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Había un hombre. Él se llamaba Al Bibak. Al vivía con su mamá en Atlanta, Georgia. Él no tenía novia porque era gordo. Al no se cuidaba. Él pesaba 438 libras. Al nunca hacía ejercicios. Él comía la comida con mucha grasa. Al siempre iba a los restaurantes de servicio rápido para comer. La mamá de Al lo miraba y siempre decía: ᵢQué lástima! ᵢQué lástima! Tú eres un sapo gordo y tú vas a morir pronto. Al siempre contestaba: Eh . . . me da igual.
Al trabajaba en DairyQueen. Él cocinaba las hamburguesas y papas fritas y él limpiaba los baños. El jefe de DairyQueen era un hombe que se cuidaba muy bien. Él era un hombre fuerte y guapo. El jefe levantaba pesas todos los días y nunca comía la comida con mucha grasa. El jefe pesaba 175 libras. Al y el jefe no se llevaban bien. Él jefe siempre gritaba a Al porque él no lavaba las manos después de limpiar el baño. Al cocinaba las hamburguesas con caca en sus manos. Al odiaba al jefe. Pero, Al era demasiado gordo y el jefe se cuidaba muy bien. Muchas veces, el jefe decía a Al: ᵢQué lástima! ᵢQué lástima! Tú eres tonto y tú vas a ser pobre, gordo y sólo por toda la vida. Al siempre contestaba: Eh . . . me da igual.
Una noche, Al dormía en el sillón cuando tuvo una pesadilla. En la pesadilla, su jefe le dio muchos besos a su mamá. También su jefe y su mamá compartieron el pan con mantequilla. En la pesadilla, Al quería luchar con su jefe pero no era posible. Al era demasiado gordo. En la pesadilla, el pesaba 3,479 libras.
Al se despertó de la pesadilla y decidió cambiar su vida. Él estaba harto de ser gordo. Él estaba harto de no cuidarse bien. Él estaba harto de no tener una novia. Y más de todo, Al estaba harto de su jefe. Al dejó de comer en los restaurantes de servicio rápido. Él empezó a levantar pesas. Él empezó a cuidarse. Después de tres meses, Al no pesaba 438 libras. Él pesaba 200 libras. Él era un hombre nuevo. Él se llevaba bien con las mujeres y le caía bien a todo el mundo.
Pero, Al tenía un problema más – su jefe. Al tenía un plan para eliminar su jefe. Un día, Al entró DairyQueen con un regalo para su jefe. El regalo era una taza (mug) para café. En la taza estaba escrito “el mejor jefe del mundo”. Al le dio el regalo a su jefe. Pero dentro del café, había veneno. No era veneno normal. Era el veneno de una rana venenosa del bosque.
El jefe: Gracias. Al: Toma el café, amigo. El jefe (tomó el café): Mmmmm . . . que sabroso. ¿Tú y yo nos llevamos bien? Al: No. No nos llevamos bien. Tú estás tomando el veneno de una rana venenosa. El jefe: ¿Qué? ¿El veneno? Al: Sí. El veneno de una rana. Adiós jefe. El jefe se cayó muerto en el suelo. Al se rió y dijo sarcásticamente, “Qué lástima . . . mi jefe está muerto”.
Al regresó a la casa. Dentro de dos horas un policía llegó a su casa. El policía: Hola, ¿Tú eres Al Bibak? Al: Sí. El policía: Tú jefe está muerto. Al: ¿De veras? Eh . . . me da igual. El policía: Yo creo que él tomó el veneno de una rana. ¿Tú sabes por qué él tomó el veneno? Al: No señor. Yo no sé. El policía: Yo creo que tú mataste a tu jefe. Al: No es verdad. Yo no lo maté. El policía: Está bien. Adiós.