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Miguel-A. “El pirata”. Un marinero y un pirata se encuentran en un bar, y empiezan a contarse sus aventuras por los mares. El marinero nota que el pirata tiene una pierna de palo, un garfio por mano, y un parche en el ojo, y le pregunta:. - ¿Y cómo terminaste con esa pierna de palo?.
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Miguel-A. “El pirata”
Un marinero y un pirata se encuentran en un bar, y empiezan a contarse sus aventuras por los mares. El marinero nota que el pirata tiene una pierna de palo, un garfio por mano, y un parche en el ojo, y le pregunta:
- ¿Y cómo terminaste con esa pierna de palo?. - Estábamos en una tormenta, y una ola me tiró al mar -responde el pirata-. Caí entre un montón de tiburones. Mientras mis amigos me agarraban para subirme, un tiburón me arrancó la pierna de un mordisco. - ¡Uy que fuerte! -replicó el marinero.
- ¿Y que te ha pasado con la mano? ¿Por qué llevas ese garfio?. - Bien -respondió el pirata-, ¡esta historia sí que es dura! Estábamos abordando un barco enemigo, y, mientras luchábamos con los marineros contrarios, un enemigo me cortó la mano de un solo tajo. - ¡Increíble! -exclamó el marinero-. ¡Qué vida más dura y emocionante lleváis los piratas!.
- ¿Y qué te ha pasado en el ojo? -pregunta el marinero. - Una tarde había un viento infernal en la cubierta, y me entró en el ojo un mosquito...
- ¡¿Queeeeé?! -exclamó, sorprendido, el marinero, sin dejarle acabar la respuesta-. ¡¿Un mosquito?! ¿Me quieres hacer creer que perdiste el ojo porque te entró un simple mosquito? ¡Anda ya!. - ¡¡No!! ¡Era mi primer día con el garfio, idiota!.