sólo en 2 cantones suizos: Appenzell Rodas Interiores y Glaris. Se llama Landgemeinde, porque el pueblo se reúne en la plaza pública de la ciudad o en una pradera una vez al año, donde aprueban las leyes, el presupuesto y también las reformas constitucionales.
Del e-government al Open Government Cuando a mediados de los años 90 se empezaron a vislumbrar las primeras potencialidades de la tecnología para cambiar las Administraciones públicas y se diseño el concepto de e-government, los primeros que trabajamos en aquellos conceptos desde la propia administración teníamos una idea muy clara; la tecnología nos iba a permitir cambiar el punto de vista de la labor de la administración pública. Los procesos administrativos ya no serían nunca más el resultado de las necesidades propias de la burocracia sino que serían fruto de las necesidades de los consumidores potenciales de los productos y servicios administrativos, los ciudadanos, y ello con dos resultados potenciales la simplificación del acceso a los mismos y la economía de escala que supondría la participación del propio ciudadano en la fabricación del proceso administrativo. En un momento determinado pudimos vislumbrar la desaparición definitiva de las ventanillas y del “Vuelva Ud. mañana”. Ha pasado más de una década desde entonces y si es verdad que se han conseguido avances significativos, no podemos más que calificar de rotundo fracaso la consecución del objetivo del e-government; la administración sin papeles. Y ello se puede achacar a dos motivos fundamentales: Volvimos a empezar por donde no era. Insistimos en anteponer las necesidades administrativas de control; Bases de datos únicas, Información para dirección y ventanillas únicas (virtuales o no), lo que nos obligó a macroproyectos homologables e interrelacionados, jerárquicos en una palabra, posponiendo el verdadero interés del ciudadano: la resolución inmediata de su necesidad. Sacrificamos la simplicidad en aras del control y creamos una nueva clase administrativa; la burocracia tecnológica. Planificamos a largo, fruto de la complejidad de los planes, y de manera estática dando por hecho que la tecnología se mantendría estable durante un tiempo utilizable. Error, la tecnología nos volvió a pasar por encima y a día de hoy aún estamos enredados con soluciones cuando menos obsoletas.
Del e-government al Open Government • Pero la irrupción de las nuevas tecnologías, en especial las de trabajo en red, tienen un componente político que jamás tuvo el e-government. Con lo que se ha venido en denominar Open Government no solo estamos en condiciones de lograr la modernización administrativa desde criterios de simplicidad, flexibilidad y economía de escala, sino que podemos llevar adelante otro proceso mucho más ambicioso; la socialización de la administración, no solo en cuanto a productos y servicios sino en cuanto a participación política de la ciudadanía. Ya no solo estamos hablando de reforma de la burocracia sino que estamos hablando de la reforma de la democracia representativa y su paso a la democracia participativa. • Si algo nos han aportado los últimos movimientos políticos colaborativos, al margen de su discutible mensaje ideológico, es la visualización de un foro político que estaba ahí y con el que nadie contaba; Internet. Con capacidad de debate, generación de ideas y capacidad de convocatoria. • ¿Existen hoy muchos partidos políticos al uso que puedan decir tal cosa? • Hoy tenemos la oportunidad de abordar un verdadero proyecto de Open Government y eso debería implicar el abordaje de una serie de tareas que cambien la perspectiva del ciudadano de su Administración. Y las tareas a abordar para “crear” ese Open Government son claras: • Transformar los “escaparates” web estáticos de la administración pública en foros de debate social. Cambiándolos por plataformas de comunicación con la ciudadanía. • “Escuchar” a las redes sociales. Ya no vale con esperar a que el ciudadano nos cuente sus iniciativas o inquietudes sino que hay que acudir a los foros donde se intercambian esas opiniones. • Dotar de la mayor “transparencia” a la información pública. Un ciudadano capaz de participar debe ser un ciudadano informado. • Fomentar el trabajo en red y colaborativo entre los propios trabajadores de la administración, “explotando” al máximo el capital humano de las administraciones públicas.
Open Government Ecosistema Open • Los pilares del Open Government son: • Transparencia. En los datos y en los procesos. • Participación. En todas las fases del proceso político; Proposición, deliberación y toma de decisiones. • Trabajo Colaborativo. Trabajo en red involucrando al administrado (Escucha activa)
Open Government Transparencia: Un Gobierno transparente fomenta y promueve la rendición de cuentas de la Administración ante la ciudadanía y proporciona información sobre lo que está realizando y sobre sus planes de actuación. El Ayuntamiento (y cualquier otra Administración) debería permitir el acceso a esta información pública de manera sencilla y clara, permitiendo de esta manera que los ciudadanos puedan realizar un control de la acción de gobierno, así como crear valor económico o social a partir de los datos públicos ofrecidos libremente por la Administración. Colaboración: Un Gobierno colaborativo implica y compromete a los ciudadanos y demás agentes en el propio trabajo de la Administración. La colaboración supone la cooperación no sólo con la ciudadanía, sino también con las empresas, las asociaciones y demás agentes, y permite el trabajo conjunto dentro de la propia Administración entre sus empleados y con otras Administraciones. Participación: Un Gobierno participativo favorece el derecho de la ciudadanía a participar activamente en la conformación de políticas públicas y anima a la Administración a beneficiarse del conocimiento y experiencia de los ciudadanos. Por tanto, impulsa acciones y orienta actuaciones que aumentan el protagonismo e implicación de los ciudadanos en asuntos públicos y compromete con mayor intensidad a las fuerzas políticas con sus conciudadanos.
Democracia y tecnología (I) Si bien los modelos democráticos que conocemos; representativo y participativo, de alguna manera han logrado establecer mecanismos de ampliación democrática en algunas fases del proceso político y los medios de comunicación se han encargado, desde sus distintas líneas editoriales, de la tarea de divulgación de la comunicación política, tanto el proceso como la comunicación política se han visto mediatizados por la INTERMEDIACIÓN. Hoy en día las Nuevas Tecnologías de la Información, la comunicación y el conocimiento han roto ese monopolio de intermediación tanto de la “clase política” como de los medios de comunicación de masas y nos ofrecen la potencialidad suficiente para ejercer la política y la comunicación desde el ámbito individual
¿Cuestión tecnológica o DEMOCRÁTICA? La democracia representativa, como hoy la conocemos, no es fruto de una aproximación política basada en la ideología sino de las circunstancias tecnológicas que la rodean, o mejor, la rodeaban. La Democracia, según la definió AbrahamLincoln, “es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” y la forma de ejercer ese gobierno se ajusta a las posibilidades que cada momento nos ofrece. En una sociedad lo suficientemente pequeña la tendencia natural sería a instaurar una democracia asamblearia y a medida que crezca el número de participantes en ese gobierno es cuando necesitaremos, pura necesidad, incluir mecanismos de representación… pero ¿Qué pasa cuando la tecnología es capaz de dotarnos de medios lo suficientemente sofisticados para que quién quiera pueda intervenir directamente en su propio gobierno? ¿Negar esa participación posible no es sustituir la democracia por algo mucho más parecido a la aristocracia? ¿No nos estaremos olvidando del “de” y el “por” para centrarnos en el “para”? ¿No estaremos mucho más cerca de otra definición clásica como es la de “todo para el pueblo, por el pueblo pero sin el pueblo”? Resulta evidente que un verdadero modelo democrático debe estar basado en la igualdad de oportunidades, que no de participación que es preceptiva de cada persona, y por eso es responsabilidad del propio gobierno el impulso de las políticas de acceso, conocimiento e información. Acceso para que quien quiera participar tenga canales para hacerlo, conocimiento para que esos canales sean inteligibles y usables e información para que esa participación tenga bases y consecuencias reales. “Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son”. Abraham Lincoln
¿Cuestión tecnológica o DEMOCRÁTICA? Queda mucho trabajo por hacer, pero la sociedad ha empezado a percibir que otra democracia, mucho más cercana, es posible y es responsabilidad de quien hoy ostenta el monopolio del poder que este empiece a ser compartido con la ciudadanía. Habrá políticos individuales y organizaciones políticas que en la comodidad del monopolio no lo vean y vivan felizmente instalados en la situación actual, siempre ha habido resistentes a los avances sociales, pero la lección histórica es que quien no quiere compartir el poder acaba perdiéndolo todo. Así pues, queda un importante camino que recorrer para solucionar la brecha tecnológica pero la nuevas formas de participación democrática son el futuro del Gobierno porque no es una cuestión tecnológica sino una cuestión democrática y la cesión de soberanía que supone la representatividad no la deciden las élites gobernantes sino los gobernados que a fin de cuentas son sus titulares.
Las nuevas formas de gobernanza Pero si la tecnología puede ser el mayor aliado de la democracia representativa y de la participación democrática, también, como en otros ámbitos de actividad humana, es capaz de posibilitar el desarrollo de otras formas de gobierno mucho más radicalmente democráticas que hoy vemos como utópicas pero que de alguna manera van a ir conviviendo con las fórmulas tradicionales y ganando terreno en las nuevas formas de gobernanza democrática. De la misma manera que ya en la segunda mitad del siglo pasado Mc Luhan advertía sobre la “aldea global” en que las nuevas tecnologías de la información y comunicación iba a convertir a la sociedad o que la economía tienda irremediablemente a la globalización, el ámbito político no va a ser ajeno a esta revolución comunicativa y es inevitable que se desarrollen formas de gobernanza mucho más parecidas a las primeras asambleas y a la democracia directa, basadas en las posibilidades de intercomunicación multicanal que las NN. TT. ofrecen y en la universalización de la educación y, sobre todo, en la desaparición de la necesidad de la intermediación.
EDD; Democracia Electrónica Directa La democracia directa electrónica es una forma de democracia directa en la cual Internet y otras tecnologías de comunicación electrónica se usan para mejorar la burocracia involucrada con los referendos, registrando electrónicamente los votos. Muchos partidarios piensan que también se pueden incluir en esta noción las mejoras tecnológicas al proceso deliberativo, o incluso a la gestión de gobierno para acercarla a los ciudadanos. A la democracia directa electrónica se le llama a veces EDD . Según el concepto de aplicación moderada de la tecnología a la democracia directa, los ciudadanos tendrían el derecho de votar en asuntos legislativos ante el parlamento o el congreso, escribir nuevos proyectos legislativos y revocar representantes en cualquier etapa. Un ejemplo contemporáneo que toma un acercamiento revolucionario a la Democracia Directa Electrónica es aquel en el que los representantes conducen referendos independientemente usando Internet u otras tecnologías de la comunicación. Este paso potencial hacia la democracia directa electrónica no requiere cambios constitucionales ya que simplemente refuerza la relación entre el elector y el elegido. El extremo sería aquel en el cual los representantes electos del pueblo en un parlamento o en un gobierno se limitasen a trasmitir a los ciudadanos aquellos proyectos que se proponen a su decisión, y hacer efectivos después los resultados de esos referendos electrónicos.
Democracia líquida (I) • La Democracia líquida, democracia delegativa o democracia 4.0 es la democracia directa con delegación de voto. • Características • Es un sistema en el que cualquier ciudadano puede ser representante solo haciendo público su voto. Cada ciudadano tiene la posibilidad de votar por Internet cada decisión del parlamento y realizar propuestas, o puede crear un representante virtual, que publicará su intención de voto en nombre del partido político o corriente de opinión a la que representa. • No es necesario esperar 4 años para cambiar de representantes. El voto delegado puede recuperarse en cualquier momento: • para votar una decisión puntual en la que se quiere participar directamente • para tomar parte activa en el parlamento virtual, votando en cada decisión • Para delegar en otro representante • Funcionamiento • Un parlamento virtual permitirá que cada ciudadano ocupe su escaño y pueda votar, realizar propuestas o delegar su voto en los representantes que elija. El voto se verifica mediante DNI electrónico (DNIe), que incorpora funciones criptográficas de identificación y firma digital, lo que permite garantizar la identidad del ciudadano y verificar su voto.
Democracia líquida (II) Delegación de voto En un sistema de democracia líquida avanzado, se pueden elegir representantes diferentes para cada área de decisión (economía, medio ambiente, educación, …). De esta forma, en cada decisión el votante no vota directamente, le representa un experto de su confianza para el área de decisión implicada. Delegación transitiva Una posibilidad es la delegación transitiva, que permite que los representantes (votantes) puedan delegar en otros representantes, estableciéndose así cadenas de confianza que canalizan los votos de manera óptima, pues los ciudadanos pueden cambiar de representantes siempre que quieran. La delegación de voto por Internet es una idea que todavía no ha sido puesta en práctica • Diferencias con la democracia directa • La democracia directa es una forma de control popular donde todas las decisiones colectivas se hacen por medio de los votos directos de los votantes. Dos diferencias fundamentales son: • Opcionalidad de participación directa. • Decisiones revisables.
Partidos políticos abiertos • Resulta evidente que en un modelo de Democracia representativa los partidos políticos son la herramienta de participación ciudadana pues teóricamante es donde se deciden las políticas, estrategias y cargos que van a representar a una asociación de ciudadanos con un proyecto político concreto. • La transposición de los mecanismos de la democracia representativa a las organizaciones encargadas de sustentarla, lo que hace es devaluar la calidad de la democracia. La única manera de garantizar la calidad de una democracia representativa es garantizar la calidad democrática de las herramientas de participación directa que son precisamente los partidos políticos. • Y un partido político abierto deberá estar basado en: • Datos abiertos: Estructuras, representantes, mecanismos, actividades, remuneraciones, presupuestos… • Redes abiertas y accesibles • Debates abiertos • Espacios abiertos • Se trata, pues, de pasar de la jerarquía centralizada a la autoridad distribuida. La cuestión no es administrar el poder interno sino socializar y politizar las ideas de todos los miembros de la organización.
Jurassik Park “Al final la vida se abre camino”… ¿Pero que es lo que esta pasando en realidad? Es la frase con que John Hammond el iluminado creador de ese “circo de pulgas” que era el Parque Jurasico pone final a la saga de Michael Crichton, avalando así la teoría de que hay cosas que no se pueden controlar. De alguna manera eso es lo que ha estado pasando con la política europea y mundial tras la segunda gran guerra y de una manera mucho más acentuada desde la caída del “Muro de Berlín” y el fin de la Guerra fría, que algunos aprendices de domador de pulgas, ya sean del mundo financiero, del político o de la perversa mezcla entre ambos, han conseguido crear un Parque Jurasico político a escala global. Jurásico por antiguo y jurásico por incontrolable. Y es que las estructuras políticas que nos ha tocado sufrir, ya con unos cuantos años transcurridos de S. XXI, responden a las necesidades sociales, a las formas de representación y comunicación de finales del XIX y si le aplicamos una fuerte dosis de optimismo principios del XX. Tanto la Administración pública como acción de gobierno como los partidos políticos como herramienta de participación política responden a unos mecanismos de representación acordes con una estructura social y tecnológica que poco o nada tiene que ver con el mundo en que vivimos. Estructuras verticales, fuertemente profesionalizadas y preparadas para garantizar su propia supervivencia en vez de comprometidas con su supuesta ideología.
Jurassik Park Esta situación ha tenido dos efectos a cual más pernicioso; la difuminación de las ideologías por la permeabilidad de esas estructuras a cualquier lobby de presión y por ende la corrupción generalizada, y la desconexión de la política con los ciudadanos y el creciente desinterés y desconfianza de estos por falta de mecanismos de participación y relevo generacional, y como consecuencia la aparición de un Parque Jurásico político donde nada es lo que parece o debiera ser y donde auténticos fósiles vivientes se reparten el jardín privado del poder político. Pero como en el parque de Hammond, la política también se abre camino y el ser humano como ser social y político buscará otros cauces si se le cierran los que debieran encauzar esa participación. La democracia representativa, tal y como hoy la conocemos, no es un tabú intocable que garantice los derechos de los ciudadanos, sino un producto de una estructura social y unas potencialidades comunicativas de un momento histórico concreto, y ese momento ha pasado. El trabajo en red, las nuevas tecnologías, la potencia comunicativa multicanal de Internet y las redes sociales, la interactividad que permiten están cambiando, o han cambiado ya, las relaciones humanas y las relaciones económicas… solo la política resiste en ese parque jurásico aislado y anacrónico que suponen las estructuras piramidales y estancas. Solo los gobiernos y los partidos que se adapten a la nueva realidad social tendrán alguna opción de supervivencia, y para adaptarse es necesario abrir las puertas, horizontalizar las estructuras, buscar nuevas formas de participación y utilizar los mecanismos de relación social que son habituales en todos los demás aspectos de la sociedad del S. XXI, los demás se verán reducidos al triste papel de ser las pulgas de un circo ficticio.
Geroa Bai, pero sobre todo Zabaltzen por su propia composición y su voluntaria renuncia a configurarse como un partido político al uso, puede convertirse en un ariete en la introducción de esas nuevas formas de gobernanza que la sociedad del S. XXI requiere. Las propias circunstancias de la coalición han posibilitado el mestizaje de un partido político al uso, representativo pero con una gran tradición democrática de base, y una organización abierta como es Zabaltzen y cuya misión deberá consistir en ser el elemento regenerador de la política desde la participación democrática. Habrá veces en que Geroa Bai deba actuar como un partido al uso, esta charla y las nuevas formas de gobernanza son, hoy por hoy, más horizontes que realidades palpables, pero Zabaltzen debe mantener ese espíritu abierto y ser el oxígeno de la Coalición. Y para terminar, la tecnología también nos permite ahondar en el pasado, bendito Google, y no me resisto a hacerlo con una frase de un navarro universal, quizás la figura política más importante que ha dado Navarra a la historia; Don Manuel de Irujo Ollo: “Soy poco amigo de poderes que, sin serlo, tengan apariencia de totalitarios. Y el sentido de ‘autoridad’ conduce con frecuencia a hombres buenos, liberales y dadivosos, a un ejercicio del poder confiado, que se parece al que ejercen los poderes totalitarios como un huevo a otro huevo”