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EMPRESA Y MEDIO AMBIENTE. 1. MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO Y SALUD.
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1. MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO Y SALUD • La salud y el medio que nos rodea están íntimamente relacionados. El aire que respiramos, el agua que bebemos, el entorno de trabajo o el interior de los edificios tienen una gran implicación en nuestro bienestar y nuestra salud. Por ese motivo, la calidad y la salubridad de nuestro entorno son vitales para una buena salud.
Según afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su definición de "medio ambiente y salud", dentro del concepto, "se incluyen tanto los efectos patológicos directos de las sustancias químicas, la radiación y algunos agentes biológicos, así como los efectos (con frecuencia indirectos) en la salud y el bienestar derivados del medio físico, psicológico, social y estético en general; incluida la vivienda, el desarrollo urbano, el uso del terreno y el transporte”
Principales efectos en la salud atribuibles a factores ambientales. • Las enfermedades respiratorias, el asma y las alergias, por la contaminación del aire, en ambientes cerrados o al aire libre. • Trastornos neurológicos de desarrollo, por los metales pesados, los POP (Persistant Organic Polutants, contaminantes orgánicos persistentes) como, por ejemplo, las dioxinas, los PBC y los plaguicidas
Principales efectos en la salud atribuibles a factores ambientales. • El cáncer infantil, por una serie de agentes físicos, químicos y biológicos (p. ej., humo de tabaco en el núcleo familiar, exposición profesional de los progenitores a disolventes). • La exposición al humo del tabaco durante el embarazo aumenta el riesgo de síndrome de muerte súbita entre los bebés, de déficit de peso al nacimiento, de un funcionamiento reducido de los pulmones, de asma, de insuficiencias respiratorias y de infecciones del oído medio
Principales efectos en la salud atribuibles a factores ambientales. Los plaguicidas tienen probablemente un efecto sobre la situación inmunológica, la alteración de los procesos endocrinos, los trastornos neurotóxicos y el cáncer. La radiación ultravioleta puede reprimir la respuesta inmunológica y constituye una de las principales fuentes de cáncer de piel.
La investigación demuestra que la exposición a niveles de ruido elevados o persistentes cerca de las escuelas puede influir negativamente sobre el aprendizaje de los escolares.
Nuestra dependencia absoluta del medio ambiente, nos hace vulnerables a los grandes cambios ambientales, como el cambio climático, proceso con importantes consecuencias sobre la salud de las personas, y que se expone en otro apartado, pueden ser origen de severas alteración en los ecosistemas y en la salud de las poblaciones humanas.
2. RIESGOS LABORALES RELACIONADOS CON EL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO • El trabajo, además de ser una fuente de ingresos económicos, es un elemento básico de relación entre el individuo y la sociedad. Define el rol que éste desempeña en la misma y, en la medida que la actividad laboral forma parte de las condiciones sociales y medioambientales, el trabajo desempeña también un papel importante, tanto como fuente de bienestar como factor etiológico de diferentes trastornos de salud.
Por otro lado, la carencia de trabajo y la precariedad en el puesto de trabajo, son factores que influyen en los patrones de morbimortalidad de las sociedades industrializadas, como han puesto de relieve diversos estudios al destacar un incremento de distintos problemas de salud (dispepsias, depresiones o trastornos cardiovasculares) entre los trabajadores en parorespectoa los activos.
A pesar de que el trabajo puede ser fuente de satisfacción personal, de proyección social y un elemento básico de las relaciones sociales, en determinadas condiciones se desarrolla asociado a la exposición de factores de riesgo de carácter físico, químico, biológico, organizativo o psicosocial, que pueden ocasionar efectos inmediatos o diferidos a medio y largo plazo.
En nuestro entorno, las patologías prevalentes, se caracterizan por ser de tipo crónico y tener un origen multifactorial, cuyas causas se generan tanto por los hábitos personales o la constitución genética, como por las condiciones sociales y medioambientales.
De igual forma, las enfermedades asociadas a las condiciones de trabajo siguen un patrón similar, siendo la patología laboral más frecuente en la actualidad distinta a la de las enfermedades laborales que se diagnosticaban en los inicios de la era industrial o, incluso, hasta mediados del siglo XX, que se caracterizaban, en su mayoría, por tener origen monocausal (la sordera de los herreros, la silicosis de los mineros, etc).
Actualmente, una gran parte de las enfermedades laborales se presentan de forma insidiosa, con carácter inespecífico y aparecen transcurrido un largo período de latencia. En ocasiones, no son tanto las condiciones de trabajo como su rápida transformación la que genera trastornos de salud, debido al sobreesfuerzo físico y psíquico que supone para el individuo la adaptación a los cambios acelerados.
Además, las nuevas tecnologías, que permiten reducir el número de trabajos realizados en condiciones desfavorables o perjudiciales, pueden comportar a su vez un aumento de tensión debido al ritmo que se imprime a la interacción hombre-máquina y a la misma distribución del tiempo de trabajo.
En nuestro medio las patologías más frecuentes en el ámbito ocupacional se han modificado, siendo menos frecuentes las intoxicaciones por metales pesados y aumentando algunas de las patologías que con mayor frecuencia son atendidas en el ámbito de la atención primaria, como los trastornos musculoesqueléticos, respiratorios no neumoconióticos o dermatológicos.
Al hablar de patología laboral hemos de definir tres conceptos: los accidentes de trabajo, las enfermedades profesionales, y las enfermedades relacionadas con el trabajo: Accidente de trabajo Enfermedad profesional Enfermedad relacionada con el trabajo
Accidente de trabajo: • Se define como toda lesión corporal que sufre el trabajador con ocasión del trabajo que ejecute por cuenta ajena o aquella lesión que ocurre durante el trayecto entre el domicilio del trabajador y su trabajo y viceversa (accidente in itinere). (Artículo 115 de la Ley General de Seguridad Social).
Enfermedad profesional: • Es aquella contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y desarrollo legislativo, y que esté provocada por la acción de elementos o sustancias que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional.
Enfermedades relacionadas con el trabajo: • Son aquellos trastornos en los cuales los riesgos laborales actúan como factores causales significativos junto a factores externos al medio laboral o factores hereditarios.
Sobre las empresas recae un amplio abanico de responsabilidades que van más allá del cumplimiento de las obligaciones legales, por entenderse que las empresas no pueden quedar al margen de los problemas y de los desafíos a los que se enfrenta la sociedad. Hace años la excelencia ecológica de las empresas era un valor intangible de difícil percepción por parte de los consumidores. Poco a poco la preocupación por los problemas ambientales se ha hecho patente en la sociedad y se demanda cada vez con más fuerza que las empresas respeten el entorno en el que desarrollan su actividad.
A su vez, la competencia entre empresas ejerce sobre éstas una presión cada vez más fuerte. La gestión de los impactos sociales, éticos y ambientales asociados a la actuación de las empresas se está convirtiendo en un verdadero imperativo, de manera que la imagen ambiental de una compañía es un valor o una carga que evalúan inversores, aseguradoras, clientes, proveedores y consumidores en general.
Sin duda constituye una ventaja competitiva conseguir diferenciarse por el respeto al medio ambiente. También es importante saber explicar la contribución de una determinada industria a la consecución del bienestar de que disfruta la sociedad actual.
La mayoría de las empresas informa voluntariamente sobre su actuación ambiental para atender la demanda de colectivos con intereses en ellas: Los potenciales inversores: bancos, mercados de valores o compañías aseguradoras quieren saber los gastos de capital que son necesarios para cumplir la nueva normativa y qué potenciales responsabilidades ambientales tendrían efecto en las operaciones financieras.
Las comunidades locales desean saber el impacto ambiental de las operaciones de las empresas en su territorio y tienen el poder de respaldar o de rechazar su actividad. • Los consumidores individuales piden información sobre el impacto y los efectos de los productos que compran. En ocasiones, el consumidor elige un producto más caro sólo porque lo considera más ecológico.
Los clientes corporativos buscan obtener la confianza de sus propios clientes mostrando que tienen una política de medio ambiente y una estructura de información. • A los empleados les gusta saber que la empresa para la que trabajan es limpia y transparente.
Por otro lado, también existen empresas industriales que aún no se han subido al tren del futuro; empresas que, en un entorno de recursos limitados y conflictos de prioridades, a veces ven el medio ambiente más como un obstáculo que como una oportunidad, y piensan que ir más allá de lo que es el estricto cumplimiento de las legislaciones tiene un alto coste.
En España, desde 1987, y a al amparo de las normativas de la Unión Europea, la visión del problema medioambiental ha cambiado radicalmente, como se contempla en una legislación cada vez más exigente y acorde con las normas internacionales. • Los ciudadanos, convertidos en trabajadores, directivos o creadores de una empresa, tienen pues el derecho y la obligación ética de colaborar en las mejoras medioambientales.
Por esta razón el mundo de la empresa no se halla al margen de esta concienciación social y debe actuar en consecuencia, conociendo, valorando y minimizando los riesgos que su actividad genera ante el eventual deterioro del entorno natural en el que vivimos.
Se ha pasado progresivamente de una concepción de la empresa en la que la inversión en prevención del deterioro medioambiental era sinónimo de «pérdidas económicas» a una visión más sensibilizada en la que al abordaje de los temas ecológicos se incluyen ya en los planes de actuación trazados para el diseño y funcionamiento de la actividad empresarial.
La idea primordial de que no es posible un desarrollo económico general sin un tratamiento respetuoso del entorno natural ha calado profundamente en todos los ámbitos: La empresa no puede sustraerse de esta línea en pro de la preservación del medio ambiente, y hoy en día, la Ecología, como rama de la Ciencia, ofrece al mundo empresarial una serie de innovaciones tecnológicas y de conocimientos encaminados a favorecer el desarrollo económico siendo respetuoso con el medio ambiente
Las instituciones gubernamentales también han presionado a las empresas con normativas legales que se hallan en constante evolución, desde los primeros convenios internacionales para la mejora del entorno natural afectado por las actividades industriales en el mundo desarrollado.
Los efectos que la empresa genera en su entorno no son sólo de carácter socio-económico sino también de carácter medioambiental. La empresa ha de concienciarse de que no sólo genera bienes y empleo, también consume recursos naturales y genera contaminación y residuos.
El tema medioambiental en la empresa es una obligación para con la sociedad y para con las generaciones de seres humanos venideras, y puede, incluso contemplarse en nuestros días como un vehículo más que puede mejorar el balance económico particular, siempre y cuando trascienda a la sociedad una buena política medioambiental trazada dentro de los planes de actuación generales de la empresa.
La Unión Europea aprobó la llamada Agenda 21, agenda global para el desarrollo sostenible, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro, que se celebró en 1992, con el objetivo de ver “Las acciones actuales determinarían la calidad medioambiental y el desarrollo económico sostenible de mañana”. Esto trajo consigo lo que se ha llamado el “desarrollo sostenible”.
Los seis elementos de las acciones para el desarrollo sostenible de la Unión Europea: • Integración de los aspectos medioambientales en los otros ámbitos de actividad. • Cooperación compartida de la responsabilidades entre la UE, los Estados miembros, el mundo empresarial y el público. • Ampliación de la gama de instrumentos de política medioambiental para incluir, por ejemplo, impuestos y subsidios, acuerdos voluntarios.
Cambio de los modelos de consumo y producción. • Aplicación y cumplimiento de la legislación. • Cooperación internacional en el marco de la Agenda 21 y el V Programa de Acción Medioambiental
«Se deben asumir responsabilidades desde todos los ámbitos sociales. Es preciso afrontar el reto de construir un nuevo modelo de sociedad sostenible en lo ambiental y equitativa en lo social. • El desarrollo sostenible... asume la existencia de límites físicos que sugieren que es imposible un crecimiento sin fin, enfatiza la necesidad de mejorar la calidad de vida, frente al bienestar basado en los bienes materiales, se inspira en la solidaridad entre las diferentes generaciones y entre los individuos de cada generación». (Libro Blanco de la Educación Medioambiental del Ministerio de Medio Ambiente)
Es evidente, que según lo expuesto hasta ahora, la política de actuación de cualquier empresa en materia medioambiental ha de sustentarse en la aplicación de un principio básico: la prevención.
La existencia de una normativa legal cada vez más amplia y exigente, controlada cada vez más con mayor rigor por la Administración y el rechazo social hacia actividades no respetuosas con el entorno son tres razones que apoyan ineludiblemente el hecho de contar con la cuestión medioambiental en la gestión global de la empresa. • La última razón ha de atenderse especialmente, ya que un rechazo social hacia la empresa provocaría una pérdida de imagen y credibilidad con la consecuente disminución de la cuota de mercado y de beneficios.
Resulta pues necesario contar en la planificación general de actividades con un procedimiento eficaz que permita la gestión rápida y sistemática de la cuestión medioambiental. Este proceso se denomina Gestión Medioambiental, que ha de planificarse atendiendo al rol que juegan los tres ingredientes básicos que participan en la empresa: accionistas, empleados y clientes (sociedad).
«Un Sistema de Gestión Medio-ambiental (de implantación no obligatoria en la empresa, en España) es el marco o el método de trabajo que sigue una organización con el objeto de conseguir un determinado comportamiento de acuerdo con las metas que se hayan fijado y como respuesta a unas normas, unos riesgos medio-ambientales y unas presiones tanto sociales como financieras, económicas y competitivas en permanente cambio».
Un Sistema de Gestión Medioambiental consta de dos partes: • Una parte descriptiva del sistema que incluye los procedimientos, las instrucciones específicas, las normas y reglamentos, etc. • Una parte práctica compuesta por dos variables: • Aspectos físicos: locales, máquinas, equipos informáticos y de control, instalaciones de tratamiento de la contaminación, etc. • Aspectos humanos: habilidades del personal, formación, información, sistemas de comunicación, etc.
La política medioambiental en la empresa debe ser coherente con políticas de prevención de riesgos, y cualquier otra política seguida por la gestión general. La adopción de tal política implica la formación del poder directivo y de los empleados en materia de medio ambiente, el conocimiento de las demandas sociales en este sentido y el de las leyes correspondientes. De nuevo, el elemento de formación surge como una variable decisiva en la administración de empresas.
La política medioambiental debe contemplar los siguientes aspectos: • Ser de carácter público. • Estar dirigida a la prevención y/o minimización de los impactos medioambientales al desarrollo sostenible. • Incluir un compromiso de mejora continua de la actuación medioambiental. • Presentarse por escrito y revisarseperiódicamente.
La norma ISO 14001 recoge los requisitos y especificaciones a seguir por las organizaciones para poder obtener la certificación ISO de su Sistema de Gestión Medioambiental (SGMA), la ISO 14001 forma parte de la serie de normas ISO 14.000 correspondientes a medio ambiente.
Según la misma es importante tener documentado todo el sistema siguiendo el modelo y etapas siguientes: • Política Medioambiental. • Planificación. • Implantación y Funcionamiento. • Control y Acción Correctora. • Revisión por la Dirección.
En nuestros días somos informados continuamente sobre modelos de «buena conducta medioambiental» tanto por parte de la Administración como por parte del Sistema Educativo, incluso desde el plan de actuación social de empresas privadas (como las eléctricas, por ejemplo). • En nuestros hogares, tareas como favorecer el ahorro energético, reducir el consumo de agua o seleccionar para reciclaje los productos de desecho son tareas ya habituales y enraizadas en nuestro hábitos más cotidianos.